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Capítulo 9

~Capitulo 9~

Dormí muy bien, el sueño había desaparecido y tenía mucha energía para trabajar ahora, creo que dormí más de lo normal. Estire los brazos mientras trataba de adaptarme a la fuerte luz del día que golpeaba en la ventana pero no dañaba mis ojos. Di un último bostezo y gire mi cabeza para ver la hora, los ojos se me abrieron mas de lo normal pienso, me levante de una y me cambie rápido ya que no tendría tiempo para un baño.

-Jackson, la alarma no sonó, voy a llegar muy tarde- dije pero sin recibir respuesta

Me lave la cara y cepille mis dientes, aunque me detuve un momento para verificar algo que no cuadraba: Jackson. Su cama estaba acomodada ya se había levantado y había bajado a desayunar, ni siquiera se molesto en despertarme. Bien luego tendré una seria charla con el. Me acomode mi cabello y vi que ya estaba listo. Acomode mi cama y doble las sabanas para luego abrir la puerta, siempre la abro de un tiro pero no fue así, intente varias veces abrir pero estaba atorada o mas bien encerrada.

-no- susurre sin creerlo- que esperas abre

Seguí intentado abrirla pero simplemente no podía. Me empece a desesperar y sentir pánico viendo como los minutos transcurrían mientras yo estaba aquí encerrado. Me di por vencido y fui corriendo para ver la ventana si podía salir por ahí, para mi desgracia estaba cerrada desde afuera, bien la única salida que tenía era la puerta, no tuve opción más que pedir ayuda.

-¡ayuda! ¡Ayuda!- grite lo mas alto que pude

Pero no recibí respuesta, sigui gritando pero nadie me escuchaba hasta que escuche la voz de Conejo mencionar mi nombre.

-¿y Jack? ¿A que hora se fue?- preguntó

-se fue muy temprano, dejo una carta en la que dice que volvería mas tarde y que Jackson estaba muy ocupado, dijo que no lo molestaremos- dijo mi padre

¿Que? ¿Cuando escribí una carta? Jackson ni siquiera está aquí, soy yo. Jack. Y estoy aquí encerrado, me puse a gritar lo mas alto que pude pero nadie respondió. Me aterra pensar que estaré encerrado durante un largo tiempo y sin comida ni agua, ¡no! ¡simplemente no puedo pensar así!

-¡alguien que me ayude!- dije algo enfadado

Golpeaba fuertemente la puerta tratando de llamar la atención y gritando con todas las fuerzas que tenía. El miedo se estaba apoderando de mi, intente mil veces abrir la puerta, con todas las opciones que se me ocurrieran. Pero simplemente no podía hacer nada, la puerta estaba encerrada desde afuera.

Llevaba una hora aquí sin escapatoria, el hambre se estaba volviendo cada vez más molesta, tenía que comer, me estaba rugiendo muy fuerte el estomago. Y además tengo mucha sed, tengo la garganta y la boca totalmente seca, no estoy acostumbrado a pasar hambre. ¡Me van a despedir! Es lo único que me pasaba por la cabeza, mi primer día oficial y no asisto. Estoy seguro de que puse la alarma que yo me acuerde no la cambie, casi no me acuerdo de nada, tenía mucho sueño y no se que ha paso en toda esta mañana.

-¡ayuda! Por favor- dije abriendo la ventanilla que había en la puerta

Mis ojos se iluminaron al ver a un pequeño duende que se me acerco de forma seria, yo sonreí con los ojos muy abiertos, podía tener una esperanza.

-ve por mi papa

Pero pareció no entenderme, suspire y volví a intentarlo

-ve por Santa Claus- dije haciendo señas y hablando lento

El duende me miro por unos segundos y siguió caminando por el pasillo de manera tranquila, seguramente no me había entendido y decidió ignorarme.

-¡no! Vuelve

Mi esperanza desapareció. Pasaron las horas y ya no toleraba mas el hambre y la sed, busque en todas partes algo de comida pero no encontré nada ni agua. Llegaron las siete de la tarde y me sorprendía que siguiera vivo, en todo el día no he comido y tengo un fuerte dolor de cabeza, estaba acostado en el suelo junto a la puerta, ya no podía más, además del hambre estaba enfadado. Me quede dormido pero la puerta se abrió de golpe al ver a mi hermano abriendo con llave.

-Jack

Los ojos se me iluminaron, me levante jalando de sus pantalones ya que casi no tenía fuerzas para pararme, el me miro con el ceño fruncido y salí corriendo a como pude. Fui directo a la cocina, me atragante con todo lo que pude, mientras mi padre me miraba confundido.

-¿Jack? Que no ya habías comido- preguntó el

-¿si? ¡¿Que crees?! Todo el día he estado encerrado en la habitación, parece que toda mi familia pareció ignorarme

Todos me miraron sorprendidos y un poco confundidos

-¿de que hablas?- preguntó Conejo

-en todo el día no había salido de mi habitación, me dejaron encerrado y aun no se el motivo de mi encierro

Jackson hizo una seña de <<esta loco>> y todos me miraron como si lo estuviera

-¿no entienden? Seguramente me despidieron de mi empleo y además me estaba muriendo de hambre, nadie quizo abrirme la puerta

Hada me miro de manera extraña como si no me creyeran ni una palabra de lo que estaba diciendo, ella saco un dinero y me lo mostró algo confundida.

-Jack nunca estuviste encerrado, me trajiste el dinero de tu trabajo

La mire desconcertado, alguien había ido a trabajar en mi lugar pero no era yo, así que la única opción es Jackson.

-¡Jackson fuiste tu! Te pasaste por mi, como puedes hacer eso- dije algo histérico

El me miro confundido aunque pude notar que nadie me creía nada, seguí insistiendo hasta que mi padre pareció enojarse.

-¡Jack basta! Deja de mentir, te he dicho que odio las mentiras

Me quede unos minutos callado pero sabia que yo tenía razón

-no estoy mintiendo papa, grite muchas veces y nadie me escucho- gire mi cabeza y pude ver al pequeño duende

Mi padre esperaba una respuesta y señale con mi mano al pequeño enano

-ese duende me vio y además me ignoro

Pero el pequeño negó todo con la cabeza: pequeño traidor

-tienen que creerme, nunca había salido en todo el día- dije moviendo mis manos

Mi padre se puso las manos en los oídos como tratando de no escuchar

-no había comido en todo el día- en cuanto termine de hablar me lleve una bofetada por parte de mi padre que hizo que me estrellara en el suelo

El tiene mucha fuerza y el golpe había sido muy fuerte. Todos se quedaron sorprendidos en especial Hada por el comportamiento de el.

-¡basta Jack! No somos idiotas, sabemos bien que ha pasado y solamente quisiste llamar la atención-

Me toque la mejilla y la tenía ardiendo, y además me había dado un duro golpe en la cabeza, me sentía un poco mareado.

-siempre lo hace- susurro Jackson

-Jackson vete a tu habitación- gritó mi padre y el lo obedeció sin antes darme una sonrisa burlona, yo lo mire con el ceño fruncido.

Mi padre me miro enojado mientras Hada se me acercaba para ayudarme a levantarme

-déjalo, todos a dormir- dijo como punto final y se fue de ahí

Hada me dio una sonrisa de tristeza y se alejó de mi, al igual que todos. Me quede solo y me levante para irme a dormir. Al llegar a la habitación, estaba Jackson sentado sobre su cama pero no quise ni voltear a verlo, estoy enojado con el que no quiero tener ni un contacto con el. Aunque no soy muy bueno enojándome, en unas horas se me pasa el enojo pero quiero tener por lo mínimo una semana sin hablarle.

Al amanecer me di un baño y me di cuenta que se me había hinchado la mejilla y además me había hecho un morete en la frente, trate de ocultarlo con mi cabello pero se notaba mucho no podía hacer nada, parecía como si me hubieran dado una paliza. Deje mi callado en mi habitación y baje a desayunar y ahí estaba mi padre, no quise mirarlo, no estaba enojado con el simplemente estaba decepcionado.

El me miro y puso su mano sobre mi frente para ver el golpe que tenía, no dije nada y tampoco me aleje, el sonrió con tristeza, posiblemente se este arrepintiendo porque lo que hizo no estuvo bien.

-se te hincho, el golpe se ira quitando con el paso de los días

No conteste nada, tenía la mirada hacia la comida, no quise decir nada solamente mi silencio

-lo lamento hijo, se que me pase- dijo él poniendo una mano sobre mi espalda

Me quede en silencio no tenía ganas de hablar, el me miro algo desesperado ya que no había logrado que yo hablara.

-¿quieres que te ponga una pomada en el golpe?

-no, se pondrá bien- dije con la mirada hacia abajo

El me tomo de la barbilla obligándome a mirarlo

-hijo perdóname, no quiero que estés enojado

-no estoy enojado- sonreí- solamente estoy decepcionado de ti

Me levante y el se quedo callado. Después de eso no dije nada mas, y me fui en dirección a mi trabajo. Al llegar trate de mostrar una sonrisa aunque era muy falsa, la rubia llego y me paso por un lado y ni siquiera me saludo. Se me hizo raro pero no le tome mucha importancia, me puse a trabajar aunque pude sentir la mirada de ella sobre mi, voltee y sonreí y fue ahí cuando me miro horrorizada. Camino hasta mi y me toco el rostro, parecía muy sorprendida

-¡que te paso!- dijo ella

-nada, no es nada- dije mirándola fijamente a los ojos

Ella me pidió que le dijera exactamente que paso, solamente le dije que había tenido un pequeño pleito con mi padre. Ella me sonrió y volvió a trabajar.

-Frost, tráeme unas flores de color rojo que esta en la bodega- me ordenó el joven que me pagaba, ósea mi jefe.

Obedecí y fui por ellas. Las llevaba en los brazos no pesaban tanto pero en la puerta había una persona que me impedía el paso.

-¿me deja pasar?- pregunte amablemente

Esa persona traía un saco negro pero traía la cabeza cubierta con la capucha, era como de mi estatura, podía jurar que por un momento creí que era Jackson pero descarte esa idea, era imposible. La persona estaba de espaldas viendo las flores que había en la entrada al escucharme se hizo a un lado.

-gracias

Aunque cuando di el segundo paso no se exactamente que paso ya que me tropecé con algo y caí al suelo, no supe como caí pero no fue un simple tropezón me había doblado el tobillo, las flores cayeron en el aire mientras Rapunzel salió corriendo hacia a mi.

-¿estas bien?- dijo preocupada

El tobillo me dolía horrible, los ojos se me llenaron de lágrimas, el dolor era insoportable. La rubia me miro y me volvió a preguntar.

-me duele- dije con la voz algo quebrada

-¿que te duele?- preguntó ella

-el tobillo

Solté lagrimas sin darme cuenta, ella me las limpio con su pulgar y se me quedo viendo fijamente al igual que yo.

-vas a estar bien- respondió

Me tranquilice un poco pero no podía apartar mis ojos de los suyos. Me sentía bien aun lado de ella, el dolor todavía lo tenía pero trate de ignorarlo por un momento, solamente miraba a ella...

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