Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22: Noticia Falsa

Pov. Adrien

Mi estómago comenzó a rugir, tenía demasiada hambre. Pero mis ojos se sentían demasiado cansados como para despertar.

Todo era obscuro, me encontraba solo... Como siempre, no había nadie a mi lado, el frío invadía mi cuerpo. Mi miedo aumentaba.

¿Por qué sigo aquí...?

No tiene sentido que yo siga, después de todo mi padre no me necesita, mis amigos pueden reemplazarme fácilmente. Realmente no importo, no hace falta mi presencia, no soy importante para alguna persona.

No tengo un motivo para seguir en esta maldita prisión, mi madre me fue arrebatada.

Adrien...

Mire a mi alrededor, esa voz comenzó a sonar cada vez más. No paraba de repetir mi nombre, deje mi lugar y corrí sin importar que no viera nada, sólo me guiaba con aquella voz.

Y en aquel rincón encontré mi único motivo para seguir.

¡Nathaniel!

Corrí pero al instante desapareció dejándome solo.

Entonces desperté...

Me encontraba en mi cuarto, la luz del sol entro por mi ventana. Ni si quiera me había puesto mi pijama, mi cabeza dolía.

Me encargaré de que no vuelvas a buscar a ese chico.

— ¡Nathaniel!— mis recuerdos volvieron.

La pelea que tuve con mi padre...

Y a es maldito que me golpeó.

Mi corazón se aceleró, corrí a la puerta pero estaba cerrada con seguro.

— ¡Maldita sea! ¡Ábranme!— gritaba y pateaba esa maldita puerta, pero no se abría. Empecé a desesperarme.— ¡Plagg!—.

Busque por todo mi cuarto y no aparecía.

— ¡Plagg!— grité por segunda vez y fue cuando salió.— Necesito transformarme, vamos—.

— Adrien...— dijo desanimado.— Ya basta, si amas a Nathaniel déjalo— lo mire confundido.

— ¿Qué, por qué me dices eso?—.

— Trixx me contó todo...—.

— ¡No me interesa! Nathaniel me necesita, no puedo dejarlo solo— contesté.— Eso le prometí— escuche algunos ruidos del otro lado, la perilla de la puerta fue girando. Al instante Plagg se escondió.

Es él...

Camine directo hacía él, quería borrarle esa maldita sonrisa de la cara. Me paré enfrente de él y di el primer golpe, cayó al suelo y seguí golpeándolo, estaba furioso.

— ¡¿Qué le hiciste?!— lo tome de la camisa. Seguía con esa sonrisa a pesar de los golpes.— ¡Contesta imbécil!—.

— Lo maté...—.

Fue ahí donde regrese al mismo cuarto obscuro, mis pensamientos quedaron bloqueados. Lo solté y no pude contenerme.

— No... No puede ser, él no puede estar muerto— mis mejillas estaban mojadas por las lágrimas que comenzaban a caer.

— Debiste ver su cara, estaba aterrado, llorando mientras sangraba. No paraba de repetir que lo dejara—.

Sentí los pasos que se acercaban a mi.

— Fue muy divertido matarlo— rió.

Por segunda vez me sentí destrozado, doble mis piernas y me acurruque en ellas.

Todo fue mi culpa, si yo no me hubiera acercado a él aún podría estar vivo, siendo feliz.

— No me dejes Nath...— susurraba. No me imaginaba un mundo sin él. Sin ver su sonrisa, sus preciosos ojos, esa timidez que lo caracteriza.— No puedo vivir sin ti—.

— Eso te pasa por tratar de desafiarme, niño tonto. Tienes que sentirte culpable de que ese chico haya muerto, no sabes cuanto repetía tu nombre cada vez que lo golpeaba— salió del cuarto.

Todo el dolor salía de nuevo, grité.

¡¿Por qué?!

— Perdóname tomatito... Sabes que yo hubiera dado mi vida por ti— seque mis lágrimas aunque no servía de mucho.— Te amo...—.

La puerta volvió a abrirse, supuse que era mi papá para decirme "tú me obligaste a hacer esto."

— Te traje un poco de comida, tu padre no quiere que salgas del cuarto— era Nathalie.

— Llevatelo, no quiero nada...— contesté.

— Por favor Adrien, tu padre quiere que desayunes bien— sentí su mano pasar por mi pelo.

— Como si yo le interesara, si me tiene como un maldito animal—.

— Eso no es cierto, el hace esto por tu bien...—.

— ¡¿Por mi bien?! ¡No! A el sólo le ha interesado diseñar ropa, mientras que a su hijo lo deja botado, como si fuera una basura— contesté molesto.

— Todo esto va a pasar, pronto vas a estar bien— dejo la comida a un lado de mi.

— Yo no voy a estar bien sin él...— me encerró de nuevo.— Necesito ver por mis propios ojos eso—.

— Mejor descansa Adrien...—.

— No voy a descansar hasta encontrarlo—.

— Si vas será muy doloroso...— me detuve.— No creo que puedas aguantar verlo así—.

— No me interesa Plagg, quiero verlo por última vez y quiero que sepa que me voy a vengar— mi kwami se puso en frente de mi.

— No debes pensar así, eres Chat Noir y Hawk Moth podría usar eso en tu contra. No pienses en venganza, mejor recuerda todo lo que pasaste con él—.

Flashback...

— Entonces... ¿Ya eres mío tomatito?— susurre seductoramente en su oído.

— Todo tuyo Chat Noir—.

Fin del flashback

— No puedo, no puedo vivir sin él— dije entre lágrimas.— ¿Y si no lo mató y el en estos momentos me necesita? Plagg... Necesito ir, por favor— desvió la mirada.

— Estas cansado Adrien, además la droga tal vez siga haciendo efecto en ti. Mejor descansa y te prometo que mañana te ayudo a escapar para buscarlo—.

— No voy a esperar tanto, quiero tenerlo conmigo ahora—.

Quería sentir sus brazos, sentir su calor y escucharlo decir "te amo."

Me recargue en la ventana, al parecer Plagg no estaba mal después de todo. La droga me seguía debilitando.

— Si quieres puedo ir a su casa— mire a Plagg.

— ¿En verdad?—.

— Somos amigos ¿no?— Plagg a veces podría ser insoportable o grosero, pero es el que siempre me acompaña en mi soledad.

— Claro que somos amigos— lo tome en mis manos.

— Si me sigues apretando me vas a matar— solté a Plagg preocupado.— Debo irme, por favor no hagas nada no quiero llegar y encontrarte golpeado o peor aún, akumatizado—.

Asentí, nos dirigimos a la ventana y la abrí. Plagg salió con cuidado, aún era de día y cualquier persona podría verlo.

Me recosté en la cama, aún me sentía preocupado por todo.

No podía creer que mi papá fuera capaz de dañar a alguien. De encerrar a su propio hijo y tal vez deshacerse de su propia esposa.

— Papá... ¿Que haz hecho?—.

...

— Adrien, Adrien despierta...—.

Talle mis ojos por el cansancio, mi visión estaba borrosa.— ¿Qué pasa?—.

— No sé cómo decirte esto— el tono de Plagg me preocupó.

— Dilo ahora—.

— En la casa no hay nadie, ni Trixx, ni Nathaniel. La casa está demasiado desordenada, hay cosas rotas y en el cuarto de Nathaniel hay...— se detuvo.

— ¡¿Hay qué?!— no me respondía.— Plagg si no piensas decirme yo mismo iré a ver...—.

La puerta se abrió, Plagg reaccionó rápidamente y se escondió.

— ¿Qué haces aquí?— pregunté.

— Vengo a ver como esta mi hijo...—.

— ¿Cómo quieres que esté? Dejaste que alguien me golpeara, le dijiste a Nathalie que me inyectara algo para dormir y a parte me tienes aislado de todo—.

— Adrien...—.

— ¡No! Ya no quiero seguir encerrado, quiero ser un chico normal. Créeme que cada día tenía una idea para irme de aquí, pero no quería abandonarte porque pensaba que algún día cambiarías. Pero ya veo que siempre serás el mismo, una persona fría... Todo el mundo te ama por tus grandes diseños, pero no saben quien es en realidad Gabriel Agreste...—.

— No te permito que me hables así, tu eres mi hijo y puedo hacer lo que sea contigo—.

— Bien, haz lo que quieras pero no dudes que un día me largare de esta maldita casa porque no quiero estar a tu lado, no quiero vivir con un maldito asesino— grité.

— Señor Agreste... Debería dejarme educar a su hijo— ese idiota entraba otra vez a mi cuarto.

Mi padre lo miró.— Hazlo...—.

Salió de la habitación dejándome con él.

— Ahora si tengo el permiso de tu padre, te enseñaré que le hice a tu noviecito—.

Se acabó...

El primer golpe llegó, no me defendí ya no había razón para luchar.

— ¡Eres un maldito cobarde! Al menos el otro chico se defendía—.

— ¡Basta!— se detuvo.

— No te metas... Gabriel Agreste me dio permiso de golpearlo—.

— El señor Agreste va a irse de viaje, así que ahora estoy a cargo. Lárgate, en esta casa no necesitamos más de tus servicios— me dejó en el piso y azotó la puerta.

— ¡Adrien!— me incorporé y Nathalie estaba hincada— Ven acá pequeño—.

Me abrazó...

— Perdóname Adrien...—.

— Nathalie, por favor... Déjame ir a ver a Nath— dije.

— Sabes que yo haría cualquier cosa por ti, pero tu padre no me lo permite. Sólo te pude conseguir que sigas yendo a la escuela— lentamente la abracé, ella se sorprendió y me dio una sonrisa.

Una sonrisa que desde hace tiempo no veía, una sonrisa como la de mi madre.

— Puedes ver a ese chico en la escuela—.

— Dime que lo de Nathaniel es mentira— dije entre lágrimas.

— ¿De qué hablas?—.

— Me dijo que lo había matado. Nathalie, ¿él está vivo, verdad?—.

— No sé, el único que fue es tu padre pero no me dijo nada— me miró.— Voy a curar tus heridas, ve a tu cama en un momento regreso— me dio un beso en la frente y salió del cuarto.

Hice lo que me dijo, fui a mi cama y me quedé ahí.

— No comiste nada de lo que te di— se sentó a lado de mi.

— No tengo mucha hambre...— contesté.

— Oye... Necesitas comer, si el chico va mañana no creo que quieras que te vea así— mire a Nathalie confundido.

— ¿Y si no va?—.

— No seas negativo, tal vez él te dijo eso para destruirte mentalmente. Yo creo que ese chico escapó y tratará de buscarte—.

— ¿Tu sabes que él y yo...?— comenzó a limpiar mi cara.

— Lo supuse, jamás te había visto así de feliz y ayer con todo lo que lo escuche entre tu padre y tú supe que ese chico era el responsable de tu felicidad—.

— Por favor no le digas nada a mi padre—.

— No lo haré, pero el ya sospecha. Adrien, no quiero que te vayas de casa—.

— Si me quedo el me seguirá manipulando—.

— Terminé, no toques tu cara podrías quitarte la pomada— guardo todas las cosas que ocupó y se paró.— Si te vas me harás falta— salió sin decir más.

Las palabras de Nathalie me sorprendieron, jamas llegue a entablar una conversación con ella pero siempre la veía detrás de mi. Desde que mi madre desapareció mi papá ya no me felicitaba por mi cumpleaños, pero cada noche que escapaba de mi cuarto la veía a ella, desvelándose solo para conseguir un regalo para mi.

— Nathalie...—.

Pov. Normal

— El señor Agreste no me dio indicaciones de nada— Adrien quien se encontraba detrás de Nathalie la miró.

— Pero me las dio a mi, así que vas a tener que llevar a Adrien a la escuela— el guardaespaldas frunció el ceño.

— Bien, lo llevaré...— le hizo una señal para que el rubio se subiera al carro. Con un poco de temor Adrien avanzó hacia el carro, pero la mano de Nathalie lo sostuvo de su mochila.

— Que te vaya bien Adrien...— abrazó al chico como si se tratara de su propio hijo.— Búscalo, sé que él estará ahí— susurro en su oído para que el guardaespaldas no escuchara.

— Gracias Nathalie— subió al carro y cerró la puerta.

En su corazón crecía una pequeña esperanza de que el pelirrojo estuviera ahí sentado como siempre con esa gran sonrisa.

— Llegamos...— Adrien abrió la puerta y rápidamente el carro desapareció.

Camino lentamente, todas las miradas lo seguían pero esta vez todo era diferente, no admiraban su belleza sino los golpes que presentaba, todos susurraban y reían.

— Camina rápido Adrien...— decía para si mismo.

— ¡Hey! Adrien— Nino abrazó al rubio y cuando lo miró su cara cambió.— ¿Qué te pasó?— preguntó preocupado.

— Nada...—.

— No soy tonto amigo. No me vas a decir que esos golpes fueron de una caída— su amigo cruzó los brazos.

— Sólo fue una pelea, no es nada grave—.

— ¿Y con quién fue la pelea?— preguntó.

— Nino, tengo algo importante que hacer. Nos vemos en el salón— comenzó a avanzar sin importar las miradas.

— Y eso "importante" ¿tiene que ver con Marinette?— se detuvo y miró a su amigo.— Porque si así es ella aún no llega, pero le puedo dar un recado de que se vean en un lugar más privado— rió, algo que el de ojos verdes no hizo.

— No menciones nada de eso si no quieres terminar como yo...— la amenaza del rubio acabo con la risa de Nino.— Y a la que menos quiero ver es a ella, así que dile que ni se le ocurra acercarse—.

— Parece que alguien amaneció de mal humor, pero no te tienes que desquitar con la chica— Adrien ignoró aquel comentario y se metió a la escuela.

Entro al salón, pero no había señal del pelirrojo. Se acercó a las chicas que estaban platicando.

— Rose... ¿Podemos hablar un rato?— tanto ella como Juleka miraron extraño a Adrien, la rubia susurro algo a su amiga y salió con Adrien del salón.

— ¿Esta todo bien?— preguntó tímida.

— Nada esta bien, Nathaniel no aparece y no sé que haré...— comenzó a llorar.

— ¿Por eso estas golpeado?— el rubio asintió.— No sé exactamente qué pasó, pero Nathaniel es muy valiente...—.

— Lo sé, sé que el puede llegar a ser más valiente que yo. Tan sólo mírame estoy como un maldito llorón sin hacer nada...— la chica abrazó al rubio para consolarlo.

— ¿Intentaste contactarlo?—.

— No tengo celular...— contestó.

— Tengo su celular, ¿quieres llamarle?— una sonrisa apareció en el rostro de Adrien.

— Te lo suplico...— Rose saco el celular de su bolsillo, busco en sus contactos al pelirrojo. Cuando apareció le dio el celular a Adrien y este le marcó.

Esos minutos fueron los peores para Adrien, aquel sonido lo desesperaba.

Nathaniel no contestaba...

— Maldita sea...—.

— Las clases comenzaron debemos entrar— todos entraron al salón, Adrien no le dirigió la palabra a Nino, ese pelirrojo no salía de su cabeza ni un momento.

Durante la clase la puerta sonó y Adrien fue el primero en ver quien era.

Marinette...

La chica se dio cuenta de la mirada de Adrien y se sonrojo, el rubio se desespero más de lo que ya estaba.

— No puedo seguir— se levantó de su lugar haciendo que todos lo miraran extraño, guardó sus libros y cuadernos en su mochila y salió del salón sin hacer caso a los gritos de la maestra. 

 — ¿A dónde piensas ir?— preguntó Plagg desde la camisa del rubio.

— Voy a ir a casa de Nathaniel— contestó.

— Adrien no vayas...—.

— No me interesa lo que digas Plagg, ni tú ni nadie me va a impedir hacer esto— corrió a los baños y al entrar se aseguró que nadie estuviera ahí, cerró la puerta con seguro.— Plagg las garras—.

Chat Noir salió rápidamente de la escuela y se dirigió a la casa del pelirrojo, unas lagrimas comenzaron a salir durante el recorrido. Quería que todo fuera mentira, que había una explicación lógica para que Nathaniel no fuera a le escuela y que no contestara el teléfono.

— Por favor Nath...—.

A unas cuadras de la casa de Nathaniel Adrien se destransformo y se echó a correr hacia la casa.

La puerta estaba entreabierta, tomó con mucho miedo la perilla y comenzó a empujar la puerta... Todo se encontraba tirado, se hincó para recoger una foto donde estaban sus padres de Nathaniel y él, estaba rota. Lentamente subió las escaleras fue en dirección al cuarto del chico.

Rompió en llanto al abrir la puerta, se dejo caer.

— No...— en el cuarto se podía ver unas cuantas manchas de sangre.— No, no... Esto no puede ser. Nathaniel no puede estar muerto— Plagg se puso a lado del rubio.

— Eso fue lo que vi, por eso no quería decirte Adrien— dijo triste.

— Voy a matarlo, buscaré a ese maldito y me vengaré de él...— el pequeño gato se alertó ante al amenaza de su portador.

— Adrien contrólate, recuerda que eres Chat Noir...—.

— ¡Lo sé! Y por eso mismo voy a aprovechar eso, ese maldito idiota se va a arrepentir de haber tocado a Nathaniel—.

— No dejaré que me uses para una venganza...—.

— Te voy a usar porque yo soy el portador... Y no te dejaré ir hasta que cumpla eso— las palabras del rubio asustaron al kwami.

— No voy a dejar que me tengas enjaulado como Hawk Moth tiene a Nooroo...—.

— Solo te pido eso, por favor... Ponte en mi lugar—.

El silencio predominó en la habitación y de pronto alguien misterioso entró...

— Hola Chat Noir...— Adrien miró a la entrada de la puerta.— Necesito hablar de unas cosas contigo, acompáñame a mi casa—.

Aquí esta el capítulo 22... uwu

Espero que les este gustando la trama, a mi en lo personal si me esta gustando. Al principio cuando comenzaba a escribirla tenía unas ideas, pero ahora estoy cambiando un poco porque en serio voy por cualquier lado y se me ocurre algo genial, les agradezco todo todo. 

No lo sé ustedes pero en la serie yo si quiero que Nathalie se quede con Gabriel Agreste, sería buena madre para Adrien.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro