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Capítulo 20: Visita

Pov. Normal

— Te dije que no puedes salir de la casa—.

— Pero papá, tú no estabas en casa— desvío la mirada.— Se supone que estabas en un viaje—.

— ¿Y sólo por eso vas a hacer lo que quieras?— el chico evadía la mirada de su padre molesto.

— No, perdóname padre— dijo triste.

— ¿Con quién estabas?— preguntó. 

— Ya te había dicho, con Nathaniel mi amigo que invite una vez— Gabriel volteo a mirar a Nathalie, la asistente, asintió y salió de la sala rápidamente.

— ¿Dormiste en su casa?—.

Por primera vez el chico miró a su padre, tenía miedo de mentir sabía que su papá se daría cuenta que algo no estaba bien.1 Sí, porque no quería estar solo en casa—.

— ¡¿En qué estabas pensando?!— gritó.— ¿Qué crees que hubiera pasado si un periodista se da cuenta?—.

— Pero papá...— sus ojos se cristalizaron.

— ¡Te prohíbo que vuelvas a hablarle a ese chico!—.

— Por favor escúchame, no paso nada malo sólo quería estar con él— contestó.

— No me interesa, ese chico es malo para ti. Si me llego a enterar que sigues hablando con ese chico haré algo que no te gustará Adrien— la amenaza de su papá preocupó al rubio.

¿Cómo iba a dejar de hablarle a su novio?

— Padre... No me hagas esto, yo quiero seguir con él— a Adrien dejó de importarle si le decía la verdad a su padre.— Es el único que está conmigo cuando me siento solo, por primera vez me siento feliz como cuando estaba mi mamá—.

— ¡Deja de mencionar a tu madre! ¡Ella está muerta, entiéndelo!— la tensión creció. Las lágrimas de Adrien comenzaron a salir, los gritos de su padre y aquella noticia lo hizo derrumbarse.

— ¿Por qué... Por qué nunca me lo dijiste?—.

— Porque no tiene importancia— le dio la espalda a su hijo.

— ¿Cómo puedes decir eso? Era tu esposa, era mi madre. Ella nos amaba demasiado— dijo llorando.

— Tu madre no te amaba, sólo mentía...—.

— No, tu eres el mentiroso... Yo sé que ella me quería— secó unas cuantas lágrimas.

— Señor Agreste... Lo hemos localizado— Nathalie entró en la habitación interrumpiendo la escena.

— Muy bien Nathalie, prepara el carro. Ya sabes que deben hacer— ordenó. 

— Les daré la dirección para que lo hagan—.

— No quiero escándalos Nathalie, todo tiene que ser en silencio— la secretaria asintió y salió de la habitación.

— ¿Qué vas a hacer?— preguntó Adrien y su padre sólo lo miró.

— Llévalo a su cuarto y quédate ahí, no lo dejes solo en ningún momento— ordenó al guardaespaldas que agarró con fuerza el brazo del rubio y comenzó a jalarlo.

— ¡Papá! ¿Qué harás?— preguntó desesperado.

— Me asegurare que tú y ese chico ya no vuelvan a hablar—.

Su mundo se desmoronó, no sabía exactamente a que se refería su padre con esas palabras, pero por su mirada podía asegurar que no era nada bueno.

Forcejeo con el guardaespaldas, pero no pudo soltarse.

— ¡No le hagas daño!— gritó.— Me alejare de Nathaniel, pero por favor no lo toques.

— Yo no le haré nada, sólo observare. Sabes que hacer si forcejea demasiado—.

El guardaespaldas sacó con trabajo a Adrien de la sala y lo intentó llevar a su cuarto.

— ¡Suéltame! ¡Necesito decirle!— gritaba.

Jaló demasiado fuerte el brazo y por fin pudo zafarse, corrió y justo cuando estaba a punto de abrir la puerta alguien más entró.

— ¿Tú eres Adrien Agreste?— preguntó aquel hombre vestido de negro.— Necesito hacerte unas preguntas—.

Su aparición hizo distraer al chico para que el guardaespaldas volviera a sujetarlo. 

— ¡No! ¡Déjame!— el hombre de negro jalo de los cabellos a Adrien haciendo que sus miradas se encontraran.

— Escucha bien Adrien Agreste necesito saber algo sobre tu noviecito, amigo o lo que sea— el rubio lo miro con furia.— ¿El chico vive solo o tiene alguien que lo proteja?—.

— Me tiene a mi y si me llego a enterar que le pusiste un dedo encima a Nath te mataré— lo miró desafiante.

— Un niño que aún lo cuida su padre no es capaz de matar a alguien, con trabajo podrás salir de tu casa— Adrien no pudo contenerse más, ni el guardaespaldas pudo detener el golpe que proporcionó el rubio al hombre de enfrente. Se abalanzó contra él y lo tomó de la camisa.

— ¡Soy capaz de todo por él!— dijo enojado y soltó otro golpe. Aquel hombre contraataco y le dio un fuerte golpe al rubio en la cara.

Nathalie entró y fue gracias a ella que el hombre no hubiera golpeado más al pobre chico.— El señor Agreste fue claro en las reglas, no debiste tocar a Adrien...—dijo seriamente mientras se acercaba al hijo de su jefe que estaba limpiando la sangre de su rostro.

La secretaria sacó algo de su bolsillo, se agachó quedando a la altura del rubio y lo inyectó.— Con esto el chico no causará problemas, ya puedes llevarlo a su cuarto—.

Adrien se quejó cuando sintió el líquido recorrer su cuerpo.— ¿Por qué Nathalie?— en cualquier momento Adrien quedaría dormido.

— Son órdenes de tu padre... Si te hubieras quedado quieto esto no pasaría— dijo.

Nathalie dejo que el guardaespaldas tomara a Adrien y en los últimos minutos el chico habló entre lágrimas. 

— Te lo pido Nathalie, no dejes que mi padre le haga daño...— la chica se sorprendió ante aquellas últimas palabras, volteo la mirada para no sentirse culpable.

— Perdóname Adrien, no puedo hacer nada— dijo.

Adrien y el guardaespaldas desaparecieron, Nathalie dirigió la mirada al hombre que anteriormente había golpeado a Adrien.

— ¿Por qué lo golpeaste?— preguntó molesta.

— Es un maldito mocoso, merece una paliza y si no hubieras llegado ese chico estaría sangrando— dijo.

— Si lo hubieras hecho me encargaría de deshacerme de ti—.

— No me digas que te interesa el chico— dijo casi burlándose.

— No es tu problema, sólo tienes que seguir las reglas y una de ellas es no meterte con el hijo de Gabriel Agreste— salió de la habitación y dio un suspiro. Una lágrima recorrió su mejilla lentamente.— Si no pude hacer nada para evitar lo de tu madre menos podré evitar esto Adrien— dijo para si misma.— Lo único que puedo hacer es protegerte como me lo encargó Emily...—.

— ¿Quieres ver la tele o nos dormimos temprano?—.

— ¿Podemos ver una película Nath?— Trixx se acercó a su portador.

— Claro, ve a escogerla mientras yo voy por palomitas— sonrió.

Trixx fue emocionado a ver las películas y Nathaniel fue a la cocina.

Abrió el mueble y tomó las palomitas naturales para después meterlas al horno de microondas.

Mientras esperaba que estuvieran revisó su celular.— Adrien no ha llamado... Tal vez lo castigaron— dijo.

Sacó las palomitas cuidadosamente y las vacío en un recipiente, salió de la sala.— ¿Ya tienes la película Trixx?— el kwami asintió.— Bien, deja la pongo.

El ruido de un carro alertó a Nathaniel así que decidió ir a asomarse a la ventana, pero sólo era el vecino que acababa de llegar. Regresó con su kwami y comenzaron a ver la película, Trixx había escogido una de terror que Nathaniel no podía soportar a cada rato brincaba o gritaba por lo que pasaba dentro de la película.

Él fue el más feliz cuando la película terminó, dio un gran suspiro sabía que probablemente no dormiría en la noche y en eso acertaba aunque no iba a ser por lo que imaginaba.

— ¿Le dijiste a Adrien?— preguntó el kwami.

— No le dije todo— contestó el pelirrojo.

— Debiste decirle todo— dijo Trixx.

— No quería preocuparlo, además me interesaba saber más la razón por la que había llegado tomado— con su puño agarró las últimas palomitas.

— Nathaniel es importante que le digas antes que pase algo— dijo preocupado el kwami.

— No pasará nada Trixx— el ruido de varios carros volvió a interrumpir. Nathaniel volteo rápidamente.

La puerta sonó.

— Trixx ve a la habitación yo iré a ver quién es— Nathaniel caminó a la puerta y la abrió.

Eran 6 hombres que traían la misma vestimenta.

— ¿Eres Nathaniel?— preguntó uno que supuso que era el jefe.

— ¿Quiénes son ustedes?— comenzaron a entrar a la casa.— ¡Oigan! ¿Qué están haciendo no pueden entrar— todos empezaron a romper las cosas que se encontraban— ¡Deténganse!— el pelirrojo los siguió.

— Buenas noches Nathaniel— aquella voz provenía de la entrada, el chico escuchó como la puerta fue cerrada y sabía perfectamente de quién era la voz.— Veo que aún sigues despierto—.

— ¿Qué hace aquí?— enfrentó a Gabriel.— Usted no es bienvenido...—.

— Qué cordial eres, sólo quería pasar a saludarte— tomó asiento en el sofá.

— Váyanse antes de que alguien venga—.

— Nadie vendrá te lo aseguro— uno de los hombres se acercó al pelirrojo y lo tomó del hombro.— Dime... ¿Qué es mi hijo para ti?— preguntó.

Nathaniel abrió los ojos debido a la pregunta que le habían hecho.

— Es mi amigo...— mintió. 

— Sabes... Desde que mi hijo te trajo a casa supe que algo pasaba, no era normal que Adrien sonriera de esa manera, pero no quería aceptarlo, así que ¿quieres enamorar a mi hijo?—.

— No voy a responderle— contestó. 

— ¿Por qué me enfrentas cuando sabes que puedo ordenar que te maten en cualquier momento?— se paró de su lugar y recorrió la casa poco a poco, se detuvo en un mueble donde tomó una foto.— Qué linda familia, ¿no crees que sería una pena ver llorar a tu madre por la muerte de su único hijo?— Nathaniel se enfureció. 

— ¡Basta! Si no se van en este instante gritare— el señor Agreste agarró con fuerza a Nathaniel.

— Le dije a mi hijo que se alejara de ti, pero sé perfectamente que te seguirá buscando y que encontrará la manera de encontrarse contigo, así que le daré un susto para que no intente nada— se alejó y se dirigió a la puerta.— Asegúrense de no hacer tanto escándalo— los hombres asintieron y Gabriel Agreste salió de la casa.

— ¿Qué haremos contigo muchacho?— dijo uno de los hombres.— ¿Quieres que sea rápido o lento?— susurró en el oído del pelirrojo.

Debido a que el agarre de uno de los hombres no era tan fuerte el chico pudo soltarse y correr hasta las escaleras, dos hombres fueron a su alcance. Nathaniel corrió hasta su habitación...

— Trixx colmill... ¡Agh!— uno de los hombres lo jaló del pelo y lo llevó arrastrando hasta las escaleras para dejarlo caer.

— No debiste correr...— dijo el jefe que se agachó para asegurar que el pelirrojo aún seguía consciente.— Voy a disfrutar tanto hacerte daño, no me quedaré con las ganas de golpear a alguien— Nathaniel se quejó, el cuerpo comenzó a dolerle.— Pero no te preocupes a tu novio también le di un buen golpe—.

— Deja-me...—.

Dos hombres más se acercaron a Nathaniel para recogerlo del piso, esta vez se aseguraron de sostenerlo bien y cuando menos se lo espero un golpe lo impactó en el estómago, no tardó más de 10 segundos para recibir otro pero en la cara.

— Adri-en...—.

— Tu maldito novio no va a venir— soltó un golpe.— Él está sedado para que no pudiera venir a ayudarte— otro golpe.— Estas indefenso—.

¿Era momento de creerle a Trixx?

Sus ojos se iban apagando, no podía hacer nada en esta situación. Le era demasiado difícil gritar y transformarse no era buena idea.

¿Qué debía hacer...?

¿Decir que se alejaría de Adrien?

No sabía, no podía pensar con claridad por cada golpe que le daban.

¿Aquí terminaría todo? Tal vez, no se sentía lo suficientemente fuerte para aguantar más golpes.

Ser el portador del zorro trae muchos problemas...

¿Era momento de creer en todo lo que había dicho el guardián?

Resiste un poco más Nathaniel, sólo un poco más...

Es lo más rápido que he actualizado, la inspiración me llegó de repente xd.

Espero que no quieran matarme jaja. :'v

Capítulo 20, ya tan rápido... :'0 Pero no se preocupen aún falta para que esto llegue a su final apenas comienza lo bueno. 7u7

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