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Capítulo II

—Puedes quedarte si deseas —musitó y el otro pareció verdaderamente sorprendido, pero ChanYeol fue consciente de lo que dijo desde el primer momento, por lo que no se arrepintió—. Son las tres de la mañana. ¿Dónde vives?

—Del otro lado, en Gangnam. —Se sorprendió de sobremanera, pero el contrario no le prestó atención; parecía estar luchando para mantener los ojos abiertos—. No queda muy lejos. Puedo irme ahora si quieres.

Bufó y tomó las mantas para tirarlas sobre el contrario, tapándolo por completo—. Solo duerme.

—Gracias. —Lo escuchó susurrar de forma ahogada por entre la tela y ChanYeol se preguntó si de verdad el contrario tendría la confianza como para quedarse en la casa de un desconocido—. ¿Solamente puedo pedirte algo? —Se arrepintió de dejarlo quedarse y estuvo dispuesto a decírselo, pero detuvo sus pensamientos cuando lo escuchó—. ¿Puedo ir al baño?

—Claro —susurró avergonzado de su propio pensar y notó como el otro se destapó para enderezarse en la cama.

BaekHyun se quejó consigo mismo un poco al moverse. Lo vio ponerse la ropa y a ChanYeol no se le fue difícil entender que realmente se iría porque el chico incluso se abotonó por completo la camisa.

—Gracias —le dijo cuando ya estuvo listo y de pie a un lado de la escalera. Incluso le sonrió.

Asintió porque después de todo si quería irse era cosa suya y a él debería importarle bastante poco, pero lo escuchó quejarse nuevamente cuando se apoyó en la escaleras y él puso los ojos en blanco.

—Acá atrás hay una escalera de caracol. Te llevará a la cocina, pero bajas al primer piso de igual modo.

Para su sorpresa se encontró con una sonrisa radiante—. Gracias. Eres un amor.

No. La verdad es que ChanYeol era un desagrado de persona, especialmente durante ese último tiempo. Estaba estresado, con la tesis de la universidad en revisión y eso le provocaba bloqueos a la hora de escribir música, cosa que lo frustraba aun más. Para agregar, se enteró hace unas semanas que su última pareja —cosa que fue hace aproximadamente un año— estuvo engañándolo durante toda la relación de tres años que tuvieron y que ahora incluso estaba embarazado de ese otro sujeto. Es decir, si ya no le gustaban mucho las parejas esa noticia la cagó de oro.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó los platillos de su batería sonar y estiró el brazo para encender la luz, encontrándose al rubio del otro lado de la habitación, estabilizándose sobre un solo pie mientras extendía ambos brazos para mantener el equilibrio, supuso. Estaba asustado, probablemente por la cara que debía estar dándole.

—Perdón. —El chico se inclinó en son de respeto y él solo asintió. Deseó que se fuera lo antes posible porque estaba cansado y quería dormir—. ¿Por dónde es?

—Por aquí —murmuró y apuntó a su costado, a lo que BaekHyun solo asintió y se apresuró en pasar por su lado para abrir la puerta que él se esforzaba en camuflar. Perfecta excusa para no subir a nadie a su extraño dormitorio.

Pero a él sí lo subiste, recodó cuando el rubio cerró la puerta y luego lo escuchó bajar. Se quedó un momento quieto pensando en ello, aunque luego se apresuró en ponerse de pie y vestirse con un short deportivo antes de bajar las escaleras de manos, saltando mucho antes de llegar al penúltimo peldaño.

A paso rápido se dirigió a la cocina y abrió la puerta por donde tenía que bajar BaekHyun para luego encender la luz, sacándole un pequeño chillido al chico al encontrárselo de frente.

—Enciende las luces.

—No es mi casa. No sé dónde está el interruptor.

Suspiró y asintió, dándole la razón, así que luego solo se hizo a un lado para que el contrario pasase. No obstante, lo siguió con la vista cuando el otro le dio la espalda para tomar su abrigo y luego dirigirse hacia la puerta principal, notando que nuevamente se llevaba las manos hacia los codos para acariciarse la zona.

—Pensé que irías al baño —soltó roncamente y sabía que luego de ello podría cagar el escape del otro, pero por ese momento consideró que sería lo mejor.

El tipo se quedó mirándolo atentamente por unos segundos, como si le costase creer lo que dijo y ChanYeol no entendió por qué, pero no le importó mucho porque lo vio asentir como si recién se percatase de que estaba en la dirección equivocada y él apuntó hacia la puerta que llevaba al baño. Una vez que se quedó solo dio un vistazo en su cocina para buscar algo rápido que comer, de repente sintiéndose hambriento y recordando lo agotador que a veces era el sexo.

—BaekHyun — lo llamó alzando un poco la voy y el aludido le respondió con un sonido de garganta—, ¿tienes hambre?

—¡Sí! —Inconscientemente soltó una risa y rebuscó entre las alacenas. La próxima vez que el otro habló lo escuchó muchísimo más cerca—. Si no quieres que me quede está bien. Puedes decírmelo.

—Quiero que te quedes. —Fue claro. Lo prefirió así porque no creía que el otro lo matase mientras durmiese y la verdad era que no le sentaba bien que sencillamente se fuese a esa hora y a un lugar con tantos locales nocturnos abiertos—. Te prometo que no te mataré.

BaekHyun rio y acabó asintiendo—. Entonces confiaré en que no lo harás. —Sonrió y dejó que el chico se parase a su lado para ver lo que hacía—. ¿Tienes pensado cocinar algo en específico?

—No realmente. ¿Estás antojado de algo?

—Sopa —susurró el rubio casi avergonzando y él solo asintió, aunque se le escapó una sonrisa.

—¿Puedes preparar algo caliente para beber mientras tanto?

—Claro.

Le gustó la dinámica. Francamente no pensó que sería así de sencillo congeniar con un completo desconocido, pero de forma automática parecieron acoplarse a las acciones que hacía el otro e incluso ChanYeol se detuvo un momento a verlo preparar el té, sacando al azúcar de unos de los compartimentos como si ya lo conociese y luego alcanzando el endulzante desde un lado de la panera. No pudo evitar detenerse para cruzar los brazos y recargar la cadera contra la encimera.

Lo miró con una sonrisa—. ¿Ya conocías mi casa o qué?

—¿Ah? —Claramente sorprendió al contrario y se le hizo sumamente impresionante verlo sonrojado teniendo en cuenta lo que hicieron hace unos minutos—. Supuse que lo guardarías sobre el microondas porque es lo más accesible y abajo está el pan... Perdón. No quise parecer raro.

Soltó una suave risa y negó, aunque BaekHyun no pareció sentirse más tranquilo y se mostró hasta cabizbajo dejando las cosas sobre la península de la cocina, la única superficie más allá de la mesilla de centro donde podían comer.

—¿Dónde tengo los platos? ¿Arriba o abajo?

El rubio frunció el ceño, pero luego miró hacia donde él observaba, claramente enfocado en los muebles blancos—. ¿Arriba?

—Fallé como ser humano —bromeó y abrió uno de los muebles de arriba para sacar los fideos, recibiendo en respuesta un ceño fruncido.

—¿Dejas lo que consumes arriba? ¿No tienes miedo que se te venga todo abajo?

Se detuvo un momento a pensar en lo que dijo el contrario y fue su turno de fruncir el ceño—. ¿No sería mejor eso a que los platos se caigan?

—Se supone que la puerta es para evitar eso, ¿no?

Se encontró con la bonita sonrisa de BaekHyun y recordó una vez más que era un hombre precioso y atractivo a niveles descomunales, así que no se lo pensó mucho y se acercó al contrario para tomarlo con suavidad por la mejilla y así besarlo, actuando con lentitud y profundidad, de repente encantado con esa persona. Claramente sorprendió al otro, pero le dio completamente igual porque sencillamente quiso hacerlo y ya.

—Prepararé ramen casero, ¿te parece? —preguntó aún sobre los labios contrarios y el tipo le sonrió antes de dejarle un suave beso sobre la boca, sorprendiéndolo por lo tierno del acto.

—Me encanta la idea —le susurró sin cambiar su expresión y él se halló sonriendo también.

Se sintió extraño porque algo pareció ubicarse en su pecho de forma inusual, así que solo se alejó para continuar preparando lo demás, aunque todo lo hizo con una vocecita hablándole dentro de su cabeza, preguntándole a gritos qué mierda hacía porque ese chico no era más que un contacto para follar que se encontró por internet en una aplicación para citas, para buscar sexo. Así fue como se conocieron y francamente no tenía ni por qué temer que las cosas podrían llegar más lejos porque posibilidad no había. No obstante, BaekHyun era guapo, agradable y sonreía mucho, fue estupendo durante el sexo y tampoco pareció necesitarlo, cosa que lo confundió, ya que, de no ser eso, ¿por qué se topó con el tipo en primer lugar? ¿De verdad estaba en aquella aplicación en busca de una relación seria? ¿Buscaba amistades? No tenía ni puta idea, pero se lo pensó seriamente cuando lo vio recargado superficialmente sobre la mesa, con los dedos cruzados por debajo de los labios mientras veía la televisión que ChanYeol encendió cuando planeó cocinar.

—¿Me ayudas? —preguntó con suavidad y los ojos del contrario rápidamente se posaron en él para sonreír.

—Claro. ¿En qué necesitas ayuda?

El chico apareció a su lado y él simplemente le dio indicaciones sencillas como sacar el kimchi del refrigerador, pasarle los huevos y poner la mesa. Todo eso podía hacerlo él mismo, pero también notó que BaekHyun quería ayudarlo, así que le dio igual repartirse un trabajo tan sencillo.

—¿Eres estudiante? —indagó el otro con suavidad, al parecer sabiendo que podía cagarla con su pregunta. Y no era algo malo, pero era información y después de todo lo que sucedió eso no implicaba en situaciones como aquellas.

—Mmh... —Asintió y el rubio pareció entender que no quería hablar de ello, así que le asintió de vuelta y le dio una sonrisa de las suyas, como si le dijera mudamente que estaba bien si no quería responder y ChanYeol se encontró a sí mismo abriendo la boca—. Estoy en mi último año de pedagogía en música. Me falta la tesis.

—Ah... —El chico arrugó la nariz tiernamente, casi como si compartiese sus sentimientos y a él le pareció encantador el gesto—. Debe ser difícil.

—Es estresante, pero más allá de eso no tengo mucho que hacer. —Se encogió de hombro y empezó a servir la sopa al notar que estaba lista—. Trabajo a veces haciéndome cargo de la música en clubs nocturnos o cosas así.

El otro pareció sorprenderse—. ¿Eres DJ?

Se lo pensó un poco antes de contestar, aunque acabó riendo—. Algo así.

—Yo aún no ingreso a estudiar, pero me gustaría hacerlo —le comentó el otro un poco después con una voz más baja de la habitual, como si no estuviese muy seguro de comentar al respecto, aunque ChanYeol no supo si fue por lo mismo que él pensó con anterioridad o por vergüenza—. Por ahora trabajo haciéndome cargo de la administración de un restobar. Por eso me llamó la atención lo de la música.

—¿Tiene discoteca?

El chico asintió mientras acomodaba los servicios que él le encargó—. ¿Cuánto cobras?

La pregunta fue inocente, lo sabía, pero no pudo evitar quedarse un segundo mirando al otro con el ceño fruncido, quien se dio vuelta al poco tiempo con los dos pares de palillos en las manos y de seguro cayó en cuenta de lo que dijo cuando vio su expresión.

—Ay, perdón. No me malentiendas. Hablaba de tu trabajo como DJ.

Soltó una suave risa y se sentó a la vez que le indicaba al otro que lo imitara—. Lo sé. No te preocupes.

BaekHyun asintió con suavidad, al parecer no muy convencido de estar perdonado del todo o algo parecido, pero ChanYeol solo rio con más fuerza para aligerar el ambiente y tomó algo de kimchi con la finalidad de tendérselo al contrario, quien aceptó el gesto con una sonrisa, aparentemente recomponiéndose.

—¿Entonces quieres contratarme?

No debió insistir con el tema y lo sabía. Se acostó con quien era un tipo equis en ese momento. Debió simplemente hacerse el tonto y no vincular lo sexual con lo laboral, mucho menos con alguien que no conocía, pero la pregunta le salió de igual forma y por alguna razón no se arrepintió cuando se encontró con los ojitos centelleantes del contrario.

—Lo dije más a la ligera, pero si te interesa puedo informarme bien al respecto.

Asintió. No era como si buscase trabajo, estaba cómodo con lo que tenía, pero por alguna razón preguntó por ello y pensó que quizás parte de él quería verse nuevamente con BaekHyun, aunque rápidamente se cerró a la idea. No quería pasar por otro desamor ni tener que hacerse cargo de una relación de pareja. Sencillamente se encontró en esa situación porque JongDae lo puso en la encrucijada y terminó acatando ante la apuesta de acostarse con alguien que conociese a través de internet, principalmente porque de sexo estaba necesitado, al menos según su amigo.

—¿Te encargas únicamente del restobar? —preguntó al sentirse ligeramente incómodo con sus pensamientos y recién ahí reparó en que el contrario ya estaba por terminarse el plato y que se mantenía pegado a la televisión, donde se reproducía una película infantil. Se cuestionó seriamente la inocencia del contrario.

—En realidad soy el encargado de todo, hotel, restobar, discoteca, casino... —El rubio se encogió de hombros y él no pudo evitar sorprenderse.

—Wow. Es un lugar grande. —BaekHyun asintió sin muchas ganas—. ¿Eres el dueño como para hacerte cargo de todo?

Si el chico ya tenía cara de desagrado fue peor aún cuando realizó la última pregunta y ChanYeol no supo por qué, aunque tampoco se arrepintió porque se sintió curioso al respecto e incluso se le pasó por la cabeza que si el contrario estaba en esa posición económica podría tener a cualquiera para el sexo y nuevamente se cuestionó por qué tuvo que recurrir a una aplicación de ese estilo, ¿porque era con un desconocido? ¿Aquello lo excitaba?

—No soy el dueño, pero tengo un compromiso de por medio. —El otro sin muchas ganas se metió un trozo de kimchi a la boca—. Estoy esperando juntar el dinero suficiente para costearme los estudios, al menos el primer año. —Se sorprendió, pero el otro no pareció reparar en ello porque el rostro se le iluminó. Claramente hablaba de un tema que lo conmovía mucho más—. Debo conseguir dónde vivir también y si trabajo de modo que me dé tiempo para estudiar no podré con todo. Quiero ahorrar algo primero.

—Te entiendo —susurró y optó por comer.

Por supuesto que entendía. Se aguantó a sus padres por años para pagarse los estudios y con eso ya iba apenas. Le costaba mucho ponerse en la situación donde no tenía ningún aparente apoyo.

—¿Qué quieres estudiar? —BaekHyun se sonrojó de forma evidente y él rio con suavidad—. ¿Qué?

—Me da vergüenza. —Rodó los ojos con diversión, pero aquello hizo que el otro se replantease su respuesta—. Asesoría de imagen.

Frunció el ceño—. ¿Qué es eso? ¿Estilismo o marketing?

—¿Ambas? —El chico le dio una sonrisa incómoda y acabó enseriando el rostro para luego concentrarse en su plato—. No sé ni cómo explicarlo.

—Si no quieres explicarlo no hay problema, pero si quieres hazlo como puedas. —Le sonrió con la intención de alentarlo, pero al final se quedó plantado ahí, con los ojos fijos en los ajenos y ChanYeol por primera vez en su vida se dio cuenta mediante las expresiones de otra persona lo profundo que calaron sus palabras. ¡Y eso que se decía ser músico!

—Gracias.

Asintió y se apresuró para terminar con su plato—. ¿Quieres más?

—Estoy bien, gracias.

Le sonrió con suavidad, aunque internamente se sintió ligeramente incómodo, como si de repente no se sintiera tan seguro de sí mismo y optó por ponerse de pie para darse un momento donde se desentendiera un poco de BaekHyun, aunque a los segundos el chico apareció a su lado y le quitó el plato de la mano. Andaba tan atontando que se tardó un poco en darse cuenta que el otro estaba lavando los platos.

—Deja así.

—Es poco. Ya lo termino. —El rubio le dio una suave sonrisa y eso lo relajó de forma extraña—. Puedes subir mientras tanto. —Y ChanYeol estaba por hacerle caso, maldición. Que la casa era suya—. ¿Soné invasivo? Ay, perdón. Me refiero a que puedes descansar. Yo me encargo de ordenar aquí.

Soltó una pequeña risa, enternecido—. Lo sé, BaekHyun. No te preocupes.

¿Tierno, eh? ¿Se sentía conmovido por el otro? De seguro luego se preocuparía por los encantos del tipo y cosas varias, después de que le robara todas sus cosas de seguro, pero en ese momento no le importó y sencillamente se propuso disfrutar del momento.

Aún estando el otro limpiando los trastes se puso detrás de él para pasar ambos brazos a su alrededor y apoyarlos en la encimera, cosa que le pareció hasta ridícula porque el cuerpo del otro era tan menudo que caía perfecto entre sus brazos. Sin embargo, no era momento para pensar en lo bien que encajaba BaekHyun junto a él, en vez de eso simplemente le besó la nuca y se quedó respirando ahí pesadamente hasta que el otro se apuró con sus acciones y se secó las manos. El rubio se volteó entre sus brazos y lo miró entonces, pero él no logró contenerse mucho más y posó la boca sobre la ajena para empezar a mover los labios, cosa que provocó que los dedos del chico terminaran sobre su cuerpo y ante ello recordó que estaba, pero le importó más bien poco. Se concentró únicamente en tomar las mejillas del chico para empezar a acariciar estas mientras los dedos delgados del contrario parecieron algo titubeantes al encontrarse con su piel. ChanYeol esperó para sentirlo más seguro y se sorprendió cuando notó que BaekHyun lo afirmó fuertemente por la cintura para apegarlo a su cuerpo a la vez que se abría paso en su boca, permitiéndole gemir porque le encantó la seguridad del otro.

ChanYeol era mucho más alto que el contrario y eso resultó evidente, así que no se lo pensó mucho cuando giró junto al cuerpo del otro para apoyar la espalda del chico contra la mesa y así tomarlo por las piernas y hacerlo subir a la superficie, metiéndose finalmente entre sus muslos y optando por besarle el cuello, generándole así un gemido que resultó tan satisfactorio que terminó endureciendo su miembro rápidamente. Incluso se sorprendió ante lo cautivante que era el otro y lo rápido que lo excitaba.

Las piernas ajenas se enrollaron en torno a su cintura y eso fue claro para ChanYeol. Afirmó las extremidades para tomar al chico, quien acabó sujetándose a su cuello. A tientas apagó las luces y subió por las escaleras de caracol con algo de dificultad, pero como estas era rodeadas por paredes no le resultó tan difícil llegar hasta el segundo piso, donde se vio en la necesidad de dejar al contrario en el suelo un momento.

Con calma tomó la camisa del rubio y desabotonó la prenda lentamente, todo sin apartar los ojos de los de BaekHyun e incluso se halló gimiendo ronco en reiteradas ocasiones porque no terminaba de caberle en la cabeza lo atractivo que era el otro y la menuda suerte que tuvo de encontrárselo por la vida.

Como el contrario era realmente quien tenía ropa se preocupó de acariciarlo cada vez que se proponía sacar alguna prenda y acabó con el otro contra el colchón y él por encima mientras se besaban. Lo vio desnudo antes, pero se sintió igual de loco como la primera vez cuando se encontró con el cuerpo sin trabas de por medio. Era delgado, menudo y pálido, sí, pero menuda belleza que era el bastardo ese, así que sin esperar mucho acabó entre las piernas del chico mientras se movía contra él con la única intención de excitarlo y excitarse, pero por sobre todo quería calentarlo y a juzgar por sus gemidos sin filtro lo estaba logrando.

Le mordió el cuello con ansias y tuvo la fantasía loca de que nadie más lo tocaría después de que él le pusiera una mano encima, así que lo tocó como probablemente no tocó nunca antes a nadie, con la mano segura, pero acariciándolo a la vez. Además, notó también las manos danzando por sobre su piel caliente. BaekHyun era increíblemente habilidoso para prenderlo con un solo toque y no lo culpó de ello hasta que se encontró besando su sonrisa de medio lado; lo hizo sentirse tan caliente que acabó deshaciéndose de la ropa interior del contrario de una vez para quitarse también la única prenda que los separaba.

Quiso apegarse al otro, restregarse y danzar contra su entrada, pero procuró contenerse y con urgencia se adueñó del lubricante y la caja de condones. Curiosamente fue el otro quien le quitó el paquete y él sonrió al darse cuenta que quedó con el lubricante y las piernas abiertas frente a él.

Se esparció el líquido entre los dedos y dejó que el rubio le pusiera el condón luego de acariciarlo un rato, acción que provocó un ceño fruncido porque quiso correrse ahí mismo contra la mano ajena, pero se tuvo que tragar las ganas y simplemente se concentró en meter los dedos en el otro, en ese momento sintiendo todo mucho más ágil y crudo, quizás porque BaekHyun gemía alto y se movía con ímpetu contra su mano.

Le encantó y por un momento se le pasó por la cabeza el decirle que le gustaría tenerlo sobre su cama toda la vida, pero no podía pensar simplemente con el pene, así que se contuvo de cagarla de cualquier puta forma. Solo besó y mordisqueó con suavidad los muslos del contrario con la intención de verlo contraerse.

—¿Ya?

Se encontró con los ojos precioso del otro por debajo suyo y con la luz externa iluminándolo tenuemente, ya que estaban en una posición extraña sobre el colchón, con la cabeza a los pies de la cama y de seguro era él quien debía estar iluminado por las luces amarillentas en ese momento, pero verdaderamente le importó una mierda y le hizo caso a su acompañante, así que se posicionó cómodamente contra la entrada del otro, pero no afirmó su miembro de ninguna forma y solo posó ambas manos sobre la cama, por sobre los hombros del chico.

Lo besó una última vez antes de ingresar lentamente, primero tanteando qué tan cómodo estaba el otro, aunque el tipo lo miró con tal expresión que sintió un estremecimiento increíble, el cual le avisó que estaba a apunto de correrse, así que jadeó sorprendido e intentó controlarse porque BaekHyun se veía demasiado excitado y parecía querer tenerlo despierto toda la noche.

Se preguntó si había congruencia entre ese chico y el mismo que comió con él hace unos minutos en el piso de abajo, sin embargo, en ese momento no le importó la respuesta.

Al ver que el rubio parecía estar jugando con él al contraer su entrada sacó todo su miembro y luego ingresó de una sola estocada, dando fuerte al final y deseó que nadie se quejase con él al día siguiente porque BaekHyun gimió tan fuerte —aparentemente sin poder contenerse— que de segurodespertó a alguien. No obstante, a la mierda. Podría encargarse de ello al otro día, pero en ese momento necesitaba desvivirse ahí, sobre la misma cama en la que durmió tantos años, en la que alguna vez creyó que hizo el amor con otra persona, pero no fue sino hasta ese momento que logró ser testigo de esa sensación tan extremista, tan al límite que lo llevó a moverse con ansias contra al otro, a apretar los dientes y arrugar las sábanas bajo sus manos mientras las uñas ajenas le hacían mierda la piel de la espalda, pero lo consideró tan sexy que se esforzó aún más por exasperar al contrario, quien empezó a mover las caderas contra él, haciendo todo tan intenso que incluso rasguñó a BaekHyun por el muslo cuando buscó algo a lo cual aferrarse.

Se alzó sobre sus propias rodillas y ancló estas a la cama para posar las manos sobre los muslos flexionados del hombre, quien apegó estos a su pecho y ChanYeol aprovechó eso para afirmarse y dar estocadas limpias y certeras, con tanto ímpetu que se sentía sudado por completo.

Todo fue mecanizado, pero sin palabras. Resultó sorprendente que BaekHyun simplemente pusiera una mano sobre su pelvis para hacerlo hacia atrás y que luego lo tuviese en cuatro mientras él volvía a abrirse pasó. Ahí el anclaje fue mejor, pero el sonido mucho más estruendoso y obsceno, donde nuevamente ChanYeol tuvo un momento de concientización y acabó preguntándose qué clase de película porno estaba grabando en ese momento, pero volvió a verse cegado por el deseo y el tiempo le pareció poco, pero estuvo su rato dándole a BaekHyun hasta que se halló sentado en la cama y con el otro montándolo.

¿Se corrió ya? No lo sabía, puede que sí porque tenía tantas ganas del otro que era lo más probable, pero también era su tercera vez, entonces era de durar mucho más. Sin embargo, no lo sabía y francamente le dio igual porque ya con el amanecer acercándose pudo darse cuenta del espejo que estaba del otro lado de la habitación, el cual le mostraba la imagen más atractiva que vio durante ese último tiempo y no se trataba exclusivamente del culo de BaekHyun tomando su pene, sino sobre el cuerpo de este. Era hermoso, maldición, atractivo a morir con sus caderas anchas, su cintura estrecha y sus hombros amplios. Le encantó, por la mierda. Lo quería para sí, solo suyo, porque además era fantástico en el sexo y tenía la sonrisa más hermosa que nunca antes había visto.

Volvió a tener al contrario de espalda contra el colchón. Su cuerpo ya estaba mucho más cansado, pero eso no pareció ser algo perjudicial porque cayó prácticamente por completo sobre el otro y aquello facilitó que pudiese llegar más profundo. El hombre arqueó la espalda por debajo de él y ambos gimieron contra la boca del contrario.

Resultó exquisito. No tardó mucho más en correrse y luego de superar el letargo por el orgasmo se dio cuenta que el chico bajo él se corrió dos veces mientras él se las aguantó con el mismo condón. Quiso molestarlo en broma, ¿pero para qué cagar el momento si así estaba tan a gusto?

Le besó la mejilla a BaekHyun al notarlo respirar de una forma tan agitada y le acarició el cabello porque vio la lágrima correr por la sien ajena, aunque cuando notó la sonrisa del otro supo que fue por el placer, así que sonrió también y salió del interior del chico con cuidado mientras sujetaba el preservativo y cuando lo vio quiso reírse y burlarse de sí mismo porque puede que él también se corriese dos veces y ni cuenta se diera de ello. De igual forma le restó importancia, anudó el condón y lo botó antes de caer a un lado de BaekHyun sobre la cama, completamente sudado y con el cuerpo ajeno a su lado, respirando agitadamente con una mano por sobre el pecho, viendo como esta subía y bajaba al ritmo de su errática respiración.

—Por favor no me hagas irme ahora que no me puedo poner de pie —le susurró el otro con sorna y él solo tiró del rubio para apagarlo a su pecho. Estaba muerto de calor y sudado, pero lo quería cerca.

Le dio un beso sobre la sien—. Descansa.

El contrario le dio un sonido de garganta a modo afirmativo y ChanYeol a tientas tiro del cordón para cerrar las cortinas, así que tapó superficialmente al otro con las mantas, aunque el chico acabó haciéndolas a un lado y él se contuvo de excitarse nuevamente cuando vio la pierna desnuda de BaekHyun por entre el montón de telas, en vez de eso solo cerró los ojos y le acarició suavemente la espalda al contrario hasta que se quedó dormido.

No soñó ni escuchó la alarma, la cual configuró para que no resultara insistente solo porque pensó que estaría cansado por el supuesto sexo casual —que aún no dejaba de serlo— y que no quería despertar a las dos de la tarde, pero terminó haciéndolo y ya casi eran las cuatro. Se sorprendió, por supuesto, y pensó incluso que debió darle algo así como un pequeño coma, pero cuando logró ser consciente del dolor en su cuerpo y que aún seguía en su habitación y no en el hospital se percató de la cabellera rubia que reposaba sobre su hombro.

Abrió la boca como si no recordase nada de lo que hizo y se llevó una mano a la cabeza para removerse ligeramente el pelo. Cerró los ojos un segundo y suspiró.

Tenía miedo del cagazo ese porque simplemente debió decirle adiós muy buenas y a volar, pero en vez de eso se volvió loco hasta el cansancio y seguía lleno de su propio semen, maldición. No obstante, se encontró recordando que BaekHyun era precioso y simplemente se detuvo a mirarlo. Se olvidó de todo lo demás de una forma increíble y posó los dedos sobre la mejilla del chico para acariciarlo, recorrerlo con la yema de los dedos y haciéndolo sonreír. Se sintió idiota porque solo era un acostón, pero no se le hizo difícil imaginárselo así, en su cama, contra su cuerpo y con la luz natural demostrándole que no era tan pálido como supuso.

El chico se removió contra su cuerpo y él no supo muy bien qué hacer, pero no quería ser imbécil, así que simplemente se quedó ahí con una mano sobre el hombro del chico, acariciando suavemente con el pulgar porque no tenía vergüenza de hacerle saber que quería darle cariño, aunque no sabía si el otro quería recibirlo.

Se encontró con un ceño fruncido y unos ojos que se abrieron ligeramente. Se vio encantador y lo hizo sonreír, aunque recién ahí el chico pareció recordar porque abrió ampliamente los ojos y se enderezó.

—Oh, mierda. —El rubio cayó a su lado en la cama y se quejó, cosa que lo hizo fruncir el ceño.

—¿Estás bien?

Miró hacia abajo y el chico jadeó. El rubio se quedó observándolo durante unos segundo y él elevó ambas cejas con curiosidad, aunque el otro acabó rozándole suavemente el pecho con los dedos, como si quisiese tantearlo y después rodó sobre la cama para quedar de cara al colchón. ChanYeol le vio superficialmente el trasero, pero se concentró más en el estado extraño del otro en vez de volver a excitarse.

—¿BaekHyun? —preguntó con cuidado y el otro lo observó por entre las mantas.

—Perdón. Me quedé dormido. —No entendió y su expresión pareció transmitirlo—. No alcancé a irme antes de que despertaras.

—¿Por qué querría eso? —cuestionó con sinceridad y el otro pareció sorprenderse con la misma transparencia.

—No lo sé. ¿Es usual quedarse?

Inmediatamente se sintió confundido por la interrogante del otro y no pudo contenerse a preguntar—. ¿Es tu primera vez?

—No realmente —susurró el rubio y él se sintió confundido, pero el chico solo se irguió y acabó apoyando la espalda a su lado contra la pared luego de hacer una mueca—. No creo que sea adecuado hablar de ello teniendo en cuenta como estamos.

—Claro —concordó y miró hacia los pies de la cama. El cobertor blanco era lo único que los cubría y todo lo demás pareció salir de su sitio habitual—. ¿Te sientes bien?

Observó al contrario y preguntó más por preguntar, por decir algo, pero cuando lo vio se dio cuenta que tenía todo el hombro izquierdo rojizo y supuso por qué, después de todo él tuvo que ocupar la boca en algo cuando BaekHyun gemía demasiado y no le permitía besarlo o lo apartaba de un manotazo cuando se entretuvo besando sus pezones, de seguro porque llegó a morderlo más de una vez y porque lo excita. De igual forma, ¿se creía lobo o qué mierda? Porque leyó por ahí que los personajes le hacían eso a quienes le gustaban y ChanYeol ya estaba empezando a tener miedo de sí mismo.

—Sí, me siento bien. Me duele la espalda baja. —El tipo pareció darse cuenta hacia dónde se dirigieron sus ojos porque con un tono cómico se apresuró en agregar—: ¡La espalda, no el culo! —Se encontró con el sonrojo de BaekHyun y luego de perder la sonrisa el chico le dejó unos suaves toques sobre la cabeza, cosa que le pareció ridículo, pero pudo comprender que el otro intentaba bromear, hacer la situación más ligera o algo así—. Tuviste cuidado conmigo. Muchas gracias.

Cuidado dice, pensó al recordar que hizo que se golpease en la cabeza con una de las patas del teclado cuando lo tuvo en cuatro y lo embistió desde atrás.

—¿Entonces por qué duele? —indagó curioso y el rubio pareció querer dejar de intentar mantenerse recto.

—Debía curvearme. Eres demasiado grande... —El chico de inmediato se llevó las manos a la boca y él elevó ambas cejas, sin saber si aquello era bueno o malo—. Perdón, pero eres ligeramente más largo que el promedio y llegas ahí. Además, eres ancho, entonces...

—¿Llegó ahí? —preguntó divertido.

Puede que estuvieran hablando de agujeros, penes y sexo, pero le pareció fascinante la timidez que tenía el otro para elogiarlo y se sintió especial incluso.

—O sea, no. Bueno, sí. Pero en realidad no es... —El chico se calló y negó efusivamente con la cabeza—. Discúlpame.

—¿No me quieres contar? —Los ojos ajenos lo miraron curioso y él sonrió—. Quiero saber.

—En teoría parece que llegas ahí. No sé si es por tu tamaño o por cómo te mueves, aunque yo creo que es lo primero, pero...

—¿Estás diciendo que me muevo mal? —preguntó divertido y con la única intención de hacer sentir nervioso al otro. Ya notó que intentaba darle un cumplido sexual o algo así.

Interesado se cruzó de brazos y relajó la espalda sobre la pared que tenía por detrás. Desde ahí miró al contrario con una media sonrisa e intentó no intimidarlo de ningún modo y solo alzó ambas cejas en espera de que continuara.

El chico titubeó—: E-Estuvo genial. Eso.

Soltó una risa y el contrario se mantuvo con la mirada en lo bajo antes de reír también. Al parecer se estuvo conteniendo durante unos segundos.

Asintió. Estuvo de acuerdo y puede que eso lo llevase a hacer una de las preguntas más tontas que podía hacer en una situación como esa, donde se supone que él no quería mucho más que el acostón y ya. De igual forma, la pregunta le salió.

—¿Tan genial como para repetirse?

BaekHyun se mostró algo incómodo y tartamudeó al hablar—: ¿A-Ahora?

Negó y lo que dijo después fue lo peor—: Repetirse en otra ocasión.

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¡Hola! La vez pasada no les comenté mucho, así que ahora me detengo en los detalles. 🤣

Este será un mini-fic (se supone). Por el momento cuenta con cinco partes, así que la obra se actualizará cada tres días.

Es uno de los escritos que más me esforcé en pulir. Si hay algún errores es porque directamente no sé (a cambio de que se me haya pasado un detalle de dedo), así que si hay errores por favor háganmelas saber. 🙏🏻

Espero que les esté gustando la historia. 🙈⭐️

Muchísimas gracias por leer, votar y comentar.
Saludos y besos, Ary. ♥️

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