Capitulo 9
Habían puesto en el diario mural, del patio del colegio, el anuncio del campeonato de futbol. Me acerqué a mirarlo y pensé de inmediato en mi amado Joey, ya que el campeonato se realizaría el próximo sábado.
Joey me sonrió y acarició mi mejilla.
_ Pero ¿Podré jugar? Es decir, es un campeonato de colegio mi amor. Jugaran los docentes y todo el personal que trabaja allí
_ Eso no importa mi vida. Yo sé cuánto te gusta el futbol y creo que esta sería una muy buena oportunidad para que juegues – volvió a sonreírme –
_ Eres tan linda y tierna – le sonreí mimada –
_ Te quiero y te amo mucho
_ Y yo a ti, Jejeje. De acuerdo, me convenciste. Jugaré el sábado en tu colegio
_ ¡Si perfecto!
_ Eso sí, me tendrás que hacer muchas barras y solo a mí – le sonreí pícara y rodeé su cuello con mis brazos –
_ Solo a ti te las haría
_ Te amo
_ Y yo a ti mi Joey
Me miró intenso y me besó apasionado. Yo me aferré a él, Joey me tomó de la cintura y me apegó más a él y nos seguimos besando.
Al cabo de besarnos, nos miramos a los ojos y yo le acaricié su cabello cobrizo. Nos sonreímos, cuando de pronto sentí unos enormes deseos de vomitar. Me llevé la mano a la boca y Joey me miró extrañado y preocupado.
_ ¿Estás bien hermosa?
_... Tengo un poco de asco – me miró fijamente –
_ ¿Asco?
_... Sí, pero descuida, ya se me está pasando...
Él siguió mirándome y yo aún con nauseas, me sentí horrible. Nunca me había sentido de esa manera.
El día del campeonato llegó a mi colegio y todos entusiastas, mi amado Joey y yo lo estábamos aún más.
Mirándolo con su playera negra y short también negros, estaba listo para jugar. Lo encontré tan lindo y guapo así con el traje de futbol; Joey me miró y me sonrió.
_ ¿Estás lista para hacerme barras pequeña?
_ Siempre lista mi Joey – acarició mi mejilla y me sonrió tierno –
_ Te amo
_ Y yo a ti
Nos sonreímos, y percatamos que no hubiera nadie y nos abrazamos y nos besamos apasionadamente.
Ocurría que mi colegio era un establecimiento muy estricto, de modo que no aceptaban escándalos de ninguna índole. Nadie sabía de mi relación con Joey y aunque era parte de mi vida privada, en el colegio si se llegaban a enterar, yo corría el riesgo de que me desvincularan por estar con un hombre mayor, además de ser famoso y según ellos "con malas costumbres".
Joey no estaba de acuerdo con esa estúpida regla, pero igual me daba su apoyo incondicional.
Al cabo de besarnos, él acarició mi mentón y yo le sonreí.
_ Te amo tanto mi Cony
_ Y yo a ti
_ Bien, será mejor que ya me vaya a la cancha. Tengo que precalentar
_ Suerte, serás el mejor
_ Jejeje. Te veo en la barra
_ Ahí estaré...
Joey me dio un pequeño beso y se fue rumbo a la cancha y sin darse cuenta, Gustavo lo vio salir de la sala y ardió de rabia y celos.
_ Te demostraré que soy mucho mejor en la cancha, que ese imbécil adinerado por el que tienes de novio...
Salí del salón y me encontré con Gustavo. Él me miró serio y despechado...
_ Así que tu noviecito va a jugar en el campeonato – me vi descubierta frente a él por ser Joey mi novio y traté de disimularlo –
_... No sé de qué estás hablando Gustavo. Estoy con prisa, debo irme – me tomó del brazo –
_ No soy tonto Constanza, sé que ese sujeto y tú están juntos. Solo te reíste de mí
_ ¡Suéltame! ¡Qué te pasa! ¡Suéltame!
_ No voy a soltarte hasta que desistas de estar con ese imbécil y estés conmigo – abrí los ojos –
_ ¡¿Qué?!
_ Si no lo haces, todo el colegio sabrá la aventurita que tienes con ese músico bohemio – lo miré aterrada y oí su suave y reconfortante voz tras de mí –
_ Será mejor que la sueltes, si no quieres vértelas de verdad conmigo – Gustavo frunció el ceño –
_... Joey...
_ ¡Suéltala te he dicho!
Gustavo me soltó y yo corrí hacia Joey.
_ Te crees muy valiente infeliz, pero esto lo vamos a arreglar aquí y ahora – temí a que se pusieran a pelear –
_ ¡No, por favor! – Joey me miró –
_ No perderé mi tiempo con un sujeto como tú
_ No eres más que un cobarde, pero ahora tu noviecita verá lo poca cosa que eres...
Gustavo se le acercó intimidante y yo temerosa, tomé a Joey de la espalda.
_ ¡No, por favor!
Gustavo a punto de golpearlo, Joey lo golpeó primero. Le dio un puñetazo y a mí se me escapó un grito.
Gustavo noqueado por aquel puñete, se tocó la nariz y esta le sangró.
Joey me miró y yo un poco mareada, él lo notó y tomó mi mano.
_ ¿Estás bien?
_ Si, solo un poco mareada, descuida
Ambos miramos a Gustavo y este nos miró y ardió de rabia y celos.
_ ¡Imbécil! ¡Ahora sí me las vas a pagar!
_ Esto lo arreglaremos en el partido, como dos hombres
_ ¡Jajaja! ¡Por favor! No me hagas reír. Ambos sabemos que yo te venceré con los ojos cerrados
_ No estés tan seguro
_ Morderás el polvo infeliz y Constanza sabrá de que estás hecho...
Lo miré más que molesta y Joey ignorándolo, me llevó con él y yo me aferré a su hombro sin importarme nada.
Cansada, él me miró y me tomó la mano con cariño.
_ ¿Segura que te sientes bien? Yo te notó muy pálida
_... Si, solo es un mareo... - se detuvo frente a mí y acarició mi mejilla –
_ Debes ir al doctor cariño. Hace días que estás con esos malestares
_ Solo fue el mal rato que nos hizo pasar Gustavo. Nunca creí que se comportaría así. Nunca debí haber aceptado salir con él esa vez
_ Pasó que el siempre estuvo interesado en ti pequeña
_ Nunca lo supe y, fue peor cuando salí con él. Fui una tonta
_ Ya no te atormentes con eso mi vida. Tuviste tus razones para hacerlo y yo también tuve culpa de eso
_ Mi Joey – me miró – Yo siempre te he amado a ti, solo a ti – sonrió –
_ Lo sé pequeña. Fui un gran estúpido en no haberme dado cuenta antes. No supe valorarte y bueno... - le toqué sus mejillas –
_ Eso ya pasó, ahora estamos juntos
_ Te amo
_ Y yo a ti...
Joey jugaría para el equipo azul, mientras que Gustavo jugaría para el Clandestino. Ambos equipos entraron a la cancha y yo sentada en las bancas, en la primera fila, miré con nervios a mi amado y secreto novio. Estaba intrigada por lo que pasaría, puesto por el inesperado enfrentamiento de ambos minutos antes.
Joey me miró sentada en la banca y sus ojos brillaron de amor y mi corazón saltó de alegría.
Los dos se miraron fijamente y Gustavo deseó darle su merecido. Me miró y Joey frunció el ceño y el partido dio por inicio.
La intriga y nervios aumentaron y ambos equipos jugando con todo su esfuerzo, Joey y Gustavo estaban debatiéndose a guerra, como si aquel partido fuera el resultado de todo. El mejor.
Joey jugaba como todo un experto. Manejaba el balón como todo un profesional; le encantaba el futbol, era su hobbie favorito y ahí en la cancha lo estaba demostrando.
Tenía el control de sus piernas sobre el balón. Corría, pateaba el balón y se lo pasaba a sus compañeros como todo un futbolista con carrera. Todo eso me tenía loca, fascinada de él y mirándolo, lo quería, amaba y adoraba más y más.
Le pasó el balón nuevamente a sus compañeros, estos lo miraron y aún sorprendidos de que Joey Tempest estuviera jugando ahí con ellos, en su equipo, también se sintieron afortunados y agradecidos y le recibieron con honores el balón.
Gustavo furioso, quería quitarle el balón a Joey y tratando de hacerlo, Joey no se lo permitió e hizo una hazaña que salió ileso junto con el balón.
Gustavo lo vio alejarse con la pelota y se desfiguró por completo. Volteó a mirarme a mí en la barra y, yo con los ojos fijos en Joey le hice mis barras.
<< Vamos mi amor, tú puedes hacerlo. Sé que puedes. Te amo tanto >>
Estalló de rabia y apretó los puños.
<< Me las vas a pagar infeliz. De esta si no te vas a salvar... >>
A punto de llegar al arco, el equipo de Gustavo y él entraron en pánico y tratando de evitar que Joey metiera el primer gol, fue muy tarde.
Joey miró determinado el arco, se posicionó y a Gustavo se le escapó un grito.
_ ¡NO!
<< Esto es por ti mi bella Constanza. Amor mío... >>
El arquero lo miró fijo, sintiendo su movimiento Joey lanzó el balón. El arquero no lo pudo sostener, y el balón entró al arco.
_ ¡GOOOL!
Todos aplaudieron y Joey sonriendo, todo su equipo corrió a abrazarlo. Yo salté de mi asiento con euforia y alegría.
_ ¡Si mi Joey! ¡Yo sabía que podías hacerlo! – no me pude contener - ¡Ese es mi Joey! ¡Te amo!
Él escuchó mis gritos, volteó a mirarme y yo sonriéndole, le alcé la mano y él me sonrió anhelante y también me devolvió el gesto.
<< Te amo mi niña bella... >>
<< Y yo a ti amor mío... >>
Gustavo exasperado al vernos en ese momento, se volvió a posicionar para continuar con el juego...
Había vuelto la intriga para ambos equipos y para todos nosotros y yo mirando atenta a Joey, él seguía seguro y confiado. Llevaba la ventaja y hasta ese instante calificaba como mejor jugador que Gustavo, aunque para mí lo había sido desde antes.
Lo animaba con todas mis fuerzas y amor y él sonreía, ya que podía escuchar mis gritos para él, lo que más irritaba a Gustavo.
Todos gritando y apoyando a su respectivo equipo, el partido estaba a punto de terminar. Había sido casi noventa minutos de alegría y tensión para ambos grupos y yo desesperada, no quería que mi amado perdiera.
Él junto a su equipo iban ganando uno a cero, pero no podían relajarse ahora y Joey ansioso e impaciente, no podía perder o darse el lujo de quedar empatado con Gustavo.
Quedaban un par de minutos y ambos grupos corrieron tras el balón. Yo me tensé por completo, crucé los dedos para que el equipo de Gustavo no lograra empatar con Joey y mirándolo solo a él, me vino de pronto un fuerte mareo y el estómago se me revolvió por completo.
Me llevé la mano a la cabeza y nerviosa, solo quería ir a vomitar y tratando de no pensar en aquello, Joey metió el segundo gol, y así concluyó aquel complicado partido, siendo él y su equipo los eternos ganadores de ese campeonato.
Todos corrieron abrazar a Joey y él más que contento, sus compañeros lo cargaron. Él riéndose, volteó a mirarme y yo aún algo mareada, le aplaudí con todo mi cariño y amor y le grité que lo amaba y él se derritió. Quiso correr a mis brazos y sonriéndome, yo lo miré perdidamente. Sin contenerse más, felicitó a sus compañeros y salió de la cancha y fue por mí.
Gustavo molesto y acabado, no soportó que Joey ganara el campeonato y peor que haya perdido frente al hombre que le había robado "su supuesta novia" y apretó los dientes.
Lo vio correr hacia mí y yo lo abrasé con todas mis fuerzas. Joey me cargó y levantó en sus brazos y ambos nos sonreímos.
Me vio tan feliz en los brazos de Joey, que se llenó de rabia y volvió a apretar los puños.
<< Me las vas a pagar caro Constanza. Te vas a arrepentir de haberte reído de mi >>
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