CAPÍTULO 31: PARTE DE LA VERDAD
📼Vídeo 1:
—J, abre la puerta —Andriana toca la puerta de la habitación de Jacob.
Luego de pocos segundos aparece él, detrás de la puerta. Sin camisa, despeinado y con un shorts de pijama.
—¿Qué sucede, enana?
—Vengo a grabar la noticia. Quiero detalles exclusivos de tu nuevo empleo... ¿Puedo pasar?
La cámara tiembla por unos instantes, supongo que pesa un poco para ella. Jacob abre más la puerta dándole pasó a su habitación.
—Adelante, señorita.
Andriana pasa y se ubica en su cama.
—Bien, tome asiento, por favor.
Jacob cierra la puerta detrás de si. Y toma asiento en una silla con mucha ropa amontonada que, seguidamente tira al suelo de la habitación.
—Correcto. ¿Es usted Jacob Moreno?
Asiente.
—Responda con palabras, por favor.
Pone los ojos en blanco. Luce cansado y para colmo su hermana lo ha despertado.
—Sí, soy yo —expresa con desdén.
—Muy bien, cuénteme... ¿Cómo es ella? ¿Qué se siente trabajar de chófer?
—Ella es... ¿Linda? Es muy humilde, bondadosa... Y demasiado callada. Y lo otro...—sostiene su cabeza— Es normal. Nada del otro mundo la tarea de ser un chófer.
—Bien, ¿La llevas adónde ella quiera?
—Pues... Según lo que me explicó la asistente de su papá, sí. Así debería ser.
—¿Y tú le gustas?
—¡Andriana...! Apenas la conocí hoy.
—¿Qué? Es solo parte del protocolo... Como ya conseguiste trabajo allí, ¿Ya no volverás al pub, verdad?
Él la observa por unos momentos. Lo sé porque la cámara lo enfoca y su mirada está por encima del lente. Está viendo a Andriana, muy serio.
—Ya te hablé de eso. Deberías dormir. Mañana tienes clases, y yo tengo que madrugar...
📼
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📼Vídeo 2:
—Hoy, vino Alena... No sé cómo explicarlo pero, es hermosa. Es tierna. Es humilde, como mi hermano dijo. Y está siempre a la moda. Nos trajo donas de Nutella. Ella huele tan bien... Quisiera ser como ella.
Andriana enseña a la cámara aquella bolsa con donas que Jacob y Vanessa me regalaron, el día cuando fuimos al cementerio de Portland.
—J no lo admite, pero a pesar de llevar solo un par de días con ellas, su estado de ánimo es otro.Ahora, hay algo que me llama mucho la atención, y es que J sigue yendo a ese trabajo de aquel pub. Se supone que cuando empezara un empleo estable dejaría de andar por ahí en las noches. Eso tiene muy angustiada a mamá. Y a mi también, sé que algo se trae entre manos, pero todavía no descifro qué es.
—Hija, a comer...
—¡Voy! También, deben saber que Alena no es lo que parece. Hoy, lucía tan triste... Mi hermano no me quiso explicar, pero no que hay ser adulto para darse cuenta de que ella estuvo llorando.
Se abre la puerta de su habitación y aparece la mamá de Jacob.
—¿No piensas bajar a comer? —regaña.
—Claro que sí, ya estaba apagando...
—Bien.
Cierra la puerta de la habitación.
—Pienso llegar al fondo de todo éste misterio —coloca su dedo índice sobre su mejilla—ambos son sospechosos que deberé investigar. Mi hermano y Alena.
Fin de la segunda cinta.
.
📼Vídeo 3:
La cámara enfoca desde lejos, a Jacob y a su mamá. Discutiendo. Andriana se acerca a ellos, al parecer se fue a hurtadillas.
—Shhhhh, no debo hacer ruido —susurra— están discutiendo algo...
Se acerca más a la conversación, y ambos están tan concentrados que no notan la presencia de la niña.
—Te dije que dejaras esa estúpida idea de la venganza. Te dije que no quería más problemas, solo quiero una vida normal. Alejandro.
—Sí, te entiendo... Pero mamá...—suelta un suspiro desesperado— Tengo qué hacer esto. Es la única forma de conseguir justicia.
—No, lo es. La justicia llega sola. Tarde o temprano. Y sino llega aquí, recuerda que existe la justicia divina.
Jacob voltea a los ojos.
—Dios no existe —refuta.
Causando que su madre le propine una fuerte y sonora cachetada.
—En tú vida —lo señala con el dedo índice— vuelvas a decir semejante idiotez.
—¿Qué? ¿Qué no diga la verdad? Porque esa es la verdad. Él no existe, de lo contrario millones de cosas fueran diferentes.
—O tal vez, estuviéramos peor. Así que, sé agradecido. Y renuncia a ese empleo en el pub, es una orden. Aléjate de la hija del policía y no dañes a más nadie.
¡Vanessa!
—Ya veremos, no tengo seis años... Me tengo que ir, Alena me está esperando.
Fin de la tercera cinta.
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📼Vídeo 4:
—Sus hombres —Andriana está susurrando— ya vienen... Si pasa algo... Nos están siguiendo porque dicen que es culpa de mi papá...
—Andriana, vamos. Corre hija, corre...
Están es una especie de carretera abandonada. Moisés, la abuela de Jacob, la mamá y Andriana. Al parecer nadie nota que Andriana guardó la cámara en un bolso. Por lo poco que el vaivén de la cámara deja a la vista, está todo sumido en la penumbra.
Un auto se detiene frente a ellos, así que intentan correr en la dirección contraria, pero al parecer es en vano. Porque se aprecia como la cámara sale disparada al suelo.
Se corta el vídeo.
..
—¿Por qué me grabas? —espeta Jacob a su hermana.
Están en una especie de sótano. Él está curando las heridas de su madre. Tiene las piernas brotando sangre.
—Tengo que dejar pruebas, de lo que nos están haciendo...
—¡Ahora no, Andriana! —reclama su madre— Baja esa cámara.
—Calma —Jacob le reclama— déjala. ¿Qué quieres saber, enana?
Al parecer a Jacob le gusta esa idea de dejar todo guardado en un vídeo.
—¿Por qué nos hicieron esto?
—Porque Alena y Vanessa, su mejor amiga, robaron la llave para entrar a la oficina del hombre que mató a papá, en el pub llamado Buffalo's Gold. La llave estaba reportada como robada desde el momento que ellas la tomaron, por el sobrino de ese tipo. Se llama Colin... Cuando entré a la habitación... Ya sabes qué sucedió... Estaban ustedes, siendo torturados.
—¿Y no pudiste descubrir quién es?
Asiente.
—Dime nombres...
—¡Hija!
—Está bien, mamá—interrumpe Jacob— son varios. Pero prometo darte una entrevista exclusiva, en unos meses. ¿Okey?
—Bien, sabré esperar el tiempo necesario. ¿Alena sabe todo esto?
—No, y espero que no se te ocurra decirle.
—De acuerdo.
—¿Qué es lo que quieren que hagas? Porque te dijeron que sino cumplías con la orden, nos iban a matar...
Los ojos de Jacob se impregnan de lágrimas.
—Familia... Hay algo que desconocen. Yo... Ellos... Cuando me encerraron en la habitación, solo. Me dieron una orden, algo que no sé sí sea de capaz de ejecutar.
—¿Qué? —se incorpora la abuela de Jacob con semblante preocupado.
—Matar a Alena Taylor, a cambio de la vida de ustedes. Es ella o son ustedes. Esto es algo ajeno a todo lo que se puedan imaginar, estamos hablando de un tema delicado. Drogas. Venganza. Al parecer todo éste tiempo ella había sido su objetivo, solo necesitaban a un peón en su juego. Y yo cometí un error.
Claramente se escuchan las lágrimas de Andriana en el otro lado de la cámara. Todos en el espacio comienzan a llorar.
—Tiene que haber otra opción, J. Podemos huir... Irnos a Colombia...
Él niega, con los ojos cerrados.
—Es imposible. Lo saben todo. Lo sabían todo, están muchísimos pasos por delante de mí, de Alena, o de ustedes.
La mamá de Jacob sostiene sus mejillas, sus manos también tienen sangre. Lo observa a los ojos.
—Hijo, ¿Qué decisión vas a tomar?
Jacob frunce el ceño ante aquella interrogante.
—Me ofende que dudes mamá... Ustedes son lo primero. Ya veré cómo hago para sacar a Alena de éste embrollo. Al menos puedo comprender porqué quieren hacerle todo esto.
—¿Y eso por qué...?
La cámara arroja un mensaje:
Batería baja.
📼
🌅
—¿Eso es todo? —espeto.
Estoy más confundida que al principio.
Jacob me observa, traga saliva y habla:
—Detuve el vídeo.
—¿Y por qué?—me altero.
—¿Sabes? El día que fuimos al departamento de Nicoll, por primera vez... Grabé tú relato—. Frunzo el ceño —Aquello que sucedió entre Kevin y tú.
—¿Qué?
—Sabía que querían venganza contigo, los del Buffalo's Gold. Lo que no sabía era el porqué, al escuchar semejante pasado tortuoso... Deduje que se trataría de algo así. Tocaste alguien importante para ellos.
—¿Quieres decir que se querían vengar de mi por lo que le pasó a Kevin? ¿Quién? ¡Demonios, Jacob! Necesito saber.
—Esperaba que tú sola lo recordarás...
—Es que... Recuerdo todo muy bien de ese día. Menos quién dió el segundo disparo.
Suspira.
—Nicoll.
Mi alma amenaza con salirse de mi cuerpo. Siento que debo golpear a Jacob por ser tan mentiroso, tan patán.
—No, no, no... Lo sabía. Esto es una trampa. Me quieres poner en contra de las personas que amo.
Me levanto de la cama y camino hasta a la puerta, sostengo el pomo y lo giro. Pero se adelanta a hablarme:
—Nicoll es hijo del hombre que asesinó a mis padres. Nicoll es primo de Colin.
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