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32- DE VUELTA A CASA

Bueno, os dejo nuevo capítulo. Esta vez he tardado menos, ¿verdad? Ya sabeis, votos, comentarios, teorías, sugerencias.... Quiero veros comentar como locas jajaja. Al final del capítulo os dejaré una recomendación

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"No... Vas a enfadarte mucho conmigo... "

LENA

23 de Diciembre de 2019

Alex me cogió de la mano y me apartó del resto.

-Alex: Lena, tengo que decirte algo y quiero que me escuches atentamente, ¿de acuerdo?

-Lena: ¿Qué le pasa a Kara?

-Alex: Igual deberías sentarte.

-Lena: No quiero sentarme. Quiero que me digas qué pasa con Kara. Has dicho que había algo más. Quiero saberlo.

-Alex: Está bien. Kara... - dijo, llevándose una mano a la cabeza – No sé cómo decir esto.

-Lena: ¡¿Qué le pasa a Kara?! – grité, empezando a ponerme nerviosa. Sarah se acercó.

-Sarah: ¿Qué pasa?

-Lena: A Kara le pasa algo, pero Alex no me lo quiere decir.

-Alex: No es eso. Es que... No sé cómo decírtelo, no sé cómo te lo vas a tomar, Lena.

-Lena: Dímelo.

-Alex: Le han hecho varias pruebas a Kara y... Kara está embarazada.

Miré a Alex durante un par de segundos, en silencio. Luego miré al suelo.

-Lena: ¿Un... Un bebé? – pregunté.

-Alex: Sí. Está de unas... Siete semanas. Pero Lena... Kara va a tener que quedarse aquí unos días en observación. La paliza de Iris ha sido brutal y quieren asegurarse de que todo está bien.

-Sarah: ¿Podría perderlo? ¿Es eso lo que quieres decir?

-Alex: Sí. – dijo mirándome – Lena, ¿entiendes lo que te estoy diciendo?

-Lena: No soy estúpida – dije – Quiero verla.

-Alex: Lena...

-Lena: ¡Quiero verla, quiero estar con ella, no quiero dejarla sola!

-Sarah: Eh, Lena, tranquila... - dijo abrazándome – Podrás verla pronto, tranquila...

-Alex: La subirán a una habitación en un rato. Te avisaré y...

-Lena: La mejor habitación. Ella sola – dije.

-Alex: Me ocuparé de que así sea – dijo alejándose.

-Sarah: Eh, tranquila... - dijo abrazándome aún.

-Lena: Kara va a tener un bebé... - dije - ¿Un bebé... mío?

-Sarah: Eso parece – dijo sonriéndome - ¿Estás contenta?

-Lena: Yo... Kara no quería hermanitos para Lexie todavía. Se va a enfadar conmigo.

-Sarah: No creo que se enfade... - dijo, secándome unas lágrimas que ni yo sabía que estaba derramando – Eh, mírame... Vas a ser mamá, Lena. Deberías estar contenta.

-Lena: Quiero ver a Kara...

-Sarah: Lo harás... Ven, vamos a comer algo mientras esperamos y llamamos a las madres de Kara y a Nia para que vengan, ¿quieres? Ahora que sabemos que está bien, podemos decirles que vengan.

-Lena: Sí...

Sarah y yo volvimos a la sala de espera una hora después. Nia, la señora Grant y la señora Danvers ya estaban allí. Sam les estaba informando por lo que pude escuchar y parecían algo más tranquilas. La señora Danvers tenía a Lexie en brazos. Me acerqué y Lexie estiró los bracitos hacia mí al verme.

-Lena: Hola, mi sol... - dije cogiéndola- Encontré a tu mamá. Pronto podremos verla. ¿Tú quieres verla? Te llevaré conmigo cuando nos dejen pasar, ¿sí?

-Nia: No sé si es buena idea.

-Lena: Kara querrá verla. Y Lexie quiere a su mamá. No quiero que estén separadas más tiempo.

-Nia: Pero es un hospital, Lexie no debería...

-Lena: Kara estará sola en una habitación. La mejor habitación. No habrá peligro para Lexie.

-Cat: Quizás deberías esperar a que Kara esté recuperada para...

-Lena: ¡NO! ¡Lexie va a estar con Kara! – grité.

-Cat: Está bien, tranquila Lena.

-Sarah: Eh, lagartija, tranquila... - dijo acariciando mi mejilla.

En ese momento, Alex apareció.

-Alex: Hola...

-Lena: ¡¿Kara ya está en la habitación?! ¡Quiero verla!

-Eliza: Sí, yo también. Alex, ¿cómo está?

-Alex: Kara ya está en la habitación, Sí. Ahora mismo está dormida. Necesita descansar. Sobre todo si queremos que no pierda al bebé.

-Eliza: ¿Bebé?

-Cat: ¿Está...?

-Alex: Sí... – dijo mirándome – Lo siento, creía que ya se lo habías dicho.

-Lena: Acabo de llegar de la cafetería....

-Alex: Entiendo. Bien. El caso es... que sería mejor que Kara no recibiera visitas hasta que esté algo mejor. No hay que alterarla.

-Lena: Pero yo puedo quedarme con ella, ¿verdad? Dijiste que podía. Dijiste... - empecé a decir, nerviosa.

-Alex: Sí. Podrás quedarte con ella, no te preocupes. He pedido que preparen otra cama para ti.

-Lena: ¿Lexie puede quedarse?

-Alex: No. Será mejor que Lexie se vaya a casa hasta que Kara se recupere un poco.

-Lena: Pero... Es Lexie...

-Alex: Lo sé. Pero Kara necesita estar tranquila. Si Lexie llora, no la dejará descansar, Lena.

-Sarah: Traerán a Lexie en cuanto Kara esté mejor.

-Nia: ¿Cuánto tiempo tendrá que pasar aquí?

-Alex: En principio, van a dejarla aquí tres días. No ha comido en todo este tiempo, sus heridas no parecen graves, pero nos preocupa el bebé. Si Kara recibió algún golpe en el vientre, y por los moratones, todo parece indicar que sí, podría perderlo. Así que esperaremos tres días para ver como evoluciona. Si todo está bien, podría volver a casa este Viernes.

-Nia: Deberíamos prepararle una fiesta. A Kara le encanta la navidad. Seguro que si tenemos todo preparado cuando ella vuelva a casa, se sentirá mejor.

-Eliza: Nadie ha comprado regalos. Con todo esto del secuestro...

-Nia: ¡Pues los compramos en estos días! ¡Si todo es normal cuando Kara vuelva a casa, le irá mejor para su recuperación!

-Cat: Creo que deberíamos hacerlo... - dijo – Que Kara tenga las mejores navidades de su vida para olvidar todo lo que ha pasado estos últimos días.

-Alex: Me parece bien. Lena, deja a Lexie con Cat y ven conmigo. Te llevaré a ver a Kara.

No quería dejar allí a Lexie. Pero no podía llevarla. Se la di a la señora Grant y seguí a Alex. Cuando llegamos a la habitación, Alex me miró antes de abrir la puerta.

-Lena: ¿Qué pasa?

-Alex: Puede que te impresiones un poco cuando la veas. Tranquila, ¿vale? – dijo abriendo.

Entré en la habitación, mirando al suelo y me acerqué a la cama de Kara. Levanté la vista para mirarla, pero no pude aguantar más de dos segundos. En aquél oscuro sótano, no parecía tanto. Kara tenía todo el rostro golpeado. El labio partido, un ojo amoratado, puntos sobre su ceja... No le quedaba ni un centímetro de piel sin golpear. Saqué fuerzas y cogí su mano. Vi que sus muñecas estaban vendadas. Posiblemente las esposas que le pusieron le habían hecho heridas.

Acaricié la mano de Kara en silencio.

-Alex: Lena, ¿estás bien?

-Lena: Está muy golpeada...

-Alex: Lo sé, pero sus golpes se curarán pronto. – dijo acercándose.

Suspiré y miré el vientre de Kara, acercando mi mano y apartándola rápidamente.

-Lena: No...

-Alex: ¿Qué pasa?

-Lena: No quiero hacer daño al bebé.

-Alex: No se lo harás, tranquila... – dijo cogiendo mi mano y dejándola con suavidad sobre el vientre de Kara. Me quedé mirando mi mano en silencio.

-Lena: ¿Puedes... Dejarme con ella a solas?

-Alex: Claro. Si necesitas algo, aprieta ese botón – dijo señalándolo – Kara tardará en despertar, no te asustes. – dijo saliendo.

Cuando me quedé sola con Kara, volví a mirarla. No me gustaba verla así. Aparté mi mano de su vientre y la llevé a su mejilla, acariciándola con mucho cuidado.

-Lena: Mi cielo... - dije en voz baja – Lo siento... Debería haber estado contigo – empecé a llorar – Tenía que cuidarte, y protegerte...

Me senté en el sillón que había junto a la cama, sin soltar la mano de Kara. Aunque no podía mirarla. No podía verla tan lastimada sin sentirme culpable.

No sabía el tiempo que llevaba así, pero ya era de noche y la habitación estaba completamente a oscuras. No quise encender la luz, no quería que molestase a Kara y la despertara. Ella necesitaba dormir, recuperarse. Empecé a acariciar suavemente su brazo, pasando mis dedos con cuidado, cuando de pronto...

-Kara: ¡NO! ¡NO! ¡Quítamelas, por favor, quítamelas! – empezó a gritar. Noté que se movía demasiado- ¡Haré lo que quieras, pero quítamelas de encima, por favor! ¡Me iré contigo! ¡Pero quítamelas y quítame esta venda, está muy oscuro!

-Lena: ¿Kara..? – pregunté.

-Kara: ¡Haré lo que me pidas, por favor!

Me acerqué a encender la luz y vi que Kara estaba sentada en la cama, golpeándose ella sola por todas partes.

-Lena: Kara, mi cielo... - dije acercándome a ella – Soy yo...

-Kara: ¡Quítamelas, por favor, no las soporto!

-Lena: Kara... - dije sin saber qué hacer. Entonces recordé el botón que Alex me dijo que apretara si necesitaba ayuda. Lo apreté y esperé. Una enfermera vino y sujetó a Kara por los brazos mientras ella seguía gritando. Cuando consiguieron calmarla, Kara me miró - ¿Lena...?

-Lena: Sí...- dije acercándome. Cogí el rostro de Kara entre mis manos y empecé a contar hasta cinco, por si ella quería apartarse. Entonces la besé – No pasa nada...

-Kara: Las arañas...

-Enfermera: No hay arañas aquí. ¿Crees que podrás tranquilizarte? No podemos darte nada por el bebé.

-Kara: ¿Bebé...?- preguntó, aún nerviosa.

-Lena: Tranquila... Intenta dormir – dije – Yo... Me encargo.

-Enfermera: Está bien – dijo saliendo y apagando la luz.

-Kara: ¡NO! ¡La luz!- Dijo, empezando a temblar. Me acerqué a encenderla rápidamente y luego volví con Kara.-No la apagues, no apagues la luz... - dijo sujetándome con fuerza.

-Lena: No lo haré...

-Kara: ¿De verdad eres tú?

-Lena: Sí. Estás en el hospital, y necesitas descansar. Duerme otro poco y mañana hablamos. Yo estaré a tu lado.

-Kara: ¿Lo prometes?

-Lena: Lo prometo.

-Kara: ¡Lexie! – Gritó de pronto - ¿Dónde está Lexie?! ¡Iris dijo que la tenían, dijo que...!

-Lena: Lexie está con tus madres, y con Nia, con Sarah... Está bien. Pero te echa de menos.

-Kara: Quiero verla... Lena, por favor.

-Lena: No me dejan traerla hasta que te recuperes un poco.

-Kara: ¡Quiero verla, Lena!

-Lena: Tranquila, mi cielo... - dije cogiendo su mano y acariciándola hasta que se calmó un poco. – No puedo traerla, pero puedo... - dije sacando mi teléfono y marcando el número de Sarah para iniciar una video llamada.

-Sarah: ¿Lena...? ¿Pasa algo, Kara está bien?

-Lena: Quiere ver a Lexie. ¿Estás en la casa?

-Sarah: Sí... - dijo. Entonces se sentó al lado de Nia, que jugaba con Lexie – Mira Lexie, tu mamá quiere verte.

Puse el teléfono frente a Kara para que pudiera ver a Lexie.

-Kara: Hola, mi vida... - dijo llorando- ¿Estás bien?

-Lexie: Ma... má.

-Kara: Hola... ¿No deberías estar durmiendo, bichito?

-Sarah: Te echa de menos... Como todos... - dijo moviendo el móvil para que Kara pudiera ver a todo el mundo.

-Lena: Kara volverá pronto a casa... - dije, mientras Sarah volvía a enfocar a Lexie que tenía uno de los dinosaurios de peluche en la mano.

-Kara: Lexie... Cariño... Pórtate bien, ¿vale? Acostarla, es muy tarde. Si no se duerme, cantarle algo. Le gusta que le canten...

-Sarah: Claro... Esperamos poder verte pronto en casa.

Dejé que Kara viera a Lexie un par de minutos más y luego colgué.

-Lena: Tienes... Que descansar – dije, sin mirarla.

-Kara: Amor... ¿Estás bien?

-Lena: No... Vas a enfadarte mucho conmigo... - dije.

-Kara: ¿Por qué? – dijo mirándome – Lena, cariño, sé que hiciste todo lo que pudiste por encontrarme enseguida. No voy a enfadarme porque hayas tardado un poquito más de lo que esperaba – dijo.

-Lena: No es... Por eso.

-Kara: ¿Entonces?

-Lena: Ahora no. Tienes que descansar y...

-Kara: Lena, por favor. No puedo dormir ahora y... - dijo, moviéndose un poco y haciendo un gesto de dolor.

-Lena: ¿Te duele?

-Kara: Sólo cuando respiro... - dijo mirándome.

-Lena: Entonces...

-Kara: Es una broma, cielo. Me duele, pero es soportable. ¿Y sabes por qué? Porque estoy contigo...

-Lena: ¿Tienes hambre? Puedo... Puedo pedir que...

-Kara: Lena, por favor... Dime... ¿Por qué voy a enfadarme?

-Lena: Porque... Tú... No querías hermanitos para Lexie todavía y... Vas a tener un bebé y...

-Kara: Espera, espera... ¿Me estás diciendo que...? ¿Qué estoy... embarazada?

-Lena: Sí.... – dije, notando cómo me caían un par de lágrimas – Lo siento... Yo... No sé qué pasó, no sé... Tú no quieres todavía y... - dije, apartándome de Kara y empezando a caminar de un lado a otro de la habitación.

-Kara: Lena... Lena, ven aquí... ¡Yo no puedo levantarme, ven aquí! – gritó. Me acerqué y ella puso su mano en mi mejilla. – Tranquila...

-Lena: ¿Estás muy... enfadada?

-Kara: Bueno, es cierto que esto no entraba en mis planes aún, pero... Amor, es nuestro bebé. ¿Cómo voy a enfadarme?

-Lena: Pero yo...

-Kara: No pasa nada... Todo está bien.

-Lena: ¿Está bien?

-Kara: Sí... - dijo sonriéndome.

-Lena: Tienes que dormir...

-Kara: Está bien... Pero no apagues la luz, por favor.

-Lena: No lo haré. Uno... Dos...

-Kara: ¿Qué haces, amor?

-Lena: Cuento hasta cinco...

-Kara: ¿Para qué?

-Lena: Para besarte.

-Kara: Hace mucho que no cuentas para besarme, amor.

-Lena: Lo sé... Pero no sé si tú quieres y... No quiero hacerte daño. Tu cara...

-Kara: No me harás daño... - dijo mirándome.

Me acerqué y la besé con mucho cuidado. Luego me aparté y miré sus ojos. Aunque sólo podía ver uno. El otro estaba muy hinchado y lo tenía cerrado.

-Lena: La policía vendrá mañana a hacerte preguntas. Será mejor que duermas todo lo que puedas ahora.

-Kara: Está bien... - Dijo cogiendo mi mano - ¿Te quedas conmigo?

-Lena: No voy a irme, mi cielo...

KARA

24 de Diciembre de 2019

La luz del sol me molestó y abrí los ojos. Giré la cabeza y vi a Lena tumbada en una cama al lado de la mía. Me quedé observándola durante algunos minutos, en silencio. Después me levanté sin hacer ruido y fui al baño. Al entrar, vi mi reflejo en el espejo y me quedé mirándolo, en silencio. Llevé mi mano hasta mi ojo, que estaba cerrado. Tenía toda la cara amoratada. Luego vi mis muñecas vendadas, los moratones en los brazos...

En ese momento, todo lo ocurrido los últimos días volvió a mi cabeza. Aquél lugar, diminuto, oscuro... De pronto noté como si las paredes del baño empezasen a encogerse y empecé a ponerme nerviosa. Retrocedí, tirando una pequeña bandeja metálica al suelo. Eso me hizo dar un brinco. Era el mismo sonido que hacía la bandeja que Iris tiraba cada día al suelo para dejarme sin comer. No podía ver nada, pero lo escuchaba todo. Empecé a llorar y me senté en el suelo, rodeando mis piernas con mis brazos.

Poco después vi unos pies frente a mí. Y después... Unos preciosos ojos verdes que me miraban con preocupación.

-Lena: Mi cielo... - dijo - ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?

-Kara: Lena... por favor, abrázame... – dije abrazándola con fuerza.

-Lena: Tran... Tranquila... - dijo, acariciando mi pelo. La noté algo nerviosa, y me aparté.

-Kara: Lo siento... No te gusta que te abracen... Así... Yo...

-Lena: Pero lo necesitas... - dijo sentándose a mi lado. Me acurruqué contra ella, apoyando mi cabeza sobre su hombro mientras ella me abrazaba - ¿Qué ha pasado?

-Kara: Yo... El baño es... Demasiado pequeño. Y... Sentí que... Las paredes se me echaban encima, y me asusté. Golpeé la bandeja – dije señalándola- y me asusté más. Yo... Iris siempre tiraba la bandeja de la comida al suelo y el ruido... No podía ver nada, siempre estaba oscuro... Y el lugar era pequeño y...

-Lena: No pasa nada, mi cielo...

-Kara: Iris... - dije, apartándome de pronto y mirando a Lena- ¿La han encontrado? ¿Y a Winn?

-Lena: Sí. No volverán a hacerte daño.

-Kara: ¿Los han detenido?

-Lena: No. Están muertos – dijo.

-Kara: ¿Qué...? ¿Cómo que...? ¿Los dos?

-Lena: Será mejor que... Hablemos de esto cuando estés mejor y...

-Kara: No. Quiero hablarlo ahora, por favor, Lena. ¿Qué pasó?

-Lena: Encontramos a Winn y... nos dijo que había matado a Iris por accidente. Y luego... Se...

-Kara: ¿Qué...?

-Lena: Se disparó en... la cabeza...

-Kara: ¿Se suicidó?

-Lena: Sí.

-Kara: ¿Por qué?

-Lena: Parecía... Sentirse mal por... Por lo que te había pasado a ti. Antes de dispararse nos dijo que sólo quería asustarte. Que estabas en la isla y que necesitabas un médico.

-Kara: Oh dios... - dije acurrucándome de nuevo sobre ella, llorando. No sabía bien si de alivio, o de lástima por Winn. En el fondo, él nunca me trató mal. Fue Iris la que me dejó sin comer, la que colocó esas arañas y la que me golpeó. Winn sólo quería que le hablara.

-Lena: Llora... - dijo apretándome contra ella con fuerza.

No sé el tiempo que estuve llorando entre los brazos de Lena. Pero me sentía agotada y los ojos se me empezaban a cerrar.

-Lena: Mi cielo... Levanta, ve a la cama – dijo con suavidad – En el suelo... Vas a coger frío y eso no es bueno... Para el bebé.

¿Bebé? Miré a Lena de nuevo.

-Kara: El... El bebé... - dije, llevando mi mano a mi vientre.

-Lena: Nuestro... Bebé – dijo poniendo su mano sobre la mía y sonriéndome. Después se levantó y me ayudó a levantarme a mí. Me tumbé en la cama y Lena me tapó.- ¿Estás... mejor?

-Kara: Entonces... ¿Vamos a tener un bebé?

-Lena: Si, ayer...

-Kara: Ayer creo que no era del todo consciente de las cosas, Lena. – dije mirándola. Su rostro cambió por completo.

-Lena: Entonces... ¿Vas a enfadarte conmigo por...?

-Kara: No, amor... - dije cogiendo su mano – No voy a enfadarme contigo, pero es que... ¿El bebé está bien?

-Lena: Alex vino a verte de madrugada y dijo que sí, pero que necesitabas descansar. Y te quedarás aquí unos dos o tres días más. Para asegurarse de que todo... está bien.

Sonreí a Lena.

-Kara: ¿Tú estás contenta?

-Lena: Yo... No lo sé... Asustada.

-Kara: ¿Por qué?

-Lena: Porque... Yo no soy como tú. O como las demás mamás, yo soy...

-Kara: No amor, no eres como las demás – dije acariciando su mejilla – Eres mejor, eres especial.

-Lena: No sé nada de bebés.

-Kara: Aprenderás. Además, Lexie te adora, sabes cómo tratarla.

-Lena: Pero un bebé...

-Kara: Aprenderás.

27 de Diciembre de 2019

Los días en el hospital se me hacían eternos. Apenas había recibido visitas. Sólo Lena, Alex y mis madres habían ido a verme. Y no más de quince minutos cada una por día. Según Alex y los médicos, para que yo pudiera descansar y recuperarme más rápidamente para poder recibir el alta.

Durante el día era fácil, pero por las noches, no tanto. Tenía pesadillas. Horribles pesadillas con Iris, arañas...

Me despertaba gritando, muy alterada. Entonces Lena se sentaba a mi lado y me abrazaba fuerte hasta que me tranquilizaba y me quedaba de nuevo dormida entre sus brazos, relajada con sus caricias y sus susurros.

Abrí los ojos y vi a Lena en la puerta, hablando con alguien.

-Kara: ¿Amor...?

-Lena: Mi cielo... ¿Te hemos despertado? – preguntó, acercándose. Apartó el pelo de mi rostro y me besó en la frente.

-Kara: No...

-Lena: La doctora ha venido a verte.

Vi entrar a una mujer morena, a la que reconocí enseguida. Era amiga de Alex, habían estudiado juntas en la universidad.

-Doctora: Hola Kara... ¿Te acuerdas de mí?

-Kara: Sí... Eres Diana.

-Diana: Sí... - dijo sonriéndome – Hacía mucho que no te veía.

-Lena: Va a ser tu nueva doctora.

-Diana: Voy a ocuparme de tu embarazo. Alex me pidió que yo me encargara. Volví anoche de una convención y por eso no he podido venir a verte antes. ¿Estás de acuerdo? Alex me ha contado lo que te ha pasado. Y ella pensó que quizás estarías más cómoda con alguien conocido.

-Kara: Sí, claro – dije mirando a Lena.

-Diana: Ella también está de acuerdo.

-Lena: Alex me llamó y... Dijo que ella era la mejor. Y yo quiero lo mejor para ti.

-Kara: Vale... - dije sonriendo a Lena mientras Diana miraba unos papeles que tenía en la mano.

-Diana: Después de las pruebas que te realizaron ayer, veo que todo está bien, así que puedes irte a casa. Pero no quiero que hagas muchos esfuerzos. Al menos durante un par de semanas. ¿de acuerdo?

-Kara: ¿Puedes concretar qué puedo y no puedo hacer? Lena se lo toma todo al pie de la letra.

-Diana: Nada de peso, deporte, o sexo. Al menos hasta que vuelva a verte que será... El día diez de Enero.

-Kara: Vale.

-Diana: Pero sí puedes pasear, o nadar si quieres. Puedes hacer todo lo que quieras, menos las tres cosas que te he dicho antes, o cualquier otra que pueda poner en peligro a tu bebé. Parece que todo está bien, pero para asegurarme del todo quiero que hagas lo que te he dicho. ¿Sí?

-Kara: Sí.

-Diana: Bien, te traeré los papeles del alta en unos veinte minutos. Ahora vendrán a quitarte esas cosas, te harán una última cura de tus heridas y podrás irte a casa. – dijo caminando hacia la puerta y volviéndose antes de salir – Por cierto, Alex me ha dicho que ella se ocupará de ir a hacerte las curas a tu casa, así que no tendrás que venir aquí para eso. Te daré mi teléfono junto con los papeles. Si necesitas cualquier cosa, no dudes en llamarme. A cualquier hora, ¿vale?

-Kara: Claro...

-Diana: Bien... Te veo en un rato. – dijo saliendo.

Lena me miró y se acercó.

-Lena: Te vas a casa...

-Kara: Lo sé. ¿Puedes pedirle a Alex que venga a buscarnos?

-Lena: Claro.

-Kara: Gracias amor.

Una hora después, ya estaba preparada, pero aún con el pijama del hospital, mientras Lena había ido a terminar de firmar unos papeles. Alex entraba en la habitación.

-Alex: Perdón por tardar. Me pillaste algo ocupada con Sam.

-Kara: No quiero detalles... - dije sonriéndola.

-Alex: ¿Lista para volver a casa?

-Kara: Sí...

-Alex: Te he traído ropa limpia.

-Kara: Gracias, voy a vestirme... - dije cogiendo la bolsa y entrando al baño. Aunque salí rápidamente.

-Alex: ¿Va todo bien?

-Kara: Yo... Prefiero vestirme aquí. Ahí casi no me puedo mover.

-Alex: ¿Necesitas ayuda?

-Kara: No...

-Alex: ¿Y Lena?

-Kara: Ha ido a firmar unos papeles. Está aquí al lado. – dije, mientras intentaba ponerme el pantalón de chándal que me había traído Alex. Pero me dolía todo el cuerpo.

-Alex: Deja que te ayude... - dijo agachándose y ayudándome a meter los pies por los agujeros del pantalón – Te traje esto porque pensé que te sería más cómodo.

-Kara: Gracias. – dije mientras me ayudaba a subirlos.

-Alex: ¿Estás bien?

-Kara: Lo estaré cuando vea a Lexie.

-Alex: Deja que te ayude con la parte de arriba...

-Kara: Gracias.

Justo cuando terminé de cambiarme, Lena entró en el cuarto.

-Lena: Ya podemos irnos... -dijo.

-Alex: Yo llevo la bolsa.

Lena cogió mi mano y empezó a caminar conmigo, despacio. Llegamos al ascensor y Alex lo llamó. Esperamos hasta que las puertas se abrieron y Lena entró. Yo solté su mano y me quedé mirando al ascensor.

-Lena: ¿Kara?

-Kara: Yo...

-Lena: ¿No entras?

-Alex: ¿Sabes? Creo que será mejor que vayamos por las escaleras – dijo, cogiéndome del brazo – Kara lleva varios días sin moverse apenas y le irá bien un poco de ejercicio. ¿Verdad?

-Kara: ¿Qué...? – pregunté, intentando controlar el temblor que tenía en las piernas.

-Alex: Que te irá bien bajar las escaleras para desentumecer las piernas. Vamos.

-Kara: Ah, sí... ¿Te importa, amor? – pregunté, mirando a Lena. Aunque me dolía la pierna derecha y cojeaba un poco, la idea de Alex me pareció bien.

-Lena: No. Vamos – dijo saliendo del ascensor y cogiendo mi mano de nuevo - ¿Estás bien?

-Kara: Sí... - dije, siguiendo a Alex hacia las escaleras.

Una vez abajo, subimos al coche. Lena montó atrás conmigo y yo me acurruqué entre sus brazos.

-Lena: ¿Seguro que estás bien?

-Kara: Sí... Sólo... Abrázame, ¿vale? Por favor.

-Lena: Claro.

Cuando llegamos a casa, volví a coger la mano de Lena. No quería apartarme de ella, necesitaba sentirla en todo momento. Había tenido pesadillas con la imagen de Lena con un disparo en la cabeza, muerta. Necesitaba tocarla para saber que era real, que no estaba soñando y que estaba a mi lado.

Alex llamó al timbre y Eliza me abrió, abrazándome.

-Eliza: Kara, cariño... ¿Cómo estás?

-Kara: Tenía ganas de volver a casa... ¿Dónde está Lexie? Quiero verla.

-Eliza: Dentro, con Cat.

Entramos y vi que la casa había sido decorada para la navidad.

-Kara: Habéis decorado la casa.

-Eliza: Es tu fiesta favorita, cielo. Y tienes que disfrutarla.

-Kara: Gracias... Pero... Yo no he podido compraros ningún regalo.

-Eliza: Kara, cielo... - dijo deteniéndose y cogiendo mi rostro entre sus manos – Tenerte aquí, es el mejor regalo que podíamos tener. Vamos...

La seguí hasta el salón, sin soltar a Lena. Alex venía detrás de nosotras.

-Todos: ¡Sorpresa! – gritaron.

Di un brinco al escuchar el grito y apreté la mano de Lena con fuerza, pegándome más a ella. Miré alrededor y vi a todos allí reunidos: Cat, Nia, Sarah, Sam, Oliver, Barry... Incluso el padre y el hermano de Lena estaban allí. Todos estaban allí. Todos, menos mi padre.

-Alex: ¿Estás bien?

-Kara: Sí, es sólo que... No importa.

-Alex: ¿Qué pasa?

-Kara: Esperaba ver a papá. Nada más... - dije, intentando no llorar. Entonces vi que empezaban a acercarse para saludarme, pero yo solté la mano de Lena y fui directamente hacia Cat, que tenía a Lexie en brazos. Sin decir nada, cogí a Lexie y la apreté con fuerza contra mí, empezando a llorar – Lexie...

-Alex: Esperad... - dijo – dejadla un momento.

Lexie me miró y sonrió.

-Lexie: Ma... má...

-Kara: Sí... Mamá está aquí, cariño – dije empezando a besarla por toda la cara. Lexie empezó a reírse. Me senté con ella en el sofá y la tumbé en él, haciéndole cosquillas. En ese momento me olvidé de todo. Sólo podía ver a mi hija, riéndose, mirándome con sus ojos muy abiertos y estirando sus bracitos hacia mí. Volví a cogerla y de nuevo la apreté contra mí, besando su cabecita. Ella se apartó un poco, señalando algo en el sofá. Eran los peluches de Dinosaurios. Senté a Lexie en el sofá y cogí el peluche, acercándolo a ella - ¿Quieres que el dinosaurio te coma? ¿Sí...? Apoyé el morro del peluche sobre la tripita de Lexie y ella soltó una carcajada, intentando apartarlo. Seguí así un poco más hasta que Lexie cogió otro de los peluches y me lo tiró a la cara. –Oye, que así no comen.... – dije riéndome.

Miré a Lena y vi que nos hizo una foto. Luego me sonrió antes de bajar la mirada.

En ese momento, noté que alguien se sentaba a mi lado.

-Eliza: Te ha echado mucho de menos...

-Kara: Y yo a ella... Iris me dijo que... La tenía Lillian y...

-Sarah: Nadie que no fuera de tu familia se ha acercado a Lexie. – dijo, acercándose y agachándose frente a mí – Jamás habríamos dejado que le hicieran daño.

-Sam: Pero Lexie no es la única que te ha echado de menos. Tus madres, Nia...

De pronto empezaron a rodearme. Miré a todo el mundo y noté que empezaba a faltarme el aire.

-Cat: Kara, cielo... ¿estás bien?

-Alex: Kara...

-Nia: Ya estás en casa, estás a salvo. Podrás pasar el resto de las navidades con tu familia y...

-Kara: Demasiada gente... - dije.

-Eliza: ¿Qué...?

-Kara: Demasiada gente... - repetí, llevándome la mano al pecho.

-Alex: Kara... Vale, apartaos, dejadle espacio, creo que la estamos agobiando demasiado.

-Cat: Pero...

-Alex: Alejaos un poco... - dijo, poniendo su mano en mi mejilla – Kara, mírame... Vamos, Mírame... tranquila. Céntrate en mí, ¿vale? En mí...

-Kara: Alex... No tengo espacio para....

-Alex: Sí, tienes mucho espacio, Kara. Mírame. No estás en ese lugar, estás en casa, ¿vale? Sam, cariño, por favor, lleva a todo el mundo a la cocina un momento.

-Sam: Claro...

-Eliza: Alex, ¿Qué...?

-Alex: Tiene un ataque de ansiedad. No quiero que haya aquí nadie más que Kara, Lena, Lexie y yo. Vamos.

-Nia: ¿Puedo quedarme? Tal vez pueda ayudarla. Sabes que estudio psicología y...

-Alex: Sí, vale. Lena, ven... Quédate con ella – dijo apartándose y poniéndose de pie, mientras Lena cogía mi mano. – Los demás id a la cocina un momento. O mejor aún... Marcharos a casa. Kara necesita estar tranquila, ha pasado por algo horrible y lo que menos necesita es que la agobien.

-Cat: Pero somos su familia, sus amigos...

-Alex: Sí, lo sé. Pero esto ha sido demasiado de golpe para ella. Creo que Kara ha podido desarrollar algún tipo de fobia o miedo a los lugares pequeños.

-Nia: ¿Claustrofobia?

-Alex: Sí. No se atrevió a entrar en el ascensor del hospital, tampoco al baño de la habitación. Y en el coche, estuvo todo el rato pegada a Lena. Cuando la habéis rodeado reduciendo su espacio, ha empezado a agobiarse. Será mejor que le deis un poco de tiempo antes de empezar a acercaros tanto a ella, ¿de acuerdo?

-Eliza: Está bien... Kara, cariño, volveremos mañana, ¿vale? Pero te llamaremos esta noche para ver cómo sigues.

Podía escuchar todo lo que Alex les decía, y lo que me decían a mí, pero era incapaz de responder. Intenté centrarme en Lena, en su mano acariciando la mía.

-Lena: Mi cielo...

Escuché la puerta poco después. Lena se apartó de mí y Nia ocupó su lugar, haciendo que la mirase.

-Nia: Kara, mírame... Tranquila, ya se han ido. ¿vale?

Escuchaba la voz de Lena algo lejana, pidiendo a alguien que se fuera y que volvieran cuando ella les avisara.

-Kara: Nia...

-Nia: Ya está. Sólo estamos Lena, Lexie, Alex y yo contigo ¿vale? Mira, hay mucho espacio.

Miré a mi alrededor y empecé a tranquilizarme. Luego miré a Lexie, que me miraba curiosa, tocando con su dedito mi cara.

-Lexie: ¿Ma...?

-Kara: Dime, cariño... - dije.

-Alex: Kara... ¿Te apetece darte una ducha? Tal vez eso te relaje un poco.

-Kara: Sí... - dije cogiendo a Lexie y llevándola conmigo al baño. Noté que Lena, Alex y Nia me seguían. Me quedé parada en la puerta, mirando el interior.

-Nia: ¿Todo bien?

-Kara: Sí... - dije entrando y acercándome a la bañera. Le puse el tapón y empecé a llenarla – Lexie y yo vamos a darnos un baño, ¿verdad, cariño?

-Lena: ¿Con los patitos?

-Kara: Sí, con los patitos.

-Nia: ¿Quieres que Lena se quede con vosotras? Alex y yo esperaremos fuera.

-Kara: Sí – dije.

-Alex: Si necesitas algo, avisa.

-Kara: Vale.

LENA

27 de Diciembre de 2019

Cuando Alex se fue, miré a Kara, que estaba sentada junto a la bañera mientras se llenaba.

-Lena: ¿Te ayudo?

-Kara: ¿Puedes ir quitándole la ropa a Lexie mientras yo me quito la mía?

-Lena: Sí... - dije, sentándome en un taburete y poniendo a Lexie sobre mis piernas, empezando a quitarle la ropita. Le quité la camiseta y miré a Kara, que estaba haciendo lo mismo. Cuando vi su cuerpo lleno de moratones, sentí ganas de llorar. Agaché la cabeza, volviendo a centrarme en Lexie.

-Kara: ¿Ya está? – preguntó poco después - ¿Lena?

-Lena: ¿Qué?

-Kara: Lexie... ¿Ya está?

-Lena: Sí... Sí, ya está. Ve metiéndote en el agua.

-Kara: ¿Estás bien, amor?

-Lena: No. Tu... Tienes muchos golpes y...

-Kara: Apenas me duelen... - dijo, haciendo que la mirase.

-Lena: ¿Ninguno?

-Kara: Ninguno... Me meto en la bañera y me das a Lexie, ¿vale?

-Lena: Sí... ¿Puedes... meterte tú sola?

-Kara: Sí. – dijo metiéndose y sentándose. - ¿Me la pasas?

Metí a Lexie en la bañera y Kara la cogió, poniéndola sobre sus piernas. Después saqué los patitos de Lexie y los puse en el agua, mirando cómo los golpeaba y los hundía. No entendía por qué ese empeño en querer ahogarlos.

-Kara: Amor... ¿No quieres meterte con nosotras?

-Lena: No, yo mejor... Me quedo aquí – dije.

La bañera era lo bastante grande para las tres, era casi como una especie de mini piscina o jacuzzi. Kara podía estar metida dentro sin sentirse agobiada o atrapada. Pero si yo me metía, el espacio se reduciría, y por el comportamiento que pude observar en Kara y Alex desde que salimos del hospital, Kara no se sentía cómoda en espacios pequeños. Lo entendí aún mejor cuando Alex lo confirmó, diciendo que Kara podría haber desarrollado una claustrofobia por el lugar donde estuvo encerrada.

Kara y Lexie estuvieron jugando un buen rato en la bañera, hasta que empezaron a arrugarse y el agua se quedó fría.

-Kara: Lena, amor, estás muy callada.

-Lena: No quiero molestaros...

-Kara: No molestas... ¿Puedes ir secando a Lexie?

-Lena: Sí... - dije cogiendo una toalla para envolverla. La saqué de la bañera y empecé a secarla, mientras Kara se ponía en pie con algo de dificultad - ¿Te ayudo?

-Kara: Sí... Pero primero seca a Lexie.

Sequé a Lexie y tendí la toalla en el suelo, dejando a Lexie encima para poder ayudar a Kara. Cuando Kara salió, la ayudé a ponerse su albornoz.

-Lena: ¿Estás bien?

-Kara: Sí. Gracias, amor... - dijo cogiendo mi rostro entre sus manos y besándome. Después bostezó.

-Lena: ¿Estás cansada?

-Kara: Un poco...

-Lena: Ve a vestirte y túmbate un rato. Yo me ocupo de Lexie.

-Kara: No, quiero hacerlo yo... -dijo.

-Lena: Estás cansada.

-Kara: Lena, llevo días sin verla, por favor. Quiero estar todo lo que pueda con ella.

-Lena: Vale, ven, la vestimos juntas – dije cogiendo a Lexie y caminando con ella hasta la habitación. La dejé sobre la cama y Kara se sentó a su lado, acariciando su cabecita- ¿Qué le pongo?

-Kara: Algo cómodo...

-Lena: ¿Un pijama?

-Kara: Sí.

-Lena: ¿Tú también quieres uno?

-Kara: Sí...

En ese momento, llamaron a la puerta del cuarto y Alex entró.

-Alex: Perdón. Sólo quería saber si iba todo bien. Estabais tardando mucho.

-Lena: Kara y Lexie se estaban divirtiendo con los patitos y no querían salir del agua.

-Alex: Dejaré que te vistas. ¿Quieres comer algo?

-Kara: No.

-Alex: Pues deberías. Por el bebé. ¿Pasa algo?

-Kara: No, es sólo que... Me olvidé.

-Alex: ¿Te has olvidado de que estás embarazada?

-Kara: Sí, yo... Sólo podía pensar en Lexie y... - dijo, mirándome y mirando de nuevo a Alex - ¿Un Sándwich?

-Alex: Bien... - dijo sonriéndola y saliendo.

Miré a Kara y empecé a jugar con mis manos, nerviosa.

-Lena: Kara...

-Kara: ¿Sí?

-Lena: ¿Tú... Lo quieres?

-Kara: ¿El qué?

-Lena: El bebé. ¿Lo quieres?

-Kara: Claro que sí, amor, ¿por qué lo preguntas?

-Lena: No lo sé, no pareces... Contenta.

-Kara: No es eso. Es sólo que... Lena, han sido unos días horribles, estoy cansada, tengo la cabeza en otro sitio y... -Me miró - ¿Tú lo quieres?

-Lena: Sí, yo... Quiero otra Kara, así, pequeñita, con tus ojos y tu sonrisa...

-Kara: ¿Y si es como tú?

-Lena: ¿Cómo yo...? ¿Te refieres a... que tenga... Pene o... Asperger? ¿Sería... Sería un problema para ti?

-Kara: ¡No! Me refería a que tuviera tu pelo, tus ojos, tu sonrisa. Una mini Lena. Y no, no sería un problema para mí que tuviera alguna de esas dos cosas. Sería tan especial como su mamá.

-Lena: Quiero que sea como tú... - dije, cogiendo los pijamas de Lexie y Kara y acercándome ala cama.

Primero vestí a Lexie y luego ayudé a Kara. Dejé que se apoyase en mí mientras le ponía el pantalón. Estaba terminando de ponerse la camiseta cuando llamaron de nuevo al a puerta. Esta vez fue Nia quien entró.

-Nia: Alex ha tenido que irse, la han llamado por una urgencia. Me dijo que te trajera esto... - dijo, dejando una bandeja con un sándwich y un poco de zumo de naranja.

-Kara: Gracias...

-Nia: Si necesitas algo, estaré fuera.

-Kara: Nia... Vete a casa. Supongo que estos días apenas habréis dormido y no quiero que nadie enferme por mi culpa.

-Nia: Me quedaré aquí.

-Kara: No. Lena está conmigo. Ahora mismo sólo quiero... Estar con ella y con Lexie, no te enfades. Es sólo que...

-Nia: Lo entiendo... – dijo acercándose y besando a Kara en la frente.- Si necesitas algo, llámame. A la hora que sea, ¿vale? – dijo saliendo.

Cuando se fue, Kara se comió el Sándwich y se tomó el zumo. Luego se tumbó en la cama con Lexie y las dos se quedaron dormidas. Las tapé con una manta, bajé la persiana y apagué la luz para que durmieran más cómodas.

Fui al salón y encendí mi ordenador. Entré en la página de una librería y empecé a mirar libros sobre embarazos y bebés. Quería saber todo sobre el tema, para poder ayudar a Kara si lo necesitaba.

Luego estuve viendo un rato la televisión hasta que escuché un fuerte grito. Fui corriendo al cuarto y encendí la luz. Kara estaba sentada en la cama, aterrada. Fui hasta ella.

-Lena: ¿Kara?

-Kara: ¡La luz! ¡¿Por qué la apagaste?!

-Lena: Estabais dormidas. No quería que os despertarais... - dije, mientras Lexie lloraba, asustada.

-Kara: ¡No vuelvas a apagarla, ¿Me oyes?! ¡No vuelvas a...! – Agaché la cabeza, mirando al suelo. No sabía que había hecho mal. Entonces Kara me miró, se levantó y se acercó a mí- Lo siento... - dijo cogiendo mi rostro entre sus manos y mirándome fijamente a los ojos. Estaba asustada, podía verlo en su mirada – Lo siento, amor, perdóname. Es.... Por favor, no vuelvas a apagar la luz. No quiero estar a oscuras, no quiero... Siento haberte gritado así...

-Lena: No importa... - dije mirando a Lexie – La has asustado...

-Kara: Mierda... Lo siento, cariño... - dijo cogiéndola en brazos y apretándola contra ella.

-Lena: ¿Tienes hambre? Es casi la hora de cenar.

-Kara: Sí...

-Lena: ¿Quieres que... te prepare algo?

-Kara: Claro...

-Lena: ¿Estás más tranquila?

-Kara: Sí... - dijo con Lexie aún en brazos.

-Lena: Vengo en un rato – dije saliendo. Volví veinte minutos después, con una bandeja con una ensalada de frutas y un vaso de leche. Pero Kara había vuelto a quedarse dormida. Dejé la bandeja cerca por si se despertaba más tarde con hambre y salí del cuarto para cenar algo yo también. Después, volví y me tumbé al lado de Kara, mirándolas dormir a ella y a Lexie. Llevé a Lexie a su cuna un rato después y volví a meterme en la cama. Cogí la mano de Kara y me quedé dormida yo también.

Me despertó un grito horrible y miré el reloj. Las dos de la mañana. Kara estaba sentada en la cama, temblando, con las piernas pegadas a su pecho y sus brazos rodeándolas.

-Lena: ¿Mi cielo? – pregunté.

-Kara: No... ¡Déjame!

-Lena: No apagué la luz esta vez, está encendida... - dije, confusa – Kara... Ven... - intenté abrazarla.

-Kara: No... No puedo moverme...

-Lena: ¿Has tenido una pesadilla? Kara... - dije, cogiendo su rostro entre mis manos y haciendo que me mirase, igual que había hecho Alex cuando había tanta gente en casa – Mi cielo, mírame... Soy yo...

-Kara: Lena...

-Lena: Sí.

-Kara: Amor... - dijo abrazándome.

-Lena: ¿Qué has soñado?

-Kara: Arañas... Cientos de ellas... Estaban por todas partes...

-Lena: No hay arañas... - dije mirando por todas partes sin poder soltarme del abrazo de Kara.

-Kara: Había muchas... Miles...

-Lena: Aquí no hay arañas... - dije, consiguiendo apartarme y acariciando su pelo – Tranquila...

Me senté a su lado y la abracé, dejando que apoyase su cabeza en mi pecho.

-Kara: Lo siento... He vuelto a asustarte.

-Lena: No pasa nada... - dije cogiendo su mano. – Intenta dormir... Estoy contigo.

Dos horas después, Kara aún seguía temblando y no se dormía. Me levanté para ir al baño y llamé a Alex para preguntarle si podía darle algo para que durmiera y me dijo que no era aconsejable por el bebé. Así que me quedé toda la noche abrazando a Kara, hasta que, casi a las siete de la mañana, Kara se quedó dormida.


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Bueno, como sé que os gusta el drama tanto como a mí, os dejo la historia de una amiga. Es su primera historia, y necesita gente que le de votitos y le comente para animarla a seguir escribiendo, ¿me ayudais?

Además, la historia es genial, os va a encantar.  Y actualiza todas las semanas.

La escritora es

speechless31

y el enlace a su historia es este

https://www.wattpad.com/story/258945462-cambio-de-aires-au


Pasaros por allí y animadla con vuestros votos y comentarios


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