9 de la mañana y ya estaba que se lo llevaba la mierda, estaba más que cabreado y lleno de ganas de golpear al imbécil que lo sacó de su cama en su día libre de trabajo.

Digo, después de todo aún siendo jefe tiene el derecho de disfrutar por completo su día libre ¿no?.

— Namjoon, estoy en mi jodido día libre ¿que parte de estas a cargo no entendiste, Kim?. —

(— Si lo se, pero realmente necesito que vengas y se lo digas tu mismo a Wang, el es quien pide verte a ti en persona para terminar con este contrato y yo no puedo hacerlo si el no quiere. -) 📞

Al escuchar la respuesta del otro lado de la línea junto a dos voces más, reconociendo de inmediato la de Jackson junto a la de Yoongi riendo, supo que no dejarían de joder hasta que el mismo vaya al trabajo a calmar a los tres alfas.

Pasando su mano libre por su rostro, soltando un largo suspiro el cual era acompañado por un gruñido de parte de su lobo, respondió.

— Estaré ahí en veinte minutos y será mejor que tengan una excusa real para tenerme ahí y Nam.. —

(— Perfecto... ¿Dime?. -)📞

—Termine el contrato con Jackson hace tres meses. — Sin esperar respuesta término con la llama que había dado inicio a su mal día de una manera tonta.

Saliendo por completo de su gigante cama, se acercó a su cuarto de baño poniéndose de pie frente al lavamanos mirando de manera fija su rostro en el reflejo del espejo, podía ver sus facciones arrugadas en su frente y entre cejó, dando clara señal de su enorme enojo.

—Tsk.. Ya deberias estar acostumbrado, Jeon.. Mira que algún día esos tres te sacaran canas de las verdes. — Hablándose a si mismo, soltó una risa al  darse cuenta de lo que estaba haciendo, realmente sentía que estaba perdiendo la cabeza.

Necesitaba con urgencias unas vacaciones del otro lado del mundo donde descansaria de todos.

Jeon Jungkook un alfa de 27 años, soltero y sin ningún compromiso, a decir verdad para el era molesto salir con un omega hoy en día, solamente pedían ir de compras a cualquier tienda de joyas o de ropa cara para después presumir en redes sociales que su pareja le compró tal cosa de tal marca.

Era como si lo trataran de su sugar y el podría serlo, pero no quería serlo.

El quería encontrar a alguien que le hiciera mover su corazón con solo tenerlo serca, que su aroma lo atrape en cada segundo que estén juntos, que apenas lo mire sienta que es la persona más hermosa que sus ojos hayan visto y sobre todo que haga mover la cola a su peludo amigo interior, su lobo.

Jungkook siendo dueño de una empresa reconocida a nivel mundial, en sus 27 años jamás a sentido nada similar con nadie y eso es algo que le cabrea.

¿Tan difícil es encontrar a alguien que no piense solo en gastar dinero o en presumir tonterias absurdas en las redes? Solamente quería a alguien que lo haga sentir bien, tanto que su pecho se infle de orgullo cada que el o ella le tome la mano o le sonría.

— Son sólo fantasías... No creo que nadie vaya a tocar mi corazón. — sin más entró a la ducha dándose un baño rápido, quería ir y volver de inmediato a su casa.

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Estando listo después de diez minutos donde se ducho y se visto con uno de sus trajes ajustados oscuros y con corbata, tomó su maletín junto a las llaves su auto y casa, salió de la misma cerrando esta.

Apenas colocó la alarma a su puerta, escucho una risa baja como si alguien estuviera escondido después de hacer una travesura.

Miro por todos lados buscando al o la dueña de aquella risilla, pero al no encontrar a nadie camino a su auto pero antes de acercarse por completo escucho nuevamente la risa haciendo que se detuviera.

— Sin duda me iré a México, esos tres me están volviendo loco — susurro al no encontrar nuevamente a nadie serca.

Sin duda había algo que Jeon odia y eran los niños, eran demasiado desastrosos y llenos de energía, eso le daba dolor de cabeza sin duda, verlos correr de un lado a otro creando desastre a su paso.

Eran como pequeños tornados que rompían todo a su paso y ni hablar cuando lloran a gritos y tiran patadas al aire, realmente odiaba eso.

Pero sobre todo había algo que Jeon odiaba demasiado y eso eran los gatos, sin duda alguna los odiaba sin razón alguna.

—Estúpido gato de mierda, lárgate de mi auto — Gruño al peludo gatito gris el cual le faltaba una oreja y al ver que no tenía intención de quitarse del lado de la llanta de su auto, tomó un ladrillo a la mitad de su viejo jardín seco.

Estando listo para lanzar aquel objetó al animal, una voz lo detuvo de inmediato.. Esa voz lo dejó paralizado por completo.

—¡No! ¡No lo lastimes! —

Dándose la media vuelta, lo vio.

Aquel chico rubio de ojos azules y tamaño pequeño, hizo que soltara el ladrillo a la mitad sin dejar de ver a aquel chico con voz melodiosa.

Labios rosados y brillantes, su mirada molesta y su nariz de botón arrugada hacían que su corazón y lobo se movieran inquietos.

Pero.. ¿Estaba enojado? ¿Quien es el hijo de puta que lo a echo enojar? Sin duda alguna le moleria los husos a aquel que haya echo enojar a aquel pequeño ser.

Si, sin duda aquel pequeño era un angel.

— ¿Que?.. — finalmente hablo después de largos segundos que para el fueron una eternidad, el chico le había robado todo en tan solo segundos.

—No lo lastimes... Por favor, no le golpees — ahí estaba nuevamente esa dulce voz, su espalda se llenó de escalofríos de inmediato.

— ¿Aquien no debería lastimar? — pregunto con una sonrisa de lado mientras abría su auto para llevar su maletín dentro de este tratando de no prestarle atención al chico rubio.

—A Galleta, no le golpes.. — ¿Cada que el niño hablará hiba a ser una hipnosis o algo así? Se estaba enojando realmente por tener esas estúpidas reacciones.

— ¿El jodido gato? Estaba en mi propiedad y si vuelvo a ver a tu masa creeme que esta vez no usaré el ladrillo y sera mejor que cuides bien de tus mascotas — Soltó mirando nuevamente al chico, ahora que lo notaba.. El no tenía aroma alguno ¿sera un beta?.

— Se llama galleta y no es mío... Es de la calle, el es un buen gatito y a sido muy valiente. — Tomó al gatito mencionado apenas este se acercó a el pidiendo por aquellos mimos que lo hacían amasar.

— Como sea, no lo quiero ver en mi casa u olvidate de tu gatito — al ver cómo el niño tomaba con miedo de inmediato a aquel animal, sonrió subiendo a su auto y antes de salir por completo de su pateo, miro al chico el cual le miraba con su rostro enojado.

— A ti tampoco te quiero en mi propiedad así que anda antes de que te eche encima a ti y a tu gato mi auto. — Al ver cómo el chico soltaba un chillido y corría lejos de su casa, soltó una risa la cual se volvió un gruñido al sentir su pecho vibrar sin control.

—Jodido corazón.. —

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¡AHHHHHH! Esta historia se me ocurrió tratando de dormir, recordé que mire un vídeo de maltrato a un mínimo y me enoje mucho, después de puse a leer un poco de Kookmin y se me ocurrió todo.

Espero les guste, no creo que sea tan larga esta historia pero si espero que les guste mucho, mucho ✨❤

(Díganme cualquier error y lo voy a
arreglar) ✨❤