Serio e ido miraba por la ventana, sosteniendo una lata de cerveza. Se sentía molesto y cansado de toda aquella situación. Dio un suspiró y recordó todas las veces que estuvimos juntos. Luego se acordó de nuestra última vez y sintió algo aún más especial, ya que a pesar de que lo habíamos hecho tan apasionados, también nos entregamos con más sentimiento.

<< Tal vez tú no me quieras, como yo si te quiero y te amo mi pequeña Constanza... >>

<< Y aunque así fuera, no podemos estar juntos, ya que yo soy muy mayor para ti... >>

<< Pero no puedo, ni quiero alejarme de ti... >>

Bebió de su cerveza y pensó:

<< ¿Habrás amanecido mejor de tu estómago pequeña? >>

Tomó su celular y miró con detención una foto mía, que él había guardado sin que yo lo supiera.

<< Te convertiste en mi amiga y me enamoré perdidamente de ti... >>

Triste, no dejaba de pensar en él, en como estaría y si estaría con esa odiosa mujer...

<< De seguro debe estar con ella >>

<< No, no lo haría, lo conozco. Sé que no estaría con ella, pero es hombre y los hombres nunca dicen que no y como está disgustado conmigo, de seguro que si se acostó con ella>>

Pensé en eso último y las lágrimas me corrieron por las mejillas.

<< ¿Por qué me comportó así? Si Joey y yo solo somos amigos, amigos y nada más >>

<< Él no me quiere, como yo si a él y es lo que más me duele >>

<< Aunque fui muy injusta con él... >>

De pronto comenzó a sonar mi celular. Me sorprendí al ver que se trataba de él y urgiéndome, no supe que hacer; pensé en que ya estaba cansada de toda esta situación, ya que no quería seguir así, siendo solo su amiga con derechos. Fui fuerte y preferí no contestarle.

Él volvió a llamarme, pero yo no lo contesté y pensó:

_ Ok. No quiere hablar conmigo, perfecto. Constanza ¿Por qué tienes que ser tan inmadura a veces?...

Al otro día...

Decidida, ya no había vuelta atrás, sería muy doloroso, pero era lo mejor. Ya no podía seguir así, solo me estaba haciendo más daño. Esto, esta relación que teníamos ambos no tenía ningún futuro. Solo éramos amigos y cuando teníamos ganas nos acostábamos y ya. Joey nunca me propondría nada más y eso era un hecho.

Abrió la puerta y se sorprendió al verme. Me miró serio y yo lo miré, perdiéndome en sus maduros y profundos ojos celestes; el corazón casi se me salió del pecho.

_... Hola Joey

_ Hola... Creí que aún seguías enojada conmigo

_... Vengo a conversar de algo contigo

_ ¿Ah sí? ¿Y de qué se trataría?

_ ¿Puedo pasar, o estás con "alguien"?

<< No debí decir eso >>

_ No, no estoy con nadie, estoy solo – dijo más que serio –

_...

_ Pasa, adelante...

Entré nerviosa, con las piernas temblando y sentí una fuerte clavada, al lado derecho, bajo la costilla.

_ Por cierto ¿Cómo te has sentido de tu estómago? ¿Aún estás con malestares?

_ Recuperándome, gracias – me miró – Necesito que hablemos Joey

_ ¿De qué cosa?

_ Quiero pedirte disculpas por cómo me comporté ese día contigo. No debí actuar así contigo, después de todo lo que hiciste por mí estando así enferma

_ Descuida, ya pasó...

_... – lo miré –

_ ¿Era eso de lo que querías hablarme?

_ No... Joey, tú y yo ya no podemos seguir así. Esto se acabó

_ ¿Qué? ¿De qué estás hablando ahora Constanza?

_ De esto, de esta "relación", si se le puede decir, que tenemos ambos. Ya no puedo. Ya no quiero seguir así – me miró desconcertado –

_ ¿Y qué pretendes entonces?

_... Alejarnos y no volver a vernos – se tornó molestó –

_ No, pero ¿Qué estás diciendo Constanza? ¡¿Por qué quieres hacer esto?!

_ ¡Porque es lo mejor y ya!

_ ¡¿Mejor para quién, para ti?!

_ ¡Dije para los dos!

_ Claro, o sea, porque viene una amiga, que hacía años que no veía y ahora llega aquí a mi casa, tú te pones como fiera, no sé por qué, y te da la mierda y decides acabar así como así con lo nuestro

_ ¡¿Lo nuestro?! ¡¿Qué nuestro?! ¡Nuestra amistad querrás decir!

_ ¡Sí, eso, nuestra amistad!

_ Amistad, que cuando tú querías, te acostabas conmigo

_ ¡Oye, yo no te obligaba a nada! ¡Si tú te acostabas conmigo era porque solita querías y punto! Ya no eres una niñita que le tienen que estar diciendo lo que tiene o no que hacer

Lo miré desilusionada y sin evitarlo se me cayeron las lágrimas y a él no le importó.

_ Eres una egoísta. Solo estás pensando en ti, no te importa mi opinión, o lo que yo sienta – no me pude contener –

_ ¡Ya pensé mucho en ti y eso tú no lo valoraste! – me miró abruptamente y se quedó sin palabras –

_...

_ Bien, esto llega hasta aquí

_... Será entonces – dijo con suma tristeza –

_ Adiós...

_...

Rompí en lágrimas al salir de su casa, a la que nunca regresaría. Se me apretó el corazón, recordé sus besos y caricias y que ya no lo vería más y me puse a llorar y caminando por las calles pensé:

<< Es lo mejor que pude hacer. Él solo me veía como amiga >>

<< Pero se veía tan triste. Como que no quería por nada que termináramos >>

<< Pero fue tan cruel conmigo >>

<< Me dijo cosas muy dolorosas... >>

<< Aunque no vuelva a verte, siempre te amaré mi Joey... >>

Llorando, no lo entendía y echándose a la cama, solo pensaba en mí y en por qué mierda yo había tomado esa decisión de alejarme para siempre de su lado.

<< No lo entiendo pequeña >>

<< ¿Por qué, por qué decidiste esto? Si yo te amo, pero tú nunca te diste cuenta de aquello... >>

<< Quizás, en ocasiones te dejé muy de lado y no me preocupé de ti, como tú te lo merecías >>

<< Te entregaste a mí por primera vez y yo no supe valorarte pequeña.

Pero ¿Cómo? Si ambos solo fuimos siempre amigos. Amigos con derechos. Ambos estuvimos de acuerdo y luego de tu primera vez conmigo, tuvimos el mejor sexo...>>

Abrió los ojos.

_ A menos, que tú también sientas lo mismo que yo por ti... He sido un tonto... Constanza. Estás enamorada de mí...

Anonadado, tomó rápidamente el celular y comenzó a llamarme, pero yo jamás le contesté.

_ No mi pequeña. Contéstame por favor ¡Cómo rayos no me di cuenta de tus sentimientos por mí! ¡Qué imbécil he sido!

Tirado en su cama, miró hacia el techo y recordó cuando estuvimos juntos, nuestros besos y mis constantes miradas de amor para él y se le oprimió el corazón.

_ Mí amada Constanza...

Llorando tendida en mi cama, no me importó nada y me bebí toda la botella de ron que él y yo habíamos comprado para nuestra próxima junta y pensando en eso, lloré con más ganas.

A la mañana siguiente...

Hablé con el director del colegio para irme un pequeño tiempo donde mi madre, allá al Sur, para así desconectarme, olvidar un poco mi tristeza y olvidarme de Joey.

Llegando al aeropuerto, cargué mis dos valijas y caminé rumbo al avión...

Corrí a los brazos de mi madre y ella sabiéndolo todo, yo rompí en lágrimas y ella me consoló en sus brazos.