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29- NI UN MINUTO DE PAZ

Holaaaa. Aquí teneis un nuevo capitulo. Siento mucho el retraso, pero aproveché las vacaciones para hacer una limpieza general e iba escribiendo en los ratitos que me quedaban libres. Espero que despues de haber acabado con la limpieza, pueda dedicar más tiempo a escribir tranquilamente.

El capítulo esta vez es un poco más cortito, pero era necesario para dejarlo justo donde quería. Espero que os guste, que me perdoneis el retraso y que a lo largo de este año pueda seguiros ofreciendo nuevas historias.

Como siempre espero vuestras votaciones, comentarios, teorías, etc....

Y por cierto, ¡¡FELIZ 2021!!

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"Alex, no soy idiota, no me trates como si lo fuera"

KARA

11 de Diciembre de 2019

Cuando se fueron me senté en el sofá. Me sentía agotada. Sabía que no debía haberlo pagado con Lena, que no debía haberle dicho eso, pero no pude controlarme. Después, al ver a Lena en ese estado y que Sam y Sarah tuvieran que llegar al extremo de inyectarle algo para calmarla...

Pasar esa noche sin Lena iba a ser difícil, me había acostumbrado a su presencia, a dormir a su lado. Pero quizás, el que se la llevaran esa noche fue lo mejor. Aún estaba muy nerviosa y no quería volver a pagarla con ella. Encendí la televisión, pero en ese momento, Lexie empezó a llorar. Fui a buscarla y la cogí en brazos, intentando calmarla, pero era imposible.

Llevaba una hora dando vueltas por toda la casa con Lexie en brazos y ella no se callaba.

-Kara: ¡Lena, amor, ¿puedes venir a...?! – dije, callándome al recordar que Lena no estaba – Lexie, cariño, deja de llorar....

Eran las dos de la mañana y Lexie seguía llorando. Sólo intentaba escaparse de mis brazos, estirándose y señalando algo con su dedito. Le puse el termómetro para ver si tenía fiebre, pero no. No tenía. O eso, o el termómetro no funcionaba. Le masajeé la tripa por si le dolía, pero tampoco era eso. Llevé a Lexie al cuarto, le puse un abrigo, me puse el mío, cogí las llaves del coche y, tras dejarla en su sillita, fui al hospital. Empezaba a preocuparme que no parase de llorar. Al llegar, nos atendieron rápidamente y un médico la revisó. Lexie seguía llorando.

-Médico: No parece tener nada.

-Kara: ¿Y por qué no deja de llorar? ¿Seguro que no tiene nada?

-Médico: Yo no veo nada mal. Pero le daremos algo para que duerma un poco y la dejaremos el resto de la noche en observación, aunque creo que podría llevársela a casa sin problemas.

-Kara: Prefiero que se quede aquí esta noche.

-Médico: De acuerdo. Iré a preparar todo. Espere aquí.

Poco después nos llevaron a una habitación y le dieron algo a Lexie para que durmiera.

-Kara: Gracias... - dije.

-Médico: Usted también debería dormir. Seguramente lo de su hija sólo sea un berrinche que ha cogido por algo. Si mañana está todo bien, podrán irse.

-Kara: Bien... - dije sentándome al lado de la camita en la que estaba Lexie y acariciando su pelo - ¿Qué te pasa, cielo...?

LENA

12 de Diciembre de 2019

Me desperté cuando sentí calor del sol en mi cara. Abrí los ojos y vi a Sarah sentada en un sillón, mirándome.

-Sarah: Buenos días, lagartija, ¿cómo estás?

-Lena: Sarah... ¿Dónde...? – pregunté, mirando a mi alrededor.

-Sarah: En un hotel. – dijo mirándome. – Tuviste una crisis muy fuerte, tuvimos que sedarte, Lena.

-Lena: ¿Una...? Sí, ya me acuerdo... - dije escondiéndome entre las mantas.

-Sarah: ¿Estás bien?

-Lena: No... ¿Por qué Kara dijo esas cosas, Sarah?

-Sarah: No lo sé, lagartija – dijo acariciando mi pelo.

-Lena: ¿Y Sam?

-Sarah: Ha ido a por algo para desayunar y a llamar a Alex para que te vea.

-Lena: ¿Alex?

-Sarah: Sí.

-Lena: ¿Kara vendrá con ella? No quiero verla...

-Sarah: No creo que venga cielo...

-Lena: Espera... ¿Habéis dejado a Kara y a Lexie solas?

-Sarah: Teníamos que sacarte de allí.

-Lena: ¿Y si les pasa algo?

-Sarah: No les pasará nada, la casa está bien vigilada en la entrada y...

-Lena: ¿Y si salen? Alguien debe cuidar de ellas.

-Sarah: No tenemos más agentes disponibles en la ciudad. Además, con el reajuste que hiciste el otro día, no...

-Lena: El reajuste... - dije, pensativa. Me acordaba de eso. Como ahora Kara y yo vivíamos en la casa nueva, con más seguridad, enviamos a Barry y a Oliver para que cuidaran de Cat y Eliza. Aunque Barry había tenido que irse unos días por un problema familiar y no volvería hasta finales de la próxima semana. Felicity seguía buscando la información que Kara pidió de Henshaw y encontró que tenía muchos negocios con identidades diferentes, que no eran su verdadero nombre, así que Sarah y Sam se estaban dedicando a colarse e investigar esos lugares. – Llama a Brainy.

-Sarah: ¿A Brainy? ¿Estás segura?

-Lena: Necesitamos alguien que sustituya a Barry. Quiero que vuelva a vigilar a Winn y a Tommy.

-Sarah: ¿Quieres que él sólo los vigile a ambos?

-Lena: Que Vásquez venga con él. Ella se encargará de Winn y Brainy de Tommy.

-Sarah: Bien. Pero tardarán al menos tres días en llegar. Sabes que no están en el país.

-Lena: Lo sé. Podremos esperar... Llamad a Felicity, repasaremos toda la información.

-Sam: Lena...

-Lena: Esto me distraerá, Sam.

-Sarah: Por supuesto...

KARA

13 de Diciembre de 2019

Lexie pasó toda la noche dormida y a primera hora me dijeron que podría llevarla a casa. Me dirigí con ella a casa y al llegar a casa la dejé en su alfombra para que jugara. Fui a prepararme un café y, cuando iba a tomármelo, Lexie empezó a llorar de nuevo.

-Kara: ¿Qué pasa, cielo, tienes hambre? – dije cogiéndola en brazos y caminando con ella hacia la cocina. La senté en su sillita y le preparé una papilla. Pero cuando le metí la primera cucharada en la boca, Lexie me la escupió en la cara, mientras seguía llorando. - ¿No tienes hambre? Sueño no puede ser, has dormido toda la noche... - dije, cogiéndola de nuevo y mirando si necesitaba que la cambiara, aunque lo había hecho antes de salir del hospital. Pero no, tampoco era eso. - ¿Qué pasa...? Fui al salón de nuevo y me senté en el sofá. Lexie señaló los dinosaurios de peluche que estaban colocados en un mueble frente a nosotras - ¿Quieres los dinosaurios? Espera... - dije levantándome, cogiéndolos y sentándome con ella en la alfombra. Empecé a jugar con ella y los dinosaurios, moviéndolos como hacía Lena y haciendo ruidos de rugidos, pero Lexie cogió los dinosaurios y me los tiró a la cara, todo sin dejar de llorar – cielo...

-Lexie: ¡Aaaaahhh! – gritó, señalando hacia la pared en la que estaban todas las fotografías que Lena y yo habíamos colgado.

-Kara: ¿Qué...? Eso no es para jugar, cariño...

Dos horas después, Lexie seguía llorando. Ya no podía más, empezaba a preocuparme. En el hospital me aseguraron que no tenía nada, pero Lexie nunca había llorado tanto. Saqué mi teléfono y busqué el número de mi hermana, marcando.

-Alex: Sigo enfadada, Kara.

-Kara: Alex, por favor, necesito que vengas a casa – dije, llorando yo también.

-Alex: ¿Estás llorando? ¿Qué pasa?

-Kara: No lo sé. Lexie no deja de llorar. He pasado toda la noche con ella en el hospital y me han dicho que no tiene nada, pero no hay forma de calmarla, no sé qué le pasa. ¿Puedes venir y echarle un vistazo? ¡Por favor, Alex, ella no tiene la culpa de que yo sea una idiota y...!

-Alex: Está bien. Estaré allí en veinte minutos.

-Kara: Gracias... Tranquila cariño, la tía Alex ya viene... - dije acunándola entre mis brazos. Cinco minutos después, sonó el timbre y fui a abrir- Alex, creía que no vendrías hasta dentro de.... Nia... - dije al verla - ¿Qué...?

-Nia: No pienso dejarte sola, Kara. Sí, eres una idiota, pero eres mi idiota y te quiero así. Te he estado llamando toda la noche pero no me cogías el teléfono y estaba preocupada.

-Kara: Pasa... - dije cerrando cuando entró – estuve con Lexie en el hospital, no deja de llorar.

-Lexie: ¡Aaaaahhh!

-Nia: ¿Está enferma?

-Kara: No lo sé...

-Nia: ¿Has llamado a Alex?

-Kara: Viene de camino. Creía que eras ella.

-Nia: Bien. Pareces cansada... - dijo apartándome un mechón de pelo de la cara.

-Kara: Lo estoy. Iba a tomarme un café, pero es imposible, no para de llorar.

-Nia: Dámela y tómate ese café – dijo cogiéndola - ¿Qué pasa peque... Quieres volver loca a mamá? Pues déjame contarte un secretito.. Ya lo está, así que no creo que consigas que esté peor de lo que está. No te esfuerces tanto.

-Kara: ¡Te he oído! – grité, mientras calentaba el café. - ¡No le digas eso a mi hija!

-Nia: Sólo le digo la verdad... - dijo riéndose.

Cogí el café y me senté en el sofá mientras Nia se movía por todo el salón tratando de calmar a Lexie. En ese momento volvieron a llamar y Nia abrió.

-Alex: Hola Nia. ¿Qué haces aquí?

-Nia: Vine a ver a Kara. Tu hermana está agotada y esta fierecilla no para de llorar.

-Alex: Déjame ver. Ven con la tía Alex – dijo cogiéndola en brazos y acercándose a mí – Sí que tienes mala cara, sí.

-Kara: ¿Y qué esperas? No he dormido en toda la noche.

-Alex: ¿Lexie ha dormido?

-Kara: De un tirón. No sé qué le dieron en el hospital, que durmió toda la noche, pero al llegar a casa, empezó a llorar de nuevo y aún no ha parado. No quiere comer, no quiere jugar, no quiere nada.

-Alex: Bien, déjame ver – dijo tumbándola en la alfombra y examinándola – No veo nada raro – dijo algunos minutos después.

-Kara: ¿Entonces?

-Alex: Será un berrinche.

-Kara: Eso me dijeron en el hospital, pero ¿no es demasiado tiempo para un simple berrinche?

-Alex: Lo habrá heredado de su madre, porque tú eras igualita.

-Kara: Alex...

-Alex: Eh, Lexie está bien, ¿vale? – dijo abrazándome – Tranquila. Le prepararé un poco de leche caliente, a ver si así duerme un poco. ¿vale?

-Kara: Gracias...

Mientras Alex iba a la cocina, Nia cogía de nuevo a Lexie, que volvió a señalar la pared.

-Kara: No sé qué quiere, no hace más que señalar esa dichosa pared.

Nia se acercó y Lexie tocó una foto de Lena con su dedito.

-Lexie: Ma...

-Alex: Creo que ya sé lo que le pasa. – dijo, entrando con un biberón en la mano.

-Kara: ¿Qué?

-Alex: Extraña a Lena.

-Kara: ¿A Lena? – dije cercándome a Nia y secando las lágrimas de Lexie - ¿Es eso, cariño, extrañas a mami Lena?

-Lexie: Ma... má... - dijo tocando de nuevo la foto de Lena.

-Kara: ¿Qué has dicho?

-Alex: Creo que ha dicho mamá...

-Kara: ¿También lo has oído?

-Nia: Es justo lo que ha dicho, y bien clarito.

-Kara: Cielo... - dije cogiéndola – Lo siento, es culpa de mamá. Ha sido una tonta.

-Alex: Pero de las grandes. ¡Au!

-Kara: ¿Qué pasa?

-Alex: Nia me ha dado un codazo.

-Nia: Es que no sabes tener la boca cerrada. ¿No ves que Kara está hecha polvo?

-Alex: Sí, pero...

-Kara: Lena me odiará. – dije sentándome, mientras Alex me tendía el biberón y se lo daba a Lexie, que empezó a beber con ganas – Eh, tranquila... Sólo falta que ahora te ahogues.

-Alex: Tanto llorar... Debe estar seca.

-Nia: No creo que Lena te odie.

-Kara: Lo que le dije... Nia, no debí decirle eso. Lena ha sido una madre para Lexie, casi más de lo que lo he sido yo. Lexie la adora. Si Lena está nerviosa, con sólo tener a Lexie en brazos, se calma. Se necesitan la una a la otra. Y por mi culpa... Lena no está en casa.

-Alex: Sí, fuiste una idiota al decirle eso, pero... Kara, estabas asustada, nerviosa. Perdona por no haberte apoyado en ese momento, pero es que... He estado toda la noche dándole vueltas y, supongo que, si estuviera en tu lugar habría reaccionado igual.- dijo abrazándome - ¿Me perdonas?

-Kara: Si quieres que te perdone, tendrás que dar tres vueltas al salón imitando a una rana.

-Alex: ¿Hablas en serio?

-Kara: Muy en serio. Con ruidito y todo.

-Alex: ¿Me vas a hacer croar?

-Kara: Te lo mereces.

-Alex: Está bien... - dijo tocando la naricita de Lexie, que seguía bebiendo su biberón – Tu madre es una bruja... ¿lo sabías? – dijo levantándose y empezando a dar saltitos por el salón mientras croaba. Lexie la miró y se empezó a reír.

-Nia: Mira eso... Parece que le gustan las payasadas de su tía Alex...

-Kara: Sí, eso parece... Alex, sigue un rato más.

-Alex: ¡¿Estás de coña?! ¡Croac!

-Kara: A Lexie le gusta, a ver si así se calma un poco, por favor... - dije haciéndole un puchero.

-Alex: Mierda Kara, sabes que no puedo decirte que no cuando haces eso... ¿cuánto rato? ¡Croac!

-Kara: No sé, tú sigue, ya te diré cuando parar – dije, mientras veía cómo Nia la grababa con su móvil.

-Alex: Os odio. Sois lo peor ¡Croac! Si enseñáis ese vídeo a alguien, os mato. ¡Croac!

-Nia: ¿Cómo? ¿A lametones con tu lengua, ranita?

-Alex: ¡Nia...! ¡Croac!

-Kara: Vale Alex... - dije unos minutos después- Lexie se ha dormido.

-Alex: Bien – dijo mirando su reloj - Porque yo tengo que ir a ver a Lena.

-Kara: ¿A Lena? ¿Le ocurrió algo?

-Alex: No, pero quedé en pasarme para asegurarme de que estaba bien. Tranquila, te diré luego cómo está.

-Kara: Vale... - dije levantándome para acostar a Lexie.

Cuando volví, Alex ya se había ido y Nia estaba en el salón.

-Nia: ¿Por qué no te acuestas un rato tú también? Te vendrá bien.

-Kara: Sí... Creo que lo haré.

-Nia: Bien, ve a descansar.

-Kara: Gracias... - dije abrazándola.

-Nia: Haré un par de llamadas y me iré, tengo cosas que hacer.

-Kara: Claro... - dije caminando hacia mi cuarto.

Me desperté dos horas después y fui a ver a Lexie. Luego fui a prepararme algo de comer, me moría de hambre. Al pasar por el salón, vi a mis dos madres allí, sentadas, viendo la televisión.

-Eliza: Kara, cielo, ¿te hemos despertado?

-Kara: No. ¿Qué... Qué hacéis aquí?

-Eliza: Nia me llamó. Dijo que te habías peleado con Lena, que tenía que ir a hacer unas coas y que no quería dejarte sola. Así que vinimos para acá.

-Cat: ¿Qué pasó?

-Kara: Que soy una bocazas, eso pasó – dije caminando hacia la cocina - ¿queréis algo?

-Cat: No, nada.

-Eliza: Ya nos preparamos unos cafés.

-Kara: Bien – dije. Fui a la cocina y me preparé un poco de leche y unas galletas, lo puse todo en una bandeja y fui al saló, con mis madres.

-Cat: ¿Vas a contarnos lo que pasó?

Suspiré y empecé a contarles lo ocurrido. Cuando acabé, las dos me miraban, serias.

-Eliza: Kara, cariño, eso fue...

-Kara: Ya lo sé. Fue cruel. Y no sabes cómo me arrepiento, mamá.

-Cat: ¿La has llamado?

-Kara: No, no sé si querrá cogerme el teléfono.

-Cat: Inténtalo.

Marqué el número de Lena, pero lo tenía apagado. Eso era raro. Lena NUNCA apagaba su teléfono.

-Kara: No lo coge.

-Eliza: Dale tiempo, cielo.

15 de Diciembre de 2019

Dos días después, Lena seguía sin cogerme el teléfono. Seguía teniéndolo apagado. Alex me había dicho que Lena estaba bien, que iba a verla todos los días y que estaba centrándose en investigar a Henshaw. Y también me dijo que Sarah le había prohibido encender el teléfono, así que Lena seguramente no habría visto los quince vídeos que le mandé de Lexie diciendo mamá, ni los cincuenta y dos mensajes que le mandé disculpándome y diciéndole que la necesitaba aquí, conmigo.

Ahora estaba sentada en el sofá, dando de desayunar a Lexie, que estaba algo más tranquila. Al menos, ya no lloraba. Mis madres habían decidido quedarse conmigo, cosa que agradecí, ya que me ayudaban bastante con Lexie.

-Eliza: Kara cielo, cambia un poco esa cara...

-Kara: No puedo, mamá. Estoy preocupada por Lena, necesito verla. Necesito pedirle perdón. Necesito... Ver sus ojos, sentirla a mi lado. Y Lexie necesita a su otra madre.

-Cat: ¿Por qué no vas a verla?

-Kara: Porque no sé dónde está y Alex no me lo dice.

-Cat: Habla con Sarah.

-Kara: Lo he intentado. Le he mandado varios mensajes.

-Cat: ¿Y cuál ha sido su respuesta?

-Kara: Míralo tú misma.

Mi madre cogió mi teléfono, que estaba sobre la mesa y empezó a leer el mensaje.

-Cat: Te puedes meter tus disculpas por el culo y empujarlas hacia dentro con un hierro al rojo vivo.... ¡Por dios, ¿qué le pasa a esa chica?!

-Kara: Sarah es así... - dije encogiéndome de hombros – Pero esta vez está realmente enfadada.

-Eliza: ¿Por qué no te vistes y vamos a dar un paseo con Lexie?

-Kara: No tengo ganas, id vosotras con Oliver.

-Eliza: Salir te irá bien, cariño.

-Kara: Es que no tengo ganas, mamá, de verdad. Pero Lexie necesita tomar el aire. Id con ella al parque, Oliver os acompañará.

-Cat: ¿Estás segura?

-Kara: Sí, muy segura.

-Cat: Está bien.

-Kara: Por cierto, a ver qué hacéis vosotras dos delante de mi hija.

-Cat: ¿Cómo?

-Kara: ¿Pensáis que no me he dado cuenta? Desde que conocí a Lena, he aprendido a prestar atención a los pequeños detalles. Esas miradas que os echáis, esos roces con las manos, esas sonrisas... ¿Qué pasa entre vosotras?

-Eliza: ¿Entre?

-Kara: Sí, entre.

-Eliza: Pues...

-Cat: No... No pasa nada.

-Kara: Claro... ¿Por eso le miras el culo a Eliza cada vez que va a algún sitio?

-Cat: ¡Yo no le miro el...! Es que tu madre tiene buen gusto para la ropa. Tienes que decirme dónde la compras, Eliza.

-Kara: Sí, claro. La ropa... No me importa si hay algo entre vosotras. Es más, me alegro, merecéis ser felices. Y si mis dos madres, además de llevarse bien, resulta que se aman y quieren estar juntas, mucho mejor. Pero delante de Lexie sólo os permito besos. Nada más.

-Eliza: ¡Kara!

-Kara: ¿Qué? Si parecéis dos adolescentes enamoradas intentando que el resto de la clase no se dé cuenta. Y ya sabéis lo que pasa con los adolescentes, ¿verdad? No se conforman con besitos y cogerse de la manita.

-Eliza: Está bien, nos iremos con Lexie. Pero mañana tú nos acompañas.

-Kara: Vale... - dije tendiéndole a Lexie – Pórtate bien con las abuelas – Me acerqué a su oído – Ya están viejas y no están para muchos trotes.

-Cat y Eliza: ¡Te hemos oído! – dijeron mientras Cat acercaba el carrito para sentar a Lexie.

-Kara: Portaos bien...

-Cat: Si es un encanto, seguro que se porta de maravilla.

-Kara: No se lo digo a ella, os lo digo a vosotras. – dije sonriéndolas.

Cuando se fueron, me di una ducha, me puse un pijama y me tumbé en la cama. Estaba agotada. Quince minutos después, mi móvil empezó a sonar. Lo cogí y vi que era un mensaje. Lo abrí y lo leí. Me levanté de un salto, me vestí y dejé una nota para mis madres. "He tenido que salir un momento por algo importante. Vuelvo enseguida. Kara"

Cogí mi bolso, las llaves del coche y salí rápidamente de la casa.

ELIZA

15 de Diciembre de 2019

Aunque la idea de que Kara se quedase sola en casa no me gustaba, finalmente Cat y yo fuimos al parque con Lexie.

-Eliza: ¿Quieres llevar el carrito un rato?

-Cat: No, tranquila. Llévala tú.

-Eliza: Vamos, no pudiste hacer estas cosas con tu hija, hazlo ahora con tu nieta.

-Cat: He pasado mucho más tiempo con Lexie que tú en estos meses- dijo sonriéndome – Lo justo es que ahora disfrutes tú un poco de ella. ¿Nos sentamos en ese banco?

-Eliza: Claro... – dije empujando el carrito de Lexie. Al llegar al banco nos sentamos y pusimos el carrito frente a nosotras.

-Cat: ¿Pasa algo? Estás muy callada.

-Eliza: Pensaba en Kara. Nunca la había visto tan... Deprimida. Ella siempre ha sido una chica divertida, alegre... Estar sin Lena le está doliendo más de lo que pensaba.

-Cat: Acabarán arreglándose – dijo cogiendo mi mano.

Miré a Cat y sonreí. Desde que me había ido con ella, cada día nos habíamos ido acercando un poco más. Habíamos empezado como amigas, compartiendo cosas sobre Kara. Después, sobre nosotras y luego, sobre lo mucho que odiábamos a Jeremiah.

Poco después empezaron las miradas, las sonrisas, los roces de nuestras manos "sin querer", hasta que una noche, mientras veíamos una película, estaba tan cansada que acabé recostándome entre los brazos de Cat. Ella me rodeó con los brazos y me besó en la cabeza. Iba a volver a hacerlo cuando fui a mirarla y sin querer, sus labios se posaron sobre los míos.

Nos apartamos rápidamente la una de la otra y esa noche la pasé despierta, dándole vueltas a lo ocurrido. Sobre todo, al hecho de que me gustó que Cat me hubiera besado.

-Cat: ¿Eliza? ¡ELIZA!

-Eliza: ¡¿Qué?! – grité, dando un bote en el banco.

-Cat: ¿Dónde estabas? – dijo riéndose – Porque aquí no, desde luego.

-Eliza: Perdón, me distraje.

-Cat: Te preguntaba si ya habías decidido qué hacer con Jeremiah.

-Eliza: Sí. Voy a divorciarme. Y me da igual si él quiere o no, o si afecta a su candidatura... Sus hijas y yo ya hemos perdido mucho por apoyarle a él. Lo hemos dado todo por él y a él no parece importarle.

-Cat: A él nunca le ha importado nada.

-Eliza: Le prometió a su padre que algún día sería presidente y se sentiría orgulloso de él. Y sigue empeñado en eso, a pesar de que su padre lleva más de diez años muerto.

-Cat: él se lo pierde. Porque tiene una familia maravillosa, pero no lo aprecia. – dijo sonriéndome.

Nos quedamos una hora más en el parque y volvimos a casa de Kara para que Lexie comiera.

-Eliza: ¡Kara, cariño, hemos vuelto!- Grité, pero no me contestó - ¡¿Kara?!

-Cat: No está – dijo enseñándome un papel que tenía en la mano. – Dice que ha salido por algo importante y que enseguida vuelve.

-Eliza: Al menos ha salido un poco. Voy a preparar la papilla de Lexie.

-Cat: De acuerdo, nosotras vamos a ver los dibujos, ¿verdad cielo? – dijo cogiendo a Lexie y sentándose con ella en el sofá.

Pasaron varias horas. Estaba anocheciendo y Kara no había vuelto. Volví a llamarla al móvil por tercera vez.

-Cat: ¿No lo coge?

-Eliza: No. Ha debido pasarle algo, estoy segura. A Kara le ha pasado algo.

-Cat: Deberíamos llamar a Lena.

-Eliza: Sí, pero tiene el teléfono apagado y...

-Cat: Entonces llama a Alex, seguro que ella puede llamar a su novia y ella informar a Lena.

-Eliza: Sí, ¿cómo no lo pensé antes?

LENA

15 de Diciembre de 2019

Llevaba dos días en la habitación de ese maldito hotel. Me había centrado en investigar a Henshaw, con la ayuda de Felicity. Habíamos descubierto que tenía negocios de drogas, prostitución, armas, falsificaciones.... No parecía conformarse con una sola cosa, parecía querer controlarlo todo. Entre sus socios y clientes había gente importante: Jueces, políticos, gente famosa... Y empezaba a sospechar que el padre de Kara estaba al tanto de todo esto, ya que era imposible que Henshaw pudiera andar metido en todo eso mientras dirigía la campaña del Señor Danvers y que él no se hubiera dado cuenta, ya que Henshaw debería desaparecer cada dos por tres.

-Lena: Sigue investigando, Felicity, quiero que rastrees todas sus cuentas, hasta el último céntimo. Estoy segura de que el padre de Kara tiene algo que ver.

-Felicity: Por supuesto.

-Sam: Y hablando de Kara... - dijo sentándose a mi lado - ¿Sigues sin querer verla?

-Lena: La echo de menos. Pero lo que dijo...

-Sam: Sabes que no lo dijo a propósito, ¿verdad? – dijo, haciendo que la mirase - ¿Recuerdas cuando tú la acusaste de llevar a Lillian a la casa?

-Lena: Yo... Estaba... Estaba asustada y no... No sabía lo que decía ni...

-Sam: Lo mismo le ocurrió a Kara. Sé que tú adoras a Lexie y que si le pasara algo malo, no podrías soportarlo, ¿cierto?

-Lena: Sí.

-Sam: Bien, ahora imagina a Kara sintiendo todo eso siendo su madre, la que la llevó dentro, la que la trajo al mundo. Imagina el miedo que debe sentir Kara de pensar que puede perder a su hija, Lena.

-Lena: Debe estar muy asustada...

-Sam: Y preocupada.

-Lena: ¿Entonces... Kara no dijo en serio que Lexie no era... mi hija?

-Sam: Seguramente no, cielo. – dijo. Me levanté y empecé a revolver los cajones del mueble que había frente a la cama.- ¿Qué haces?

-Lena: ¿Y mi teléfono? Necesito hablar con Kara.

-Sam: Seguramente lo tendrá Sarah. No tardará, fue a por algo de comer.

-Felicity: Puedo dejarte el mío.

-Lena: No, debe ser el mío. Kara no conoce tu número y puede asustarse más.

En ese momento llamaron a la puerta y Sam fue a abrir.

-Sam: Alex... ¿No salías a medianoche hoy?

-Alex: Sí, pero hay un problema, Sam.

-Sam: ¿Qué pasa?

-Alex: Kara...

-Lena: ¿Qué le ha pasado a Kara? – pregunté, levantándome rápidamente.

-Alex: Mi madre ha llamado. Ella y Cat salieron a pasear con Lexie esta mañana. Al volver encontraron una nota de Kara diciendo que salió por algo importante y que volvería pronto. Pero aún no ha llegado a casa. La han llamado varias veces y el teléfono está apagado.

-Lena: No... Es culpa mía... No debí dejarla sola. No... - dije, empezando a notar que me faltaba el aire.

-Sam: Lena, cálmate...

-Alex: Lena, tranquila...

-Sam: Felicity, llama a Sarah, dile que venga ya.

-Felicity: Sí...

-Sam: Lena, tranquila... - dijo mientras yo me sentaba en el suelo y empezaba a tirar de mi ropa.

-Alex: Lena... - dijo agachándose frente a mí – Seguro que Kara está bien, ¿vale? Ella sabe cuidarse y...

-Lena: ¡¿Y por qué no ha vuelto a casa?! ¡Kara no dejaría sola a Lexie!

-Alex: Se habrá retrasado o...

-Lena: Alex, no soy idiota, no me trates como si lo fuera. Kara no dejaría a Lexie sola y no apagaría su teléfono. No...

-Sarah: ¡¿Qué pasa?! – preguntó entrando en la habitación – Aún faltan quince minutos para que tengan la cena lista, y... Lena, ¿qué pasa?

-Lena: Kara... Algo le ha pasado...

-Alex: Mi madre llamó diciendo que Kara salió esta mañana y no volvió a casa y no logran contactar con ella.

-Sarah: Vale, está bien, Lena, cálmate...

-Lena: Mi teléfono... Tengo que llamar a Kara, tengo que...

-Sarah: Vale, lo tengo aquí, toma... - dijo sacándolo del bolsillo de su pantalón.

Cuando encendí el teléfono vi que tenía muchas llamadas perdidas y vídeos de Kara.

-Lena: Me ha estado llamando estos días... Ha llamado mucho... - dije, con las manos temblorosas. Abrí uno de los vídeos y no pude contener las lágrimas al verlo. Kara señalaba una foto mía, preguntando quién era y Lexie respondía mamá. – Lexie ha dicho mamá... - dije.

-Sarah: Lena, escucha, tienes que calmarte, ¿de acuerdo? Céntrate, piensa...

-Lena: Sí... - dije cerrando los ojos mientras Sarah acariciaba mi mano. – Hay que ir a la casa, hablar con Eliza... Que nos cuente qué ha pasado. Sarah, dile a Oliver que esté preparado. Llama a Barry y dile que vuelva si puede hacerlo ya. Sam, llama a Brainy y Vasquez, diles que se den prisa, no podemos esperar a mañana para que lleguen, tiene que ser lo antes posible. Si tienen que venir andando, que lo hagan. Llamaré a mi padre y a mi hermano y...

-Sarah: Esta es mi chica... - dijo sonriéndome.

-Lena: Un momento... Sarah, no quitaste el dispositivo del móvil de Kara, ¿verdad?

-Sarah: No.

-Lena: Bien, Felicity... - dije levantándome y acercándome a ella – Necesito que localices el último sitio donde el móvil de Kara estuvo funcionando – dije mientras metía una clave en mi teléfono y accedía a las llamadas y mensajes del teléfono de Kara.

-Sarah: ¿Encuentras algo?

-Lena: Sí, aquí. Hay un mensaje.

-Sarah: ¿Qué dice?

-Lena: Kara está en problemas – fue lo único que dije – Vamos ahora mismo a hablar con sus madres.

Salimos hacia la casa y llegamos poco después. Le pedí a Sam que hablara con Alex para que llamase a Nia. Iba a necesitar a toda la gente que pudiera para buscarla. Y Nia la conocía mejor que nadie.

Cuando llegamos, Cat abrió la puerta y pude ver a Eliza caminando de un lado a otro, con Lexie en brazos, las dos llorando.

-Lexie: Ma... má – dijo cuando me vio.

-Lena: Hola, mi sol... - dije acercándome. Eliza la dejó en mis brazos y Lexie se calmó de golpe – Eliza, ¿qué ha pasado?

-Eliza: No lo sé. Fuimos a pasear con Lexie y al volver Kara no estaba. Dejó esta nota – dijo enseñándomela – Pero no ha vuelto y su móvil está apagado. Y...

-Lena: Tranquila. Voy a poner a todo mi equipo a trabajar para buscarla. Pero antes necesito que hable con el padre de Kara. Vamos a necesitar toda la ayuda posible. Mi equipo estará listo en unas horas, pero quizá el equipo de seguridad de su casa, también nos sea de ayuda. Oliver, acompáñala y no dejes que el señor Danvers le haga daño, ¿entendido?

-Oliver: Claro.

-Cat: Yo también voy.

-Lena: Bien. ¿Lexie ha comido?

-Cat: Hace una hora.

-Lena: Entonces iré a acostarla. Felicity, ¿tienes lo que te pedí?

-Felicity: Aún no. Pero me pondré ahora mismo con ello.

-Lena: Lo más rápido que puedas. Vuelvo enseguida – dije caminando hacia el cuarto de Lexie y dejándola en su cuna.

-Lexie: Ma... má.

-Lena: Tranquila mi sol... Voy a buscar a mamá y voy a traerla de vuelta a casa. Te lo prometo. No dejaré que le pase nada malo. Ahora duerme, ¿sí? ¿Quieres tu dinosaurio? Toma... - dije dejando el peluche junto a ella, pero empezó a llorar de nuevo. La cogí en brazos y me senté con ella en el sillón junto a la cuna, acunándola hasta que se quedó dormida casi una hora después. Entonces volví al salón.

-Felicity: Tengo lo que me pediste. Este es el sitio donde el móvil de Kara dio señal por última vez.

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