Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14

Todos sacaron sus respectivas armas y se aprestaron a defenderse, pero tras el ataque con las saetas, no aparecieron bandidos de ninguna especie, y tampoco llegaron más flechas.

Tras unos segundos de quietud, Helge dijo: -No viene nadie. Quizá sólo activamos el mecanismo de una trampa de cacería.

-Es posible, pero mejor comprobémoslo - contestó uno de los selkies, y desenvainando su espada, se encaminó hacia el sitio de donde había venido la ráfaga de flechas. No tardó en hallar que, en efecto, un mecanismo estaba oculto entre los árboles, pero no había ninguna persona manipulándolo.

Más tranquilo por esto, el guardia se volvió hacia sus compañeros y afirmó: -No hay gente aquí... - pero fue interrumpido por el vuelo de otra saeta, proveniente del lado contrario, que lo impactó en el brazo derecho.

Antes de que los demás pudieran reaccionar, otras dos flechas volaron e hirieron a los otros guardias selkies.

Nilsa exclamó: -¡Sí estamos bajo ataque!

-¡Regresemos hacia Kallioinenmeri! - dijo Aren, guiando a Apocalipsis para que diera media vuelta, pero otra flecha fue disparada hacia él. Engla se dio cuenta y se movió, con lo que alcanzó a bloquearla con su cuerpo.

El muchacho se asustó mucho y trató de ayudar a su mamá, pero Nilsa se le adelantó, mientras Helge golpeó al caballo para que corriera y sacara del lugar al príncipe.

Ante esto, el arquero que los atacaba salió de su escondite y persiguió al joven, sin preocuparse por el resto del grupo. El rey Einar, quien estaba auxiliando a sus guardias, creyó reconocer a su atacante: -¡¿Cearbhall sigue vivo?!

No podía comprobarlo, pero su aspecto era muy similar al de aquel traidor.

El arquero corrió tras Aren, y éste al darse cuenta, hizo correr a su caballo hacia una zona alta para dificultarle el camino a su atacante, quien aun así, continuó disparándoles flechas. Intentando alejarse, forzó al equino hasta su mayor velocidad, logrando alcanzar la cima, pero encontrándose con que habían corrido hacia la parte alta de una quebrada, y no pudiendo frenar adecuadamente, Apocalipsis tropezó y cayó, quedando a poca distancia del vacío, mientras su jinete voló por el impulso, salvándose de caer por haber logrado agarrarse del borde.

A pesar de estar aterrado, Aren se esforzó por subir y no mirar abajo, mas no había pasado mucho cuando sintió que alguien tomó su capa y lo levantó.

Los ojos grises del príncipe se encontraron con los azul oscuro del guerrero Cearbhall, quien, tras observarlo unos segundos, dijo: -Llevo tiempo buscándote. Tienes una misión que me ayudarás a cumplir.

El joven escuchó el follaje de los árboles movidos por el viento de un lado, y el romper de las olas en el lado opuesto. No sabía a qué altura estaba, pero si ya había sobrevivido una vez, tal vez lo lograra otra: -Las misiones no son lo mío a decir verdad -, y tras estas palabras, soltó el broche de su capa, que quedó en las manos del villano, mientras él caía por la quebrada.

Aunque desde menor altura, Aren volvió a caer al agua del mar, quedando aturdido mas no inconsciente, por lo que trató de reaccionar y nadar hasta la superficie para respirar, pero las fuertes olas se lo impedían. Creyendo que no lo lograría, el muchacho cerró sus ojos para esperar su final, cuando sintió un abrazo y a los pocos segundos su cabeza pudo salir del agua, pero sin tener que mirar, Aren ya sabía quién le había rescatado: -¡Delph! ¡estás aquí! Pero, ¿cómo me encontraste?

Mientras el príncipe abría los ojos nuevamente, el tritón acarició con una mano su mejilla, sosteniéndolo con la otra para que no se hundiera, y respondió sarcástico: -La próxima vez que te lances desde un lugar alto, no te ayudaré—. Limpió con su mano la sal en los párpados del híbrido, y le explicó: —Te he estado buscando desde hace rato, y pensé que podrías estar de nuevo intentando escalar esa muralla.

Aren sonrió y lo abrazó, pero débilmente; todavía no se recuperaba del golpe. Delph se dio cuenta de esto, y lo sostuvo con más fuerza. De pronto, una flecha se sumergió junto a ellos, haciendo que el más joven mirara arriba, y logró distinguir al guerrero, a punto de dispararles otra vez.

-¡Toma todo el aire que puedas, debemos volver a lo profundo! - ordenó Delph. Aren obedeció, y el tritón nadó velozmente lejos del alcance de Cearbhall. Aunque era un selkie, no podía perseguirlos porque ya no tenía su piel de foca, así que regresó a buscar al resto del grupo que acompañaba al príncipe.

El narrador cambió su fósforo nuevamente, pero en esta ocasión, todos estaban muy emocionados para comentar al respecto. Incluso parecía que el semicírculo que rodeaba al narrador se había estrechado y gente nueva se había unido, lo que lo animó a continuar:

"Delph nadó por un rato, sin soltar a Aren, hasta que encontró un sitio que parecía buen escondite: una cueva, cuya entrada estaba apenas oculta por el agua, y por el sonido que provenía del interior, debía haber otra abertura por donde el aire ingresaba, haciéndolo un sitio apropiado para que el príncipe pudiera recuperarse.

Sin dudarlo, el joven tritón nadó al interior de la cueva, y comprobó que el nivel del agua no la inundaba por completo. Incluso había una roca lo bastante grande para que cupieran al menos veinte personas y un perrito. Esta piedra estaba cerca de la oquedad por donde entraba el aire. Aunque esta otra entrada estaba algo obstruida por plantas, no parecía difícil que una persona pudiera salir por allí. Tras observar esto, Delph se dirigió hacia la roca y subió a su compañero en ella.

Aren había contenido la respiración todo ese tiempo, pues gracias a su ascendencia de selkie, podía resistir hasta una hora sin tomar aire. Sin embargo, al sentir que estaba de regreso en un lugar seco, rápidamente respiró, y abrió sus ojos con cuidado para que no les entrara la sal del agua en sus párpados. Enseguida, miró en todas direcciones, percatándose de los mismos detalles que Delph ya había observado, y luego volvió su mirada hacia el tritón, quien se había quedado en el agua, solamente asomando sus ojos fuera de ella.

El príncipe habló: -Gracias por ayudarme otra vez.

Delph sonrió y se sentó en la roca junto a él: -No hay de qué. Aunque, deberías ser más cuidadoso.

Aren suspiró: -Ya lo sé, me lo dicen a cada rato. Pero esta vez no fue culpa mía, estaba viajando con mi mamá y mis amigos hacia el reino de mi abuelo, cuando ese extraño arquero nos emboscó. Debería ir a ver si ellos están a salvo -, y tras estas últimas palabras, intentó levantarse, pero no lo consiguió, pues aún no se recuperaba por completo.

Delph lo detuvo y afirmó: -Iré yo, aún estás débil. Descansa un rato más.

-¿Y cómo vas a ir? No puedes caminar, ni puedes estar mucho tiempo sin respirar agua.

-Es cierto, pero tengo mis métodos. Confía en mí.

Aren quiso preguntar a qué se refería, pero al verlo deslizarse al agua nuevamente, se movió y lo atrapó por las aletas, logrando que se detuviera, y le dijo: -No me dejes solo aquí. ¿Por qué volviste a buscarme?

Delph regresó a su lado y lo abrazó con cuidado: -Pensé que serías tú el que no querría verme otra vez. Pero, en verdad te amo, y quiero cuidar de ti.

Aren lo abrazó un poco más fuerte antes de soltarlo: -No debí reírme. Sólo... me tomaste por sorpresa, y entiendo si te atraigo, porque también me atraes mucho, pero el amor es algo diferente. Todavía eres muy pequeño, no quieras quedarte atado a mí sin conocerme bien. Sospecho que cuando sepas más de mí ya no me vas a querer con tanta insistencia.

-Hablas como si me llevaras mucha ventaja, pero tú también eres muy pequeño, seguramente tenemos la misma edad. ¿Cuántos años tienes?

-Veinte. ¿Y tú?

-Dieciocho.

El príncipe lo miró con incredulidad: -¿Cómo que sólo soy dos años mayor? Te calculaba unos... catorce o quince años.

Delph rió suavemente y le acarició la cabeza, diciendo: -Sé que los humanos crecen más rápido, así que nos ven más jóvenes de lo que somos.

Aren se cubrió el rostro con ambas manos: -Eso no se vale, ¿cómo esperabas que supiera que ustedes crecen más lento que nosotros?

El tritón contestó: -Esperaba que te equivocaras. Y lo hiciste.

-Claro, es lo que hago mejor - declaró el muchacho, cruzándose de brazos y volteando su cara hacia otro lado para ocultar que había comenzado a llorar.

Delph se dio cuenta de todas formas, y lo abrazó con cuidado: -Lo siento, me pasé al decir eso.

-Pero es verdad, sólo doy problemas, y nunca resuelvo ninguno.

—Ya, no importa eso. Estoy aquí para ti, te ayudaré con todo lo que pueda. Iniciando con averiguar si tu familia está bien —. Delph tomó una de las manos de Aren y la acercó a sus labios, lo que causó que el híbrido se coloreara más de lo que ya estaba y apartara su mano bruscamente.

—¿No podríamos empezar por ser amigos?

El tritón sonrió y asintió: —Lo que ordenes.

Aren sonrió débilmente, abrazó con fuerza a su compañero y lloró por un rato, hasta quedarse dormido. Entonces Delph, aunque en realidad no quería soltarlo, lo acomodó un poco más lejos del agua para que descansara, y se fue para investigar qué había sucedido en el bosque.

(Si leyeron el último extra de Flor de viento, criatura marina ya saben de quién se trata).

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro