Capitulo 11: ¡Alerta de Akuma!
Pov. Normal
Dos meses habían pasado exactamente desde aquel día que marcó a ambos chicos.
Los dos seguían sus obligaciones normales, por las mañanas se alistaban para ir a la escuela y cada vez que había una emergencia se convertían en los héroes de París junto con sus compañeras.
En su relación iban demasiado bien para llevar solo dos meses, ambos eran muy atentos el uno con el otro y demostraban su cariño cada que podían. Aunque había veces que no lo podían hacer en una semana, ya que Nathaniel o más bien el trasero de Nathaniel no aguantaba tanto.
Cada fin de semana Chat Noir se quedaba a dormir, se iba en las mañanas para hacer "algo pendiente", eso siempre le decía al pelirrojo así que lo esperaba pacientemente en su cuarto mientras alistaba las películas o preparaba los bocadillos, no tenía razón alguna para desconfiar de su amado gato, claro no por ahora.
— Buenos días gato tonto...— decía Nathaniel un tanto adormilado observando a Chat Noir.
— ¿Gato tonto...? Vamos cariño, ¿cuándo dejaras de llamarme así?— el gato comenzó a hacer un puchero con el cual Nathaniel solo rió.
— No lo sé, cuando dejes de ser un gato tonto tal vez— dijo riendo.
— Tú me haces ser tonto... Cada vez que estoy contigo no puedo pensar en algo más que no sea tu dulce cara— las manos del gato pasaron por debajo de la pijama de Nathaniel.
— ¿Tus asuntos pendientes?— preguntó el pelirrojo.
— ¿Qué...?— Chat Noir puso una cara de confundido por la pregunta hecha recientemente.
— Son las 9:30 y siempre te vas una hora antes para resolver las cosas que tienes pendientes ¿recuerdas?—.
Chat Noir miró el reloj que reposaba en el mueble a lado de la cama, su cara cambió a uno de horror cuando se percató que iba una hora tarde a su casa.
— Mi padre se dará cuenta...— bruscamente apartó al pelirrojo de su lado para incorporarse y abrir la ventana, se volteo para contemplar por ultima vez a Nathaniel quien lo miraba un poco confuso.
— ¿Tu padre no sabe que estas aquí?— preguntó el chico.
— No y si no me ve en mi cuarto es capaz de armar un alboroto en todo París— el super héroe llevo sus manos atrás de su cabeza.
— ¿Por qué no le dices? Así ya no lo preocuparías tanto— contestó alegre el pelirrojo.
— Nath... Amor, mi padre no creo que este acostumbrado a lo que nosotros hacemos y quiero darle tiempo, ya veras que ustedes se van a llevar muy bien— soltó una sonrisa algo afligida.— Nos vemos en la noche para ver las películas que quieres— abrió completamente la ventana y se fue dejando solo al pelirrojo.
— Bueno, creo que tiene razón... Mi padre tampoco aceptaría esto— se levantó de la cama y se dirigió al baño.
Al llegar ahí cerró la puerta y se miró fijamente al espejo, estaba despeinado y se podían notar unas ojeras demasiado grandes.
— Dios... Este gato va a acabar conmigo— Trixx atravesó la puerta del baño para encontrarse con su portador.
— Estoy de acuerdo contigo, ese gato idiota no te sabe cuidar— dijo el pequeño zorrito enojado, a Nathaniel le pareció muy tierno la manera en la que reaccionó su kwami.
— Hace lo que puede, no te enojes con él—
Ambos salieron de la habitación, Nathaniel se dirigió a su closet para elegir su ropa. Como era fin de semana no se arreglaría tanto a lo mucho se pondría un pants y una playera con la imagen de spiderman, le agradaba mucho esa playera ya que su madre se la había regalado antes de irse de su casa.
La puerta de abajó sonó, impidiéndole al pelirrojo cambiarse.
— ¿Quién es?— le preguntó a su kwami como si el fuera a saber la respuesta.
Bajó las escaleras y se dirigió a la puerta principal que seguía siendo golpeada de una manera no tan delicada. El chico se asustó pues pensó que podría ser algún ladrón, pero al momento de abrir la puerta se encontró con cierta rubia bastante enojada.
— ¡Nathaniel Kurtzberg! Llevas mucho tiempo rechazando salir conmigo y ya estoy cansada así que vienes por las buenas o por las malas— la chica tomo la playera de Nathaniel acercándolo hacia ella.
— Hey, hola Chloe... Yo no sé si pueda hoy, no me he bañado y no creo que quieras salir con un chico en pijamas— señaló su ropa para que la chica lo pudiera apreciar.
— Te puedes bañar en cinco minutos, te espero en tu sala— sin esperar el permiso de Nathaniel para pasar la chica se introdujo en la casa del chico.
Sin poder reclamar nada Nathaniel subió a su cuarto a preparar la regadera, no tenía ganas de salir y menos con esa rubia, no era que le cayera mal pero él ya tenia a alguien con quien salir y compartir momentos.
— Esa rubia ahorita me va a escuchar— Trixx se puso en guardia dispuesto a bajar con esa chica, pero Nathaniel lo alcanzó a agarrar evitando una verdadera tragedia.
— Oye tranquilo no quiero que se entere que yo soy Fox Homme— el kwami se calmó y se fue a la cama del chico para descansar no sin antes comer una naranja.
— Chat... Perdón, yo no quería salir con ella—.
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El pelirrojo y la rubia se encontraban caminando por las calles de la ciudad, Chloe mostraba una sonrisa triunfante como si hubiera conseguido el primer lugar de un concurso, aunque no se podía decir lo mismo de Nathaniel quien se encontraba un poco distante de la chica.
Se dirigían al edificio donde la rubia rica vivía, entrando a este se podía notar que la chica tenía demasiado dinero. Solo personas famosas se encontraban en ese lugar, la manera en la que estaba decorado todo era una maravilla.
Cada empleado saludaba a la señorita Bourgeois y ella trataba de devolverles el saludo de una manera amable, a la fuerza claro esta pero al menos lo intentaba.
— Señorita Bourgeois su padre me dijo que tenía una comida importante y que por eso no llegaría a cenar con usted— decía un chico de cabello rizado, pelo café claro, mediano y unos grandes ojos cafés.
— No me interesa al fin aquí está Nath para hacerme compañía— la chica tomó de la mano al pelirrojo jalándolo de una manera un tanto brusca.
— Chloe yo no podré...— la chica lo interrumpió para poderle hablar al empleado que se encontraba enfrente de ellos.
— ¿Preparaste la sala de cine, verdad?— el chico solo asintió algo tímido y se fue.
— Nath, te va a encantar esta película— la chica nuevamente tomaba de la mano al pelirrojo dirigiéndolo a un cuarto demasiado grande.
Al entrar ahí literalmente era una sala de cine, había un pequeño puesto donde se encontraba cualquier tipo de golosina, sodas y hasta comida rápida. Chloe lo llevo hasta allá, comenzó a pedir cualquier cosas que se le antojara, después se volteo con el chico.
— ¿Quieres algo?— pregunto tiernamente.—
— No, muchas gracias Chloe— el chico le sonrió para no verse tan grosero.—
Caminaron hasta los asientos que se encontraban en medio de toda la sala, Nathaniel no podía parar de observar el gran lugar comenzó a imaginar que aquí seria un buen lugar para que él y su gato vieran todo lo que quisieran.
La gran pantalla se prendió Nathaniel volteó rápidamente hacia ella, comenzó a proyectar algunas imágenes como "cortos". Chloe veía entusiasmada la pantalla mientras se llevaba un puñado de gomitas a la boca.
— Necesito ir al baño, en un momento vuelvo— el pelirrojo se levantó del asiento para salir de ahí.
Rápidamente comenzó a buscar un baño, abría puerta tras puerta pero todas eran cuartos y los que se encontraban ahí se enojaban. La ultima puerta estaba al final del pasillo, corrió para alcanzarla porque sentía que en verdad se le iba a salir, la puerta se abrió y de ella salio el chico que anteriormente había visto solo que esta vez llevaba unas bandejas de comida en la mano, por la intensidad y la fuerza con la que Nathaniel se impulso para llegar le era imposible detenerse así que se estampo con el chico tirando toda la comida.
— Lo lamento, lo lamento... La señorita Bourgeois va a matarme— el chico castaño ayudaba a Nathaniel a pararse.— Oh mira te he echado toda la comida encima, perdón soy muy idiota— bajó la mirada.
— No, yo fui el que te hizo caer— amablemente Nathaniel ayudó al chico a recoger todo el tiradero, hasta se le olvido a lo que iba realmente.
— Muchas gracias, pero debes irte sino la señorita Chloe se enojará conmigo— limpiaba lo ultimo que quedaba de comida en el pelirrojo.
— Esta bien, pero me puedes indicar dónde esta el baño, por favor— dijo ansioso y el otro chico señaló las escaleras.
— Gracias...— Nathaniel volvió a correr, pero al subir el primer escalón se detuvo.— ¿Por cierto... Tu nombre?—.
— Dean— contestó con una sonrisa.
— Nathaniel...— dijo y desapareció entre las escaleras.
Al llegar arriba Nathaniel encontró una puerta blanca con un símbolo de baño sin pensarlo corrió hasta allá para hacer sus necesidades y volver a la sala.
5 minutos después
El chico tomaba asiento a lado de la rubia y por la cara de esta dedujo que ya había empezado la película y al momento de voltear vio que era la que vería con su gato esta noche, así que rápidamente se tapó los ojos.
— Oye tienes que verla— rezongaba la rubia.
— No, no es que me da miedo y sino no dormiré esta noche—.
— Pero... No es una película de terror, ¿lo sabias?— Nathaniel fue quitando sus manos para mirar a Chloe.
— ¿Podríamos hacer otra cosa Chloe...?— suplicó y las mejillas de la chica se fueron tornando rojas.
— Ay Nathaniel eres un apresurado— el chico la miró confundido por su respuesta. Chloe Bourgeois comenzó a acercarse a Nathaniel.
— Chloe no es a lo que me refería...— fue retrocediendo poco a poco, pero la otra silla le impedía hacerlo más.
— No importa Nath...— susurró.
— ¡No quiero, no quiero!— decía Nathaniel internamente, rogaba porque algo pasara en ese instante para que detuviera ese beso de la rubia.
— ¡Señorita Bourgeois! Su amiga Sabrina vino a verla— era Dean abriendo las puertas de la sala.
— ¡¿Qué?! Le dije a esa tonta que no viniera hoy, ven Nath— se levantó de asiento jalando por enésima vez al pelirrojo, cuando pasaron cerca del otro chico Nathaniel le susurró un "gracias", pero el otro no sabia por qué le agradecía.
— ¿Qué haces aquí Sabrina?— preguntaba enfadada Chloe.
— Venia a decirte que...— la chica de lentes se detuvo al observar a cierto pelirrojo detrás de su amiga.— Oh ya veo, hola Nath— saludo amable y este solo alzó su mano en forma de saludo.
— Gracias por tu visita Sabrina, ahora adiós— le dio la espalda a su amiga y se dirigieron a la sala de nuevo.
— Chloe tengo hambre, ¿no podemos ir a tu cocina a preparar algo?— preguntó Nathaniel.
— Agh, esta bien Nath lo qué tu digas—.
— Gracias—.
— ¡Deaaaaaaaaan!— el pelirrojo llevó sus manos a sus oídos debido al gran grito que soltó la chica.
— ¿Qué sucede señorita Chloe?— el chico salia de una puerta, realmente le daba miedo la rubia.
— Prepara algo de comer y rápido porque Nath ya tiene mucha hambre—.
— Por favor Dean— dijo Nathaniel.
— Claro, claro— Dean salió corriendo cuando Nathaniel le dijo eso.
— Esperemos en la mesa de allá— señaló Chloe y el pelirrojo asintió.
Ambos se sentaron en la misma mesa, al principio estaban callados pero Chloe comenzó a hacerle la plática a Nathaniel y el empezó a agarrar confianza. La chica cambió mucho desde la primera vez que se encontró con Nathaniel, claro a veces seguía siendo un poco cruel pero no se podía cambiar todo.
De nuevo Dean aparecía en escena con dos platos de sándwiches, amablemente dejo los platos en la mesa, Nathaniel le sonrió y empezó a comer.
— ¿Sándwich?— protestó Chloe.
— Creí que les gustaría a ambos, pero si quiere se lo cambio por lo que usted ordene después de todo estoy para servirle señorita— decía tímidamente.
— Me alegra que entiendas Dean— dio una palmada en la espalda del chico y después se retiró a la cocina.
— Chloe creo que deberías ser más amable con Dean, es un buen chico y se esfuerza mucho en complacerte— la chica lo miró con una cara de tristeza.
— Perdón Nath, trataré de ser más amable— ambos se sonrieron.
Nathaniel continuó comiendo su sándwich con mucho gusto, miró a la puerta y pudo divisar a Dean quien se encontraba con un plato de ensalada y un gran tarro de aderezo, el chico iba tambaleándose pero pronto recuperó el equilibrio y camino seguro hacia la señorita Bourgeois.
No se dio cuenta que una de sus agujetas se encontraba desamarrada, con su otro pie la pisó impidiéndole dar el siguiente paso. El plato de la ensalada salió volando al igual que el tarro de aderezo; sin embargo la ensalada cayó en el piso que a diferencia del tarron que cayó en donde mas le duele a la pequeña rubia, su cabello.
— Ay no, señorita Bourgeois perdóneme no quería causar este accidente— la chica no respondía nada, inmediatamente Nathaniel se levantó a ayudar al chico, otra vez. Ambos temían la reacción que tendría Chloe, seguía callada.
— Eh... ¿Chloe?— Nathaniel se acercó a la chica.— ¿Todo esta bien?— preguntó, aunque era obvio que nada estaba bien con ella.
— Si, todo esta bien Nath. Déjenme ayudarlos a recoger— tanto Dean como Nathaniel se sorprendieron por esa reacción tan amable.
¿Realmente era Chloe Bourgeois, la niña que ama su cabello más que nada?
— Arruine su cabello señorita Bourgeois— afirmaba Dean, pero la chica lo ignoraba completamente y seguía recogiendo. Después de recoger un cacho de plato habló.
— No pasa nada, después de todo ya lo iba a retocar. Lo importante aquí es que no te hayas lastimado Dean— dijo con una gran sonrisa que desconcertó a ambos chicos.
Terminando de recoger todo el desastre Chloe y Nathaniel regresaron a la mesa, en cambio Dean regresó a preparar una ensalada nueva para Chloe. Antes de salir de la cocina se aseguró que sus agujetas estuvieran bien amarradas para evitar otro accidente.
Los chicos se la pasaron tranquilos comiendo.
— ¿Por qué estas manchado?— señaló la ropa.
— Hace rato, cuando iba al baño accidentalmente choque con Dean e hice que tirara toda la comida— contestó.
— Ay ese chico, no sabe hacer algo bien— Chloe llevo su mano a su frente demostrando decepción.
— Es un chico al igual que nosotros, en esta edad supongo que somos algo torpes— contestó Nathaniel.
— Yo no soy torpe, soy perfecta—.
Chloe miró de nuevo al chico sus mejillas comenzaron a ponerse rojas, acercó su mano a la de Nathaniel haciendo que los nervios aumentaran para él.
— ¿Qué haces Chloe?— tartamudeo.
— Shh, no hace falta explicarlo con palabras— cerró sus ojos y poco a poco se acerco a Nathaniel.
— ¿Gustan algo de tomar?— Dean salvaba al pelirrojo de nuevo.
Chloe dejó caer su cabeza en la mesa como si se estuviera dando por vencida.
— Ahora que lo mencionas si Dean por favor que sea un refresco de naranja, ¿tú quieres algo Chloe?—.
— Nada, estoy bien— decía algo irritada.
Rápidamente Dean fue por el refresco que le pidió Nathaniel.
— ¿Sabes qué...? Necesito ir al baño a relajarme un poco, regreso en un momento— Chloe dejó sólo a Nathaniel y se dirigió a la puerta.
Al parecer este no era el día de la rubia, al mismo tiempo que ella iba entrando Dean con el refresco de Nathaniel y como no se dio cuenta de la presencia del chico avanzó derramando el vaso en ella misma.
— Ay no...— exclamó Nath.
— Perdón, perdón—.
— ¡Basta! Estoy cansada de tu estupidez— gritó.— ¿Acaso no puedes hacer nada bien? No sirves para nada... Todo el día haz estado arruinando mi cita con Nathaniel—.
— Señorita Bourgeois...— el chico no pudo terminar ya que Chloe continuó hablando.
— Nada de señorita... ¡Ya estoy cansada! Primero mi pelo, ahora mi ropa, esto vale más que tu propia vida— los ojos de Dean comenzaron a cristalizarse debido a las palabras que le decía la chica.— Además me haz interrumpido dos veces, ¿qué más quieres?—.
Terminando esto Dean abandonó el cuarto llorando, la rubia tomó una servilleta y limpio la parte mojada.
— ¡¿Por qué eres así?!— exclamó el pelirrojo.
— Se lo merecía, no le puedo soportar una tontería más— dijo sin mirarlo.
— Y yo no puedo soportarte a ti—.
Sin pensarlo más de dos veces Nathaniel se echó a correr hacia la misma dirección en la que se había ido el otro chico.
— Dean...— gritaba por los pasillos. No podía encontrar al chico.
— ¿Para qué lo buscas? Tu novio se va a enojar— salió Trixx.
— Lo akumatizaran...—.
— Eh... Nath, creo que es demasiado tarde— el zorrito señaló hacia otro pasillo.
Nathaniel volteo la mirada donde le señaló su kwami, diviso a Dean en el suelo y cerca de el la malvada mariposa negra, ya no podía hacer nada, sólo había una manera de salvarlo.
— Soy Dean boss y desde ahora todos seguirán mis órdenes- el chico comenzó a apuntar a todas las personas que estaban en el hotel, todos se arrodillaban ante él.
Nathaniel quien se escondía atrás de una gran maceta fue visto por el supervillano quien rápidamente apartó la maceta para ver de quien se trataba.
— Ay no— Nath retrocedió.
— Tú haz sido bueno conmigo, corre antes de que me arrepienta— haciendo caso al chico se echó a correr lo más lejos de ahí para encontrar una habitación en la que pudiera transformarse.
Se metió a la primera puerta que encontró y la cerró con seguro.
— ¿Hay alguien aquí...?— gritó, pero no hubo ni una respuesta.
— Bien, Trixx es hora... ¡Colmillos fuera!— en un par de segundos Nathaniel se convirtió en el gran Fox Homme.
Con su gran habilidad salió por la ventana, buscó por todas partes a sus compañeros pero a la única que pudo ver fue a Queen Bee que se notaba un tanto nerviosa.
— ¿Qué pasa Queen?— preguntó.
— Nada, es que a este chico yo lo conozco y no sé me da miedo que salgo algo lastimado— contestó afligida.
— No te preocupes nosotros lo salvaremos— tomó un hombro de la chica y le sonrió.
— Perdonen por llegar tarde...— Ladybug se posicionó a lado del zorro.
— Un gusto en verlos a todos— la voz coqueta de Chat Noir resonó.— Menos a ti zorro estúpido—
— Estúpido... Ya veremos quien salva a París de nuevo gatito— Fox Homme volteo a verlo desafiante.
— Eres un...— el gato se acercó al zorro para acomodarle otro golpe, pero el villano apareció en escena.
- Mis queridos super héroes... Es un placer que todos estén reunidos aquí, soy Dean boss y ahora ustedes también seguirán mis órdenes, París tiene un nuevo jefe...-.
Holaaa de nuevo.
En si este capítulo es un poquito de relleno gg, bueno si tiene algo importante porque Dean es un personaje que tendrá relevancia más adelante. Además la pelea con este akuma es demasiado importante para el desenlace de la historia.
Saben cuando estaba actualizando me imaginé que tal vez la mayoría no entienda por qué el fic se llama así, entonces solo quiero aclarar que conforme pasen los capítulos el título tendrá sentido.
Como siempre espero que este capítulo haya sido de su agrado.
♡♡
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