Tres días transcurrieron desde aquella noche. Jungkook pasó todo ese tiempo recuperándose lo mejor que podía de sus heridas.

Pero por desgracia no tenía tiempo para descansar.

Tuvo que faltar un día a la escuela, por lo que eso seguro iba a afectar sus calificaciones (no juzguen, es un lugar bastante exigente)

Los otros 2 días fueron sábado y domingo, y los utilizó para reponer fuerzas y sanar su cuerpo, además de buscar trabajo.

Así como lo oyen (o leen, no se fijen en los detalles): trabajo.

Su jefe lo había despedido por haber faltado esa única vez desde que había empezado a trabajar ahí. Jungkook sintió que el mundo se le cayó a los pies.

Su suerte fue haber tenido la compañía de Jin. Ellos 2 se conocieron cuando Jungkook y su madre se mudaron al edificio, hacía más de 10 años atrás.

El mayor por 9 años siempre había visto a Jungkook como su hermano menor, y cuidó de él como tal.

Era como un rayo de sol en la vida del joven veinteañero, pero ni siquiera él parecía poder evitar el fatídico destino que le esperaba a Jeon.

Era lunes nuevamente y debía ir a la Universidad. Los moretones no habían desaparecido, pero habían bajado la hinchazón, por lo que con un poco de maquillaje se camuflaban perfectamente.

El día transcurrió bastante tranquilo para su suerte. El profesor Jung lo había regañado por faltar, pero al menos había dado una buena justificación, y sus amigos no notaron sus heridas.

Verdad que Jin hacía maravillas.

Ahora que ya estaba mejor, ¿qué se suponía que iba a hacer para obtener el dinero?

Necesitaba un trabajo, y uno mucho mejor que el anterior.

"A este paso, realmente tendré que vender mi cuerpo" -pensó.

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El joven de ojos oscuros estaba saliendo de Tisch cuando las voces de sus amigos lo detienen.

— ¡Jungkook! ¿Qué harás ahora? —preguntó Raoul—.

— Iré a buscar trabajo en los alrededores. Al ser este un barrio de gente rica, seguro que pagan bien.

— Hombre, tienes que relajarte un poco, no todo puede ser escuela y trabajo.

— Dylan tiene razón, ¿por qué no vamos un rato a Stonewall*? —sugirió Sean—.

Los amigos de Jungkook eran, menos Raoul (que era bisexual), completamente heterosexuales.

Aún así, estaban al tanto de la orientación de Jungkook y lo aceptaban completamente. Después de todo, en el mundo del arte y el espectáculo no es nada raro encontrarse a un gay.

Además, el ambiente de Stonewall resultaba bastante agradable, y los cócteles eran buenos y baratos.

— Mmm ... pero solo un rato —contestó Jungkook—.

Los demás asintieron felices de obtener un respuesta positiva, rara vez se veían fuera de la escuela.

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El lugar no estaba demasiado lleno, no hacía 3 horas que había abierto.

Se sentaron en una mesa al fondo y ordenaron algunas bebidas y unos snacks para acompañar.

A Jungkook realmente le gustaba ese establecimiento, era muy cómodo y mucho menos asfixiante que los lugares donde solía estar en su día a día.

Luego de unos cuantos minutos compartiendo con sus amigos, se dirigió a la barra para pedir otra bebida.

Pero por desgracia, tropezó con alguien por el camino y acabó mojándose con la bebida que este portaba.

— ¡No sabes cómo lo siento! No estaba prestando atención —habló el joven con el que había chocado—.

Jungkook levantó la mirada y ...

Oh

Por

Dios

Estaba seguro que se encontraba ante alguna especie de Dios del Sexo o algo así. El muchacho era más o menos de su estatura, pero no tenía tanta musculatura como él, y sin embargo desprendía un aura dominante que lo estaba sofocando.

Tenía ganas de inclinar su cabeza para mostrar su cuello en señal de sumisión (como si estuviera en alguna clase de omegaverse) y decirle: hazme todo lo que quieras.

El chico tenía cabello negro, algo ondulado; ojos profundos y de color castaño oscuro; nariz recta; cejas pobladas; labios de corazón realmente besables y un color de piel acanelado que daban ganas de lamerlo de pies a cabeza.

Condenadamente sexy ... como que de repente hacía más calor.

También parecía ser un par de años mayor que él ...

¿¡Y por qué eso hacía que sintiera más calor!?

— Mira lo que has hecho, Tae. El pobre chico está empapado, deberías acompañarlo al baño y ayudarlo a lavarse —habló el acompañante del provocador de orgasmos espontáneos—.

Un joven un poco más bajo que él, con labios prominentes y sonrisa perfecta, además de un cabello rubio ondulado que lo hacía ver adorable y sexy.

Desprendía pasividad por los poros.

Lindo, pero definitivamente no el tipo de Jungkook.

— Tienes razón, Jimin, debería hacer eso —continuó el hombre que se hacía llamar Tae, el cual luego de observar el rostro del menor cambió su expresión apenada a una preocupada y más seria—. Jimin, ¿trajiste base?

— ¿Eh? Si, si traje, ¿por qué?

— Préstamela, después te explico.

Jimin asintió y le entregó el pequeño objeto al peli negro, quien después de agarrar a Jungkook por el brazo se dirigió al baño.

Y bueno ... nuestro protagonista no se había enterado de nada, aún estaba procesando el estar tan cerca de un chico tan guapo.

— Lávate la cara.

— ¿E-Eh? —reaccionó finalmente el menor—.

— Estás lleno de alcohol, tienes que limpiarte.

— P-Pero, si me lavo la cara, se correrá- —Jungkook cortó sus palabras abruptamente—.

— La bebida que te eché encima ya corrió parte del maquillaje, termina de lavarlo. Después usaré la base de mi amigo para cubrirlos de nuevo.

Jungkook asintió a las órdenes del chico y refregó bien su cara, tratando de quitarse lo mejor que pudiera el olor a alcohol.

Cuando terminó levantó la cabeza y se dirigió a donde estaba el (al parecer) mayor.

Tae arrugó su expresión cuando observó la cara del hermoso joven sin ningún maquillaje.

Moretones de varios días con colores violáceos y amarillentos cubrían su bello rostro, siendo más prominente uno que estaba alrededor del ojo izquierdo.

El menor al notar como el contrario analizaba sus heridas, desvió la mirada cohibido.

— Lo siento por eso, no quería incomodarte, es solo que me parece un crimen que un rostro tan lindo esté cubierto por marcas tan feas —sonrió con simpatía y ¿coquetería?—.

Jungkook se sonrojó ligeramente, su nueva obsesión lo estaba elogiando. Su corazón de pollo (a.k.a. corazón de romántico empedernido) no iba a soportar eso.

Tae levantó la cabeza del menor y comenzó a aplicar la base minuciosamente, siendo cuidadoso al cubrir bien todas las manchas oscuras en la tersa piel.

Cuando terminó se fijó bien que el cuello del menor también tenía algunos moretones, y su mano derecha estaba lastimada igualmente.

— Gracias por esto, no me hubiera gustado volver con mis amigos luciendo así.

— Tranquilo, igual fue mi culpa. Escucha, no quiero ser un metiche pero, ¿te hacen bullying o algo así?

— No, la verdad.

— ¿Seguro? Porque eres un chico en un bar gay que ha sido golpeado.

— ¿Estás diciendo que me hacen bullying por ser gay?

Tae se encogió de hombros, dándole a entender a Jungkook que su respuesta era afirmativa.

— Sabes que aquí también vienen personas heterosexuales, ¿verdad?

— ¿O sea que no eres gay?

— Eso no es de tu incumbencia.

— Wow, wow, tranquila fiera, solo quiero ayudar.

— Ya lo has hecho, ahora por favor, ocúpate de tus propios asuntos —le contestó antes de salir rápidamente del baño—.

— Que chico tan gruñón ... un chico gruñón muy lindo —murmuró el mayor—.

Jungkook volvió a su mesa y se excusó con sus amigos diciendo que se había encontrado con un conocido.

Él realmente no quería hablarle de esa forma al apuesto joven que lo había ayudado, pero de cierta forma se sintió intimidado y adoptó una posición defensiva. No le gusta que traten de indagar en su vida.

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"¿Por qué todo me pasa a mi?" -se quejó Jungkook en sus pensamientos.

Cuando salió del bar y se dirigió a su casa, por estar pensando en cierto chico de piel dorada, se saltó una estación del metro y acabó en South Bronx.

La peor zona de su barrio.

Aún eran las 6 de la tarde, si se apuraba podría llegar a su departamento antes de que oscureciera.

Caminaba rápidamente, tratando de llegar lo más pronto posible a la parada del bus. Sin embargo, una situación a pocos metros de él, en un callejón, atrajo su atención.

— ¡Danos todo lo de valor que tengas! —habló uno de los tres hombres vestidos de negro que rodeaban a otro pálido con ropa demasiado elegante para un lugar como ese—.

— Ya les dije, no tengo nada —contestó calmado el joven blancuzco antes de recibir un golpe en la mejilla de uno de los delincuentes; y a la vista de Jungkook, no parecía ser el primero que le daban—.

— Este gilipollas como se hace el listillo. Tendremos que hacerlo por las malas —habló el que parecía ser el líder antes de sacar una pistola y apuntarla hacia el hombre adinerado—.

Jungkook juró que este se puso incluso más blanco de lo que ya era.

— L-Les juro que no tengo nada —volvió a hablar temeroso, pero seguro—.

— Parece que tendremos que darle una lección.

— ¿Sabes? En esta zona un cuerpo más o un cuerpo menos no hace mucha importancia —habló altanero uno de ellos—.

— ¡Policía! ¡Aquí están asaltando a un hombre! ¡Deprisa! —gritó Jungkook escondido a un lado del callejón—.

— Mierda ...

— Nick, no tenemos tiempo para esto, vámonos.

El líder asintió y junto con los otros 2, se fueron huyendo del lugar.

— Uff, eso estuvo cerca —susurró Jungkook antes de salir de su escondite e ir hacia el joven que habían tratado de asaltar—. Estás bien?

— Ahora si, por poco y se me para el corazón. ¿Dónde está la policía?

— Eso solo era un truco, me ha funcionado varias veces —sonrió adorablemente el menor—.

— Debes estar algo loco para meterte en una situación así. Igual, gracias por ayudarme.

— No fue nada, pareces tener dinero así que pensé en sacar provecho —sonrió cínico Jungkook—.

— Ni siquiera tú te crees eso, niño. Sé juzgar muy bien a las personas, y tú no eres alguien así.

— Bueno, tienes razón, aunque debido a la situación en la que me encuentro ahora, no me importaría aceptar dinero como agradecimiento.

— ¿Estás mal económicamente?

— Ojalá fuera solo eso —Jungkook suspiró y mostró una mirada perdida—.

— Me gustaría poder ayudarte, de verdad, pero ahora mismo es imposible. Me metí en algo jodido y me dejaron aquí sin nada más que mi ropa, ni celular tengo.

— O sea que realmente no podías darle nada a los hombres que te asaltaron. Escucha, vamos a hacer esto. Te voy a prestar mi celular para que llames a alguien que te pueda venir a recoger, pero vamos a hacerlo en mi departamento. Tenemos que salir de esta zona antes de que anochezca, para entonces seremos una presa fácil.

— Realmente me has salvado la vida hoy, prometo agradecerte como se debe.

— Pareces ser un tipo agradable después de todo. Soy Jeon Jungkook —habló el menor extendiendo su mano—.

— Min Yoongi —contestó el contrario antes de devolver el gesto y estrechar la mano de su, al parecer, nuevo amigo—.

To be continued ...

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*Stonewall es un bar con temática LGBTQ+, donde en 1969 hubo una gran manifestación por parte de esta comunidad.

Este bar se ubica en el mismo barrio que la Universidad Tisch, llamado Greenwich Village.

Este barrio es uno de los 10 más caros de New York (el #9 para ser exactos).

Prepárense para ver al Vmin como mejores amigos👀❤️

Nos vemos en el próximo cap🙃❤️