Capitulo 49
Desde que Sasuke escucho las palabras de Naruto, innumerables pensamientos pasaron por su mente y todas sus ideas desordenadas se detuvieron por completo cuando escuchó al rubio decir: - Quiero ir a casa -
Sasuke dejo la habitación y fue directo a hablar con la directora. Al llegar a la puerta, abrió sin tocar y se encontro con la directora leyendo unos documentos.
-Sr.Uchiha ¿En que le puedo ayudar? - la mujer dejo los papeles sobre el escritorio y no comentó nada sobre el acto grosero del azabache.
-Mi esposo ya despertó, le pido por favor que le de el alta -
-¿Despertó? Eso es una buena noticia - Tsunade se levantó de la silla - Tengo que revisar que todo este bien en su cuerpo y sobre darle de alta, tomará como dos días a lo máximo -
Sasuke negó con la cabeza - Necesito que sea hoy, no puede desperdiciar un día más -
Tsunade observo el rostro desesperado del Uchiha y pensó durante unos minutos. Iría contra su ética al darle permiso al azabache de llevarse a Naruto, necesitaba tenerlo en observación por si las heridas llegaran a abrirse o alguna infección se llegara a presentar, pero ella sabía al igual que Sasuke que no había mucho tiempo para el rubio.
-Esta bien, se lo puede llevar... Pero tengo que hablar con él -
Los dos llegaron a la habitación, Naruto escuchó la puerta abrirse, pero no les presto atención, su mirada seguía fija en el árbol de cerezo que estaba en el patio.
-Naruto ¿Cómo te sientes? - pregunto Tsunade y se sentó a su lado.
-Bien ¿Puedo regresar a casa? -
Tsunade soltó un suspiro y tomo la mano de Naruto - Puedes regresar a casa, pero antes tengo que darte un vistazo, Sr. Uchiha ¿Puede salir un minuto? -
Sasuke observo al rubio y este le regalo una mirada de que estaría bien, por lo que salió de la habitación un poco tranquilo.
-No es necesario que me revise ¿Verdad? -
Tsunade volvió a suspirar - Lo lamento mucho, trate de convencer al Dios que te regreso a la vida para que te quedarás en el mundo de los vivos, pero tú tiempo paso... Tu destino ya estaba escrito desde que naciste -
Naruto no respondió.
-Pero por lo menos, esta vez tu hijo no va a estar solo -
-Ese era mi propósito ¿No? Por lo que Dios me regreso a la vida - Naruto cerro los ojos y soporto las ganas de llorar - Se que me queda poco tiempo, así que no lo quiero desaprovechar... Por favor, quiero ir a casa -
La conversación no duró mucho, por lo que Sasuke pudo entrar de nuevo a la habitacion. Cuando Tsunade paso a su lado, solo golpeo levemente su hombro y le susurro unas palabras que siempre quedarán en su memoria.
Naruto siguió observando el árbol de cerezo con la mirada perdida, recordando los viejos tiempos en este mismo hospital.
-Ya vine - Sasuke dijo sutilmente con una voz extremadamente ronca - Estoy aquí para llevarte a casa -
Los ojos empañados de Naruto parecían estar llenos de una luz brillante en la espesa noche, y parpadeó para encontrarse con los ojos del azabache, como si lo que bajara de sus pestañas no fueran lágrimas que no pudo contener, sino el corazón de Sasuke.
Sasuke se acercó a su esposo y su áspero pulgar limpió las lágrimas que habían resbalado por sus mejillas. Sostuvo el rostro de Naruto y beso sus ojos rojos, la humedad en las comisuras de sus ojos y sus labios temblorosos y secos.
El aliento caliente de Naruto rociaba ligera y fuertemente en su cara mientras dejaba que él le tocara y rozara sus labios. Había tantas cosas que Sasuke quería decir, como lo preocupados que estaban él y Menma y como lo mucho lo extrañaba.
Al final, después de un beso superficial, Sasuke solo dijo una cosa - Vámonos -
**************
Sasuke le ayudó a ajustarse el abrigo y le abrazo por los hombros para llevarlo al auto. Abrió la puerta del asiento trasero y sin pensarlo, se sentó a lado del rubio.
El azabache le había hablado a un chófer para que viniera a recogerlos, no quería separarse de Naruto ni un minuto.
-¿Dónde esta nuestro chófer? - pregunto Naruto al ver que no era el mismo.
-Esta de vacaciones, pronto se acercan las fiestas navideñas -
El rubio comprendió, también se acercaba su final. Tomo la mano del azabache y lo apretó suavemente.
-¿Qué sucede? -
-Cuando lleguemos a casa ¿Puedes prepararme ramen? -
Sasuke sonrió y asintió con la cabeza - Te daré los tazones que tanto quieras -
El chófer condujo todo el camino silenciosamente por la carretera nocturna. Naruto cerró los ojos, sintiendo el aliento y el calor de Sasuke a su lado, escuchando su respiración aliviada e involuntariamente pronunció el nombre del azabache en voz baja.
Sasuke giro la cabeza - ¿Qué pasa? -
Tras un pequeño silencio, Naruto pregunto en un tono muy suave - ¿Cuándo nos vamos a casar? -
-Cuando quieras - Sasuke contestó, mientras sostenía su mano donde portaba el anillo y dijo en voz baja - Aunque a mi me gustaría casarme contigo mañana -
El rubio estuvo de acuerdo y volvió a cerrar los ojos, con la esperanza de seguir vivo.
Después de que el auto se adentrarse en la villa, Naruto abrió los ojos después de una pequeña siesta y se quedó en trance por un momento mientras miraba la ventanilla del auto y veía el patio. El jardín que una vez había cuidado en su tiempo libre todavía parecía conservar su aspecto original y obviamente, era atendido con frecuencia.
Inmediatamente después, el auto giró hacia el patio y se detuvo.
Naruto estaba todavía perdido, la casa estaba decorada de luces y muñecos de nieve, era extraño ver la casa así, ya que su esposo no es de decorar. Sasuke estaba a punto de salir del interior del vehículo cuando el rubio le tiro de la manga - ¿Qué sucede? ¿No te sientes bien? -
Al no tener respuesta de Naruto, tomo su mano y le dedico una mirada que denotaba tranquilidad - Vamos, Menma te está esperando -
************
Menma se levantó del sillón con su muñeco de reno en sus brazos justo cuando oyó la puerta.
En el momento en que vió a su madre entrar por la puerta, era como si los pensamientos y temores reprimidos durante estos días estallaran juntos, por lo que Menma soltó su muñeco y corrio a abrazar a su madre.
-¡Mamá! ¡¿Por qué tardaste en despertar?! ¡Estaba muy asustado! - los ojos de Menma estaban enrojecidos y sus lágrimas resbalaban por sus mejillas - ¡Te extrañe tanto! - Se apretó cuidadosamente contra su estómago, pero sus lágrimas empaparon la ropa del rubio. Estaba llorando fuertemente como si se hubiera caído - ¡Te necesitaba mamá! ¡Me sentí culpable al ser el único que estaba despierto! ¡Todo fue mi culpa! -
Naruto acarició el cabello de Menma - No fue tu culpa, cariño, ya no llores que me harás llorar -
Sasuke había permanecido en silencio todo el tiempo, pero en este momento lo tomó repentinamente por la cintura y lo abrazó, no con demasiada suavidadad pero tampoco con demasiada fuerza. Al sentir el ligero encogimiento de Naruto, Sasuke se inclinó y se acercó a su oído - Haré que estos días sean los más felices -
-Estoy en tus manos -
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