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IX- Final: La maldad esta dentro de uno.

Después de un mes, no había culpables al asesinato de Jonathan Herondale, habían sobornado a los jueces, abogados y a todos que pudieran culpar a la familia Lightwood de ser culpables de aquello cometido, no podía creer que no sintieran arrepentimiento sobre eso o que no metieran a Alexander en un lugar donde debería ir, ahora no podía estar más que aterrados por lo que podría suceder sabiendo que estaba suelto, seguiría en el instituto, seguiría caminando por las calles, pero ahora sabiendo que los que le habían culpado eran ellos dos, estaban en peligro, ya no dormían bien y siempre andaban juntos por lo que podría suceder, solo días y ya no irían más al instituto dándole más oportunidades para el ojiazul de hacerle daño.

-Mañana está la prueba final de la profesora Belcourt, nos tocará compartir con la clase de fotografía.

-¿No es ahí donde está Alexander?

Ambos sintieron el escalofrío llegar a su cuerpo, el mal presentimiento de que sucedería algo malo el día siguiente se había triplicado a saber esa noticia, la tensión no se iba y lo peor es que Ragnor no iría a la escuela a ayudarlos porque le habían dado ese día para comenzar las vacaciones de su trabajo, todo encajaba para el favor del ojiazul y aunque quisiera no iban a poder evitar lo que el destino les esperaba.

-Mañana pediré hacer equipo con Simón y le invitaré a salir- sonrió Raphael- avanzaremos al siguiente nivel.

-Algo bueno habrá mañana, espero que acepte.

Ese día no pudieron descansar bien, hablando de todo, así que al día siguiente en el instituto sus cuerpos temblaba de los a nervios, cuando llegaron al curso y no vieron a la profesora Camille Belcourt si no la profesora de fotografía sabían que estaban perdidos. Alexander ya tenía todo preparado para su destinos, ese día se definiría todos y no podían huir, si lo hacían iría detrás de ellos.

-Muy bien, la profesora Belcourt no ha podido venir, está en el proceso de su divorcio así que me dejó a cargo de terminar esto para darle sus notas finales, el dúo que mejor salga tendrá a pesar de la mejor nota un gran premio- dijo la mujer- traeré a mis alumnos para que pongamos fin a esto.

"Fin a esto."

Después de eso la señora llamó a sus alumnos mirando a Raphael como esperaba ansioso la llegada de Simón Lewis al curso, pero ambos pudieron ver cono Alexander Lightwood entraba sin hacer caso a los susurros donde hablaban de él como un asesino del más querido de todos, Jace, cada uno de los alumnos de la clase de fotografía fueron en dirección a las personas que ya conocían, Raphael estuvo con Simón y el moreno se quedó solo, suplicando por lo bajo que no le tocará con la persona que no quería, pero fue inútil, la profesora que parecía no ir al corriente de los rumores obligó que ambos, el y Alexander hicieran equipo, sin escuchar las súplicas de que no quería eso.

-Son el único dúo que queda, deben hacerlo.

No pudo decir nada más ya que Alexander estaba arrastrándolo fuera del curso para dirigirlo hacia el de ellos, comenzó a rezar mientras sus ojos sentían arder con las lágrimas acumuladas ¿Por qué nadie estaba ayudándole? Su corazón estaba acelerado y sentía su vista nublarse.

-Tenemos que elegir la vestimenta, mi figura fotográfica debe verse sensacional.

Magnus no podía creer que Alexander actuará como si no estuviese pasando nada, sintió como lo agarraba del brazo para llevarlos hacia el último pupitre del curso encontrando una caja de prendas, disfraces, aunque había uno que ya estaba apartado viendo como el ojiazul levantaba las prendas, haciéndole sentir incómodo por toda la situación, cuando vio el disfraz casi abre los labios sorprendido viendo una maya negra, con orejas de gatos de plásticos y unos borcegos que debían llegar hasta la rodillas con medias de red, Magnus comenzó a negar.

-N-No pienso ponerme eso Alexander.

Quiso dar marcha atrás y nunca haber dicho aquello cuando Alexander le miró, era mucho más escalofriante de lo que podía imaginar, las venas de su cuello eran notables y sus ojos zafiros se habían oscurecido más.

-Yo ya te elegí tu vestimenta y te la colocarás- repitió con más fuerza.

¿Por qué aún nadie aparecía en el curso? ¿Dónde estaba Raphael? Asintió al comentario del chico y tomó las prendas temblando.

-Ahora ve a cambiarte así comenzamos, te quedará fascinante con el cuerpo que tienes.

Asustado porque quisiera aprovecharse de el una vez más, comenzó a caminar hacia la puerta del curso, sus piernas temblaban, los otros dúos comenzaron a llegar riendo entre sí, vió a Raphael entrar junto a su compañero parando para mirarle.

-¿Estás bien?¿Cuál es tu tema?- preguntó Raphael- la profesora no me ha dejado salir para ver si...

El moreno sonrió una mano en su hombro haciendo que se tensara y Raphael frente a su vista se quedó sin hablar.

-Nuestro tema es Magnus sexy- respondió Alec- nos gustó a ambos ¿O no Magnus?

El moreno hizo una mueca tratando de sonreír mientras asentía, no quería preocupar a Simón quien no sabía del tema, podía sentir el llanto acumulado en su garganta.

-I-Ire a vestirme.

Se salió del agarré para comenzar a irse casi corriendo del lugar para entrar a los baños y encerrarse en unos de los compartimientos tirando las prendas al piso para sentarse en el taburete del baño a llorar en silencio, su cuerpo estaba lleno de nervios. Después de unos minutos la puerta fue golpeada, sobresaltado se paró de donde estaba para abrazarse a el mismo.

-¿Quién?

-Soy Raphael, ábreme.

Suspirando abrió la puerta para ver a su amigo mirarle preocupado.

-¿Te ha hecho algo? Magnus podemos irnos.

-¿Y repetir? Tu madre te mataría y me mataría a mi, solo ve de nuevo allá, yo ya voy.

-¿Estás seguro?- preguntó Raphael.

El moreno asintió viendo como Raphael sonreía y señalaba su ropa para ir a los últimos comportamiento para dejarlo solo, cuando estaba por cerrar la puerta vió a Alexander entrando, sin detenerse cerró para ver sobre la parte de abajo de su puerta la sombra del ojiazul.

-¿Está todo bien Magnus?

-S-Si solo me falta un poco.

La sombra desapareció pero la puerta del baño no se escuchó abrirse, significaba que aún no se iba, comenzó a vestirse rápido para prevenir si estaba cerca de la puerta de Raphael, así que a medio cambiar sacó el seguro viendo como Alexander sonreía saliendo de uno de los compartimientos cerca de su amigo.

-¿Y Raphael?

-Se fue hace unos segundos- dijo el ojiazul- te vez fabuloso.

Pero no podía ser cierto, no lo había escuchado irse, pero al ver la mirada de Alexander y no viendo nada en donde Raphael debería estar, se acomodó sus orejas para mirarle.

-Sal de aquí, ve a preparar el lugar- ordenó el ojiazul.

-¿No vas a venir conmigo?

-Voy a recoger tu ropa para llevártela.

-Puedo hacerlo yo- susurró Magnus.

-Vete- musitó.

Sin discutir salió del baño sin antes dirigirle una última mirada donde Raphael había entrado, después de eso caminó hacia el curso con el corazón en la garganta buscando a su amigo con la vista, pero no lo vió si no a Simón sentado arriba del pupitre jugando aburrido con la cámara, sin pensarlo y con la mirada en el agarró al chico, como un impulso, de la remera para llamar su atención.

-¿Dónde está Raphael?

El chico acomodó sus lentes sorprendido.

-No lo sé, dijo que iría a cambiarse y aún no vuelve ¿Está sucediendo algo?

Soltandolo salió corriendo del curso dejando que las lágrimas bajarán por su mejillas, no podía perderlo a el también, no podría soportarlo, temblando entró al baño y se detuvo cuando sus oídos captaron el sonido de jadeos donde el había estado antes.

-Oh Magnus, ah...

El ojiazul se estaba masturbando con su ropa, comenzó a descomponerse, asqueado por la situación y sin meter algún ruido camino hasta donde había visto por última vez a su amigo, cuando abrió la puerta se quedó congelado, Raphael estaba muerto, ahorcado con una corbata y su boca tapada con una media, de su estómago salia sangre, significaba que había sido apuñalado, en las paredes habían palabras escritas.

"Magnus es mío"

"Nadie puede arrebatarme lo que es mío"

Dejando ya derrumbarse, dejando escapar sollozos cayó de rodillas al suelo viendo como Alexander salía de donde estaba observándolo con los pantalones desabrochados.

-¿No te dije que te fueras?¿Qué mierda haces aquí?- preguntó molesto Alec- ¿Viniste a ver cómo tú noviecita está muerta?

Magnus siguió sollozando en su lugar.

-Me molesta cuando los chicos se acercan a ti, me molesta que me hayas acusado bebé, eres mío Magnus ¡Mío! Nadie te separará de mi lado.

Vió como Alexander se comenzaba a acercar mientras éste se arrastraba hacia atrás para alejarse de él.

-¡Yo soy tu novio Magnus! ¡Debes amarme! Tu eres mío y yo soy tuyo.

-D-Dejame en paz.

Alexander sacó un armar de la cintura de su pantalón para apuntarlo mientras el también comenzaba a llorar.

-Nunca me amaste, y yo siempre estuve dispuesto para ti.

-¡Déjame en paz sicópata!- sollozó Magnus.

-¡Mira lo que he hecho por ti! ¿Y aún dudas de mi amor? Magnus esto es por nosotros.

-Por favor déjame en paz- sollozó con más fuerza.

El ojiazul se arrodilló a su lado aún apuntandole.

-Si yo no puedo tenerte, nadie lo hará bebé.

-Estas loco Alexander.

-¡Nadie lo hará!

No iba a poder salir de eso, así que juntando todo el coraje que tenía le miró a los ojos donde ahora mostraban el grado de locura que tenía, para sonreír mientras sus lágrimas estaban en sus mejillas esperando lo que fuera.

-Vete a la mierda Alexander.

-Tú lo pediste bebé.

El ojiazul chequeo la lengua para apretar el gatillo sintiendo el ruido resonar en sus oídos, después de eso Magnus sintió el impacto en su cabeza y después no pudo sentir más nada.

Fin

N/A: Gracias por leer y darle oportunidad a esta corta historia. ❤️

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