Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPÍTULO 28: VIEJOS HÁBITOS

Estoy en el auto del chico que intentó asesinarme, pasa en las películas... Pasa en mi vida.

Suelto un suspiro.

Concéntrate Alena, lo importante es llegar a tú destino, y saber qué tus padres están bien.

Apenas lleva dos minutos de trayecto y ya estoy nerviosa. Me quiero tirar del cabello. Y mi teléfono está sin batería.

Observo con disimulo su auto, y veo que tiene uno de esos cargadores de autos.

—¿Puedo? —intento sonar segura. Es lo que necesito. Aunque, la verdad, ya no le tengo miedo a Jacob.

Sino a lo que sentí por él.

—Claro.

Extiende el cable hasta mis manos, en un gesto descuidado y siento un terrible escalofrío...

—Eso... La corriente...

Esboza una risa corta. La cual, para alguien de aspecto tan serio, lo hace lucir... ¿Diferente?

—Está bien, descuida. Siempre nos pasaba.

Claro que lo sé. Es solo que pensaba que eran ideas mías. Hay muchas cosas que todavía me digo que no pueden ser verdad.

—A ver, Jacob —me aclaro la garganta— tú tienes más información de la necesaria. De mi... De todo lo que pasó. Por favor, necesito que me digas, ¿Quién intentó matarme?

Se tensa y veo como sus manos sujeta el volante del auto, con más fuerza de la que debería.

—Por favor...

Niega.

—Tú... No lo entiendes. Hoy, en el restaurante... Son mi familia. Tengo que protegerlos. A ti te amo —se detiene— pero...

Bufo.

—Jacob, espera. A mí me da igual lo que sea que sientas por mi. Solo quiero saber quién está detrás de todo esto. Porque, no se me pasa por la mente que tú tengas algún motivo para haberme querido hacer eso. Sé que te mandaron a matarme.

—Lo que sucede es... Oye, si yo te digo, automáticamente corre peligro mi familia.

—No necesariamente, pude haber sido yo sola que lo descrifré, prometo no decir nada. Si me conoces, sabes qué no diré nada.

—Es imposible que después de tanto, ahora salgas con que recordaste al asesino, si siempre estuviste con él.

Analizo.

—¿Siempre estuve con el asesino? Si hablas de ti...

—No, Alena. No te estoy hablando de mi.

El cerebro me va a explotar.

—Termina de decirme, de una maldita vez. Necesito saber quién está haciéndole daño a los míos. Ya no sé trata solo de mi...—respiro para no llorar— El atentado... Estoy segura de que fue un mensaje. Tú no eres el único que quiere proteger a su familia, Jacob. Por primera vez, no seas egoísta.

Se detiene. Pero no porque quiera hablar conmigo, sino que ya llegamos al aeropuerto. No veo a Ronnie, ni a Elián por aquí.

—Interpretaré tú silencio.

Me bajo del auto gris, y cierro muy fuerte.

Saco mis cosas y camino hasta la entrada del aeropuerto. Algo me dice que debería dar vuelta e intentar una vez más para que Jacob me dé información. Pero mi cerebro, que es al que siempre debí haberle hecho caso, me dice que lo deje así. Que siga.

Ruedo mi maleta hasta una de las taquillas de atención, y una chica perfectamente peinada, me ofrece su blanca y perturbadora sonrisa.

—Buenas noches, bienvenida... ¿Qué desea?

—Soy Alena Taylor. Vengo por mi avión privado. Mi padre, lo alquiló hace unos días...

—Me permite su identificación, por favor.

Hurgo en mi cartera y le entrego mi pasaporte.

—Bien, enseguida vuelvo.

No sé porqué se tiene que llevar mi pasaporte. Supongo que para corroborar que no es falso.

Después de tres minutos, aparece otro señor, ahora con uniforme distinto.

—Buenas noches, señorita Taylor. Soy José, tenga su pasaporte. Tengo lamentables noticias para usted.

—¿Qué sucede? —expreso con un dejo de fastidio.

Todo me sale mal cuando el destino se lo propone.

—Le informamos que el avión que usted solicita, le pertenece a la DEA. De manera que no podrá ser abordado por usted, ni cualquier otro civil, sí las personas indicadas no ofrecen alguna autorización.

Suspiro.

—No hay problemas, ¿Hay algún vuelo para West Haven?

Revisa en el ordenador.

—Sí, el próximo vuelo es mañana a las doce del mediodía.

¿Qué?

Sostengo mi nariz con los dedos. Y cierro los ojos.

—¿Para Nueva York? ¿Los Ángeles? ¿Las Vegas? Cualquier lugar que me deje en mi nación...

Teclea en la máquina.

—Me temo que no hay vuelos para ésta noche.

¡MALDICIÓN!

—Bien, tendré que esperar por Ronnie. Gracias.

Tomo mi pasaporte y camino hasta unas butacas.

Dios mío, no me puede estar pasando esto.

¿Cuánto le faltará a Elián y a los demás para venirse?

Tomo asiento. Y me dispongo a revisar en mi bolso para llamarlo.

—¡No puede ser! —digo en voz alta. Haciendo que unas cuantas personas se me queden viendo.

Dejé mi celular en el auto de Jacob.

Definitivamente, no sirvo para esto.

Observo a lo lejos, en la entrada del aeropuerto a Vanessa.

¿Qué hace ella aquí?

Tiene sus cosas.

¿Acaso tenía pensado irse sin decirnos?

Está buscando algo, o alguien. Porque observa para todos lados con desesperación. Hasta que un chico, del que no puedo ver nada, más que su chaqueta de cuero marrón. La toma del brazo y la lleva hasta alguna parte.

Me pongo de pie, y los sigo.

Siento mucha adrenalina dentro de mi cuerpo. Pero aún así, acelero el paso. Los sigo observando, entran a una sala.

¿Debería entrar?

Lo haré. De todas formas no me puedo mover de aquí.

Acorto la distancia entre esa puerta y yo, y estiro la mano para abrir.

—No lo hagas, es una trampa.

—¿Jacob?

—Tenemos qué salir de aquí, ya mismo.

—Pero... Vanessa está ahí.

—Ella estará bien. Tenemos que irnos, Alena.

—Suéltame... Déjame en paz.

En un movimiento brusco me suelto de su agarre.

Éste sólo suspira, con decepción.

—Está bien, no te tocaré. Pero debemos irnos, ahora.

Estoy cansada de tanto maldito misterio.

—¿Por qué?

—Dios mío, Alena. Siempre tienes que ser así...

Frunzo el ceño.

—La razón por la que nos tenemos que ir, es que tú asesino y sus hombres, están aquí.

🙈

Tienen poco para sacar sus conclusiones, ya no falta nada para resolver todo éste embrollo. He trabajado mucho para sorprenderlos. El/la culpable era uno/a al principio, pero luego, fui atando cabos y descubrí que: AQUÍ TODOS SON CULPABLES.

Muchas gracias por estar aquí. De hecho, casi nadie me Lee. Pero eso no implica que por ello dejaré de plasmar la inspiración cuando venga a mi. Ésta novela, junto a Crónicas de un (supuesto) Crimen, son mis bebés. Y una buena madre jamás debe abandonar a sus bebés. Por más defectuosos qué estos sean 😂😂😂😂
¡Hasta la vista! 🌚❤💖💞🌹

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro