Muchos años atrás.

En un orfanato de la ciudad,  se encontraban 4 pequeñas niñas jugando a las escondidas; 3 de ellas se encontraban escondidas,  mientras la menor de ellas contaba bajo un árbol.

-¡listas o no!  ¡Aqui voy! - grito la pequeña niña de cabellos rubios

La pequeña niña,  comenzo a buscar a sus hermanas por todo el sector del patio del orfanato; vió a lo lejos una cabellera pelirroja,  rápidamente emprendió camino hacia el árbol en donde comenzo el juego.

-¡raquel! - grito la niña- ¡ya te encontré! 

Una niña pelirroja salió de su escondite refunfuñando por que su hermana descubrió su escondite 

A lo lejos,  por el sector de los Juegos infantiles,  la niña rubia pudo ver a si hermana mayor; corrió rápidamente hacia el árbol y grito su nombre.

-¡denisse! - grito Angela- ¡ya te encontré! 

La pequeña se cabello castaño,  salió de su escondite y se unió a su hermana de rojo.

-lo bueno esque no fui la primera- comentó Denisse sonriendo

-eso solo fue suerte- comentó Raquel cruzándose de brazos

Mientras en otro lado del orfanato....

Una peli negra se escondía tratando de no reír,  hace rato vio como su pequeña hermana encontró a las demás; Eleonor se encontraba escondida detrás de un gran tuvo que cubría todo su cuerpo,  cubría su boca tratando de no hacer ruido para llamar la atención de sus hermanas. 

Cuando vio que sus hermanas se acercaban a su escondite,  salió corriendo hacia otra dirección sin fijarse que un hombre venía en la misma dirección  chocando con el.

-¡auch! - se quejó la pequeña cayendo al suelo

El hombre,  se volteo preocupado hacia la pequeña niña; Eleonor se frotaba el tobillo con mucho dolor,  el hombre se arrodilló revisando el golpe.

-¿estas bien pequeña? - preguntó el hombre

-s~si- habló la niña con dolor 

-¡eleonor! - las hermana de la pequeña niña se acercaron rápidamente al ver el pequeño incidente de su hermana

-¡¿estas bien?! -preguntó Raquel poniendo sus rodillas en el suelo

-¡necesitas que la enfermera te revise! - habló Denisse preocupada

Al hombre,  se le formó una sonrisa al ver como las niñas se preocupaban de su hermana. 

-tranquilas,  estoy bien- comentó la niña- se me pasará más al rato - sonrió

El hombre vio  como la niña que se cayó se hacia la fuerte para que sus hermanas estuvieran tranquilas. 

- ven,  te llevaremos a la enfermería- comentó el hombre tomando a la niña en brazos

(.......)

-no debió molestarse en traerme aquí señor hamato- comentó la pequeña niña

-no es ninguna molestia eleonor- comentó el hombre

-ahora el tobillo tiene que reposar- habló la enfermera- por lo menos 2 semanas

-esta bien- habló la niña

El señor hamato,  salió de la enfermería hacia la recepción,  en donde había una señora amigable.

-buenas tardes- el señor hamato colocó sus codos sobre el mesón

-buenas tardes señor- habló la Secretaría- ¿que desea?

-esas niñas de ahi- apuntó hacia la enfermería- ¿cuanto tiempo llevan aquí?

-¿las hermanas Tsukuba? - pregunto - llevan 4 años aquí,  llegaron al orfanato solas....... Eleonor cargaba a Angela todas estaban descalzas

-¿se escaparon de su casa? - pregunto hamato sorprendido

-sus padres tenían demandas y amenazas del estado- habló la señora- si sucedía algún tipo de maltrato el Estado le quitarían a las niñas. 

El hombre miro con tristeza a las pequeñas,  mientras vigilaban y ayudaban a su hermana mayor a caminar; el señor hamato sonrió viendo la tierna escena de las hermanas.

-señorita- habló el hombre-  quiero adoptar a esas niñas

(.......)

- entonces...... ¿Usted es nuestro papá ahora? - pregunto la pequeña Angela caminando delante de esplinter

- si niñas,  ahora yo seré su padre- habló el señor- pero si ustedes aún no están listas para decirme papá,  diganme como ustedes quieran

-¡papa!  ¡Yo si quiero llamarte papá! - grito Angela sacando una sonrisa del señor

El padre y sus hijas subieron al auto que estaba estacionado frente al orfanato,  Angela sonreía mientras veía como su nuevo papá le contaba como sería su nueva vida juntos como una familia.

(.........)

Eleonor recordaba con lágrimas en los ojos y una hermosa sonrisa en su rostro,  ese día sus vidas habían cambiado para bien; habían formado la familia que las cuatro deseaban,  lleno de amor,  y comprensión.

Continuará