I
Yo deseaba redactar una novela sobre tus manos,
pero no me atrevía a confesarte
lo que tú tampoco te atrevías a confesarme.
Te tenía presente,
eras una canción que no podía sacarme de la cabeza.
Quería ser un espectador de tu teatro
y esperar a que desde el escenario me des un guiño,
invitando a encontrarme contigo después de la obra,
detrás del telón y fuera del guión.
Me gustaba sentir que te quería y me gustaría dejar de sentirlo.
La marea de todo lo que pudo ser me envolvió y me ahogó.
Arrastro errores como un largo ejercicio que nunca saldrá bien
porque me equivoqué al inicio, apenas comenzando.
Sueño con volver al inicio y sueño con dejar todo esto detrás.
Entre la oscuridad te pediría que vuelvas a bailar conmigo,
recuerda cuando me quedaba paralizado por el pánico escénico
y solo atinaba a moverme cuando sonreías,
despacio y bajito,
como si me derritieras en un horno a fuego lento.
Es que el miedo siempre se esconde,
es un grano de arena en la noche
y no se deja ser cazado.
Una sola vez decretamos enfrentarnos en la corte,
y por poco purgamos cadena perpetua.
Dado que no puedo hablar coherentemente,
seguiré soltando frases sueltas,
a ver si les encuentras algún sentido,
porque estoy exhausto de tanto darle vueltas al asunto.
Hemos jugado demasiadas veces a no sincerarnos,
deberíamos jugar en el olvido,
a estrujar contra el pecho una historia que no necesita volver a empezar.
Lo único que queda en limpio en el papel es un relato
que a ninguno le tocó,
un recuerdo que vibra suavemente,
que se desvanece como la última nota de una canción,
diciendo que ya no eres la misma
y que ya no estás más acá.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro