Sasuke leyó esas dos palabras con claridad en la pantalla rota y de repente recordó las palabras de su madre "Te vas a arrepentir de tus palabras"

Era como si una suave espina hubiera penetrado su corazón, haciéndole sentir odio y culpa a la vez. Una fuerte emoción negativa envolvía su corazón como un hilo y le apretaba durante mucho tiempo.

"Si tan solo no hubieras vuelto a la vida, no hubiera sucedido nada de esto..."

Su vida seguiría siendo manejada por su madre, se hubiera casado con Hinata y serian una familia feliz.

¿Pero eso era lo correcto?

Sasuke se quedo mirando la pantalla del teléfono que se había quedado a oscuras en su mano porque ya nadie lo usaba y sus ojos se oscurecieron.

Inconscientemente, agarro el teléfono con más fuerza y tras un largo momento de aturdimiento, más preguntas se dirigieron hacia su corazón como un maremoto. Se pregunto por que dejaba que su madre controlaba su vida y por que no podía salir de su juego. En estas circunstancias sentía que todavía estaba en la palma de sus manos.

La creciente humedad en su mano interrumpió sus pensamientos cada vez más sofocantes y miro su mano, donde el repliegue de la palma había sido cortada por las grietas de la pantalla al tensarse y la sangre que se filtraba se mezclo rápidamente con el sudor de su mano, tiñéndola de un rojo menos intenso.

Sasuke no sintió ningún dolor, solo la sensación pegajosa que le incomodaba un poco.

El doctor se acerco al azabache avisándole que su hijo había despertado.

Sasuke no dudo en ir a verlo.

Cuando entro a la habitación, su hijo vestía con la típica bata del hospital y tenia el cable intravenoso conectado en el antebrazo.

-Papá - Le llamo Menma en un susurro.

Sasuke le dirigió una mirada y pregunto - ¿Te duele algo? -

-Solo la cabeza - respondió.

Los ojos de Menma estaban rojos y obviamente acababa de llorar, pero quizás quiso mantenerse fuerte ante su padre porque ya no lloraba ni moqueaba.

Esto hizo que Sasuke se sintiera un poco aliviado, por la única razón que no se creía capaz de calmar a su hijo en ese momento.

Menma trato de controlarse, pero dos lagrimas rebeldes se escaparon de sus ojos, así que rápidamente se los aparto con el dorso de su mano. Miro a su padre que no se movía de la puerta.

Siempre había pensado que su papá era el hombre más fuerte que había conocido; era alto, tenia una gran empresa y una gran casa, ganaba mucho dinero y mucha gente le tenia miedo.

Pero ahora... se veía muy vulnerable.

Menma se quito lentamente la intravenosa y se bajo de la cama.

Sasuke estaba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta de las acciones de su hijo.

Así que Menma aprovecho, se puso delante de su padre, estiro sus delgados brazos y lo abrazo suavemente.

El cuerpo de Sasuke se puso rígido, apartándose brevemente de sus emociones al escuchar la madurez fingida y poco característica en la voz infantil de Menma, diciendo - Papá, no tengas miedo -

La palma de la mano, no tan ancha de Menma recorrió su espalda una y otra vez, tan ligera como una pluma. La espina que tenia clavado en su corazón poco a poco desapareció.

Correspondió el abrazo de su hijo y le otorgo las mismas caricias.

-No tengas miedo - repitió Sasuke.

Las lagrimas de Menma se amontonaron en sus ojos enrojecidos y tras percibir la inquietud de su padre, se contuvo.

Busco las palabras correctas para consolar a su padre - Mamá prometió que nos regalaría una bufanda, echa por sus propias manos. Mamá nunca miente, así que estoy seguro de que va a regresar... va a regresar como antes...- Menma se detuvo, se dio cuenta que sus palabras no eran ningún consuelo, moqueo y decidió cambiar de tema - Cuando desperté, me dieron gelatina y un jugo de durazno, fue una combinación extraña, pero mamá dice que no es bueno desperdiciar la comida - Menma trato de encontrar más cosas que decir, pero al final termino sollozando y su cuerpo tembló - Mamá... mamá no se puede ir sin despedirse -

Sasuke le dio unas palmaditas en la espalda, con la intención de calmarlo. Pero en realidad, él también necesitaba consuelo.

"Naruto no se puede ir sin despedirse, no... no se puede ir otra vez"

Su tonto yo del pasado, no pudo disfrutar los últimos momentos con su esposo, así que esta vez no se tenia que repetir.

-¿Cómo esta? -

Tsunade miro al azabache de pies a cabeza y respondió - La cirugía fue un éxito, pero no se cuando va a despertar ya que eso es decisión de él -

Sasuke asintió - ¿Puedo verlo? -

-Adelante -

Sasuke entro a la habitación, cuando cerro la puerta los sonidos de afuera dejaron de escucharse, solo sonaba el pitido de la maquina y la suave respiración del rubio.

Metió su mano en el bolsillo del pantalón y saco la cajita de terciopelo. Tomo la mano de Naruto y le puso el anillo de diamantes que había preparado para él.

Su estado de animo era muy diferente al del intercambio de anillos que tuvieron en su boda. Sasuke no fue tan perfeccionista, ya que la su madre se encargo de todo y él estaba ocupado con el trabajo para ocuparse de esas cosas.

Pero ahora... Si Naruto llegara a despertar, se encargaría de la ceremonia.

Empujo el anillo en la base del dedo de Naruto casi con devoción y luego tomo la mano ligeramente fría de Naruto besando el dorso de su mano y recordando la historia de la bella durmiente, se inclino para besar los labios secos del rubio.

Sasuke miro seriamente a sus ojos ligeramente cerrados y dijo en un tono tranquilo - Acepto, te acepto como mi esposo y estaremos juntos hasta que la muerte nos separe -