Ante estas noticias, todos lo miraron con mayor atención. El rey interrogó con desespero: –¿Una misión? ¿Ese desalmado nos atacó para poder usarte?

Aren asintió con la cabeza, enérgicamente.

Einar masculló algunas palabras inaudibles, pero antes de que volviera a hablar en voz alta, Ossian se dirigió a Aren: –¿Lo habías visto antes de hoy en alguna ocasión?

–No, ni siquiera sabía que podía ser él, hasta ahorita que el abuelo lo dijo – respondió el príncipe.

Gunnar cerró el puño derecho y con fuerza golpeó la palma de su mano izquierda: –Ese tipo debería estar preso desde hace mucho, pero sabe esconderse bien.

–Es verdad. Pero ustedes trece deben mantenerse enfocados en el torneo. Yo me encargaré de tomar medidas respecto a ese traidor – respondió Einar.

–Ahora que lo mencionas, no me has explicado de qué trata el torneo, necesito contexto – pidió Aren.

–Eso te lo explicaremos nosotros, ven a ver en este muro – señaló Ossian.

Guió al joven híbrido hacia el muro del fondo de la habitación, en el que se encuentran talladas en piedra varias escenas que representan momentos históricos del reino selkie, y habló de esta manera: –Probablemente ni siquiera sabías con certeza la ubicación de nuestro reino antes de venir aquí. Eso se debe a que nos hemos mantenido ocultos de los humanos desde hace muchos siglos, pero eso sólo a nivel de nación. Como individuos, podemos salir y regresar a este territorio cuando nos plazca. Y, al tener la dualidad de características, físicamente humanas, pero instintivamente de focas, la persona que nos lidere debe dominar ambos lados de la moneda. Como puedes apreciar en estos relieves, los dos castillos de nuestro reino habían sido parte de una pequeña nación de humanos que desapareció muy pronto, ya que el terreno no era apropiado para ellos, mas fueron muy útiles para nosotros. El primer rey que llegó con sus súbditos a este lugar, tuvo la fortaleza para mantener a la gente organizada y tranquila. Sin embargo, con el tiempo y la bonanza, la población aumentó en número y fue necesario buscar maneras de poder obtener más comida para todos. Entonces, el quinto rey decidió permitir que los ciudadanos se acercaran a otras especies para aprender de sus tecnologías. Hubo entonces intercambios culturales con hadas, silfos, humanos, patatones, dragones, y algunos más que por el momento no recuerdo. Parecía que todo iba bien, hasta que hubo algunos humanos, femeninos y masculinos, que, al encapricharse con la compañía de selkies, robaron sus pieles para impedir que volvieran a nuestro reino. Se desencadenaron un par de tragedias y muchos dramas, por lo que el rey cortó lazos con el exterior, y la ubicación exacta del reino se mantuvo oculta. Con lo aprendido en las otras naciones, desarrollamos nuestras propias tecnologías. Aun así, conservamos nuestra identidad anfibia, por lo que en muchas ocasiones salimos del reino en expediciones, siempre en nuestra apariencia de focas, y en esos casos suele ser la mejor opción el seguir los instintos para sobrevivir.
Y por eso, siempre que es necesario nombrar a un nuevo monarca, se buscan que tenga el temple para decidir lo mejor para los ciudadanos mientras vivamos en este cuerpo antropomorfo, y capaz de seguir sus instintos al salir al exterior en nuestra apariencia zoológica.

Aren parpadeó varias veces antes de decir: –Entonces, en resumidas cuentas, el punto es elegir al que logre mantenerse a sí mismo en equilibrio para que también pueda mantener el equilibrio en la calidad de vida de la gente del reino.

Ossian asintió. Aren sonrió de lado y afirmó: –En ese caso, ya me pueden descalificar, ¡jajaja!

La risa del muchacho desconcertó a sus primos, que lo miraron extrañados.

–¿Cómo que ya te podemos descalificar? ¿No confías en tí mismo? – preguntó uno de los jóvenes.

–Ay, cuando me conozcan mejor, verán que soy un desastre viviente – respondió Aren, aún riendo.

Los otros chicos, e incluso el rey, lo miraron con algo de preocupación. El joven se tenía en muy baja estima al parecer, así que probablemente le sería difícil participar adecuadamente.

Ossian se aclaró la garganta y continuó hablando: –No sabrás si no intentas. Pero volviendo al tema principal, para comprobar quién es el mejor sucesor, sobre todo en casos como el nuestro, en el que habemos muchas opciones, es cuando se organiza el torneo, que por lo regular dura cuatro días, (pero se dan ocho días más a los príncipes para prepararse), en el que se evalúa la capacidad de los competidores para gobernar de acuerdo con las características antes mencionadas. Aunque la generación anterior de la familia real es la que elige en primera instancia al ganador, la decisión final es del pueblo, pues el vencedor debe comenzar a participar en los asuntos de estado inmediatamente.

Aren interrumpió: –Bueno, no soy muy eficiente en ese aspecto.

Gunnar respondió: –Yo tampoco, no todo se trata de ti, avorazado. Pero el propósito de la competencia es ponernos a prueba, a veces tenemos una autopercepción muy errada.

El príncipe de Kallioinenmeri respiró profundo y dijo: –Está bien, entiendo.

El rey se acercó nuevamente a Aren y afirmó: –No te preocupes por el resultado, sólo tómalo como una experiencia más. – Y agregó, dirigiéndose a todos: –¿Qué les parece si vamos a cenar? Ya no debe faltar mucho para que la comida esté lista.

Todos estuvieron de acuerdo, y salieron de la habitación con rumbo al comedor, que era la primera sala a la que habían llegado Aren y Einar al entrar al castillo. Allí, se encontraron con el resto de la familia.

Como sabemos, cada quien tenía su puesto en la organización del reino, y aunque el cargo del rey era el más importante, en segundo lugar estaban los ministros, que eran los hermanos de Einar. Aunque los hijos de estos no podían competir por la sucesión, vivían cerca del castillo, pero en ese momento no estaban presentes.

Enseguida, los hijos, o más bien las hijas del rey, (recordemos que Eero y Daven eran los únicos hombres descendientes de Einar), ocupaban los puestos de consejeras.

Y, aparte de los príncipes que ya conocimos, las princesas, nietas del monarca, aunque no participarían en el torneo, al ser quienes ocuparían el lugar de las consejeras en un futuro, estaban muy bien informadas de muchos temas relevantes para el reino.

Aren se sentía un poco mareado por recibir tanta información, así que no hizo ninguna pregunta. Sólo escuchó lo que le decían, sin poner atención realmente a las palabras que le dirigían. La cena transcurrió con lentitud, y cuando terminó, los príncipes se fueron a descansar en la habitación.

Cansado por todo lo sucedido, Aren se quedó dormido rápidamente a pesar de estar en este lugar nuevo. Sin embargo, al día siguiente, despertó antes que sus primos, lo cual se le hizo un poco extraño, olvidando que ya había dormido por unas horas cuando estuvo en la cueva, y por tanto, se había recuperado más rápido de lo normal.

Para no estar sin hacer nada, salió de la habitación sigilosamente y se dirigió a buscar algo para desayunar.

No tardó en encontrar la cocina, y comenzó a husmear para conseguir un alimento suficientemente satisfactorio. Pero antes de conseguirlo, Einar apareció, y ambos se sorprendieron por encontrarse.

–¿Qué haces aquí, abuelito? – preguntó Aren.

–Lo mismo me pregunto respecto a ti – contestó el soberano.

El muchacho torció un poco sus labios antes de responder: –Vine a buscar algo de comer. ¿Y tú?

Einar explicó: –Iba a salir del castillo, pero escuché ruido proveniente de aquí y vine a ver qué pasaba. No imaginé que eras tú.

–Ahm... Por alguna razón desperté más temprano de lo normal, y necesito comer algo – dijo Aren, cabizbajo.

El rey selkie se acercó al joven y le dio unas palmaditas en el hombro: –Está bien, debe ser que estás nervioso. Come lo que quieras. Eso me recuerda que tengo algo qué darte; de seguro te será útil.

El príncipe suspiró y asintió con la cabeza. El monarca salió de la cocina rápidamente. No tardó en regresar, llevando consigo un paquete que entregó al chico, quien apenas había encontrado unos panes y acababa de morder el primero.

–Esto te corresponde a ti, como hijo de Daven – afirmó Einar.

Aren desenvolvió el paquete, hallando en el interior una piel de foca. Miró inquisitivo al rey, quien explicó: –Esta piel era la que usaba tu papá para transformarse. Gunnar también tiene la que era de tu tío Eero.

–Oh. ¿Y funcionará conmigo? – preguntó Aren.

–Desde luego, ¿por qué lo dudas?

–Soy un híbrido, así que tengo características de humano y de selkie. Pero a veces me da miedo que algo falle por esa mezcla. Además de que mi carácter no ayuda, así que probablemente les cause algún disgusto mientras esté aquí.

–Entiendo. Pero no todo tiene que salir mal sólo porque estés aquí, además cualquiera se puede equivocar. Nomás mírame a mí: de seguro si hubiera sido menos miedoso, todo sería diferente. Tú no has hecho nada grave, y aún eres pequeño, tienes tiempo para aprender.

Aren abrazó a Einar, sin decir nada más. Pensaba que en cualquier lugar, y sin importar de quién se trataba, todos se hacían expectativas muy altas acerca de él, las cuales de ninguna manera alcanzaría.

Aren después de la explicación de Ossian:

XD

Pero ya en serio, anda muy estresado mi bebé Aren con todo lo que ha sucedido 😓. Veremos qué puede levantarle el ánimo 🤭.