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40-TE DIJE QUE VOLVERÍA

¡Capítulo nuevo! Espero que lo disfruteis. Y, como siempre, espero que dejeis un montón de comentarios, votos, teorías....

Os lo digo siempre, me encanta lerr lo que comentais, no importa que sea corto o largo. Así que, si quereis actualización pronto, ya sabeis qué hacer.  Además, esta noche también os actualizaré "Quédate conmigo"

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"¿Vamos a tener sexo esta noche?"

KARA

3 de Junio de 2020

Habían pasado dos meses desde que Lena dijo que se presentaría en el lugar de mi padre. Dos meses en los que toda la familia y sus amigos, se volcó en ayudarla a prepararse. Incluso su hermano y su padre se ofrecieron a ir con ella como guardaespaldas cada vez que tuviera que hablar ante el público.

Hoy era la primera vez que Lena se presentaba ante miles de personas en el centro de National City como candidata.

-Lena: Hay mucha gente, no podré hacerlo...

-Kara: Podrás amor.

-Lena: No...

-Kara: Sí. ¿Y sabes por qué lo sé? Porque tú, mi vida, puedes con todo. Esto no es nada, sólo son un montón de gente que ha venido a escucharte.

-Lena: Es mucha gente...

-Kara: Sarah y Sam van a estar aquí contigo.

-Lena: ¿Y tú?

-Kara: Y yo... Voy a ir allí enfrente, con Lexie. Tú sólo céntrate en mirarnos a nosotras, como si el resto no existieran. Te sabes de memoria lo que vas a decir, así que no necesitas mirar tus papeles. Y si alguien te pregunta... Bueno, sabrás perfectamente qué responder. Tú sólo míranos a nosotras.

En ese momento, escuchamos cómo Sarah presentaba a Lena, tras dar algunas instrucciones al público.

-Lena: Tengo que salir ya...

-Kara: Te quiero... - dije besándola y dirigiéndome a mi puesto, con Lexie en brazos. A pesar de estar ya de treinta semanas, y sentirme bastante cansada, no quería dejar a Lena sola en su primer día. Alex venía conmigo para coger a Lexie cuando yo me cansara, ya que no sería capaz de tenerla en brazos por demasiado tiempo. Me coloqué en mi sitio, con Lexie en brazos y Alex a mi lado. – Lena, amor, mírame... ¿puedes verme? Si me ves, asiente con la cabeza. – dije, a través del comunicador que me había puesto para que Lena me escuchara.

Lena asintió y yo le sonreí. Entonces Lena empezó a hablar.

-Lena: Bu... Buenas tardes... Soy Le... Lena Luthor y...

-Kara: Tranquila amor... - dije a través de mi comunicador – Míranos a nosotras, respira hondo y habla... Tú puedes, mi vida.

Lena asintió de nuevo, cogió aire y empezó a hablar del tirón, aunque no dejaba de mover sus manos, señal de que aún no estaba del todo cómoda. Pero Sarah y Sam estaban detrás de ella, por si había algún problema.

Después de veinte minutos, Lena empezó a relajarse un poco y a soltarse. La gente la escuchaba atentamente y nadie se atrevía a interrumpirla, tal y como había pedido Sarah. Pero justo en ese momento, escuché una voz que me resultó muy familiar.

-Lillian: ¡¿De verdad vais a creerla a ella?!! – gritó, acercándose a Lena. La gente empezó a murmurar, confusa.

-Kara: Alex, coge a Lexie – dije, poniéndola en sus brazos y caminando lo más rápido que podía hacia Lena.

-Lena: ¿Qué haces aquí?

-Lillian: Abrir los ojos a esta gente... - dijo, apartándola y poniéndose donde estaba ella - ¿En serio van a creer a esta... mujer? Está enferma.

-Lena: ¡No estoy enferma! ¡Tengo Asperger, no es una enfermedad!

-Lillian: Sí, lo que sea... ¿Van a confiar el futuro del país a una mujer que puede bloquearse y tener una crisis en cualquier momento? ¿A una mujer que no entiende lo que es la ironía o una broma?

-Lena: ¡Kara me lo ha enseñado! – gritó. Lillian la miró y siguió hablando.

-Lillian: ¿Una mujer que no sabe nada de política, que se dedica a cuidar de la seguridad de otras personas?

-Lena: Me he estado preparando estos dos meses.

-Lillian: ¿Durante dos meses? ¿Lo han oído? Lleva preparándose dos meses. ¡Ni siquiera es una mujer de verdad. Ella tie...!

-Kara: Termina esa frase y te juro, Lillian, que tendrás que pasar el resto de la campaña comiendo a través de una pajita y dando tus discursos mediante lenguaje de signos – dije, tapando el micrófono con la mano.- Este es el momento de Lena, no el tuyo. Lárgate.

-Lillian: ¿Vas a obligarme tú? Si apenas puedes caminar con ese... barrigón.

-Sarah: Ella no, pero nosotras sí – dijo – Márchese ahora mismo.

-Lena: ¡Tengo pene! – gritó Lena de pronto, de nuevo frente al micrófono, haciendo que todo el mundo se quedase callado. – Tengo Asperger y soy intersexual... Eso no me hace un bicho raro, o mala persona... -miró a Lillian -Tú me hiciste sentir durante toda mi vida que era un monstruo por ser como era. – ahora me miró a mí - Pero ahora, tengo gente que me ha hecho ver que soy normal. Tan normal como cualquier otra persona. Sólo que... más inteligente, con más manías y con algo extra en mi cuerpo que no me hace ser ni mejor ni peor que nadie. Y tenga lo que tenga entre mis piernas, no afectará para nada a las ideas que tengo para mejorar el país. - Lena estiró su mano hacia mí y yo la cogí, pegándome a ella. – Tengo gente que me va a ayudar y prometo que, si me eligen como presidenta, lo haré lo mejor que pueda. Sabrán que siempre diré la verdad, porque no me gusta mentir.

Después del shock inicial por la confesión de Lena, la gente empezó a hablar entre ella, murmurando. Miraban a Lena y algunos habían empezado a hacer preguntas, gritando, todos a la vez.

-Kara: Amor... - dije, al notar que Lena empezaba a temblar, mientras Sarah y Sam se llevaban a Lillian de allí.

-Lena: ¿Qué les pasa? ¿No les gusto...?

-Kara: Claro que les gustas, amor. Es sólo que.... Bueno, les has sorprendido y ahora quieren saber más.

-Lena: Gritan mucho... - dijo tapándose los oídos.

-Lillian: ¡¿Lo ven?! ¡Se lo dije, mírenla! – gritó, señalándola desde lejos.

-Kara: Lena, tranquila... - dije, acercándome al micrófono - ¿Pueden dejar de gritar? – pregunté, pero la gente no me hacía caso – Por favor... - Nada. Me volví de nuevo hacia Lena. – Ven, vamos a otro sitio más tranquilo...

Cogí a Lena de la mano y la alejé de la zona donde estaba toda la gente. Al pasar al lado de su padre y de su hermano les miré.

-Lex: Lena...

-Kara: Está bien, yo me encargo - ¿Podéis hacer que la gente se marche?

-Lionel: Claro...

-Kara: Gracias... - dije. Cuando estuvimos lo bastante apartadas, dejé que Lena se sentara en un banco. Me senté a su lado – Ya está, tranquila...

-Lena: Lo siento... Lo he... Lo he estropeado, ¿Verdad? – preguntó, llorando.

-Kara: No, amor...

-Lena: Sí... Soy una estúpida....

-Kara: No, no lo eres. Y no vuelvas a decir eso, ¿me oyes? O me enfadaré contigo. Y el bebé también – dije – porque acaba de darme una patada.

-Lena: ¿De verdad?

-Kara: Sí, mira... Aquí... - dije poniendo su mano sobre mi vientre.

-Lena: ¿Te has enfadado conmigo, bebé? – preguntó - ¡Ha dado una patada! ¿Eso es que sí...? – preguntó, mirándome. – Lo siento, no volveré a decir que soy estúpida, te lo prometo... - dijo besando mi vientre.

-Kara: ¿Estás más tranquila?

-Lena: Sí, pero no quiero que el bebé se enfade conmigo...

-Kara: Ya no está enfadado – dije sonriéndola.

-Lena: Quiero irme a casa...

-Kara: Claro... -dije, llamando a mi hermana – Alex, nos vamos a casa, espéranos en el coche con Lexie. –Luego miré de nuevo a Lena y me levanté – Vamos...

Cuando llegamos a casa, fuimos directas al salón, donde Lena se sentó.

-Lena: Lo he estropeado todo...

-Kara: No has estropeado nada mi vida...

-Eliza: Lena, tranquila, has estado muy bien...

-Lena: Les dije que tengo pene y... No les gustó.

-Kara: Amor...

-Lena: Me van a odiar.

-Cat: Si te odian es porque son idiotas, Lena. Deja que te conozcan mejor y verás cómo te los acabas ganando.

-Lena: ¿Usted cree, señora Grant?

-Cat: Claro...

-Eliza: Vamos a preparar la cena cielo- dijo cogiendo la mano de Cat.

-Sarah: Eh, lagartija... - dijo agachándose a su lado – Si alguien se atreve a meterse contigo, le romperé una pierna.

-Lena: ¡Sarah!

-Sarah: Es broma... Pero un buen codazo "sin querer" en la boca... Eso sí podría ser, ¿verdad?

-Lena: Sí, eso sí... - dijo riéndose.

-Sam: Tranquila Lena, Sarah y yo iremos contigo cada vez que tengas que dar un discurso.

-Lena: Pero Kara no... - dijo mirándome.

-Kara: Lo siento amor, pero ya sabes lo que dijo la doctora Prince... - dije acariciando su mejilla.

Esa mañana, había llamado a mi ginecóloga para preguntarle si podría acompañar a Lena en sus viajes por el país. Ella me recomendó que, debido a lo adelantado de mi embarazo, intentara viajar lo menos posible. Podría acompañarla siempre que el viaje no fuera de más de una hora tanto para ir como para volver. A Lena eso le decepcionó un poco, pero cuando entendió que era por el bien del bebé, lo aceptó sin problemas.

-Lena: Sí... Es lo mejor para el bebé y para ti.

-Alex: Pero nosotras iremos contigo. Siempre que pueda escaparme del hospital.

-Nia: Yo me quedaré con Kara, así le hago compañía.

-Kara: No vas a estar sola, amor... Además, haremos una cosa. Cada vez que estés fuera de la ciudad, antes de salir a tu discurso, llámame por videollamada. Y luego, deja tu teléfono sobre el atril. Así, cuando estés nerviosa, o pienses que no puedes, sólo tendrás que mirar hacia abajo y me verás ahí, mirándote, sonriéndote y apoyándote. ¿Vale? Estaré contigo.

-Lena: ¿Lo prometes?

-Kara: Claro que sí, amor...

-Alex: Bueno, será mejor que nos vayamos.

-Sam: Sí, hay que preparar el viaje a Central City para pasado mañana.

-Lena: ¿Tan pronto?

-Kara: Tranquila, amor...

-Sarah: No te preocupes, Lena. Sam ha organizado todos los viajes para que tus discursos sean a una hora que te permitan ir y volver a National City en el mismo día, o como mucho, al día siguiente. No pasarás mucho tiempo lejos de Kara.

-Lena: ¿Cuánto tiempo?

-Sam: Tranquila, lo he organizado para que durante las dos últimas semanas del embarazo de Kara no tengas que viajar a ninguna parte. He dejado las ciudades más alejadas para el final, y podrás hacerlo a través de videoconferencia. Así podrás estar en casa con Kara.

-Lena: ¿Y no puedo hacerlo así siempre?

-Kara: No amor. La gente tiene que verte, tiene que conocerte... Y yo quiero que te conozcan, porque así todo el mundo sabrá que tengo a la mejor mujer del mundo como esposa.

-Lena: Entonces lo haré así...- dijo decidida.

-Kara: Así me gusta...

-Alex: Sam y yo nos vamos ya. Hemos reservado mesa en uno de los mejores restaurantes de la ciudad para celebrar que Lena será la futura presidenta.

-Lena: Pero aún no lo sabéis.

-Sam: Claro que sí, somos medio brujas.

-Sarah: ¿Sólo medio? Porque tú puedes ser una bruja de lo peor cuando quieres...

-Sam: No me tientes, Sarah...

-Sarah: ¿O me convertirás en sapo?

-Nia: No, pero yo te dejaré todo el mes sin sexo como no nos marchemos ya.

-Sarah: Lo siento lagartija, pero su amenaza es muy poderosa.

-Lena: Vale, marcharos ya. Quiero que Kara descanse.

-Sarah: ¿Nos estás echando?

-Lena: Sí.

-Sarah: Muy bonito... - dijo haciéndose la ofendida.

-Lena: Adiós.

LENA

3 de Junio de 2020

Cuando todas se fueron, me acerqué a Kara.

-Lena: ¿Estás cansada?

-Kara: Un poco... - dijo sonriéndome.

-Lena: Tus madres han dejado la cena hecha. Voy a bañar a Lexie, para darle su cena y acostarla. Mientras descansa un poco.

-Kara: Gracias amor... - dijo besándome – Hoy has estado genial, estoy muy orgullosa de ti.

-Lena: ¿De verdad?

-Kara: De verdad, mi vida...

-Lena: La gente no parecía contenta.

-Kara: Tranquila... Acabarán aceptándote, ya lo verás.

Después de bañar a Lexie, darle su cena y acostarla, Kara y yo cenamos tranquilamente. Nos acostamos temprano, ya que había sido un día muy largo y estábamos muy cansadas.

4 de Junio de 2020

Me desperté a las seis y media, como hacía siempre. Me di una ducha, me vestí y fui a asegurarme de que Lexie seguía durmiendo. Luego volví a la habitación con Kara y, al ver que estaba destapada, la tapé un poco con la sábana y besé su frente. Me gustaba verla dormir. Kara me transmitía mucha paz y tranquilidad cuando dormía. Me quedé allí mirándola durante unos minutos. Luego cogí mi ordenador y entré directamente a la página que tenía guardada de cosas de bebé. Quería mirar juguetes. Estuve un rato mirando varias páginas más hasta que escuché a Lexie llamar a Kara. Miré el reloj. Las siete y media. Apagué el ordenador y fui al cuarto de Lexie.

-Lena: Hola mi sol... ¿Ya tienes hambre?

-Lexie: ¿Mamá Ara....?

-Lena: Mamá Kara sigue dormida. Tu hermanito la deja muy cansada. Vamos a desayunar tú y yo mientras. Seguro que Susan ya está en la cocina...

-Lexie: Saurio... - dijo señalando los peluches de dinosaurios.

-Lena: ¿Cuál, este? – dije, enseñándole el tiranosaurio. Era su favorito.

-Lexie: Sí.

Se lo di y fuimos hacia la cocina. Cuando estábamos cerca del salón, escuché voces.

-Sarah: No las despiertes, Susan, las esperaremos aquí... Sarah, saca el ordenador, hay que buscar algún local donde puedan mandarle a Lena sus...

-Lena: ¿Sarah? – pregunté, entrando en el salón - ¿Sam?

-Nia: Y yo... dijo medio tumbada en el sofá.

-Alex: Yo también... - dijo igual que Nia.

-Lena: ¿Qué hacéis aquí tan pronto? Kara aún está durmiendo.

-Nia: Sí, Y yo también debería estar haciendo lo mismo. Pero Sarah me trajo aquí a rastras. Mira, aún llevo el pijama. Te odiaré por esto Sarah Lance.

-Alex: A mí me dio tiempo a vestirme al menos cuando Sam me obligó a salir de la cama como si la casa se estuviera incendiando. Pero mira qué pelos...

-Lena: ¿Ha pasado algo?

-Sarah: ¿Qué si ha pasado algo? Mira esto... - dijo enseñándome un periódico. – La gente te adora, Lena. Ayer, cuando acabaste tu discurso, la gente empezó a hablar de ti...

-Lena: No quiero verlo... - dije, con Lexie aún en brazos.

-Sam: ¿Por qué? Si sólo dicen cosas buenas de ti...

-Lena: ¿cosas buenas?

-Sam: ¡Sí! ¡Mira! – dijo, gritando y acercándose a mí con el periódico – Aquí hablan de cómo te adelantaste a Lillian diciendo que tenías Asperger y eras intersexual. Vale, puede que a algunos no les haya gustado, pero la mayoría están encantados con eso.

-Sarah: He recibido una llamada a las seis de la mañana preguntando si podrían hacerte una entrevista para saber más de ti. Al parecer, como no sabían dónde llamar, llamaron primero a tu padre, buscando el anuncio de Luthor Security. Y tu padre les dio mi teléfono y les dijo que hablasen conmigo.

-Lena: ¿Una entrevista...? ¿Eso es bueno?

-Sam: ¡Eso es genial! – gritó de nuevo.

-Lena: Despertarás a Kara. No grites.

-Sam: Lo siento.

-Alex: Eso, dejar de pegar gritos, que pareces un gallo – dijo tirándole un cojín a la cabeza.

-Sam: Alex... - protestó, mirándome de nuevo – Que quieran entrevistarte es muy bueno, Lena. Significa que quieren saber más de ti.

-Sarah: Posiblemente quieran saber cómo alguien con Asperger es capaz de soportar la presión que supone la candidatura a la presidencia sin tener una crisis.

-Lena: Kara me ayuda... Y vosotras.

-Sarah: Lo sabemos. Y eso es lo que querrá saber la gente.

-Lena: ¿Harán muchas preguntas?

-Sam: Seguramente.

-Lena: ¿Dónde es la entrevista?

-Sarah: En Los Ángeles.

-Lena: No.

-Sarah: ¿Qué? Lena, escucha....

-Lena: No. Kara no puede viajar hasta allí. Y... No podré hacerlo si no está conmigo. Quiero que la entrevista sea aquí, en National City.

-Sarah: Bueno, igual podemos solucionar eso...

En ese momento, Kara entró en el salón, frotándose los ojos.

-Kara: ¿Qué pasa, amor... ¿quién grita?

-Lena: Mi cielo... - dije acercándome y mirando a Sam con cara de enfado – Vuelve a la cama, aún es pronto. Toma, lleva contigo a Lexie.

-Kara: Vale... - dijo cogiéndola y empezando a caminar. De pronto se paró y miró a su alrededor.- Espera... ¿Qué hacen aquí Sam y Sarah? ¿Y por qué Nia y mi hermana están babeando nuestro sofá y enredadas entre ellas en esa postura tan rara?

-Sarah: Porque ya han salido los titulares de hoy, y la gente adora a Lena, Kara. Esto tiene muy buena pinta.

-Lena: Luego te lo cuentan, ve a dormir.

-Kara: No amor, quiero saber más. – dijo - ¿De verdad Lena les ha gustado?

-Sarah: Míralo tú misma – dijo dándole el periódico.

-Kara: ¡Amor, esto es genial! – dijo besándome - ¿ves? Te dije que les encantarías. Nadie puede resistirse a tu encanto. ¿Debería ponerme celosa por eso?

-Lena: No. Yo sólo te quiero a ti.

-Kara: Lo sé, sólo bromeaba.

-Lena: Si no vas a dormir, le diré a Susan que te traiga un vaso de leche para desayunar. – dije, cogiendo a Lexie de brazos de Kara – Sarah te contará lo demás.

-Kara: ¿Hay más?

-Sarah: Si, ven que te cuento... - dijo mientras yo iba a la cocina.

5 de Junio de 2020

Me desperté a la hora de siempre. A las ocho tenía que salir hacia Central City. No me gustaba tener que separarme de Kara y Lexie, aunque sólo fueran unas horas. Después de ducharme, vestirme y desayunar, fui a ver a Lexie, que dormía tranquilamente. Así que le di un beso en la cabecita y fui a ver a Kara.

-Lena: Mi cielo... - dije acariciando su mejilla.

-Kara: Amor... - dijo abriendo los ojos - ¿Qué hora es?

-Lena: Faltan cinco minutos para las ocho.

-Kara: ¿Qué? ¿Por qué no me despertaste antes? Quería salir a despedirte.

-Lena: Porque quiero que duermas ahora todo lo que puedas. Luego con el bebé no dormirás casi nada. Cuando termine el discurso, vendré directa a casa.

-Kara: Te estaré esperando. Y te llamaré dos minutos antes. Ya sabes, deja el teléfono cerca por si te pones nerviosa.

-Lena: Lo haré... Toma – dije, dándole un papel.

-Kara: ¿Qué es esto?

-Lena: Los nombres que me gustan para el bebé. Al final nunca podía dártelos. Y así estarás entretenida decidiendo cual te gusta más.

-Kara: Vale... - dijo sonriéndome y abriendo el papel.

-Lena: No, aún no. Cuando me vaya...

-Kara: ¿Cuándo quieres que te diga el que me gusta?

-Lena: Cuando lo tengas claro. Un nombre es muy importante. Es para toda la vida. Si eliges mal, no se puede cambiar.

-Kara: Vale... Ven – dijo, pidiéndome que me acercase y besándome – Te quiero.

-Lena: Y yo a ti... Y a Lexie, y al bebé – dije. En ese momento, escuché el claxon de un coche- Sarah y Sam ya están aquí. ¿Seguro que podrás apañarte sola?

-Kara: Sí, amor. Mis madres vendrán a comer, así que no estaré sola mucho rato.

-Lena: Vale... Te aviso cuando llegue.

-Kara: Más te vale.- dijo besándome de nuevo – Vamos, no las hagas esperar. Suerte amor...

Besé a Kara y salí tras coger la bolsa de mi portátil y una pequeña mochila que Kara me había preparado. Después, corrí hacia el coche.

-Sarah: No me lo puedo creer, Lena Luthor retrasándose casi dos minutos.

-Lena: Tenía que despedirme de Kara. – dije dejando mis cosas en el maletero y entrando en el coche.

-Sarah: No importa, recuperaremos ese tiempo enseguida.

-Sam: Eh, tranquilita, que dos minutos no son tanto y yo quiero llegar de una pieza, ¿Vale?

-Sarah: Exagerada.

-Lena: Sam tiene razón, no corras mucho. No quiero tener un accidente.

-Sarah: Vaya par de aguafiestas... - dijo subiendo al coche y arrancando.

KARA

5 de Junio de 2020

Después de que Lena se marchara, me levanté y fui a darme una ducha. Cuando salí, me vestí y fui a buscar a Lexie, que empezaba a despertarse.

-Kara: Hola, mi vida, ¿tienes hambre?

-Lexie: Sí.

-Kara: Pues vamos...

Fui a la cocina y le pedí a Susan un vaso de leche y una tostada para mí y el desayuno para Lexie. Cuando terminamos, fuimos a ver si Birdy y Rainbow tenían agua y comida.

-Lexie: Hola paritos... - dijo sonriéndolos – Mamá ira... Paritos.

-Kara: Ya los veo. Bueno, parece que tienen agua y comida, pero hay que cambiarles la jaula. Se lo pediremos a la tía Alex cuando venga luego. Seguro que le encanta – dije riéndome. La verdad es que lo habría hecho yo, pero Lena me lo tenía totalmente prohibido. No quería que cogiera alguna enfermedad o algo raro. A veces exageraba, pero me encantaba que se preocupase tanto. Normalmente era ella quien limpiaba su jaula. Siempre a la misma hora, a las doce del mediodía.- Vamos a bañarte y a sacar a Krypto a pasear, ¿sí?

-Lexie: ¡Síii! ¡Kryto, seo! – gritó, y Krypto vino corriendo con su correa en la boca.

-Kara: Aún no. Hay que bañar a Lexie. Ve a jugar al jardín, vamos.

Krypto me miró y se fue, dejando la correa junto a la puerta y corriendo al jardín.

Fui al baño y llené la bañera mientras le quitaba el pijama a Lexie. Comprobé la temperatura y fui a meter a Lexie al agua, pero no quería entrar.

-Lexie: ¡Mamá, titos!

-Kara: Olvidé los patitos... Vale, vamos a buscarlos – dije envolviéndola en una toalla y dirigiéndome a la habitación – A ver, ¿quiénes serán los afortunados que se bañarán hoy? – pregunté, mientras Lexie los miraba.

Lena le estaba haciendo una enorme colección de patitos a Lexie. Ya los tenía de todos los colores y disfrazados de todas las maneras posibles. Pero, cada vez que Lena veía un patito que Lexie no tenía, ella lo compraba. Y yo no hacía más que preguntarme si en verdad eran para Lexie, o sólo la utilizaba como excusa para comprarlos para ella, porque se pasaba horas jugando con Lexie y los patitos.

-Lexi: Ese... - dijo señalando uno disfrazado de tiburón.

-Kara: ¿El tiburón?

-Lexie: Gurón, si. – dijo mirándolos de nuevo.

-Kara: Vamos cielo, se va a enfriar el agua, elige otro.

-Lexie: Ese.- Esta vez señaló uno de color verde.

-Kara: ¿Alguno más?

-Lexie: No.

-Kara: Pues vamos.

Metí a Lexie en la bañera con sus patitos y, después de media hora, cuando el agua se enfrió, la saqué, la sequé y la vestí.

-Kara: Ahora sí, vamos con Krypto.

-Lexie: ¡Kryto, seo!

Y Krypto volvió a aparecer corriendo con su correa en la boca. Se la puse, monté a Lexie en su carrito, y avisé a Susan de que iría al parque con Lexie y Krypto. A Lexie le gustaba llevar a Krypto, así que le di la correa y ella la sujetó. Aunque lo cierto era que había una segunda correa, que sujetaba yo, para evitar que Krypto tirase demasiado o saliera corriendo, ya que Lexie no tenía fuerza para sujetarle.

Cuando llegamos al parque, me senté en un banco, soltando la correa de Krypto y lanzándole su pelota para que jugara. Saqué a Lexie de su carrito y la senté a mi lado. Un rato después, Lexie estaba enseñándome una hoja que Krypto le había traído cuando escuché una voz familiar detrás de mí.

-Voz: Te dije que volveríamos a vernos.

-Kara: Slade... - dije levantándome casi de un salto y poniéndome delante de Lexie.

-Slade: Te veo bien...

-Kara: ¿Qué quieres?

-Slade: Bueno... Lo cierto es que... Arruinaste mi negocio, ¿te acuerdas?

-Kara: ¿El de prostituir a niñas? Me alegro de haberlo hecho.

-Slade: ¿Aunque le costase la vida a tu padre? En fin, creo que con eso estamos en paz. Pero, he venido por otra cosa. Te traigo un mensaje.

-Kara: ¿Un mensaje de quién?

-Slade: Lillian Merlyn.

-Kara: ¿Ahora te has asociado con ella?

-Slade: Bueno, su marido y yo somos viejos conocidos. Pero Sí, lo cierto es que Lillian me hizo una gran oferta. Si ella llega a la presidencia, me dará un puesto de poder a su lado. Así que... Vengo a decirte que le aconsejes a tu esposa que se retire.

-Kara: ¿Y si no lo hago?

-Slade: Bueno, si no lo haces... Tendré que convencerla de otro modo. Tal vez... Sí, creo que matándote conseguiría mi objetivo.

-Kara: ¿Me estás amenazando?

-Slade: Veo que tu mujercita no es la única inteligente. Muy bien, Kara...

-Kara: Lena no va a retirarse. Lillian no puede ganar.

-Slade: Lillian debe ganar. ¿Sabes? Voy a darle... Dos semanas. Si pasado ese tiempo tu esposa no se ha retirado, bueno... Nunca conocerá a su hijo – dijo, tocando mi vientre. Le di un manotazo, apartándole.

-Kara: No me toques. – dije. Y en ese momento, Krypto se puso a mi lado, empezando a gruñir a Slade.

-Slade: ¿Acaso crees que este... chucho me va a asustar?- dijo riéndose. –Dos semanas, Kara... O sufrirás un terrible accidente y ni tú, ni tu hijo, viviréis para contarlo – dijo alejándose.

Cuando Slade se alejó, volví a casa con Krypto y Lexie. Al llegar, me encontré con Alex a punto de llamar a la puerta.

-Kara: ¿Alex? ¿Qué haces aquí?

-Alex: ¿Cómo que qué hago aquí? Te recuerdo que tu mujercita me dejó encargada de limpiar la jaula de esos pajarracos que le regalaste. No entiendo por qué no puede hacerlo Susan, para eso le pagais, ¿no? – dijo mientras entrábamos en la casa.Solté la correa de Krypto y se fue rápidamente a beber agua.

-Kara: Sí, bueno....

-Alex: ¿Susan no debería encargarse de la comida? La contratasteis como cocinera.

-Kara: Sí. Pero a Lena le gusta más cómo cocina la otra chica. Esa que tiene un nombre que no sé pronunciar. Y Susan pasó a encargarse de todo lo demás.

-Alex: Menos limpiar jaulas...

-Kara: Menos limpiar en general. Para eso, Lena contrató a una empresa que viene a limpiar tres días a la semana. Es un rollo. Lo haría yo. Al menos estaría entretenida, pero ya sabes cómo es. Le da miedo que pueda pasarnos algo a mí o al bebé. – dije, mientras dejaba a Lexie en el suelo y el carrito en su sitio.

-Alex: Qué suerte tienes de tener una mujer millonaria que te cuida como lo hace Lena.

-Kara: Sí, bueno, la jaula está ahí. Pero tendrás que esperar un poco.

-Alex: ¿Por qué?

-Kara: Porque falta media hora para las doce.

-Alex: ¿Y qué más da? Lena no se va a enterar.

-Kara: Se enterará, te lo aseguro. No sé cómo lo hace, pero creo que tiene controladas hasta las veces que Birdy y Rainbow hacen caca.

-Alex: Puaj.

-Kara: ¿Quieres una cerveza?

-Alex: Claro... - dijo mirándome- Oye, ¿te pasa algo?

-Kara: ¿A mí?

-Alex: No, le preguntaba al mono que tienes sobre la cabeza. ¡Sí a ti! Estás... Rara.

-Kara: Bueno, sí... Dame un segundo – dije mientras iba a la cocina y volvía con una cerveza para Alex y un zumo de naranja para mí. Alex se sentó en el sofá y yo me senté a su lado.

-Alex: ¿Y bien?

-Kara: Fui al parque con Lexie y Krypto.

-Alex: ¿Y te cagó una paloma? Porque es la única razón que se me ocurre para que tengas esa cara.

-Alex: Me encontré con Slade Wilson.

-Alex: Espera... ¿Cómo que...? ¿Slade Wilson? Estaba en la lista de papá. Además, ¿no es el que me dijiste que te quería para él?

-Kara: Sí.

-Alex: ¿Te hizo algo? – preguntó, preocupada.

-Kara: No. Sólo... Se ha aliado con Lillian. Y... Me dijo que si Lena no retiraba su candidatura en dos semanas... Me mataría.

-Alex: ¡¿Qué?! – gritó, levantándose de un salto- ¡¿Pero quién demonios se cree para amenazarte así?! ¿Seguro que no te hizo nada más?

-Kara: No, tranquila – dije, dando un trago a mi zumo- Alex... Lena no puede enterarse de esto, ¿me oyes?

-Alex: ¿Cómo? Kara, ese tipo te ha amenazado.

-Kara: Alex, si Lena se entera, se retirará. Y Lillian conseguirá lo que quiere, ella ganará. No podemos dejar que eso pase. ¿Te imaginas la locura que sería si esa mujer consigue la presidencia?

-Alex: Sí, lo entiendo. Pero Lena debe saberlo.

-Kara: Por ahora, no diremos nada a Lena. Hablaré con Sarah del tema, por si acaso. Pero ni una palabra a Lena. Ya tiene demasiado estrés, no quiero provocarle una crisis.

-Alex: Kara...

-Kara: Alex, por favor. Te lo he contado a ti porque eres mi hermana, me conoces mejor que nadie y no iba a poder ocultártelo demasiado tiempo. Por favor...

-Alex: Está bien, en cuanto vuelvan, hablamos con Sarah.

-Kara: Vale... - dije. En ese momento, un movimiento a mi lado llamó mi atención. Me giré y vi a Lexie poniéndose de pie, agarrada a la mesa – Alex, ¿Estás viendo eso?

-Alex: Creo que alguien ya quiere empezar a andar. Dentro de poco os veo a Lena y a ti corriendo por toda la casa como dos correcaminos.

-Kara: Lexie, cielo, ven... - dije. Lexie dio un par de pasitos torpes y se cayó de culo. Me miró y empezó a llorar. Krypto corrió hasta ella, dándole con el hocico. Yo me levanté y la cogí en brazos – Ya está cielo, no pasa nada. Ha sido el primer intento... Pero la próxima vez avisa para grabarlo. Mamá Lena se pondrá triste si se lo pierde. – dije, mirando a mi hermana - ¿Te quedas a comer? Mamá y Cat vendrán luego.

-Alex: Claro, hoy tengo día libre en el hospital.

-Kara: Sinceramente, con lo que te paga Lena por estar en su equipo y no hacer prácticamente nada, no entiendo cómo sigues trabajando allí.

-Alex: Lena me paga bien, es cierto. Pero Kara, sabes que me encanta mi trabajo, ayudar a la gente, salvar vidas... Y con Lena sólo tengo que ir si me necesita para alguna misión. Yo sólo voy como médico, no soy como Sarah o Sam, que saben hacer de todo. Me gusta mi trabajo, me gusta sentirme útil...

Iba a responder cuando mi teléfono sonó.

-Kara: Lena, amor.... ¿Ya has llegado a Central City?

-Lena: Hola, mi cielo. S... Sí, ya estoy aquí.

-Kara: ¿Ocurre algo? – Pregunté, pero sólo escuché silencio - ¿Lena?

-Lena: Te echo de menos... Y a Lexie.

-Kara: Amor...- dije sonriendo – Sólo serán unas horas. Estarás aquí de nuevo para la cena. Además, te tengo una sorpresa.

-Lena: No me gustan las sorpresas.

-Kara: Esta te va a encantar, te lo prometo.

-Lena: Si tú lo dices... ¿Alex ha ido a limpiar la jaula?

-Kara: Sí, está aquí, y se va a poner ahora mismo, porque ya son las doce – dije mirando a Alex.

-Lena: Vale. Dile que la lave bien y que se acuerde de quitar la comida para que no se moje. Y que les ponga el papel que hay en el mueble junto a la jaula. Y que luego lo cubra con un poco de....

-Kara: Lena, amor, tranquila. Te he visto limpiarla durante todos estos días, no te preocupes, le diré todo a Alex.

-Lena: Bien... ¿Mi sol está ahí?

-Kara: Sí, ahora mismo la tengo cogida en brazos. Lexie, mira, dile hola a mamá. – dije, poniendo el manos libres.

-Lexie: Hoa mamá Ena...

-Lena: Hola mi sol...

-Lexie: Kryto seo...

-Lena: ¿habéis ido con Krypto de paseo?

-Kara: Sí, hemos ido al parque.

-Lexie: No titos...

-Lena: ¿Qué?

-Kara: No hemos podido ver los patitos. No nos ha dado tiempo.

-Lena: Oh... Mañana iremos a ver a los patitos y les llevaremos comida.

-Lexie: ¡mida titos!

-Kara: ¿A qué hora tenías el discurso?

-Lena: A la una.

-Kara: Bien, te llamaré dos minutos antes, ¿Vale?

-Lena: Sí...

-Kara: Lena...

-Lena: No sé si podré hacerlo sin ti aquí.

-Kara: Claro que podrás. Voy a estar mirándote desde el móvil, ¿recuerdas?

-Lena: Sí.

-Kara: Vale, ve a prepararte. Te quiero.

-Lexie: Ero mamá Ena...

-Lena: Y yo os quiero a las dos...

Tras colgar, volví a mirar a Alex, que parecía tener problemas limpiando la jaula.

-Alex: ¡Mierda!

-Kara: ¡Alex! Esa boca.

-Alex: ¿Y qué quieres que diga, si me he llenado de mierda de pájaro? – dijo, enseñándome la mano.

-Kara: ¿Qué has hecho?

-Alex: Quitar este puñetero papel de...

-Kara: Lena suele ponerse guantes. Están en ese armario de ahí, igual que el papel nuevo.

-Alex: Pues me lo podías haber dicho antes, ¿no crees? Voy a lavarme y seguiré limpiando a esos pájaros endemoniados...

-Lexie: Paritos...

-Kara: Sí... Pajaritos uno, tía Alex, cero... - dije riéndome.

-Alex: ¡Te he oído! – gritó mientras caminaba hacia el baño.

-Kara: ¡Lo sé!

Después de limpiar la jaula, Alex estuvo jugando con Lexie. Yo aproveché para llamar a Lena.

-Kara: Hola amor.

-Lena: Mi cielo...

-Kara: ¿Estás lista?

-Lena: No.

-Kara: Sé que sí... - dije sonriéndola. – Déjame verte...- Pedí. Lena apartó un poco más su teléfono para que la viese – Mírate, ya pareces una presidenta... Puedes hacerlo, yo estaré aquí, ¿vale?

-Lena: Sí... ¿Y Lexie?

-Kara: Está en el jardín con Alex y Krypto. No quiero que se ponga a llorar o a gritar y te estropee todo.

-Lena: Vale...

En ese momento, escuché a Sarah presentar a Lena.

-Kara: Adelante amor... - dije.

Me quedé mirando la pantalla y lo único que podía ver era a Lena desde una extraña posición. Ella empezó a hablar, pero poco después, empezó a titubear.

-Kara: Amor... - susurré – tranquila.

Lena miró la pantalla y la sonreí. Ella me devolvió la sonrisa y siguió hablando, esta vez con más firmeza. Una hora y cuarto después, Lena cogió el teléfono y se retiró.

-Lena: Lo hice...

-Kara: Claro que sí. Y lo hiciste muy bien.

-Lena: Tengo ganas de volver a casa...

-Kara: Te estaremos esperando. Tened cuidado.

-Lena: Estaré allí antes de cenar.

-Kara: Bien. Te quiero...

-Lena: Y yo a ti.

Después de la llamada, Alex, Lexie y yo fuimos a comer. Luego nos sentamos a ver una película de dibujos con Lexie mientras mis madres llegaban. Cuando llegaron, nos fuimos al jardín para disfrutar de una tarde de piscina.

Lexie se lo pasaba en grande chapoteando con Alex y Krypto, lanzándole una pelota en el agua para que nadase a buscarla.

Después de la tarde de piscina, estaba terminando de bañar a Lexie, cuando escuché la voz de Lena.

-Lena: Hola mi cielo... ¡Mi sol!

-Lexie: ¡Mamá Ena!

-Kara: Hola, amor... - dije besándola.

-Lena: Hueles a cloro... - dijo, arrugando la nariz.

-Kara: Hemos estado jugando en la piscina, ¿verdad cariño?

-Lexie: En la pina, con Kryto y la peota.

-Kara: y con la tía Alex.

-Lexie: Y con tía Ale.

-Lena: Me gusta que os hayáis divertido. ¿Y cuál es la sorpresa que tenías para mí?

-Kara: Pues... ¿Qué te parece si secas y vistes a Lexie mientras yo me ducho para quitarme todo este cloro del cuerpo y luego te lo enseño?

-Lena: Vale.- dijo cogiendo a Lexie y saliendo.

LENA

Llevé a Lexie a su cuarto para secarla y vestirla mientras Kara se duchaba.

Estar todo el día lejos de Kara y Lexie no me había gustado nada. Las había echado muchísimo de menos, y además pasé todo el día con una sensación extraña.

Además, quería haber vuelto a casa nada más terminar mi discurso, pero alguien se empeñó en que tenía que hacerme unas fotos para un periódico y Sarah me dijo que aceptase, ya que eso sería bueno. Y, aunque no me sentí nada cómoda, las fotos quedaron muy bonitas. Incluso pedí una para Kara.

-Lena: ¿Me has echado de menos, mi sol? Porque yo a ti sí, mucho. Y a tu mamá también. – dije mientras terminaba de vestirla.

-Kara: Nosotras a ti también, amor... - dijo abrazándome por detrás y besándome en el cuello - ¿Estás cansada?

-Lena: Un poco, ha sido un día con muchas cosas.

-Kara: Susan está preparando la cena. ¿Sarah y Sam no han venido contigo?

-Lena: No. Querían ir con Alex y Nia.

-Kara: Entiendo...

-Lena: Lexie ya está vestida... - dije, girándome para que Kara la viera. Cuando vi a Kara me quedé mirándola unos segundos. Aún tenía el pelo mojado y su albornoz no le cerraba bien, dejando ver sus pechos.

-Kara: ¿Amor?

-Lena: Perdón – dije bajando la mirada – Es que...

-Kara: ¿Te gusta lo que estás viendo? – preguntó, acariciando mis labios con uno de sus dedos.

-Lena: Sí. Mucho.

-Kara: A mí también... Ese traje te queda muy, pero que muy bien. ¿Por qué no te lo dejas para la cena?

-Lena: ¿Quieres que cene con el traje? Pero... ¿Y si se mancha?

-Kara: Si se mancha, ya lo lavaremos – dijo.

-Lena: Vale...

-Kara: Voy a vestirme... - dijo besándome y alejándose.

-Lena: Tu mamá está un poco rara. ¿Tú sabes qué le pasa? – pregunté, con Lexie aún en brazos. Lexie negó con la cabeza, riéndose. – Creo que estaba insinuándose, ¿Crees que quiere sexo esta noche? Porque si es eso... Tendremos que acostarte pronto.

-Lexie: Onto...

-Lena: Sí. Venga, vamos a ver qué está haciendo Susan de cenar. ¿Hoy qué toca: papilla de frutas o de verduras?

Después de ver que Susan estaba preparando pescado para cenar, y asegurarme de que Krypto tenía su comida y que Birdy y Rainbow estaban tranquilos en su jaula, fui con Lexie al salón. Kara también apareció en ese momento, con un vestido que le quedaba algo ajustado.

-Kara: Lo sé, me queda un poco justo. Pero no podía presentarme a cenar en camiseta y pantalón de pijama cuando tú estás tan elegante.

-Lena: A mí me gustas con camiseta y pantalón de pijama. – dije - ¿Y mi sorpresa? Dijiste que me la enseñarías después de ducharte.

-Kara: Oh, sí... Lexie, ven... - dijo cogiéndola y poniéndola en el suelo, al lado de la mesa.

-Lena: ¿Qué haces?

-Kara: Ahora verás... Lexie, cariño, ponte de pie y ven con mamá.

Lexie miró a Kara.

-Lena: Kara...

-Kara: Espera... Lexie, cielo, ven...

En ese momento, vi cómo Lexie se levantaba y daba un par de pasitos, sujetándose a la mesa.

-Lena: ¡Está aprendiendo a andar! – grité, emocionada - ¡Lexie está dando pasitos!

-Kara: Sí. Lo hizo esta mañana por primera vez, y no pude grabarlo, lo siento.

-Lena: Pero puedo verlo ahora... - dije cogiendo a Lexie antes de que se cayera de culo – Te estás haciendo mayor mi sol...

-Kara: ¿Ves? Te dije que esta sorpresa te gustaría.

-Lena: Sí, sí me ha gustado... - dije sonriéndola.

Después de eso, nos sentamos a cenar y, después de acostar a Lexie, fui a la habitación, donde Kara ya me estaba esperando.

-Kara: Ven aquí, deja que te ayude a quitarte ese traje... - dijo, quitándome la chaqueta y tirándola sobre una silla.

-Lena: ¿Vamos a tener sexo esta noche?

-Kara: ¿Qué? ¿Es que acaso tienes ganas de...?

-Lena: Estoy un poco cansada. Pero antes me pareció que querías tener sexo y si tú quieres...

-Kara: ¿Antes?

-Lena: Si. Estabas insinuándote. ¿Verdad?

-Kara: Me gusta lo rápido que aprendes, amor... - dijo mientras me quitaba la camisa y la tiraba también sobre la silla.

-Lena: Pero con cuidado...

-Kara: Claro que sí, amor... - dijo desabrochando mi pantalón. Miré a Kara y ella me miró fijamente, haciendo que sintiera mucho calor en ese momento.

-Lena: Espera... - dije deteniéndola.

-Kara: ¿Ya no quieres, prefieres dormir?

-Lena: Deja que te ayude a quitarte el vestido. Pareces incómoda con él.

-Kara: Sí, la verdad es que me queda un poco apretado... - dijo.

La ayudé a quitarse el vestido y luego ella me quitó los pantalones, empujándome sobre la cama. Luego me quitó la ropa interior y se quitó la suya. Me miró y se mordió el labio.

-Lena: Eso me gusta...

-Kara: ¿El qué?

-Lena: Cuando te muerdes el labio.

-Kara: Creo que tu amiguito ya está listo... - dijo, masajeando mi miembro y sentándose sobre él cuando estuvo completamente erecto.

-Lena: Con cuidado, mi cielo... - dije.

-Kara: Tranquila amor, me moveré despacio – dijo, empezando a moverse.

La miré mientras ella se movía y me miraba, sonriendo. Dejé que ella tomara el control y se moviera a su ritmo, ya que sabía que así no se haría daño. Cuando me pidió que la tocase, lo hice, acariciándola con suavidad y luego apretando sus pechos con delicadeza. Sabía que eso le gustaba.

Cuando las dos gritamos, llegando al orgasmo (si, ya sabía qué era eso y cómo se llamaba. Y me gustaba), Kara se tumbó a mi lado, jadeando.

-Lena: ¿Estás bien?

-Kara: Muy bien, amor...

-Lena: ¿Quieres hacerlo otra vez?

-Kara: No, estoy bien... Y tú estás cansada.

-Lena: ¿Segura? Puedo hacerlo otra vez. Quiero que estés bien, y satisfecha y...

-Kara: Amor, tú siempre me dejas satisfecha. Lo hagamos una vez, o doce. No importa. – dijo, pegándose a mí, abrazándome y apoyando la cabeza sobre mi pecho. Nos tapé a las dos y puse mi mano sobre el vientre de Kara, cerrando los ojos.

-Lena: Buenas noches, mi cielo. – dije besando su cabeza.

-Kara: Buenas noches, amor...

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