Narra Mordecai

Rigby cada vez estaba más extraño. Actuaba raro cada vez que le decía que iba a salir con CJ, me preocupaba y mucho. Anoche y la noche anterior pudimos quedarnos hasta tarde jugando videojuegos como siempre. Al menos eso se mantenía igual y era lo que agradecía.

—Ey, Mordo, ¿qué tal si salimos?

Preguntó Rigby acercándose a mí con una sonrisa, sacándome de mis pensamientos.

—Claro —sonreí—, ¿a dónde quieres ir?

—Vamos al cine, hay una película de terror nueva.

¿De terror? La última vez no durmió por una semana, sin contar que le tuvo miedo a un taxi inglés.

—Musculoso dijo que era muy buena.

—No, Rigby, sabes lo que pasó la última vez que vimos una película de terror.

Frunció el ceño instantáneamente.

—¡Oh, vamos! —refunfuñó cruzándose de brazos—. No será como la otra vez, he madurado.

Quisiera creerle, pero estaba seguro esta noche no me dejará dormir con sus lloriqueos de niño pequeño. Nunca había tolerado una película de terror y no había nada que me hiciera pensar que esta vez sí podría hacerlo.

—Está bien, vamos —accedí suspirando. Él sonrió y sacó un par de entradas de su bolsillo—. ¿Ya las tenías preparadas?

—Si no las compraba de antemano seguramente te hartarías de esperar en la fila y me dejarías ahí parado.

Muy ingenioso, Mapache, esta vez me había sorprendido.

------------------------------------------------------------------------------------------------------

—¿Estás bien, hermano?

Rigby me miró y asintió, parecía estar tranquilo aún.

—Bien, entonces vamos.

Comencé a caminar seguido de cerca por Rigby, de hecho, estaba demasiado cerca. Algo me decía que mi intuición no había fallado, que tendría que aguantar sus lloriqueos. De la nada se escuchó un ruido proveniente de un callejón, mi amigo se aferró a mi brazo como si su vida dependiera de ello. Ambos nos detuvimos, un gato salió como una flecha, tumbando un par de botes de basura a su paso.

—Q-qué susto.

Oí el pequeño susurro de mi amigo. Sabía que no tendríamos que haber venido a ver esa clase de película. Rigby no aguantaba ver cosas de terror, siempre terminaba creyendo que eran verdad, que un asesino iría tras él.

—Calma, Mapache, es solo un gato, no puede hacerte mucho daño.

Le revolví el pelo como el niño que parecía haberse transformado. Levantó la mirada hacia mí, dejándome apreciar cómo sus mejillas se sonrojaban. Automáticamente soltó mi brazo, visiblemente avergonzado.

—S-sí, lo sé, es solo que me tomó por sorpresa.

—Como digas... Volvamos a casa antes de que se haga más tarde.

Eché a caminar nuevamente con él siguiéndome muy de cerca. Al llegar, no se me despegó, Rigby me seguía por toda la casa como si fuera mi sombra. Me fastidiaba un poco, pero ya estaba acostumbrado a que se volviera paranoico cuando veía algo de terror. Por suerte, esta noche jugaríamos cartas con los demás, eso relajaría un poco a Rigby y dejaría de pegárseme tanto.

Ya era más de medianoche, Skips, Papaleta y Benson se habían ido, los únicos que quedábamos hablando éramos Musculoso, Fantasmín, Thomas y yo. En cuanto a Rigby, no podía mantenerse despierto ya, había recostado su cabeza en mi hombro y cada tanto reaccionaba cuando me reía o hacía algún movimiento.

—Oye, Mordecai, será mejor que lleves al niño a dormir —bromeó Musculoso haciéndonos reír.

—Será mejor que todos vayamos a dormir.

Todos asintieron y comenzaron a ordenar lo que habíamos dejado sobre la mesa. Yo, por mi parte, moví un poco a Rigby para que despertara, no lo llevaría cargando al cuarto como si fuera un niño pequeño, ya era demasiado aguantar sus pesadillas con las películas de terror. Abrió los ojos con pesadez y me miró.

—¿Qué hora es? —preguntó desorientado.

—Son casi dos y media, vamos a dormir.

Él asintió como niño obediente, se levantó y ambos subimos al cuarto. Se desplomó en su trampolín ni bien entró. Reí levemente al verlo así. Era como un pequeño niño aún. Todavía no maduraba y eso me alegraba, si lo hiciera me aburriría demasiado. Apagué la luz y me acosté en mi cama.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

—Mordecai.

Escuché un pequeño susurro junto a unas manos en mi hombro, abrí levemente los ojos y me di la vuelta para ver a Rigby parado al lado de mi cama.

—¿Qué? ¿Qué hora es? —miré el reloj despertador, este marcaba las cinco y cuarto de la mañana—. Rigby es temprano, ¿qué quieres?

—¿P-puedo dormir contigo?

Lo sabía, sabía que me iba a despertar en medio de la noche para pedírmelo, lo conocía a la perfección.

—Bien, pero que sea la última vez.

—S-sí —pronunció débilmente, me acerqué un poco a la pared para dejarle algo de espacio—. E-eh... ¿P-podría dormir yo del lado de la pared?

¿De verdad creías que iba a protegerte de algo que no existía? Te protegería de cualquiera de las mierdas que solemos vivir, pero de algo de una película, era demasiado.

—Está bien.

Me levanté con pereza, él se acostó poniendo su espalda contra la pared, luego me acosté quedando cara a cara.

—G-gracias...

Susurró cerrando los ojos. Me quedé unos minutos mirándolo, parecía estar tranquilo conmigo, como si sintiera que yo lo protegería. Realmente lo haría, era como mi pequeño hermano.

Me desperté por el un suave toque en mi cabello, abrí levemente los ojos encontrándome con el rostro de Rigby mirándome levemente sonrojado, solo sonreí como si de un sueño se tratase.

—Hasta que al fin despertaste. ¿Podrías soltarme?

Alcé una ceja sin entender por qué decía eso.

—¿Eh? ¿A qué te refieres?

Bajó la mirada haciendo que yo imitara su acción, me encontraba tomándolo de la cintura bastante cerca de mi cuerpo. Rápidamente lo solté, apartándome un poco de él.

—Parece que me confundiste con alguien —soltó una pequeña risa burlona—. ¿Con quién soñabas?

A decir verdad, estaba soñando con él, pero no sabía qué exactamente. ¿Qué habría hecho que lo tuviera abrazado tan pegado a mí?

—No lo sé, tal vez creí que eras una niñita indefensa —me burlé de él haciendo que frunciera el ceño y me golpeara en el hombro—. "Mordecai... ¿podría dormir contigo?"

Pronuncié burlándome de nuevo. Comenzó a darme puñetazos a lo loco, como solía hacer siempre que se enojaba.

—¡Ya cállate, idiota!

Seguía golpeándome con, lo que llamaría él, fuerza, aunque a mí aquellos golpes no me causaban dolor alguno, solo me provocaban risa. Lo tomé de las muñecas y me puse sobre él, noté el sonrojo en sus mejillas. ¿Desde cuándo se sonrojaba porque hiciera esto? Siempre que comenzábamos a "pelear" así, trataba de calmarlo de esta manera.

—¿Rigby?

Desvió la mirada ¿avergonzado? No lo entendía; ¿qué me estaba perdiendo?

—E-es tarde, t-tenemos que ir con Benson.

Tartamudeó evitando mirarme. Desvié la mirada al reloj despertador y, de hecho, tenía razón, se nos hacía tarde para ir por el reparto de tareas. Me levanté y fui al baño, sabía que estando todos abajo Rigby iría al baño del pasillo, de esa manera podríamos bajar a tiempo. Me miré al espejo, acomodándome poco y nada el cabello.

"—M-Mordecai..."

El recuerdo fugaz del rostro de Rigby sonrojado. ¿El sueño? Por favor que no sea de esos sueños, era extraño que los tuviera con mi mejor amigo, debería soñar con CJ no con Rigby. Suspiré cerrando los ojos con fuerza tratando de recordar lo demás.

"—Rigby... —susurré a su oído con un tono lascivo.

—N-no pronuncies mi nombre así.

Se aferró a mi cuello haciendo que pegara totalmente mi cuerpo contra el suyo."

Me alarmé ante la pequeña imagen que se había formado en mi cabeza sobre el sueño que había provocado que pegase a mi amigo contra mí.

—Es una suerte que no haya amanecido con una erección.

Dije con cierta vergüenza. ¿Desde cuándo soñaba con mi amigo en una... una situación comprometida? Estaba en problemas, si empezaba con sueños así, ¿qué dejaba para después? Salí del baño y bajé, Rigby y los demás estaban sentados en la escalera de la entrada así que hice lo mismo, me senté junto a mi amigo. Benson comenzó a repartir las tareas para hoy y, de nuevo, nos tocó juntar las hojas. Ya estaba harto de esa tarea, pero teníamos que hacerlo, necesitábamos el dinero y el cuarto.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

—Al fin terminamos...

Dijo Rigby en un suspiro mientras se acostaba en el sillón.

—No entiendo que tan cansado estás, solo estuvimos una hora y yo hice todo el trabajo.

Me quejé, moviendo las piernas de Rigby para sentarme en el sillón, él puso sus piernas sobre las mías y me miró.

—Yo llegué primero.

Me sacó la lengua. Seguía siendo un niño, nunca maduró, nunca creció, ni física ni mentalmente.

—No seas infantil —le sonreí, él me devolvió la sonrisa.

—Oye, Mordecai...

Sacó sus piernas de arriba de las mías y se sentó derecho.

—¿Qué?

Bajó la mirada y se dispuso a hablar, pero el toque de la puerta lo cortó antes de que pudiera decir algo. Rigby suspiró.

—V-ve a abrir.

Me dirigió nuevamente la mirada, asentí, me levanté del sillón y abrí la puerta, ahí estaba CJ parada, mirándome con una sonrisa en su rostro.

—Hola, CJ —le sonreí—. ¿Qué te trae por acá?

Me aparté un poco de la puerta para dejarla pasar.

—Solo venía a verte antes de que me vaya —dijo entrando.

—¿A dónde te vas?

Esto me recordaba a lo que pasó con Margarita, no quería que se repitiera, no ahora que estábamos avanzando tanto. No podría soportar que pasara lo mismo una vez más. Casi tenía la necesidad de abrazarla paraque no sucediera lo que tanto temía.

—Voy de campamento unas semanas con unos amigos. Salgo esta noche así que quería verte, ya que no estaré pendiente del celular el tiempo que esté allá.

Asentí suspirando aliviado y un poco molesto a partes iguales. Tenía tantos planes para salir y ahora a CJ se le ocurría irse de campamento.

—Está bien... que te diviertas en el campamento —le sonreí—. Sólo no te olvides de mí.

La tomé de la cintura y la acerqué a mí, ella soltó una risita.

—No te preocupes, no olvidaría nunca a mi Mordecai —me dio un pequeño beso en los labios, se separó y miró su reloj—. Es algo tarde, será mejor que me vaya.

Volvió a besarme y luego se fue tan rápido como vino. Me dirigí nuevamente a la sala y me senté.

—Parece que te va bien con CJ.

Comentó Rigby cabizbajo. ¿Qué le pasaba ahora? Pareciera hasta que estaba molesto. Es realmente repentino su cambio de humor.

—Pues la verdad que sí.

—Me alegro por ustedes.

Se levantó y, sin dirigirme la mirada, salió de la casa. ¿Y ahora que mierda le pasaba? Creí que quería que conociera a una chica para olvidar a Margarita. Suspiré pesadamente. Cuando decía que se comportaba raro, era de verdad. Era como si la sola presencia de CJ lo hiciera enfadar, se volvía frío y distante.

—No lo entiendo...

**

Publico más rápido de lo que lo hago usualmente pero es que esta historia me encanta tanto como las otras, claro, pero esta es la que vengo planeando desde hace bastante :3 Bueno ya me dejo de cositas raras de mi cabeza xD espero que les guste el nuevo cap y, como siempre, los votos y los comentarios se agradecen muchísimo