~Capitulo 7~

Toda la noche solamente pienso en como encontrar trabajo o en que trabajar...supongo que me ira mal ya que no se hacer nada aunque mejor tendré la idea de que me ira bien, ser positivo es bueno. Me levante con toda la flojera posible, me aliste y me dio envidia ver a mi hermano dormido en su cama. En fin, baje escaleras y ahí estaba mi padre con una sonrisa y con los brazos cruzados

-Jack, espero consigas trabajo

Asentí, comí un pedazo de pan y me dirigí al pequeño pueblo. Eran las ocho de la mañana, y la gente aquí parecía que madrugaba, había mucha gente, mis posibilidades de conseguir empleo eran escasas. Observe todo lo que tenía a mi alrededor, los ojos se me iluminaron al ver una frutería que necesitaba empleados. Corrí hasta ella para encontrarme con un señor alto y con unos kilos de mas, el me miro y yo aclare la garganta

-¿que quieres?- me dijo en tono seco

-vine por el trabajo

El me observo de pies a cabeza y luego se llevo una mano a su barbilla mientras daba vueltas muy lentamente alrededor de mi

-¿y bien?

El hombre se aclaró la garganta y tomo mi muñeca

-no muchacho, te ves muy débil. Necesito personas fuertes

La decepción se apoderó de mi, pero iba a pelear por el trabajo...además si tengo fuerza, ¿cierto?

-usted no se preocupe, tengo la suficiente fuerza

-hablo enserio, ya vete- dijo dándome la espalda

Le puse la mano sobre su hombro aunque en un movimiento rápido me agarro fuertemente el cabello

-te estoy diciendo que no!, ya lárgate- el me soltó de manera brusca haciendo que me estrellara contra el suelo, fue un duro golpe pero este tipo tiene un carácter insoportable

Fue ahí cuando levante la mirada y pude ver a una chica de cabello rizado agarrando fuertemente la muñeca del hombre que me había aventado

-escúcheme bien, usted nos dará ese mugroso empleo, o si no las consecuencias no le gustaran-

El hombre fue muy astuto ya que la empujo de los hombros haciendo que cayera al suelo, auch..eso debió doler

-larganse!- gritó el hombre lanzando naranjas hacia ella y a mi

-pero a usted que le pasa- dije, lo que causó que la chica me viera con el ceño fruncido

Ella desvió su vista, se levanto y salió corriendo. Bien eso fue raro. No tuve de otra y me aleje de ahí, a seguir buscando. Fui a la panadería

-lo lamento tenemos todo lleno

Suspire con frustración, llevaba cuatro horas sin conseguir nada. Fui a un pequeño mercado, a una carnicería pero solamente lo que recibía era:

-no necesitamos a nadie, lo lamento chico

Nada mas caminaba, ya no sabia en donde mas preguntar. El calor era terrible aunque no me quite la sudadera, nada mas traía una playera blanca, se vería raro si anduviera así. Pude notar que dos o tres chicas me miraron, me sentí incomodo por un momento

-sabes te pareces a alguien que yo conozco, creo que ya se quien eres...solamente que te cambiaste el cabello y ahora usas lentes de contacto- me dijo una señorita de cabello negro

Nunca la había visto, cabello diferente? Lentes de contacto? De que habla?, últimamente me están confundiendo. Pero solamente sonreí y me aleje de ella. A lo lejos mire un letrero en la florería

"Se solicita empleado"

Los ojos se me abrieron de alegría, camine hasta ahí con una sonrisa y justamente cuando llegue había otra persona también solicitando el empleo

-disculpa pero yo llegue primero- dijo una muchacha rubia aunque ni siquiera me había mirado

-ehh no...yo necesito el empleo- dije algo molesto

Delante de nosotros estaba un joven de cabello claro, que no sabía exactamente a quien elegir, ya que habíamos llegado al mismo tiempo

-te estoy diciendo que yo lo ocupo- dijo ella sin apartar la vista del joven de adelante

Es ella! Es la señorita que trabajaba en la librería que yo destruí!. Supongo que sigue molesta conmigo por eso no quiere ni mirarme

-¿señorita Corona?- dije tratando de llamar su atención

Y fue así! Ella giro su rostro para verme, me sonrió y yo le regrese la sonrisa

-¿como conoces mi apellido?- dijo ella con su tierna voz

-solamente lose

Ella sonrió pero luego me miro confundida

-es decir escuche que te apellidabas así- dije sonriendo

Ella soltó una risita, y el hombre empezaba a desesperarse

-escuchen, les puedo dar el empleo a ambos-

Mi cara se iluminó igual la de ella, pude notar que frotaron lagrimas de su rostro, aunque no se exactamente la razón, ¿por alegría? Puede ser

-gracias- dijo estrechando la mano del joven

El asintió y aclaró la garganta

-pueden empezar desde órita

Ambos asentimos y dicho eso entramos a la florería. Yo arreglaba las flores y ella atendía a los que compraban, tenía una gran sonrisa, me gustaba verla así, por lo menos ya consiguió trabajo. Pasaron las horas, y tuvimos un tiempo para ir a comer, aunque ella decidió quedarse

-¿enserio no quieres nada? Te puedo comprar algo si quieres, o te acompaño-

Ella negó y soltó unas lagrimas pero al instante se limpio el rostro

-¿te ocurre algo?- dije mirándola fijamente a los ojos

-no, mejor sigo trabajando- después de decir eso se alejó de mi y se puso a trabajar

Bien, quizá quiere tener espacio, o quizá este molesta aun conmigo, hay muchas razones. Al llegar las siete de la tarde, el joven nos dio un poco de dinero, aunque me pareció muy poco.

-¿perdón? ¿Cien pesos nada mas? Trabajamos casi todo el día- dije algo irritado

-disculpe pero es el primer día, no puedo darles más- dijo y empezó a cerrar con llave y candado la florería, sonrió y luego se fue de ahí sin decir nada mas

Estaba enojado, cien pesos es todo lo que le voy a dar a Hada, ella me dijo que por lo menos le diera la mitad. Aunque la rubia tenía una gran sonrisa.

-¿oye estas feliz con esto que nos han dado?- dije sin creerlo. Simplemente Hada me iba a matar y seguramente se va a poner histérica

-a mi me parece bien- dijo ella mirando el dinero con mucha alegría

Trate de calmarme y voltee a verla...que alegre es ella

-no he sabido tu nombre

Ella sonrió y me volteo a ver con una sonrisa

-Rapunzel Corona- dijo ella extendiendo su mano

-Jack Frost

Su mano era demasiado cálida a comparación de la mía, me sentía bien con ella.

-estas frío, ¿estas bien?- dijo en tono de preocupación

-estoy bien, no te preocupes, yo siempre he sido así-

Ella me miro confundida pero decidió ignorar mi comentario

-me tengo que ir, adiós

Luego salió corriendo, decidí seguirla pero de modo que no se diera cuenta. Ella corrió con los brazos extendidos para abrazar a una chica pelirroja...un momento esa chica fue la que estaba en la frutería

-Merida!- dijo la rubia con lagrimas en los ojos

-lo lamento no conseguí nada- dijo decepcionada. Ella tenía la mirada hacia abajo pero la rubia le levanto la barbilla con lagrimas en los ojos

-no! Tengo cien pesos- dijo Rapunzel

Merida la miro sorprendida y empezaron a frotar las lagrimas

-tenemos para comprar comida- dijo la pelirroja sin creerlo

-así es, ven, hace días que no comemos, vamos a comprar- dijo y luego se fueron de ahí corriendo

¿No habían comido? Ósea que ella necesitaba el empleo desesperadamente, eso hace que me sienta mas mal por lo que hice en la librería. Regrese al polo, en cuanto puse un pie me estaba esperando Hada con la mano extendida

-bueno Jack, dame la mitad

Simplemente estoy muerto, la mire temeroso mientras ella exigía mi respuesta. Ni modo, tendré que darle el poco dinero que tengo, estoy preparado para los regaños

-cien pesos! Eso es todo!- dijo histérica, lo sabia

-ah...yo..es lo único que me dieron- dije jugando con mis manos

Hada empezó a gritar y en ese momento llego mi padre y Jackson

-que pasa, porque esos gritos- dijo mi padre en tono calmado

Ella empezó a decirle todo y cuando termino, el me miro y se me acerco: gritos de parte de el me esperan

-bueno no hay ningún problema, te puede dar otro dinero mañana-

-ese es el problema, que los necesito para hoy-

Y fue así como empezó una discusión, Jackson también opinaba pero no muy a mi favor

-Jack tiene dinero en una pequeña alcancía, puede dártelo- dijo para voltearse al verme. Gracias hermano! Me alegra saber que cuento con tu apoyo, sabiendo que ese dinero ya lo tenía apartado para un regaló de cumpleaños a un primo mío, pero ese regalo ni siquiera llegara a sus manos, ya que me quedare sin dinero

-brillante idea- dijo mi padre con entusiasmo

-ah..no, ese dinero ya lo tengo apartado-

Jackson salió corriendo a mi habitación, tomo el dinero y se lo entrego a mi padre, no pude haber tenido un hermano mejor, siempre esta de mi lado, nótese el sarcasmo

-bien Hada, aquí está

Mi preciado dinero cayó en manos de Hada, no solo era para el regalo sino que también tenía planeado comprar mas libros

-bien, todo bien Jack- ella sonrió y me dio un beso muy cerca de mis labios, al instante me hice a un lado. Odio y detesto que se me acerque de esa manera, ella ha sido como una madre y no puedo verla como mujer, no! Acaso esta loca!.

-gracias hermano- dije subiendo las escaleras algo enojado

El me llamaba pero decidí ignorarlo, escuche que el venia detrás de mi. Al llegar a la habitación, me senté y lo ignore por completo

-solamente es dinero, lo puedes reponer

Puede que tenga razón, a lo mejor y me estoy comportando de una manera muy infantil

-te parece si vamos a cenar

Asentí y bajamos por las escaleras. Ya cenando, mi padre me observaba pero no hice caso después se aclaró la garganta y comenzó hablar

-¿en que conseguiste trabajo?-

-en una florería, me encontré con la señorita de la librería, trabaja conmigo-

Jackson arqueo una ceja, pude notar que Hada frunció el ceño y empezó a partir su comida de una manera brusca

-¿y como se llama?-

-Rapunzel Corona- respondí, recordando lo que dijo "hace días que no comemos", me parece triste su situación, supongo que deben de estar llorando de la felicidad por haber alimentando a sus estómagos hambrientos

-y dime que tiene de especial esa niña?- dijo de repente Hada, y con una agresividad en su voz que hizo que todos nos sorprendiéramos, en especial yo

-¿disculpa?

Ella pareció haberse arrepentido de su comentario, se puso nerviosa y miro a todos que estamos muy desconcertados

-lo siento, no tengo porque reclamarte nada, además supongo que no la conoces-

-exacto! No la conozco, y tu no tienes porque reclamarme nada, ya hemos hablado sobre eso- estaba tan enojado que sin darme cuenta ya estaba gritando

Hada me miro sorprendida mientras todos se quedaron en silencio. Jackson bajo la mirada para seguir comiendo al igual que mi padre, pero todo era silencio, un silencio incomodo.

-ya no tengo hambre, provecho- pensé que mi padre me detendría pero no fue así

-Jack, acaba tu comida- dijo Hada

Pero la ignore pude escuchar que mi padre le decía que se tranquilizara y que se comportara diferente conmigo.

-Hada, creo que Jack, Jackson y yo, te vemos como una madre para ellos, no puedo imaginarte aun lado de mi hijo...simplemente no te lo voy a permitir

Gracias papa! Eso le cerro la boca a Hada, me alegro que mi padre este de mi lado. Mi padre se levanto y se fue a continuar con su trabajo en la fabrica, era tarde pero faltaba poco para Navidad, Conejo se había ido a dormir y Jackson se quedo lavando los platos. Iba subiendo las escaleras cuando sentí que alguien me agarro de la sudadera para empujarme fuertemente hacia la pared. Abrí los ojos para encontrarme con Hada. Porque!

-Jack, quiero que sepas que te quiero, y no quiero que estemos peleados-

Ni siquiera escuche lo que me decía, el duro golpe contra la pared me había lastimado mi espalda. Ella esperaba mi respuesta pero afortunadamente llego mi hermano

-que pasa aquí- dijo algo aterrado

Quite bruscamente las manos de Hada y me aleje de ella. Hada me miro desconcertada

-yo soy como tu hijo, y tu eres como mi madre, ¿captas? Nada mas eso-

Dicho eso agarre a mi hermano de la sudadera y nos fuimos a dormir. En cuanto puse un pie en la habitación mi hermano me pidió explicaciones

-¿que paso? ¿Que estaban haciendo?

-no seas estupido, no estábamos haciendo nada-

Y me siguió preguntando, las preguntas me estaban cansando, finalmente llegamos a una conclusión

-ella esta demente-

-no, solamente esta enamorada- dijo mi hermano

-de alguien que no le corresponde y nunca le corresponderá- dije algo irritado

Era tarde, y mañana me tendría que levantar temprano para ir a trabajar además tenía demasiado sueño. Me acosté a dormir y lo único que pensaba eran en unos ojos verdes. El sueño se apodero de mi y lo ultimo que vi fue a mi hermano quitándome la sudadera azul para ponerme la suya de color negro

-¿que haces? Ya duérmete- dije entre bostezos

El sonrió, creo que agarro el reloj y le movió la hora aunque no estoy muy seguro ya que fue ahí cuando me quede profundamente dormido...