CAPÍTULO 19: EL MUNDO EXTERIOR
Iré, debo salir de aquí. Debo ir a México con mi familia y amigos. Estoy dando vueltas por toda la habitación mientras espero a la Doctora. Colin y Connor me dejaron ayer un poco confundida. Pero al menos tengo algo: nombres.
El de un pub y el de una persona. Tomando en cuenta que pensaba que eran lo mismo. Voy bien.
—Señorita Taylor, buenas tardes —aparece la Doctora— me informaron que tenemos muy buenas noticias, ¿no es así?
Respiro profundo.
—No sé qué tan buenas sean... Pero creo que, ya es hora de salir de aquí. Estoy lista, para averiguar qué pasó conmigo.
Esbozo una nerviosa sonrisa. Mis manos están sudando sin parar. La Doctora Darrell me observa detenidamente. Y termina por adentrarse a mi habitación.
—Me da mucha alegría, por usted... Bien. Ahora quiero que tenga claro que no es tan sencillo como parece, deberá mantener el tratamiento. Tenemos que hacerle unas cuántas pruebas, de rutina... Probablemente podrá salir de aquí, éste mismo viernes. Sí todo marcha de maravilla.
¡Vaya! Honestamente no pensaba salir tan pronto. Pero bueno, es algo.
—De acuerdo, haré lo que usted me diga.
Se dirige otra vez a la puerta de la habitación.
—Me alegra que haya tomado tal decisión, de verdad.
Esbozo una sonrisa. Quedo sola, y me dedico a romper lo papeles donde plasmé las pistas de lo que he recordado, no sin antes memorizarlo.
Ahora comenzaré una nueva etapa. Y mi memoria debe ser otra vez mi mejor amiga.
—¿Puedo pasar? —escucho a Vanessa.
—Por supuesto.
—¿A qué se debe el buen humor?
—¡Ah! Pues será algo sencillo, solo disfrutaremos nuestra graduación, como debe ser. Iré con ustedes a México.
—¡GENIAAAAAL! ¿Te dejaron salir por dos meses?
Niego con la cabeza.
—Pedí retirarme de la clínica, creo que ya ha sido suficiente encierro, por ésta vida. Y la otra.
Ella salta y me abraza, muy fuerte. Demasiado, y cuando me doy cuenta, está llorando. No puedo hacer más que reírme.
—¿Es en serio? ¿Por qué lloras?
Ella se separa de mí, y seca sus lágrimas.
—Es que, esperé mucho por éste momento, de verdad me emocioné.
Sonrío.
—Bien, ¿Elián por qué no vino contigo?
—¡Ah! Él y Larissa tuvieron una pelea, y está un poco deprimido, y dijo que no quería contagiarte, eres la que menos debería tener energías negativas cerca.
—¡Vaya! Pero me hubiera encantado verlo, y darle la buena nueva...
Suelto un poco nostálgica.
—Por cierto, sentémonos, tenemos qué hablar...
Sus ojos se hacen enormes.
—¡Jamás he escuchado un tenemos qué hablar, que sea bueno!
Nos sentamos en la cama.
—Tranquila, solamente quiero preguntarte algo, y necesito ver la expresión de tú rostro...
—Tengo... Mejor dicho, ¿Tuve algún chófer llamado Gael?
Ella se pone roja. Demasiado. Todo su cuerpo, creo que le dará un ataque.
—¿Está todo bien?
—Ahm...
—¿Es un sí o un no? Bueno, por como estás supongo que sí lo tuve...
—¡NO! —grita ella— Espera, no lo tuviste...
—Entonces, ¿a qué se debe tú reacción?
Ella traga saliva, y toma su celular, tarda un poco en volver a articular palabra.
—Ten, míralo, ¿lo recuerdas?
Coloca su celular en mis manos. Y está la foto de un chico joven, luce algo mayor que yo, pero igual joven. Frunzo el ceño, pero es porque yo lo conozco, ¿de dónde?
—Lo conozco, ¿Él es Gael?
Ella asiente.
—Bueno, no y sí.
—No me enredes más...
—Él es Jacob...
Jacob... No siento nada ante ese nombre.
Niego con la cabeza.
—Nop, no sé quién es...
Ella abre sus ojos como platos.
—Alena, él fue... Eran... Es que... Tuvieron algo...
Espera, ¡¿KHÁ?! Sí, khá. Como se lee.
—¿Disculpa?
—Sí amiga, le diste una oportunidad a ese chico...
—¡Demonios! Y no lo recuerdo... Generalmente eso sucede al revés, los hombres te olvidan, no tú a ellos...
Ella suelta una carcajada.
—¿Y qué pasó con él? ¿Por qué me dejó?
—No amiga, tú lo dejaste a él... De hecho, jamás supe porqué. El día de tú... Ese día, él apareció en el departamento de Nicoll muy triste y diciendo que quería verte, pero tú no estabas, habías dicho que saldrías con Ronnie. De modo qué él entendió que ya no podría insistirte más. Y ahí mismo se despidió de nosotros, y se fue...
—¿No sabes a dónde? —ella niega con la cabeza — ¿Tienes algún número dónde contactarlo?
Me observa extrañada.
—No es lo que crees es solo qué, sí de verdad teníamos algún tipo de relación él debe saber algo de mí qué nos ayude, cualquier cosa que yo ignore me sirve.
—Bien, no tengo su número, lo perdí hace mucho. Pero haré todo lo posible por conseguirlo.
—Gracias.
—Siempre haré lo que sea para ayudarte...
—Una cosa más—, añado angustiada —¿Él y yo...? ¿Tuvimos sexo?
Susurró eso último.
Vanessa pone sus ojos abiertos, muy abiertos.
—¡No, cariño! Para nada.
—¿Por qué tú expresión de sorpresa?
—Es que... Aún no me acostumbro a ésta Alena. La otra hubiera preferido quedarse con la duda, antes de decir la palabra "sexo".
Ignoro eso último.
—Ahora sí, ¿qué te traes con Connor?
Vanessa se sonroja.
—Bueno amiga, él y yo teníamos algo en ese tiempo que tú estabas con Jacob, pero de repente desapareció... Pensaba que era por otra chica, pero me contó que fue porque tuvo que irse a atender unos negocios afuera.
—¡Uhm...!
No sé qué más decirle, me alegra que se quiera dar otra oportunidad con él. No me da tan mala espina, como Colin...
—¿Conocimos a Colin y Connor en ese pub?
—Sí, ¿cómo sabes del Buffalo's?
Me quedo callada porque tendría que decirle que los primos se colaron anoche a mi habitación, y me hicieron casi jurar que no diría nada, o de lo contrario yo no obtendría más información.
—Lo recordé...—no mentí del todo.
—Sí, bueno, estábamos ahí...
—¿Cómo es que yo llegué a ir a un pub?
Ella respira profundo. Se levanta y comienza a dar vueltas por toda la habitación.
—Hagamos algo—, se detiene frente a mí —te diré todo lo que quieras saber, una vez que te den de alta. El viernes, ¿de acuerdo?
—¿Por qué no ahora?
—Porque si hay algo de lo que te diga que te altere, no te darán de alta, mejor cuando estés afuera. ¿Trato?
La observo fijamente. Mi amiga Vanessa. Nessa, como le digo, cuánto la quiero. Es una de las mejores personas que han llegado a mi vida.
—¡Trato! ¿Daremos una vuelta por el jardín? —ofrezco.
—Lo que sea que mantenga a mi amiga animada, por cierto, ¿y el paciente guapo?
Bufo.
—¿Elliot?
—Lo transfirieron.
—¿Por ser guapo?
Bromea. Suelto una carcajada. Me levanto de la cama y la guío hasta la puerta, salimos y cuando vamos llegando al pasillo me detengo enseguida...
¡NO PUEDE SER!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro