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Capítulo 7

Voy a dejar la misma explicación que tenía el capítulo original

Antes de empezar voy a explicar algo así bien cabrón para que la historia tenga sentido.

Primero: Un country nace de la nada, solo aparece frente a su padre o cerca de él, esto significa que el country padre va a tener que dejar su puesto para cederlo al niño.

Segundo: la rapidez con la que crece un country depende de varios factores tanto políticos, su ambiente, los que lo rodean, etc.

Si todo bien raro pero la historia tiene que tener sentido.


El primer encuentro entre ambos fue tan inesperado, ninguno pensó que en esa reunión de SDN les cambiaría la vida por completo. A nadie le agradaba ir a esas estúpidas reuniones, sobre todo al alemán pues afirmaba que todo eran unos idiotas e hipócritas por fingir tanta cercanía entre todos. Un pensamiento que a su corta edad desarrolló, ya que no solía convivir con muchos países.

Ansiaba tanto que llegara la hora de irse, tenía que regresar a su país para discutir con el nuevo presidente el rumbo que tomarían a partir de ahora, pero era casi una obligación venir a estas reuniones para mantener la dichosa paz.

Observó con cuidado a cada país esperando ver alguna reacción interesante, aunque no reconociera a ninguno. Su padre decía que su actitud era muy explosiva y era imposible controlarlo, por eso mismo nadie lo conocía. Más que enojarse agradecía eso, no le gustaban las relaciones sociales, convivir con alguien no estaba en sus planes, por lo menos no en ese momento.

TR- Esto es una estupidez. - Dijo por lo bajo mientras jugaba con una pluma moviéndola con sus dedos para darle vueltas, eso parecía más interesante que lo que aquella mujer decía con total seriedad. - Fue una pérdida de tiempo el haber venido.

IJ- Opino lo mismo que tú. - Dijo mirándolo de reojo mientras su postura seguía recta y formal.

El alemán se sobresaltó por la inesperada respuesta a sus palabras, pensó que nadie lo escucharía, sus asientos estaban muy lejos como para haber sido escuchado así de fácil, pero su compañero de al lado parece tener un buen oído.

IJ- No recuerdo haberte visto antes ¿Eres nuevo? - Ahí estaba aquel imperio de sol naciente, con su uniforme militar y aquella sonrisa que inspiraba confianza. O eso era a los ojos de aquel joven naz pues a la mayoría de los países I. Japonés tenía un semblante serio y sombrío.

TR- Sí, llevo menos de un año desde que empecé a ejercer como representación. - Le contestó aun con dudas sobre si seguirle la conversación o ignorarlo. Aquel imperio de rojo y blanco parecía ser alguien muy interesante.

IJ- Se nota mucho, es muy obvio que no conoces a nadie ni nada de aquí. - Recargó todo su peso en el respaldar de la silla ahora poniéndole total atención al menor, dedicándole una leve sonrisa.

TR- Solo conozco a algunos por las cosas que mi padre me contaba. - Frunció el ceño al escuchar las observaciones del contrario que eran totalmente ciertas, pero molestas al ser recalcadas.

IJ- Bueno, para empezar, yo soy Imperio del Japón o imperio japonés, como gustes llamarme. - Hizo una pequeña reverencia desde su lugar esperando que el alemán entrara por fin en confianza.

TR- Third R#ich. - Dijo extendiendo la mano para ser estrechada de inmediato. - Pero puedes decirme R#ich.

IJ- Bien, R#ich, te ayudaré a conocer un poco de tus futuros aliados o enemigos. Empecemos con algo fácil. - Señaló al que estaba al otro lado de R#ich, haciéndole voltear hacia el país tricolor. - El que ha estado escuchando nuestra conversación desde hace rato pensando que no nos daríamos cuenta es Italia fascista. - El señalado se sobresaltó volteando rápidamente, tenía un claro sonrojo por la vergüenza de haberse visto descubierto.

ItF- Solo tenías que decir mi nombre y ahorrarme la vergüenza. - Reclamó con molestia al nipones que solo se encogió de hombros ampliando aún más la sonrisa que tenía haciéndole soltar un bufido, pero aun así sonrió por esa actitud que siempre le demostraba. - Solo dime Italia - Saludó al menor tratando de ignorar la mirada intensa del japonés.

TR- Soy R#ich, aunque eso ya lo sabes. - Correspondió al saludo tomando la mano del italiano que se encogió de hombros al entender que era burla por estar escuchando la conversación.

IJ- Tosió de manera fingida para que ambos se separaran. - ¿Podemos continuar? - Llamó recibiendo otra mirada molesta por parte del tricolor, siempre interrumpía cualquier acercamiento que tenía con otros. El alemán solo le dio una respuesta afirmativa para seguir.

Continuó nombrando a los diferentes países con un comentario gracioso de parte de Japón o Italia, la mayoría dirigidos al inglés y al americano, esto por la notable tensión que tenían con el imperio. Las reuniones ya no serían tan aburridas con ellos a su lado, I.J. era igual que él, por lo menos muy parecido en humor, y el italiano parecía seguirles la corriente o, si algo no le agradaba del todo, los regañaba.

TR- ¿Entonces USA no se lleva bien con UK? - Preguntó extrañado pues tenía entendido que eran padre e hijo.

ItF- Como país sí.

IJ- Como hijo no.

Solo asintió tratando de comprender esa extraña familia, de lejos podía ver la elegancia y seriedad del inglés, mientras que el estadounidense (que sabía que solo acompañaba a su familia a las reuniones) parecía despreocupado y sin interés

ItF- Y ese de ahí es China, y el alto de al lado es USSR. - Señaló al frente de ellos donde se encontraban dos países bastante alejados como para escucharlos.
R#ich miro a los mencionados que se encontraban justo al otro lado de la habitación hablando entre ellos. Los dos estaban muy serios, en especial el más alto que estaba recargado en su mano a punto de caer dormido mientras el otro seguía hablando. Vaya seriedad.

Siguió manteniendo la mirada en aquel par colorado, por alguna razón no podía dejar de mirar al país de Oz y martillo. Era extraño, sentía que era diferente, incluso que sus dos compañeros a los cuales ignoraba. Así pasaron algunos minutos hasta que aquel al que observaba se quedó dormido y su brazo termino resbalándose por lo que su cabeza golpeó fuertemente en la mesa.

Soltó una leve risa cubriendo su boca con su mano sin importarle que los otros dos lo mirarán extrañados, aun así, no dejo de verlo. Y menos cuando USSR empezó a voltear a todos lados para asegurarse de que nadie lo haya visto, no sabía cómo describirlo, pero le gustó verlo en esos breves segundos.

Al final el soviético paró a dar con su mirada haciéndole parar de reír cuando sus ojos se encontraron. Ambos sentían una ligera vergüenza y el rubor en las mejillas apenas y se notaba. 

IJ- China es un idiota que se esconde detrás de otros. - Dijo al ver que el alemán veía a esa dirección, no sabía que esa mirada solo iba dirigida hacia el soviético que aún seguía procesando lo que pasaba desde su lugar.

TR- ¿Qué? - Volteó agradeciendo mentalmente a Japón por interrumpir ese momento. Comenzaba a sentirse incómodo, una sensación extraña se sentía en su pecho y rostro.

ItF- Déjalo, tienen años peleados. - Tomó el hombro del menor mirando al japonés con pena. Cuando esté se ponía así era difícil de parar.

IJ- Como quieres que no me enoje si el solo entró a la guerra para que UK y USA lo protegieran de mí. - Sus palabras solo le demostraron al alemán que el imperio no aceptaba sus errores echándole la culpa a otros.

TR- ¿Si se da cuenta de lo que dice? - Le preguntó en voz baja al europeo de escudo, no quería interrumpir los delirios del asiático.

ItF- A veces pienso que no. - Cerró los ojos riendo por lo bajo que fue acompañada por la risa del menor.

IJ- Si los escuche, malditos. - Se cruzo de brazos mirando hacia otro lado con molestia.

Los dos países rieron más fuerte mientras Japón soltaba una infinidad de insultos hacia ellos y a China aprovechando de una vez su desgaste. Todo ese ruido llamo la atención de los dos países que estaban frente a ellos, aunque uno ya los veía desde hace rato sin imaginar que aquel al que no podía dejar de ver tuvo el mismo problema con él.

Chin- Se que los tres de allá están armando un escándalo, pero ¿No te parece que los estas mirando mucho? Pareces un acosador. - Se burló a pesar de esa mirada seria que solía caracterizarlo.

USSR- Yo no los estoy mirando. - Dijo bastante seguro sin importarle que el asiático lo vio claramente.

Chin- No me ocultes nada, sabes que no funciona conmigo. - Sonrió al ver cómo el menor suspiraba resignado mirando de nuevo al trío que seguía riendo. Solo sonreía para él, se conocían de años y el soviético era como un hermano pequeño, era alguien muy cercano, por lo que no tardó en tratar de adivinar lo que significaba esa mirada llena de curiosidad.

USSR- No es nada, solo...me llamo la atención el país de allá. - Apareció un leve sonrojo que coloro las mejillas rojas del soviético, algo casi imposible de notar. A menos, claro, que lo conocieras.

Chin- ¿Con que te gusta el hijo de Imperio Alemán? - Preguntó burlón notando la como las mejillas del menor se tornaban aún más rojas, vaya, hasta una parte de su distinguida marca se puso roja. ¿Así se veía el cuándo se sonrojaba?

USSR- ¡No es eso! - Se cubrió su boca captando que había gritado bastante fuerte. Volteó a ver a todos lados al pensar que los otros tres lo habían escuchado, en especial aquel alemán, pero se alivió al ver que seguían con lo suyo. - Solo que nunca lo había visto, eso es todo. - Dijo con obviedad, tan seguro que hasta el mismo podía creerlo, o tal vez se debía al hecho de que ni el sabía lo que pasaba por su cabeza y prefirió pensar eso. - No me puede gustar por solo verlo una vez.

Chin- ¿Sabías que hay algo llamado amor a primera vista? - Le gustaba molestarlo, USSR siempre fue alguien al que se le dificultaba demostrar sus sentimientos, tenía sus razones, pero eso no significaba que se detuviera al hacerle bromas.

USSR- Yo no creo en esas cosas. - Desvió la mirada con furia para no ver la mirada de burla de mayor, cosas como el amor y sentimientos en general le ponían incómodo y China lo sabía. Para su desgracia, su inconsciente lo guío hasta lograr ver al alemán que sonreía ampliamente dejando ver unos dientes puntiagudos muy peculiares. Vaya sonrisa tan peculiarmente hemosa, sí que les causaba problemas a sus mejillas.

Chin- Pues yo creo que deberías salir con él. - Había notado ese sonrojo, nunca había visto esa actitud en su mejor amigo y tal vez una ayuda no estaría mal.

USSR- Nunca lo haría. - Dejó de ver a R#ich para ver con seriedad al asiático. - Por lo que se su familia siempre causa problemas, la única razón por la que saldría con el sería por conveniencia. - Sonaba bastante convencido, y tal vez una parte de si lo creía.

Chin- ¿Enserio te atreverías a usarlo? - China estaba sorprendido por las palabras del contrario. El soviético a veces podía tener unas ideas bastantes crueles, y no dudaba que se debiera a su crianza o a lo que le haya hecho Zarist, crianza era una palabra muy errónea para definir aquello.

USSR- ¿Por qué no? No tiene mucha experiencia así que sería muy fácil aprovecharse de él.

Chin- Te propongo algo. - Sabía que su amigo era un idiota y por eso necesitaba medidas extremas para hacerle entender las cosas. No sabía si USSR decía la verdad, pero tal vez necesitaba salir con alguien, aunque fuera por una apuesta. - Si tu logras hacer todo eso que dices te doy una de mis botellas de baiju y si no lo haces tú me das una de tus preciadas botellas de vodka.

USSR- Que sean dos. - Tentadora apuesta pero no era suficiente para él.

Chin- Tres, tómalo o déjalo. - Ambos se miraron serios para después reír. Se notaba a leguas que tenían una muy buena amistad desde hace años, siendo prácticamente el único amigo del soviético..

USSR- Bien, aceptó - Le dio la mano a china cerrando aquella apuesta que le causaría problemas en un futuro y le perseguirá hasta en la actualidad.

Después de que terminó la supuesta reunión, USSR y China fueron a presentarse con R#ich, debían de aprovechar que este estaba presente, quien sabe si volverían a verlo.

TR- ¿Entonces USA esta resentido con su padre porque no lo dejaba independizarse? - Preguntó con curiosidad, definitivamente esa familia tenía serios problemas.

ItF- Algo así escuchamos.

IJY- Lo único seguro es que desde hace mucho no le dice padre.

TR- Si alguien quisiera independizarse de mi lo encerraría en un sótano y lo...

Chin- Hola chicos. - Interrumpió al alemán que lo miro molesto por aquello. Solo lo ignoro pensando para sus adentros que USSR se arrepentiría.

IJ- que haces aquí? No deberías de estar con Inglaterra y USA. - Se puso en medio de China y R#ich tomando una actitud defensiva de inmediato. No dejaría que ese chino se acercará al menor para corromperlo.

Chin- Solo vengo a presentarme ¿O acaso eso también molesta? - Sonreía ampliamente, pero sus ojos decían que estaba furioso solo con ver al japonés. Definitivamente ninguno de los dos se toleraba

IJ- Demasiado.

Chin- ¿Acaso eres su guardaespaldas?

Y ahí iba otra pelea entre ambos asiáticos que no pararía hasta que fueran reprendidos o separados a la fuerza o hasta que alguno se cansará.

USSR- Tu déjalos ser, no van a parar hasta que se cansen. - Fue informado por el imperio que solo parecía querer detener a China por lo que logro llegar con R#ich sin problemas. - Soy USSR, y el de allá que está peleando "a muerte" es China. - Sonrió amablemente mientras extendía la mano esperando que el menor la tomara.

TR- Tomo con inseguridad la mano de USSR, pero de inmediato sintió su corazón latir con rapidez y un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo. - Yo soy Third R#ich.

USSR- Tardó unos segundos en contestar. Él también había sentido esa sensación extraña pero placentera, solo había sido un apretón de manos, pero le ocasionó una reacción muy grande, y eso le daba miedo. - Solo quiero pedirte que olvides esa escena que viste en la junta. - Se rascó la nuca con vergüenza, no se le había ocurrido otro tema de conversación más que ese. Su cabeza apenas y podía procesar el cumulo de sensaciones que le llegaron de golpe.

TR- Rio un poco al recordar lo gracioso que había sido. - Perdón, pero no lo haré, me causa mucha gracia el solo pensar que te pudiste haber desnucado.

USSR- ¿Qué? - Eso sí que lo había tomado por sorpresa, tanto que lo regreso a la realidad, esfumándose aquellos pensamientos extraños.

IJ- ¡Eres un maldito cobarde!

Aquel gritó interrumpió la conversación de ambos, haciendo que el ruso solo se molestará por ser interrumpido, o tal vez lo agradecía al sentirse incómodo por el comentario.

Chin- ¿Y qué querías que hiciera? ¿Quedarme de brazos cruzados o...

TR- ¡Podrían callarse de una puta vez! Me está empezando a dar jaqueca. - Los asiáticos se callaron de inmediato, uno obedeciendo por las órdenes y el otro por la impresión.

Al parecer cierto soviético se estaba arrepintiendo de haber apostado o eso pensó cuando su corazón latió con rapidez al escuchar ese grito autoritario.

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