21-PREGUNTAS VERGONZOSAS
Perdón por haber tardado tanto, pero es que no me salía nada, de verdad. Entre la vuelta al trabajo, que me ha costado adaptarme de nuevo, y que he tenido un mal momento personal, no podía escribir nada decente. Así que espero que os guste el capítulo, porque es lo mejor que he podido sacar esta vez. Sé que no es de los mejores, pero bueno, esas cosas pasan, ¿verdad? Lo de siempre, comentarios, votos, ideas, teorías.... quiero leerlas, quiero que me animeis la tarde.
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"Perotú eres mi cielo..."
KARA
14 de Octubre de 2019
-Kara: ¿Qué...?
-Lena: He preguntado si...
-Kara: Sí, sé lo que has preguntado, pero... ¿por qué?
-Lena: Te hiciste pis en la cama cuando hacíamos el amor...
-Eliza: Kara nunca se hizo pis en la cama, excepto aquella vez que Alex le hizo ver la película de cementerio de animales en Halloween. El Hámster de Kara se había muerto una semana antes y lo enterramos en el jardín. Esa noche, después de ver la película, Kara tenía tanto miedo de encontrarse a un Hámster zombie en la casa, que no se movió de su cuarto y se hizo pis en la cama.
-Alex: Oh, sí, recuerdo eso... - dijo riéndose – Pero Lena no se refiere a ese tipo de... "pis"
-Eliza: ¿Entonces?
-Cat: Creo que a Kara le gustó demasiado lo que sea que Lena le hiciera en la cama.
-Sarah: Joder, Lena, ¿Tan bien lo hiciste?
-Kara: ¡Eh, que sigo aquí, ¿queréis dejar de hablar de eso?!
-Eliza: No entiendo...
-Sam: Señora Danvers, su hija tuvo un buen orgasmo, demasiado bueno, diría yo. Y como Lena es la primera vez que hace algo así, ha pensado que Kara se hizo "pis"
-Kara: ¡¿Queréis parar?!
-Eliza: Oh... Ya...
-Sarah: Dejemos de avergonzar a Kara y centrémonos en lo importante. Tommy. – dijo mirándome – él también habrá recibido los resultados. Y no creo que le haya sentado bien saber que Lexie no es su hija, sino su sobrina. Eso posiblemente le hará salir de su escondite y buscar a Kara para pedirle explicaciones. Hay que estar muy pendientes a partir de ahora.
-Sam: Eso es verdad. – dijo seria – Si a Lena le parece bien, pediré a Barry y a Oliver que se centren en encontrar a Tommy. Cuando hayan dado con él, sería buena idea seguirle, a ver si sabemos quién es su hermano, ya que Kara parece no saberlo.
-Kara: No, no sé quién puede ser. A no ser que tenga un gemelo, como habéis dicho, y me hayan tomado el pelo. Más aún... - Lena cogió mi mano.
-Lena: Me parece bien – dijo mirando a Sam – Además, Sarah y tú haréis turnos de vigilancia por si Tommy averigua dónde vive Kara y viene por aquí.
-Kara: No creo que se atreva a venir aquí.
-Lena: Yo no estaría tan segura... - dijo.
Esa noche, nos quedamos en la casa sólo Lena, Cat, Lexie y yo.
Estaba terminando de dar de comer a Lexie cuando Lena se acercó a mí.
-Lena: ¿Puedo dormir contigo esta noche?
-Kara: ¿Quieres dormir conmigo?
-Lena: Sam y Sarah... Dijeron que cuando nos casáramos, tendríamos que dormir siempre juntas.
-Cat: Sam y Sarah tienen razón. – dijo mirándome – Estáis casadas, debéis compartir cama.
-Kara: Sí, claro. Por supuesto.
-Lena: ¿Y puede... Lexie dormir con nosotras?
-Kara: Lexie tiene su cuarto.
-Lena: Pero estará sola.
-Kara: Si ocurre algo, la oiremos, su máquina nos avisará. La cama que hay en su cuarto es sólo para las veces que está peor. Nada más.
-Lena: ¿Entonces no puede...? Tendrá miedo.
-Kara: Lena, Lexie estará bien. Créeme.
-Lena: Sólo esta noche...
-Kara: ¿Qué te preocupa?
-Lena: Es que...
-Kara: Está bien... Pero sólo esta noche, ¿de acuerdo?
-Lena: Sí... - dijo sonriendo – Llevaré su cuna a tu habitación.
-Kara: Nuestra habitación.
-Lena: Sí, nuestra... - dijo alejándose, contenta.
-Cat: Me gusta esa chica.
-Kara: Sí... Quiere mucho a Lexie.
-Cat: Y a ti. – Se sentó a mi lado y me abrazó - ¿Estás bien?
-Kara: Sólo cansada. Demasiadas cosas para un solo día. Últimamente mi vida es como una montaña rusa de emociones y me deja agotada.
-Cat: Entonces ve a dormir con tu mujer y tu hija. Y no te preocupes, si ese Tommy viene por aquí, le cortaré cierta parte de su cuerpo.
-Kara: Gracias, mamá... - dije.
-Cat: ¿Cómo me has llamado?
-Kara: Mamá. Supongo que... Debo empezar a llamarte así.
-Cat: Gracias... - dijo sonriéndome.
-Kara: Me iré a la cama.
Cuando llegué al cuarto, Lena ya había colocado allí la cuna de Lexie y estaba inclinada sobre ella, mirándola.
-Lena: Voy a convencer a tu mamá para que te deje quedarte aquí siempre.
-Kara: No puede quedarse aquí siempre...
-Lena: ¿Por qué? – preguntó, mirándome.
-Kara: Porque ella tiene su cuarto.
-Lena: Pero es muy pequeño. Y tiene poca luz, no hay ventanas.
-Kara: Lena...
-Lena: Lexie necesita un cuarto grande, donde poder jugar cuando crezca, con mucha luz, y que pueda ver los pájaros... - Me miró de nuevo – Tenemos que buscar otra casa. Una con jardín. Para que Lexie pueda correr y jugar. ¡Con un perrito! ¡Y con piscina!
-Kara: Una casa así vale mucho dinero.
-Lena: ¡No importa! Yo la pago... Pero quiero una casa bonita donde Lexie pueda divertirse...
-Kara: ¿Podemos hablar de eso por la mañana? – dije, cogiendo su mano – Estoy cansada...
-Lena: Claro... - dijo mirando mi mano - ¿Por qué... Me coges la mano?
-Kara: Porque quiero que vengas a la cama. ¿Lexie está dormida?
-Lena: Sí.
-Kara: Entonces vamos a dormir. ¿Prefieres algún lado en especial?
-Lena: Me gusta el izquierdo... Pero tú duermes en ese lado y... La cuna de Lexie está ahí, así que... Dormiré en el otro.
-Kara: ¿Estás segura? A mí no me importa cambiar de lado y sé lo difícil que puede resultar para ti cambiar tus rutinas.
-Lena: Pero... La cuna de Lexie...
-Kara: Sólo tendré que dar cinco pasos más para llegar hasta ella. No pasa nada.
-Lena: Gracias... - dijo – Kara...
-Kara: ¿Sí? – pregunté, mientras empezaba a quitarme la ropa para cambiarme.
-Lena: ¿Podemos... Puedes... Enseñarme... Otra vez?
-Kara: ¿Ahora?
-Lena: ¿No se puede? ¿Es tarde?
-Kara: No, no es tarde. Pero despertaremos a Lexie.
Lena se quedó mirándola durante unos segundos.
-Lena: Puede dormir con la señora Grant.
-Kara: Querías que durmiera con nosotras.
Volvió a mirarla, pensativa.
-Lena: Luego la traeré de nuevo. O podemos no hacer ruido.
-Kara: Créeme, eso es imposible, amor... - dije acercándome y acariciando su mejilla. Me había quedado sólo con el pantalón. Lena miraba mis pechos - ¿Pasa algo?
-Lena: No. No está bien quedarse mirando fijamente, perdón.
-Kara: No pidas perdón. ¿Quieres intentarlo de nuevo?
-Lena: S... Sí.
-Kara: Está bien, deja que lleve a Lexie a su cuarto. – dije acercándome a la cuna.
-Lena: ¡Espera! – gritó.
-Kara: ¿Qué?
-Lena: Estás... casi desnuda.
-Kara: No va a verme nadie.
-Lena: La señora Grant...
-Kara: No sería la primera vez.
-Lena: ¿La señora Grant... Te ha visto... desnuda?
-Kara: Sí. – dije mirándola. Juraría que estaba molesta – Es mi madre, cielo.
-Lena: No quiero que nadie... Te vea así.
-Kara: ¿En serio? ¿No llevamos ni una semana casadas y ya estás celosa? – bromeé.
-Lena: ¿Eso es... malo?
-Kara: Bueno, no si sólo es de vez en cuando... - dije sonriéndola y poniéndome la camiseta del pijama. - ¿Así mejor?
-Lena: Sí. Mejor.
-Kara: No tardo. – dije llevando la cuna de Lexie a su cuarto y volviendo poco después. Lena no se había movido. - ¿Qué haces ahí de pie?
-Lena: No sé qué tengo que hacer...
-Kara: Bueno, para empezar... - dije acercándome mientras volvía a quitarme la camiseta que me había puesto. Me pegué a ella y cogí sus manos - ¿Seguro que quieres hacer esto?
-Lena: S... sí.
-Kara: Bien... - dije empezando a desnudarla despacio. Lena se cubrió rápidamente – No... Ya te he dicho que no hagas eso frente a mí. Ya las he visto.
-Lena: No me gustan...
-Kara: Lo sé. Sólo intenta olvidar que están ahí... - dije, acariciando sus cicatrices despacio y besando su cuello – Piensa sólo en nosotras.
-Lena: Nosotras... - jadeó.
-Kara: Sí... - dije desabrochando su pantalón y sonriendo – Tu amiguito ya está listo para la acción, por lo que veo.
-Lena: ¿También... Será tu amiguito?
-Kara: Bueno... Nos estamos conociendo pero sí, seremos buenos amigos... - dije, acariciándola por encima del bóxer que llevaba. – Ahora tú quítame el pantalón a mí.
-Lena: ¿Yo?
-Kara: Sí.
Lena llevó sus manos hasta mi pantalón y desató el cordón que impedía que se me cayera al suelo. Luego lo bajó despacio, dejándolo caer.
-Lena: ¿Así?
-Kara: Sí. Pero mírame a los ojos. Quiero que me mires cuando hagamos estas cosas. ¿vale?
-Lena: ¿Por qué?
-Kara: Porque es mejor... - dije, cogiendo su mentón para que me mirase y besándola – Y porque si me miras, tendrás un montón de besos.
-Lena: Sarah dijo... Que hay muchos tipos de besos... ¿Puedes enseñármelos?
-Kara: Claro... - dije besando de nuevo su cuello mientras le quitaba el sujetador. - ¿Estos te gustan?
-Lena: Sí.- dijo riéndose – siento cosquillas...
-Kara: Eso es buena señal... - dije – Ahora te toca a ti quitarme el sujetador. Cuando yo te quite algo, tú haces lo mismo. ¿sí?
-Lena: Sí – dijo desabrochándolo y dejándolo caer. Aunque sabía que eso le costaba un poco. Por lo poco que sabía aún de ella, a Lena le gustaba el orden y, posiblemente, ver toda la ropa por el suelo, no debía ser fácil para ella.
-Kara: Bien... Ahora vamos a la cama – dije, cerrando la puerta y echando el seguro.
-Lena: ¡No! ¡No cierres! – gritó.
-Kara: ¿Qué?
-Lena: ¡No cierres, no eches el seguro, no!
-Kara: Está bien... - dije quitando el seguro- Sólo quería que mi madre no entrara por sorpresa.
-Lena: No me gusta que hagas eso...
-Kara: De acuerdo, no lo haré más, tranquila... - dije mirándola. Parecía asustada – Eh... Amor, tranquila...
-Lena: Lo siento... En... En el internado me encerraban y... No me gusta.
-Kara: Está bien... - dije acariciando su mejilla – No lo sabía, lo siento... - dije besándola para tratar de calmarla - ¿Mejor?
-Lena: Sí...
-Kara: ¿Quieres que también abra la puerta?
-Lena: No.
Apoyé mi frente sobre la de Lena, cogiendo sus manos.
-Kara: Amor, necesito que me cuentes las cosas que te gustan y las que no. ¿vale? No quiero hacer nada que te moleste o te altere.
-Lena: ¿No te enfadarás?
-Kara: No. Si algo no te gusta, sólo dímelo. Yo haré lo mismo. Ahora, túmbate en la cama. – dije, empujándola con suavidad sobre ella – Vamos a dejar salir a tu amiguito – dije, quitándole los boxers y luego quitándome yo mis bragas. Luego me acerqué a la mesilla y abrí el cajón, rebuscando en él hasta encontrar una caja de preservativos. Saqué uno y lo dejé junto a la cama.
-Lena: No quieres hermanitos para Lexie... - dijo mirándome.
-Kara: Exacto... Al menos, no aún... - dije, tumbándome sobre ella y besándola – Si quieres que pare en algún momento, sólo dilo.
-Lena: Sí.
-Kara: Mírame, Lena... - pedí. Ella dudó unos segundos y me miró – Eso es... Quiero verte – dije besándola – Quiero ver tus ojos. Me encantan tus ojos... - dije, besando sus párpados y luego todo su rostro, hasta llegar de nuevo a sus labios. Luego besé su cuello, deteniéndome en su lunar – y este lunar... Me vuelve loca.
-Lena: Kara...
-Kara: ¿Quieres que pare?
-Lena: No... - dijo mirándome.
-Kara: Bien... - seguí bajando lentamente, besando sus hombros, sus cicatrices, muy despacio, de una en una. - ¿Esto te molesta...? – pregunté, al notarla algo tensa.
-Lena: Es... Raro. ¿Por qué las besas? No son cosas bonitas.
-Kara: Pero son parte de ti. Y quiero besar cada parte de ti... Quiero que entiendas que no hay nada de ti que no me guste. Nada. Puede que estas cicatrices no sean bonitas. Al menos no los recuerdos que te traen. Pero voy a encargarme de que nunca más tengas que avergonzarte de ellas. No delante de mí, al menos. – cuando llegué a la zona donde Lena tenía la herida de bala de Tommy, tuve muchísimo cuidado. Ya estaba bastante mejor, pero aún era muy reciente y temía hacerle daño. Luego bajé a sus piernas y acaricié la herida que se hizo con la moto por mi culpa, y que ya estaba curada. – Esta es culpa mía... - dije besándola también. Lena jadeó y me miró durante unos segundos.
-Lena: Me gustan... Estos besos...
-Kara: ¿Sí?
-Lena: Sí...
-Kara: Bien... - susurré, empezando a masajear su miembro. Lena jadeó, arqueándose. – Eso es... Iremos despacio.
-Lena: No... No, despacio... No.
-Kara: ¿Quieres ir más rápido?
-Lena: Sí.
-Kara: De acuerdo... - dije moviendo mi mano más rápidamente arriba y abajo, notando cómo Lena apretaba las sábanas y se arqueaba.- Voy a intentar algo, ¿de acuerdo? Si no estás cómoda, o no quieres seguir, dímelo.
-Lena: ¿Qué vas a hacer?
-Kara: Tranquila... - dije introduciendo un par de dedos en su interior, mientras seguía masajeando su miembro - ¿Te duele?
-Lena: No. – Jadeó.
-Kara: Bien... - Dije introduciéndolos un poco más y empezando a moverlos - ¿Y ahora...?
-Lena: No...
-Kara: Eso está bien... - dije, metiéndolos todo lo que pude y empezando a moverlos más rápido. Todo parecía ir bien hasta que Lena se movió rápidamente, apartándome.
-Lena: ¡No, para! ¡Eso duele!
-Kara: Está bien... Lo siento. – dije – No seguiré con eso. No volveré a intentarlo hasta que creas que estás preparada para eso.
-Lena: Lo siento, yo...
-Kara: No pasa nada... - dije acariciando su mejilla. –Durmamos, ¿sí?
-Lena: Lexie...
-Kara: Iré a buscarla. – dije caminando hacia la puerta.
-Lena: Así no...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: Vestida...
-Kara: Pero... Está bien – dije cogiendo una camiseta del armario, lo bastante larga como para que me cubriera todo - ¿Esto sirve?
-Lena: Sí.
Fui al cuarto de Lexie y volví a llevar la cuna hasta el nuestro. Cuando llegué, Lena ya se había acomodado en la cama. Coloqué la cuna en sitio y me quité la bata, metiéndome en la cama.
-Kara: Buenas noches...
-Lena: Buenas noches...
Nos quedamos dormidas enseguida. Pero de madrugada, escuché a Lena hablando en sueños.
-Kara: Lena... - dije moviéndola con cuidado.
-Lena: No... - dijo, nerviosa – Para... Déjame...
-Kara: Lena, despierta...
-Lena: ¡No, por favor!
-Kara: ¡Lena! – grité.
-Lena: ¡NO! – Gritó, despertándose y llorando.
-Kara: Lena, eh... Mírame...
-Lena: ¿Kara? – preguntó, mirándome.
-Kara: Sí, tranquila... Estabas teniendo una pesadilla.
-Lena: ¿Una pesadilla?
-Kara: Sí, tranquila... - dije abrazándola- No pasa nada...
-Lena: No estoy en el internado...
-Kara: No. Estás conmigo, en casa.
-Lena: Te he despertado...
-Kara: No pasa nada... - dije acariciando su pelo – No llores, por favor.
-Lena: Lo siento...
-Kara: Tranquila... - dije besándola en la cabeza - ¿Quieres contarme lo que soñabas?
-Lena: Yo... - dijo, mirando el despertador – Tienes... Tienes que dormir, es pronto aún.
-Kara: No dormiré tranquila hasta saber qué te tenía así... Vamos, cuéntamelo – dije haciendo que me mirase a los ojos – Quiero saberlo. Quiero ayudarte.
-Lena: Yo... Estaba en... El internado en el que me dejó mi madre y... ellos... Se burlaban de mí y...
-Kara: ¿Ellos? ¿Tus compañeros? – pregunté. Lena asintió.
-Lena: Y mis profesores. Me llamaban... Bicho raro y... Engendro y... Monstruo... Porque... Porque tengo un pene y... - dijo, llorando de nuevo.
-Kara: No eres nada de eso, Lena. Eres perfecta. Y eres... Preciosa. La gente es idiota. Les asusta lo diferente y la única forma en la que saben reaccionar ante eso es hacer daño.
-Lena: Yo sólo quiero... Quiero...
-Kara: ¿Qué quieres? – dije secando sus lágrimas – Dímelo, amor. ¿Qué quieres?
-Lena: Que la gente me trate... Como a una chica normal... Que se olviden de que tengo pene y... Dejen de burlarse de él y de mí...
-Kara: La gente que te quiere ya te trata así, ¿verdad? Tu padre, tu hermano, Sarah, Sam... Ellos sólo ven a Lena. No les importa lo que hay bajo la ropa. Y a mí tampoco. A los demás que les den. Mientras a la gente que te quiere no le importe, tú no deberías sufrir por eso.
-Lena: ¿A ti... no te importa que yo tenga...?
-Kara: Me seguirías pareciendo igual de maravillosa si tuvieras cuernos y el cuerpo cubierto de pelo o algo así... No me importa lo que hay ahí abajo. Me importa lo que hay aquí – dije, poniendo mi mano sobre su corazón – Sólo eso. Nada más.
-Lena: Hacían dibujos de mí y... Los colgaban en el pasillo. Una vez, colgaron una foto mía... Sin ropa y... Todos los padres la vieron y...
-Kara: Yo no les habría dejado hacerte eso si te hubiera conocido entonces. Incluso puede que les hubiera cortado las manos, o sacado los ojos... - dije sonriéndola y abrazándola con más fuerza – Tranquilízate... Intenta dormir otro poco, ¿vale?
-Lena: ¿Puedes seguir... abrazándome?
-Kara: Claro... – dije acomodándome de nuevo en la cama. Lena hizo lo mismo y me pegué a ella, de lado, abrazándola - ¿Así?
-Lena: No... - dijo dándose la vuelta y mirándome a los ojos – Ponte... Boca arriba... - dijo. E hice lo que me pedía. Lena apoyó su cabeza sobre mi pecho y me rodeó con sus brazos – Así... - dijo cerrando los ojos – Sarah me abraza así, me gusta...
-Kara: ¿Te gusta Sarah?
-Lena: Sí, es buena conmigo. Y, me tranquiliza escuchar su corazón. El tuyo... Va muy rápido.
-Kara: Entonces... Lo que te gusta es que Sarah te abrace, no ella.
-Lena: Ella me gusta...
-Kara: Pero... ¿Cómo yo? Quiero decir... ¿También quieres besarla y...?
-Lena: No, eso no. Sólo quiero que me abrace. ¿Eso es malo?
-Kara: No, si sólo es eso, no es malo... - dije, pasando mi brazo libre por encima de ella – Duérmete...
-Lena: Tu corazón va más despacio ahora... No me sueltes.
-Kara: No lo haré... - dije mirándola. Poco después escuché su respiración relajada. Traté de dormirme, pero no pude. Sólo quería verla dormir y asegurarme de que pasaba una noche tranquila.
LENA
15 de Octubre de 2019
Me desperté y noté que Kara seguía abrazándome. La miré. Estaba despierta.
-Kara: Buenos días, amor...
-Lena: Buenos días... Te has despertado pronto.
-Kara: No he dormido. Quería asegurarme de que estabas bien.
-Lena: ¿Qué...? Pero... - dije, apartándome y sentándome – Estarás cansada y... Tienes que dar de comer a Lexie.
-Kara: De Lexie me ocuparé ahora mismo. De lo otro, no te preocupes, estoy acostumbrada a dormir poco. ¿Estás mejor?
-Lena: Sí. Gracias por... No soltarme.
-Kara: Te dije que no lo haría... - dijo levantándose y acercándose a la cuna de Lexie – Mira quién se ha despertado – dijo cogiéndola en brazos – Dile hola a Lena.
Lexie soltó un ruidito, mirándome y riéndose.
-Lena: Hola, mi sol... - dije acariciando su manita cuando Kara la acercó.
-Kara: ¿Tu sol?
-Lena: Sí. Su pelo me recuerda al sol...
-Kara: ¿Entonces yo también soy tu sol?
-Lena: No. Sólo hay un sol, así que las dos no podéis ser mi sol.
-Kara: Oh, claro, entiendo... - dijo. Parecía decepcionada.
-Lena: Pero tú eres mi cielo...
-Kara: ¿Qué?
-Lena: Tus ojos, me recuerdan al cielo. Y... Bueno... Lexie es parte de ti, como el sol es parte del cielo, así que... Tú eres mi cielo y ella mi sol.
-Kara: Supongo que para ti eso tiene sentido... - dijo besándome y sentándose en la cama, dando de comer a Lexie – Tenías hambre, ¿eh?
-Lena: ¿Quieres que... Me vaya?
-Kara: No. Puedes quedarte. Lena, me has visto completamente desnuda, ¿no irás a decirme que te da vergüenza verme mientras Lexie come?
-Lena: Es un momento íntimo entre madre e hija. No quiero molestar.
-Kara: No molestas. Además, tú también eres su madre ahora. Lexie lleva tu apellido, ¿recuerdas?
-Lena: Sí... - dije mirándola – Entonces... ¿Ahora puedo enseñarle cosas a Lexie?
-Kara: ¿Enseñarle cosas?
-Lena: Las madres enseñan cosas a sus hijos. Yo quiero enseñar cosas a Lexie.
-Kara: Claro... Seguramente, puedas enseñarle más que yo.
-Lena: Voy a llamar a Sam. A ver si han encontrado algo de Tommy. También a Sarah, necesito hablar con ella.
-Kara: ¿De qué?
-Lena: De ti.
-Kara: ¿De mí?
-Lena: Sí – dijo levantándome, cogiendo mi teléfono y saliendo. Marqué el número de Sarah, pero no lo cogía, así que llamé a Sam, que respondió en seguida. – Sam... ¿Habéis encontrado algo?
-Sam: Felicity está en ello. Pero no ha encontrado nada sobre Tommy que pueda ayudarnos. Simplemente información sobre su trabajo como profesor y abogado, sobre su mujer... No hay nada sobre su familia, aparte de lo que sabemos de su padre. Nada sobre quién es su madre, o su hermano... Hemos encontrado varias propiedades a nombre de Malcolm Merlyn y Oliver y Barry las están investigando por si Tommy está en alguna de ellas.
-Lena: Bien... Sé que quieres estar con Alex, pero hoy necesito que te encargues de vigilar a la mujer de Tommy por si él contacta con ella. Intenta conseguir acceso al teléfono de su casa y su ordenador. Ya sabes a qué me refiero.
-Sam: Por supuesto.
-Lena: Esta noche pásate por casa de Kara y cuéntame lo que hayas averiguado. Haz fotos, síguela donde sea. Tommy deberá contactar con ella en algún momento o de alguna forma.
-Sam: ¿Quieres que hurgue en su correo por si Tommy le ha mandado algo?
-Lena: Claro. ¿Sarah está contigo? No me contesta al teléfono.
-Sam: Sí. Se le olvidó ponerlo a cargar – dijo riéndose, mientras escuchaba a Sarah soltar algunas palabras nada educadas.
-Lena: Bien, dile que quiero verla en dos horas.
-Sam: De acuerdo. – dijo colgando.
Después de colgar, volví a entrar en el cuarto y dejé el teléfono sobre la mesilla.
-Kara: ¿Todo bien?
-Lena: Sí... - dije mientras Kara daba golpecitos a Lexie en la espalda- ¿Puedo ayudarte a bañarla?
-Kara: Sí, pero antes, desayunemos. Me muero de hambre...
-Lena: Primero una ducha – dije mirando el reloj.
-Kara: ¿Quieres que me duche contigo?
-Lena: ¿Y Lexie?
-Kara: La dejaré con mi madre, ya estará despierta.
-Lena: Si. Faltan veinte minutos para el desayuno y si nos duchamos por separado, llegaremos tarde.
-Kara: O puedes ducharte y desayunar tú y luego bajo yo.
-Lena: No. Quiero que desayunemos juntas. ¿Podemos hacer eso?
-Kara: Podemos... - dijo sonriéndome y caminando con Lexie hacia la puerta.- Espérame en la ducha, ahora voy.
Fui al baño y me desnudé, abriendo el grifo de la ducha y entrando cuando el agua estaba a la temperatura que quería. Kara llegó apenas unos minutos después y entró directamente, tras desnudarse. Cuando el agua le cayó encima se apartó rápidamente.
-Lena: ¿Pasa... Algo?
-Kara: ¡Está ardiendo! ¿No está demasiado caliente?
-Lena: No. Me gusta así. Temperatura volcán dice Sarah.
-Kara: ¿Volcán? Creo que es quedarse corto. No sé cuánto calor hará en el infierno, pero debe ser muy parecido a esto.
-Lena: Sólo es... acostumbrarse... - dije, cogiendo una esponja y mojando con ella los brazos de Kara- Ahora tus brazos no notarán tanto el calor... Prueba.
Kara puso sus brazos bajo el chorro de agua.
-Kara: Bueno, así parece hasta agradable.
-Lena: Haz lo mismo con el resto del cuerpo – dije, ofreciéndole la esponja.
-Kara: ¿Y si lo haces tú...?
-Lena: Está bien... - dije pasándola despacio por su espalda. Luego por sus hombros, su pecho, su vientre y sus piernas. Cuando terminé, la miré – Métete bajo el agua ahora.
-Kara: Oh, joder, qué bien se está.
-Lena: Calentito.... No me gusta el frío.
-Kara: Ya veo...
Después de la ducha, nos vestimos y fuimos a la cocina. Cat estaba allí con Lexie y ya había preparado el desayuno.
-Cat: ¿Tenéis hambre?
-Lena: Sí... Por cierto, esta noche vendrá Sam.
-Kara: Entonces Alex la acompañará, seguro.
-Cat: ¿Qué tal habéis dormido? – preguntó, besando a Kara en la cabeza.
-Lena: Kara no ha dormido. Tuve una pesadilla y se quedó vigilándome toda la noche.
-Cat: Entonces estarás agotada – dijo mirando a Kara – Puedo ocuparme de Lexie si quieres dormir un poco.
-Kara: No. Estaba pensando que a lo mejor a Lena le gustaría ver las fotos de cuando nació Lexie.
-Lena: Me gustaría. Pero antes hay que bañarla...
-Kara: Sí...
Después del desayuno, fui a buscar a Lexie mientras Kara preparaba su bañera. Después de desnudarla, la metí con cuidado y Lexie empezó a chapotear con sus manos, mojando a Kara.
-Lena: No... No se moja a mamá...
-Kara: Deja que juegue... - dijo riéndose- Mira Lexie, tu patito... - Metió un patito amarillo en la bañerita de Lexie. Ella lo cogió y empezó a hundirlo en el agua.
-Lena: ¡Estás ahogando a tu patito, Lexie! – dije sacándolo. Pero ella volvió a hundirlo, riéndose.- ¡Lexie, no!
-Kara: ¿Y tú quieres que tenga un perrito?
-Lena: Ahora mismo, creo que no sería buena idea.
-Kara: Si no quieres que lo ahogue en la bañera, no, no lo sería.
-Lena: Tenemos que mirar casas en internet...
-Kara: ¿Cuándo quieres hacerlo? – preguntó, mientras lavaba la cabecita de Lexie.
-Lena: Podemos hacerlo hoy.
-Kara: Bien... - me miró y sonrió. Me quedé mirando sus ojos - ¿Ocurre algo?
-Lena: Quiero besarte.
-Kara: ¿Y a qué esperas? - dijo sujetando a Lexie – No tienes que pedirme permiso siempre que quieras darme un beso. A no ser que estemos enfadadas por algo. En ese caso, si me besaras, podría querer matarte.
-Lena: Ahora no estamos enfadadas...
-Kara: No, ahora no.
Me acerqué y la besé. Me gustaba besarla. Me gustaba lo suaves que eran sus labios. Iba a meter mi lengua en su boca, como hacía ella, cuando Lexie chapoteó de nuevo, mojándonos a las dos.
-Lena: ¡Lexie!
-Kara: Creo que no le gusta que no le prestemos atención. ¿Quieres hacerle burbujas, como la otra vez?
-Lena: ¡Sí!
Cuando el agua se quedó fría, sacamos a Lexie y la secamos. Kara empezó a vestirla y yo les hice una foto. Cuando se dio cuenta, Kara me miró.
-Kara: La imprimiré y la pondré con las demás. Aunque hay muchas fotos que añadir al álbum de Lexie.
-Lena: Lexie y su mamá Kara...
-Kara: y de Lexie con su mamá Lena – dijo besándome – Lista... ¿Quieres ver las fotos?
-Lena: Sí.
-Kara: Coge a Lexie y espérame en el salón. Iré a buscarlas.
Fui al salón y Kara fue a nuestra habitación, volviendo poco después con un álbum de fotos en la mano. Se sentó a mi lado y lo dejó sobre la mesa, abriéndolo. Las primeras fotos eran de Kara sola. De su embarazo. Seguramente se las hizo Nia. Eran fotos bonitas, pero Kara parecía triste y eso no me gustaba.
-Lena: ¿Por qué estabas tan triste? – dije, señalando una foto.
-Kara: No estaba triste, estaba cansada.
-Lena: No. Esa es una cara de cansada – señalé otra foto – Y esta... es una cara triste. ¿Por qué?
-Kara: Tuve un mal día. Lexie me dio mucha guerra ese día, y echaba de menos a mi familia, sobre todo a mi hermana.
-Lena: No me gusta esa cara... - dije mirándola – Yo intentaré... No ponerte triste nunca.
Poco después llamaron a la puerta y la señora Grant abrió. Sarah entró en el salón.
-Sarah: Lo siento, olvidé cargar el teléfono.
-Lena: Siéntate. Estamos viendo fotos de Lexie.
-Sarah: ¿De cuando nació? – preguntó, mirándolas y luego mirando a Kara – Desde luego, no puedes negar que es hija tuya. Sois iguales. – volvió a mirarme - ¿Para qué me necesitas?
-Lena: Quiero hablar contigo de Kara. Pero antes terminemos de ver las fotos.
-Sarah: ¿De Kara? ¿Ocurre algo?
-Kara: ¿Puedo saber de qué tienes que halar con Sarah sobre mí?
-Lena: Sí. Sobre hacer el amor. Y tú tendrás que irte, no puedes quedarte.
-Kara: Sobre... Lena, amor. Yo puedo decirte lo que...
-Lena: Quiero hablar con Sarah.
-Sarah: Lo siento, a mí me quiere más – dijo mirando a Kara y riéndose. Kara también se rió.
-Lena: ¡Eso no es verdad!
-Kara: Exacto. Lexie es su sol, y yo soy su cielo. ¿Qué eres tú, Sarah?
-Sarah: Pues...
-Lena: Sarah es mi ángel. Y os quiero a las dos. Mucho... Pero Sarah, no haría el amor contigo ni metería mi lengua en tu boca.
Escuché un ruidito y vi que Kara se aguantaba la risa.
-Sarah: Bien... Porque eso sería muy raro, Lena.
-Kara: ¿Podemos terminar de ver las fotos?
-Sarah: Sí, mejor. Porque creo que se te ha subido toda la sangre del cuerpo a la cara. Pero tranquila, acabarás acostumbrándote a que Lena suelte las cosas sin más. Una de las cosas buenas del Asperger, es que los que lo tienen son brutalmente sinceros. Para bien o para mal. Nunca mienten.
-Kara: Bueno... Mintió cuando le dijo a Tommy que Lexie era hija suya y de Oliver.
-Lena: No mentí.
-Kara: Pero Lexie no era tu hija.
-Sarah: Verás, Kara. Lena sólo estaba haciendo su trabajo, que era protegeros a ti y a Lexie. Ella no mintió. Sólo... Distorsionó o cambió la información. Es algo que suele hacerse a veces.
-Kara: ¿Y eso no es mentir?
-Lena: No. Mentir está mal.
-Kara: Bueno, iré con mi madre y os dejaré hablar. Me llevo a Lexie. – dijo alejándose con ella hacia el cuarto de la señora Grant. Ella se había metido allí después del desayuno.
-Sarah: Bueno, Lena, ¿qué quieres saber?
-Lena: Pues... Cuando Kara mete sus dedos en mi vagina, me duele. Y tengo que pedirle que pare y no podemos seguir haciendo el...
-Sarah: Espera, espera... ¿Kara mete sus dedos en tu...? ¿Y qué pasa con tu... pene?
-Lena: Primero usamos eso y luego...
-Sarah: Vaya, Kara sí que sabe divertirse. En fin, lo que te pasa es normal, Lena. Tú nunca has tenido relaciones, así que... Escúchame. La próxima vez que Kara meta sus dedos ahí abajo, no la apartes. Deja que siga.
-Lena: Pero duele.
-Sarah: Sí, dolerá y... Puede que sangres un poco. Pero no tienes que asustarte. Eso es normal. El dolor sólo durará un ratito y después... Te sentirás como si estuvieras en el mismísimo cielo. Te gustará.
-Lena: ¿Entonces... No tengo que apartarla?
-Sarah: No. Déjala seguir. Seguro que ella también lo pasa mal sabiendo que te hace daño. Pero no creo que esa sea su intención. Si te ve tranquila, ella también lo estará. ¿Confías en Kara?
-Lena: Sí.
-Sarah: Entonces deja que siga.
-Lena: Dejarla que siga... - dije, mirando mis manos.
-Sarah: Lena... - dijo haciendo que la mirase – A mí también me dolió, y a Kara... No tienes que asustarte ni avergonzarte, ¿de acuerdo?
-Lena: Sí.
-Sarah: Bien, ¿algo más?
-Lena: Pues... ¿Puedes enseñarme cosas para hacerle a Kara?
-Sarah: ¿Quieres que te...? Vale, ¿Por qué no empiezas primero por lo fácil y luego dejas que tu imaginación haga lo demás, eh? Puedes inventarte mil cosas para hacerle a Kara.
KARA
Mientras Lena hablaba con Sarah, yo fui con mi madre a su cuarto.
-Kara: ¿Puedo entrar? – pregunté tras llamar a la puerta.
-Cat: Claro, cielo.
Entré y cerré, sentándome en la cama, con Lexie en brazos.
-Kara: ¿Quieres ir con la abuela? – dije, tendiéndosela. Ella la cogió.
-Cat: Abuela... Me gusta cómo suena – dijo sentándose a mi lado - ¿Va todo bien?
-Kara: Sí, Lena está hablando con Sarah. ¿Puedo preguntarte algo?
-Cat: Claro.
-Kara: ¿No tengo más hermanos? Quiero decir... ¿No volviste a estar... con nadie?
-Cat: No. Perderte a ti ya fue demasiado duro. No quería volver a pasar por eso. No sabía si alguna vez superaría mi problema con el juego, así que...
-Kara: ¿Por qué no intentaste acercarte a mí cuando cumplí los dieciocho?
-Cat: Quise hacerlo. Pero tu padre me dijo que te había contado la verdad y que tú no querías saber nada de mí. Que habías dicho que ya tenías una madre y que era Eliza.
-Kara: Yo no... Él no me contó nada.
-Cat: Es evidente... - dijo medio sonriendo – Pero si te lo hubiera contado, ¿qué habrías hecho?
-Kara: Buscarte. Habría querido conocerte. Eres mi madre. Tú me... Me trajiste a este mundo y...
-Cat: Bueno. Supongo que el que tu padre te llevase con él, fue lo mejor que te pudo pasar. Yo no habría podido darte ni la mitad de lo que él te ha dado, Kara. Tu vida no habría sido tan buena, no tendrías tanto ni...
-Kara: Pero habría tenido a mi madre. Una madre maravillosa. Al menos, lo has sido durante el tiempo que nos conocemos. No quiero... Que vuelvas a dejarme.
-Cat: No lo haré... - dijo poniendo su mano en mi mejilla.
-Kara: Quiero que Lexie tenga a su abuela.
-Cat: La tendrá.
-Kara: Bien... - dije sonriéndola.
-Cat: Si hay algo más que quieras saber...
-Kara: Sólo lo que tú quieras contarme. Y cuando quieras hacerlo. Yo siempre te escucharé.
-Cat: Gracias... - dijo abrazándome.
-Kara: ¿Te quedas con Lexie un momento? Iré a vestirme y podemos ir a dar una vuelta por la playa. Se lo diré a Lena. Y tú, te vienes.
-Cat: Claro...
-Kara: Lexie necesita más fotos con su abuela en su álbum – dije besando a Cat y a Lexie en la frente y saliendo. Fui a mi cuarto y busqué algo cómodo para ir a la playa. Me puse un pantalón corto y una camiseta blanca. Luego fui al salón y vi que Lena y Sarah seguían hablando. – Kara: ¿Aún hablando de mí?
-Lena: No, ya no... - dijo mirándome.
-Kara: ¿Qué...?
-Lena: Me gusta esa ropa...
-Kara: ¿Mi ropa...? Ah, sí, estaba pensando que podemos llevar un rato a Lexie a la playa. Sé que no te gusta, pero... Quiero que le dé el aire, no puede pasarse el día metida en casa. Y quiero que juegue con la arena.
-Lena: Vale.
-Kara: ¿Vale?
-Lena: Vale.
Me acerqué a Lena y me agaché frente a ella, cogiendo su rostro entre mis manos y besándola.
-Kara: Sé que no te gusta la playa. Y que lo haces por mí. Y por Lexie. Pero me encargaré de que la playa acabe gustándote, ya lo verás. Vas a pasártelo tan bien, que no querrás irte de allí. Ve a cambiarte.
-Lena: Está bien... - dijo levantándose y dirigiéndose a nuestro cuarto, donde ya había llevado toda su ropa.
-Sarah: A la playa, ¿eh?
-Kara: Sí. ¿Por qué no le gusta?
-Sarah: Odia que la arena se le meta en los zapatos.
-Kara: ¿Sólo eso?
-Sarah: Puede que al resto del mundo le parezca una tontería pero, para ella, es todo un drama.
-Kara: Entiendo... ¿algo más?
-Sarah: Demasiado ruido. Ya sabes. Niños gritando, adultos gritando...
-Kara: Eso no será un problema.
-Sarah: Ah, y no olvides sus cicatrices. Ese es el mayor problema.
-Kara: Ya veo...
Cuando Lena salió, poco después, la miré.
-Lena: ¿Qué...?
-Kara: Con eso vas a pasar mucho calor.
-Lena: No tengo... Otra cosa.
-Kara: Ven... - dije acercándome a ella. Cogí su mano y la llevé al cuarto. Abrí el armario y empecé a buscar.
-Lena: ¿Qué haces?
-Kara: Buscarte algo mejor para la playa... A ver. Creo que esto... Y esto... Te servirá. Toma, pruébatelo.
-Lena: Es tuyo.
-Kara: Y ahora también tuyo. Estamos casadas, ¿recuerdas? Ahora lo mío también es tuyo.
-Lena: ¿Y lo mío es tuyo también?
-Kara: Sólo las cosas que tú quieras que lo sean. Venga, ve a cambiarte... - dije sentándome en la cama mientras ella se cambiaba en el baño. Cuando salió, bajó la cabeza, mirando al suelo - ¡Te queda genial!
-Lena: Me siento... rara.
-Kara: Eso es porque no estás acostumbrada a esta ropa. Pero te queda muy bien, créeme. Espera. Ponte esto – dije poniéndole una gorra - ¡Genial! Mira... - La puse frente al espejo para que se viera.
-Lena: No, no me gusta. Se ven las cicatrices de mis piernas. No me gusta... Quiero quitármelo.
-Kara: Lena. Lena, amor, tranquila... - dije al ver que empezaba a ponerse nerviosa – Mírame... Por favor, mírame... - dije, sujetando su rostro – Eso es... Tranquila. Mírame. Escucha... Nadie va a verte. Donde vamos, no habrá nadie más que tú, Lexie, Sarah, mi madre y yo. ¿De acuerdo? Nadie más. Además, apenas se notan, no creo que nadie se fijara.
-Lena: No...
-Kara: Haremos una cosa. Mira, voy a meter tu ropa en una bolsa. Y nos la vamos a llevar. Si no te sientes cómoda en la playa, dejaré que te cambies. Pero inténtalo al menos, ¿sí? Por favor.
-Lena: ¿Podré cambiarme?
-Kara: Sí. Pero sólo si no estás cómoda después de un rato en la playa. ¿vale?
-Lena: No sé...
-Kara: Vale, hagamos un trato. Si tú intentas esto, yo... haré algo que tú quieras que haga.
-Lena: ¿Cómo qué?
-Kara: No sé, lo que quieras. Piensa en alguna cosa que yo no suela hacer y que te gustaría que hiciera. ¿Vale? Si tú lo intentas, yo lo intento. ¿Te parece justo?
-Lena: Sí.
-Kara: Bien... - dije sonriéndola y besándola.
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