Nilsa y Helge esperaron a la partida del rey Erik hacia Heland para dirigirse, en primera instancia, a la costa para encontrarse con Delph y darle el nuevo mensaje para Aren, para posteriormente dirigirse al bosque e investigar acerca de la bruja.

Sin embargo, cuando llegaron a la orilla del mar, aunque era la misma hora que el día anterior, el tritón no apareció, lo que los desconcertó bastante. Esperaron un buen rato, pero Delph no llegó".

-¿Por qué? ¿Qué le pasó? - preguntó el niño, un poco alarmado.

El narrador le dió algunas palmaditas en la cabeza y contestó: "Pues, lo iba a contar un poco más adelante, pero viéndote preocupado, lo explicaré:

Ya sabemos que Delph descubría muy rápido cuando Aren decía alguna mentira, y por lo tanto, se había quedado preocupado de no saber que es lo que el príncipe haría para encontrar a Cearbhall, (o si realmente iría a buscarlo).

Así que, aun cuando el amanecer era la hora más riesgosa para su especie, Delph regresó al reino de los selkies, con la intención de encontrar al príncipe antes de que se marchara.

Sin embargo, cuando llegó a la entrada de la cueva, vió de lejos a Aren, que nadaba pegado a la muralla de piedra y ya estaba cerca de la orilla del mar.

Aunque Delph era muy veloz, la distancia entre los dos era larga, y aunque nadó tan rápido como era capaz para alcanzar a Aren, éste logró tocar la playa antes de que el espacio entre los dos fuera lo bastante corto para que siquiera pudiera escuchar que lo llamaba. Aun así, ver cómo Aren había podido llegar solo desde el reino de los selkies hasta la orilla del mar hizo que Delph se sintiera orgulloso de él.

El joven tritón se ocultó bajo el agua para no mirar cuando el príncipe se quitó la piel de foca para regresar a su aspecto original, pero por ese nerviosismo, se mantuvo escondido más tiempo del necesario, y cuando volvió a asomarse a la superficie, Aren ya se había quedado dormido junto a los arbustos.

Delph trató de observar los alrededores, a pesar de que no veía tan nítidamente como cuando estaba dentro del agua, pero le pareció que no había peligro cerca de ellos. Ya un poco más tranquilo por esto, se quedó en la orilla, contemplando de lejos al muchacho, y cantó suavemente para él, sin importar que no lo escuchara, ansiando tenerlo entre sus brazos. No supo cuánto tiempo había pasado, hasta que se quedó dormido también.

Hasta ahí todo tranquilo, pero después de un rato, lo despertó la caída de un objeto cerca de él. Sorprendido, Delph se encontró con que se trataba de una espada, y aunque se dio cuenta de que no era la de Aren, se preocupó y la tomó antes de asomarse nuevamente fuera del agua.

Alcanzó a distinguir que el joven príncipe peleaba contra dos personas más. Habiendo perdido uno de ellos la espada que cayó cerca de Delph, el otro sujeto había forjado una nueva con magia, por lo que la lucha continuaba. El tritón respiró hondo varias veces, templando sus nervios mientras sostenía el arma en sus manos, calculando mentalmente el peso de esta. Después de unos segundos, concentró toda su fuerza y lanzó la espada en dirección al contrincante de Aren, quien como ya habrán deducido, se trataba de Cearbhall, logrando golpearlo, y también llamando la atención del príncipe y del hechicero que acompañaba al traidor, Ygnve, hijo de Cearbhall".

-¡¿Es broma!? Cada vez se pone peor - protestó el niño.

El narrador rió y respondió: -A veces la vida no es como la queremos.

El pequeño resopló y preguntó: -¿Y qué pasó después?

"Pasó que Ygnve, al darse cuenta de la presencia de Delph, y viendo que había herido a Cearbhall, frunció el cejo, enojado, y en un instante, abrió un portal, mucho más sencillo que el que Erik había aprendido a crear, situándolo justo debajo del joven tritón, logrando que cayera por él, y creando otro portal, hizo que Delph cayera encima de Aren, quien apenas tuvo tiempo de arrojar su arma para no lastimar a su amigo.

Desde luego, con el peso y el impacto, Delph y Aren quedaron tirados en el suelo y aturdidos, situación que el hechicero aprovechó para atar de manos a ambos chicos, dejándolos indefensos.

Cearbhall lo felicitó: -Me sorprendes cada vez. Estoy muy orgulloso de ti.

Ygnve sonrió por un instante, volviendo a la seriedad para curar a su papá con otro hechizo, y preguntó: -¿Qué hacemos con ellos?

El villano contestó: -Sabes que necesito al pequeño príncipe, así que llevarlo a casa estará bien. No es como si pudiera hacer mucho estando atado. En cuanto al tritón, no tengo idea.

-Ya que es de una especie casi por completo desconocida, creo que también lo llevaré a casa para que mamá lo estudie - contestó el joven hechicero.

Ya curado, Cearbhall asintió ante la idea, y al instante, Ygnve abrió otro portal, de igual manera que el anterior, tirando a Aren y Delph al interior, enviándolos a una habitación vacía.

Por supuesto, al ser tan maltratados y con lo repentino de la situación, ambos estaban muy desconcertados.

Luego de un par de minutos, Aren pudo articular palabra, y preguntó: -¿Cómo me encontraste?

Delph, aún tirado sobre su compañero, respondió: -Vine a buscarte temprano, te vi salir del reino selkie, pero no te pude alcanzar. Estaba preocupado de que te pasara algo malo. Pero me quedé dormido mientras te veía.

Aren gimió y contestó: -Si yo no busco problemas, los problemas me buscan a mí, como puedes comprobar.

Delph rió y se rodó para apartarse un poco del príncipe y dejarlo respirar bien, mientras decía: -No fui de mucha ayuda esta vez. ¿Qué sucedió? ¿Cómo te atacaron?

-Pues, desperté con el grito de un halcón, sonaba demasiado cerca para lo normal en ellos. Y ví que Cearbhall estaba caminando hacia mí, así que me levanté y saqué mi espada. Obviamente nos peleamos, íbamos parejos, me sorprendió ver que sí había un halcón y que se convirtió en un chico, así que por un momento estuvo cerca de ganarme, pero logré quitarle su espada. El condenado brujo creó otra, entonces tú le lanzaste la original, lo heriste y ya iba a ganar yo, pero como te vió pues ya te usó para hacer trampa, y así llegamos aquí - explicó Aren.

Delph rió nerviosamente y pidió: -Perdóname por no poder salvarte esta vez. Seré más cuidadoso desde ahora.

El príncipe sonrió y contestó: -No es tu culpa. Además, ahora ya encontramos el escondite de Cearbhall, eso es bueno.

-Mn, no estamos tan mal - suspiró el tritón. Se sentó, flexionando su cola y frotando las ataduras en sus manos contra las escamas cerca de sus aletas.

Aren lo miró, confundido, y notó la arcoja nueva: -¿Qué significa el adorno que tienes en tu cola? Creo que no lo tenías antes.

-Mi papá me lo dio ayer. Es un artefacto mágico para que no me afecte tan rápido estar fuera del agua - contestó, sin dejar de tallar la cuerda contra sus escamas.

Luego de unos segundos, logró cortarla, y ya con las manos libres, se arrastró hasta Aren y lo desató también.

-Ese muchacho es bastante inexperto, las cuerdas que materializó para atarnos son iguales a las que se tejen con la simple habilidad manual. En cambio, esta habitación tiene sellos en la puerta y la ventana. Es obra de un hechicero más experimentado - explicó Delph.

Aren no preguntó cómo sabía, ya que era evidente que era parte de lo que Solveig también estaba aprendiendo. En cambio, en cuanto sus manos estuvieron libres, abrazó a su amigo, sorprendiéndolo. Aun así, Delph le correspondió, sin hacer ningún comentario más.

Después de unos minutos, escucharon pasos, y la puerta se abrió, pero ellos no se soltaron. Por lo tanto, cuando la bruja, Jezibába, la misma que le vendió la pócima mágica al príncipe Abel, y los vió abrazados, rápidamente llamó a su hijo y le preguntó: -¿No habías dicho que los ataste?

Yngve se asomó por la puerta, y respondió: -Sí... supongo que debo practicar más para que mis cuerdas sean resistentes...

Jezibába resopló y le hizo seña de que se marchara, lo que el joven hizo inmediatamente. La hechicera entonces llamó con la mano a Cearbhall, y ambos entraron a la habitación.

Aren y Delph los miraron, aún sin apartarse entre ellos. Ahora sí estaban en problemas grandes, pero de alguna forma tenían que salir de allí.

Gente, espero no estarlos mareando con tanto cambio de perspectiva 😅