Capítulo 16
Estaba arrepintiéndose de haber contado sus problemas a sus hermanos, justo cuando iba a la mitad de la conversación Ucrania comenzó con sus burlas y comentarios molestos. Y fue peor cuando Bielo y Kaz salieron por más comida, el bicolor comenzó a reír a todo pulmón, hasta se notaba que el estómago comenzaba a dolerle por la forma en que se sostenía.
Rus- ¿Podrías callarte de una vez? - Dijo molesto, mirando a su hermano desde el pequeño sillón de su cuarto. - Esto es serio.
Ucr- Esto no es nada serio. - Dijo entre la risa, respirando profundo para poder parar. Déjame resumir lo que dijiste. - Se acomodo en la cama, sentándose recto mientras fingía acomodarse una corbata, como si fuera a decir un discurso. - Primero: sales con USA a escondidas desde hace aproximadamente un año, cosa que estuviste negando todo ese tiempo cada que te o mencionábamos; segundo: casi terminas teniendo sexo en la cama de papá, y lo peor es que él te descubrió porque eres un imbécil; y tercero: finges estar borracho para que papá no descubra tu relación secreta, pero terminas peleado con USA y sin alcohol durante una semana. ¿Qué tiene eso de serio?
Rus- Mi relación está en peligro, no quiero perder lo único bueno que me ha pasado en años. - Sabía que era inútil explicarle a Ucrania, solo no quería quedarse callado escuchando mil burlas sobre su situación.
Ucr- Y al parecer también tu alcoholismo peligra. - Volvió a reír casi en un tono malévolo, pero no podía evitarlo, su hermano mayor era un estúpido, lo fue desde niño, y parecía que entre más grande, más estúpido se volvía.
Rus- Ni siquiera sé porque te cuento esto. - Gruñó fastidiado. A veces era horrible ser el mayor de 14 hermanos que se dedicaban a burlarse de él, y ucrania era uno de los más odiosos. Mientras que sus otros dos hermanos que entraban a la habitación eran unos de los más calmados.
Bie- No es como si nos hubieras querido contar a Ucrania y a mí. - Contestó sentándose junto al mencionado para que lo abrazara. - Solo querías contarle a Kaz.
Kaz- Se que dijiste que solo querías verme a mí, pero todos estaban preocupados cuando papá no nos dejaba pasar para verte, y se veía muy enojado cuando preguntábamos por ti. - Se sentó en la orilla de la cama, en el extremo contrario al de Bielo y Ucrania. - Pero espero que así entiendas que fuiste un idiota con USA.
Rus- Lo sé, no es necesario que ustedes me lo digan, fui un completo idiota, me lo digo todo el tiempo. Solo quiero un maldito consejo o mínimo un poco de apoyo en esta situación.
El bielorruso y el kazajo se miraron preocupados al notar lo desesperado y triste que se encontraba el ruso. Sabían que él se lo había buscado por actuar de manera tan imprudente e inmadura, pero también comprendían porque lo había hecho.
Ucr- Lo mejor sería que lo dejarás así hasta que termine tu castigo, por lo menos estarás una semana sobrio. - Su tono de voz daba a entender que no le importaba mucho el tema y mucho menos le importaba como se sentía rusia. Pero su actuar podría estar impulsado por un origen diferente.
Rus- ¿Por qué hablas como si tuviera un problema con el alcohol? ¡Hace meses que lo estaba dejando! - Gritó alegándole al ucraniano que solo miro a sus otros dos hermanos que le miraron de igual forma. Seguían sin creerle al ruso. - Bu...bueno, ya no tomo tanto como antes, ese día lo hice por papá.
Ucr- Hare como que te creo.
Kaz- Regresando al tema, tal vez deberías ir con USA a hablarlo, no creo que te conteste los mensajes y las llamadas. Aunque tal vez no quiera escucharte y finja no estar en casa, o tal vez le diga a Canadá lo que paso y ahora tendrías otro problema, sería difícil verlo si pasa eso, pero tal ve...
¡Kaz! - Gritaron los tres para detener al de ojos dorados, que solo se hundió en su lugar repitiendo varias veces que lo sentía.
Rus- Una cosa a la vez, Kaz. - Rio tranquilo para que el menor no se alterara por el grito. - Ya pensé muchas veces lo que puedo hacer y a la única conclusión que llegue es que me va a gritar, golpear y con amenazas de no acercármele otra vez en su vida.
Bie- Me está preocupando la ansiedad de ambos. - Sus hermanos mayores siempre habían tenido ese problema desde que comenzaron las peleas en casa, pero se hizo más evidente desde que se reconciliaron después de la casi muerte de su padre, pero siempre pensaron que no era un problema grave Parece que si era algo para preocuparse. - Estoy seguro de que encontraras la forma de hablar con USA, sé que no nos contaste todo, pero parece que tienen una buena relación. En cuanto te arregles con USA, hablaras con papá, quieras o no.
Rus- ¿Qué le voy a decir a papá para que no me encierre o termine peleando con USA? - Estaba tratando de evitar pensar en su padre, que era lo que más temía, pues no sabría que era capaz de hacer para mantenerlo "a salvo".
Ucr- Tal vez empezando por el hecho de que eres homosexual y te gustan gordos. - Iba a reírse, pero una almohada le cayó en el rostro, golpeándolo con bastante fuerza.
Rus- No vuelvas a llamarlo así, Ucrania.
Los tres miraron sorprendidos al mayor. Tenían mucho tiempo sin ver esa expresión de enojo, la última ve fue cuando todos vivían en la casa de Moscú, siempre era antes de una gran pelea. Realmente daba miedo, cualquiera se quedaría callado al temer por lo que el ruso diría o haría, a excepción de Ucrania que también adoptó aquella sonrisa con la que solía contestar y reclamar a Rusia.
Ucr- Querías consejos ¿No? - Pregunto levantando una ceja, retando al mayor para que contestara con lo que pudiera.
Bielorusia solo los veía preocupado, recordando las peleas que terminaban con ambos hermanos con heridas graves. Su padre los había estado calmando desde que se mudaron, pero hoy no se encontraba en casa, y no tenía ni la más mínima idea de que hacer, al igual que antes.
Kaz- Pero es un buen consejo. - Interrumpió haciendo que los tres le miraran confundidos. Aunque el menor de los cuatro se alivió al ver como parecía desaparecer la tensión en el ambiente.
Rus- ¿Como es posible que digas que tiene razón?
O tal vez no.
Ucr- ¿Como es posible que digas que tengo razón?
Bueno, Ucrania era impredecible.
Kaz- Veía al bielorruso, pero sentía la mirada de odio de Rusia, menos intensa que la que le dirigía antes a Ucrania, pero seguía con esa aura llena de molestia. - Si, pero decirlo con otras palabras más suaves. Tienes que decir la verdad de una vez por todas, Rusia. - Pero él también podía dirigirle cierta mirada a su hermano mayor que lograba contrarrestar la de él: una mirada de regaño. - Por una vez en tu vida deja de pensar en lo que pasara después.
Vaya que funciono el regaño. Ahora Rusia le miraba pensativo mientras hacia un puchero por haberle dicho la verdad.
Rus- ¿Por qué de nosotros cuatro tu fuiste el único que no salió tan pendejo? - Fue lo único que dijo, ya no quería seguir con la conversación si eso significaba más regaños.
Kazajistán solo se limitó a encogerse de hombros levantando las manos en señal de duda, pero con una sonrisa de victoria. Había logrado hacer entrar en razón a su hermano, además de evitar una pelea.
.
Can- Merica ya casi vienen por mí, así que déjame terminar de arreglarme.
El canadiense estaba en la puerta del baño solo con su pantalón puesto mientras que USA lo abrazaba de las piernas para que no avanzara hacia su cuarto.
USA- No, me siento triste y necesito tu apoyo de hermano mayor. - La abrazo más fuertes, jalandolo un poco para que retrocediera.
Can- Has estado triste desde que paso lo de USSR y R#ich, pero no me has queria contar que paso a pesar de que te he estado insisitiendo desde hace 3 días. - Se agacho junto a su hermano para devolverle el abrazo. - ¿Qué ocurrio ese día?
Estaba genuinamente preocupado, cada que su hermano se sentía mal venia una recaída con su problema alimenticio. Las cosas todavía no llegaban a ese extremo, y esperaba que se mantuviera así, pero sabía que ese tipo de problemas eran impredecibles y aparecían en cualquier momento.
USA- Es un secreto. - Se oculto en los brazos del canadiense, reconfortándose por el cálido cariño de su hermano, justo como cuando eran niños.
Can- ¿Tiene que ver con Rusia?
Preguntó, pero no obtuvo respuesta, ni si quiera un leve movimiento o sonido, y no supo si debía de preocuparse o aliviarse por eso.
Duraron un tiempo abrazados, tal vez demasiado del que había esperado Canadá, quien tenía que levantarse para poder arreglarse antes de que se le hiciera tarde.
Can- ¿Es un secreto o solo no sabes que inventar para que no salga con México? - Preguntó cuando hizo el intento de separarse, pero solo sintió como lo detuvo.
USA- No quiero que salgas con México, pero también estoy triste.
El americano miro con ojos de cachorro al canadiense, quien solo le abrazo de nuevo. No podía resistirse a los hermosos ojos de su hermano, y él lo sabía, por eso lo usaba a su favor. Pero esta vez no caería tan fácil.
Can- USA, le prometí a México que saldría con el, no le puedo decir que ya no podre ir solo por que eres un hermano sobreprotector. - Se levantó mientras hablaba, usando una voz suave, pero siendo firme con sus palabras.
USA- Si puedes. - Si tenía que hacer un berrinche para que su hermano no se fuera lo haria.
Mex- Claro que no puede.
Can y USA- ¡AAAAAAAHHHH!
Ambos gritaron al escuchar la voz del mexicano atrás de ellos, sorprendiéndose más al confirmar que este si se encontraba en la casa como si el viviera en esta. Aunque claramente se veía que venía de otro lado por lo arreglado que estaba, con una camisa de vestir negra con unas rosas al costado de su pecho y con peinado con el cabello hacia atrás. No era la gran cosa, pero ambos hermanos sabían que era raro verlo mínimo con algo decente desde que se mudaron.
USA- ¡¿Cómo mierda entraste?! - Le reclamó tratando de calmar su corazón acelerado por el susto.
Mex- Bueno, dejaron la ventana abierta. - Señaló al cuarto del canadiense.
USA- ¡¿Por qué no usas la maldita puerta?! - Quería golpear al mexicano. Habían sido tantas las veces en que este se colaba a su casa por la ventana que era imposible contarlas con sus dedos. Y era aún peor cuando llegaba a interrumpir cosas importantes.
Can- México, ya hablamos de esto. - Aun estaba asustado, no solo por el mexicano, también por su hermano, quien parecía estar a nada de lanzarse a golpear al intruso
Mex- No debo de entrar por la ventana por que la gordis se enoja. - Dijo con flojera y mucho, pero mucho fastido, pues cada que Canáda le repetia esas palabras estaba presente USA, y era solo para darle a este por su lado y calmarlo momentanemante. Pero esta vez lo molestaria un rato por haber tratado de convencer al canadiense de no ir a su cita.
USA- En serio lo voy a matar.
Can- Tra...tranquilo, solo está jugando. - Lo tomó de los hombros, dándole una sonrisa nerviosa para tratar de calmarlo, aunque sea un poco.
Mex- Oye, Canadá, ¿Te vas a ir asi? por que la verdad no me molestaría.
Ahí es cuando los hermanos recuerdan que Canadá estaba con el torso desnudo y ligeramente mojado como evidencia de la reciente ducha que tomó.
USA no lo pensó dos veces y tomo al mexicano del brazo para arrastrarlo por las escaleras para llegar a la cocina, lejos de su perfecto, lindo e inocente hermano mayor.
USA- Si dices una palabra sobre mi hermano te mato. - Lo conocía perfectamente como para saber que el tricolor corrompería a su hermano. Estaba seguro de que era una mala influencia con sus frases y acciones...pervertidas, si esa era la palabra que mejor lo describía, un maldito pervertido que se quiere aprovechar de su hermano.
Mex- Estaba rojo mirando a la dirección por donde entraron, y con una expresión que denotaba vergüenza junto con muecas que solo dejaban ver que no podía ni hablar al quedarse las palabras atoradas. - ¡N...no lo pienso hacer! No pensé en...en lo que estaba diciendo ¿Por qué mierda dije eso? Ahora pensara que soy un pervertido
"Porque lo eres" quiso decir el estadounidense, pero en su lugar siguió con la discusión.
USA- ¡Eso es lo que yo quisiera saber, maldito acosador!
Mex- ¡Yo quiero saber que paso con el ruso!
USA- ¿Qué?
Mex- ¿Qué?
USA sintió el cuerpo helado mientras procesaba las palabras del contrario quien solo le veía con una sonrisa esperando su respuesta. Solo podía preguntarse una sola cosa que daba vueltas en su mente una y otra vez en esas fracciones de segundos.
USA- ¿Qu ...qué sabes tu de eso? - Preguntó con miedo y con voz temblorosa, esperando que solo fuera una estúpida broma.
Mex- ¿Saber de que? - Le miró con duda, como si tuviera a un loco frente a él que no decía algo coherente.
USA- ¡T...tu sabes a lo que me refiero! - Gritó exasperado. No era posible que México Pudiera algo, él y Rusia habían tenido mucho cuidado para no ser descubiertos, demasiado podría afirmar. Era cuestión de tiempo para que el resto de países se enterará.
Mex- ¿De que me estas hablando?
Ambos se quedaron en silencio viéndose el uno al otro sin saber exactamente que esperar. Esto ayudo a escuchar como se abría y se cerraba una puerta en el segundo piso, seguido de unos pesados pasos que se dirigían a las escaleras.
USA- Esta conversación no se queda aquí, no me fío de lo que dijiste. - Amenazó apuntándole con el dedo índice, frunciendo el ceño al ver la sonrisa en el rostro contrario.
Mex- Si, si, lo que digas gringo, pero nomás te digo que no fue mi intención escuchar como el ruso te decía que te amaba tanto que no podía vivir sin ti, te llenaba de besos y te daba unos postres bien ricos y unas flores bien bellas. Y tampoco fue mi intención verlos durante el último año dándose regalos y tratándose bien cursis. Pero si fue mi intención seguirlos para ver el chisme de que tú suegro los descubrió y como mandabas al ruso a la chingada por fingir demencia. Tu nomás dime y armo un desmadre para chingarnos los por pendejo, pero que no sea hoy porque estoy ocupado con tu hermano.
Can- Ya estoy listo, ya podemos irnos. - Entró a la cocina notando un aura extraña en su hermano, se notaba su cambio de humor junto con una mirada de miedo y angustia dirigida al mexicano quien parecía tener el mismo semblante de siempre, tan despreocupado y sonriente...tal vez más sonriente de lo normal. - ¿Qué esta pasando aquí?
Mex- Nada, solo una pequeña conversación. - Contestó desviando la mirada del de rayas para dirigir toda su atención al canadiense. - ¿Verdad que si?
USA- S...si solo... solo charlábamos. - No pudo disimular lo desconcertado que estaba, apenas y logrando articular unas cuantas palabras. No tenía idea de cuanto es lo que sabía el mexicano, pero parecía ser más de que esperaba.
Can- Bien, entonces podemos irnos ya.
Le avisó al mexicano, que celebro llendo justo a su lado, tomándole del brazo para guiarlo a la salida, pero eso mismo hizo que el estadounidense reaccionara de su shock.
USA- No, esperen. – Corrio para alcanzarlos a pesar de que la puerta de su casa estaba casi afuera de la cocina, solo caminabas unos cuantos pasos para llegar a esta, y justo ahí fue donde los interceptó. – No se pueden ir.
Mex- Lo siento, USA, pero tenemos que irnos, pero te ayudaré con eso cuando te vuelva a ver.
Can- ¿Eso?
Y el mexicano salió corriendo antes de que el canadiense preguntara más cosas y que el estadounidense comenzará a discutir por cualquiera de los dos temas que le preocupaba.
El de estrellas miró unos segundos la puerta antes de dirigirse al sofá, quitarse los lentes para después recostarse abrazando un cojín. No prendió la pantalla, no puso música, ni siquiera sabía dónde estaba su celular. Solo quería dormir un buen rato.
USA- Otra vez solo.
<Casa de Alemania>
AL- ¿Qué están haciendo ustedes aquí?
Apenas iba a llamar a su padre a comer, pero al entrar al cuarto encontró a tres "intrusos" que no avisaron su llegada o mínimo saludaron antes de adentrarse al cuarto de su padre.
Ita- Perdón por no avisar, sólo hacíamos una visita sorpresa a R#ich. – Dijo con algo de vergüenza. Ya le había advertido a I. Japones sobre darsnuncio de su llegada al dueño de la casa en lugar de pasarse como si ellos mismos fueran los dueños, pero a veces era tan terco que prefería dejarlo ser, además de que se le veía muy emocionado por las pequeñas reuniones que hacían.
IJ- Solo Italia y yo veníamos con esa intención, pero el imbécil de aquí solo vino a quejarse de su hijo. - Apunto al soviético que inmediatamente frunció el ceño.
USSR- Si tú hija tuviera el mismo problema estarías igual o peor que yo. - Le siguio el juego de la discusión que probablemente involucraría a los cuatro, a pesar de que se encontraba sentado en una pequeña silla que ocupaba R#ich para pintar. No es que se sintiera apartado, era más bien una estrategia para no estar tan cerca del alemán, no quería que pensara que quería volver a salir con él así de la nada, primero quería darle su espacio por todo lo que pasaron en la guerra.
IJ- Yo tengo muy bien educada a mi hija y no la sobre protejo como tú. - Presumió a su hija con orgullo, para terminar cambiando su tono de voz a uno molesto para recriminar al de oz.
USSR- Pero eres muy consentidor. - Contraatacó sabiendo exactamente que eso era verdad, pues el imperio hacia y cumplía cualquier cosa que la japonesa pedía.
TR- Los dos son unos padres estúpidos.
Quiso terminar esa absurda discusión con una frase, insultando a ambos en el proceso. No estaba de humor para aguantar a esos dos peleando por todo, y su actitud empeoraba al notar como USSR le evitaba con pequeñas acciones. No le molestaba que le diera su espacio, pero tampoco era algo que quería, tal vez si lo hubiera hablado llegarían a un acuerdo, pero el imbécil actuó sin preguntarle.
Ita- Concuerdo con R#ich, no son tamBuenos padres como creen.
TR- Italia, no hables. - Si, definitivamente su humor empeoraba con esos tres ahí. Ahora el italiano arruinando su intento por calma la discusión sin sentido.
Ita- Cállate, te estoy apoyando.
Pero claro, Italia no sabía de sus intenciones. No lee mentes.
Al- Mejor regreso en un rato, - iba a cerrar la puerta pero se detuvo. - Papá ¿Quieres que te traiga un café?
El alemán menor les miró desde la puerta, esbozando una pequeña y apenas notable sonrisa al ver a su padre más animado que cuando llegó.
Al- Mejor lo dejo solos, y no hagan nada malo, por lo menos no en mi casa. - Se disponía a salir, pero se detuvo antes de cerrar la puerta. - Papá ¿Quieres que te traiga algo de café?
TR- Si hijo, te lo agradecería mucho. - Respondió casi soltado un suspiro de alivio al escuchar la palabra café. Tal vez era lo que necesitaba para mejor un poco su humor.
Alemania salió de la habitación, sintiéndose extraños cuando los tres invitados le miraron con detenimiento.
IJ- Definitivamente.
USSR- No lo quiero admitir, pero es evidente.
Ita- Eres mejor padre que estos dos.
Los tres casi se sueltan a reír cuando vieron la expresión orgullosa del alemán, como si sus ojos brillarán por el ego que iba subiendo.
TR- Claro, que lo soy yo si tuve un padre cariñoso de ejemplo. - Y vaya ego que tenía.
Ita- Eso debió doler.
IJ- Le vas a revivir traumas del pasado.
Ambos miraron al soviético con burla, callándose y desviando la mirada al ver cómo les fulminaba con la mirada a los tres, advirtiéndoles que no mencionaran más del tema.
USSR- Te va a pasar lo mismo que a el si vuelves a mencionarlo. - Le advirtió con genuino enojo. R#ich ya sabía que el tema de su padre era delicado, y le molestaba que lo usará en cualquier contexto.
TR- Yo se que no lo harás, por que me amas. – Le sonrió ampliamente, mostrando sus dientes afiliados, para terminar con un pequeño guiño, sonriendo triunfante si ver la vergüenza del mayor reflejada en sus mejillas más rojas que el color de su piel, pero con el ceño fruncido por lo incómodo que se sentía y el enojo que aún sentía.
USSR- Suspiro rendido ante la vergüenza. Ese naz1 no le dejaba las cosas tan fácil como creia, y eso era un problema por qué tenía otro gran problema con primogénito. - No se por que vine a pedirles consejos a ustedes si sabía que no me darían al menos uno.
TR- Mata a USA y se acaba tu problema. - Dijo de la manera más obvia, como si el padre con el problema fuera tan imbécil por no pensar en eso.
USSR- Si lo pensé pero causaría una guerra.
IJ- Encierra a tu hijo en la casa. - También quiso opinar, pero más como una broma para seguir molestando al ruso.
USSR- Rusia es muy astuto y saldría tarde o temprano, aparte ONU me regañaría. - Respondió sin notar la sorpresa del japonés que se preocupo al ver que lo decía en serio.
Ita- Debes de aceptar que tú hijo ya es grande como para tomar sus propias decisiones, no lo puedes proteger de todo, pero puedes estar para él si sale herido, apoyándole como un buen padre haría.
El ruso miró atentamente al italiano, en un silencio incómodo para este mismo, y más al sentir otras dos miradas intensas que parecían clavarse como cuchillos.
USSR- ¿Por qué de los cuatro eres el menos pendejo?
TR- Y eso que no tienes hijos.
La escena de USA quedándose solo en la casa toma más peso después de Anoréxica.
Tengo un aviso, o varios.
Primero. Me asaltaron.
Eso me lleva a mi segundo anuncio
Tengo un muy muy muy muy muy grande problema.
Perdi el archivo donde tenía toda la historia original de esta historia, que no es tan malo porque a partir de aquí iba a hacer muchas modificaciones, pero ahora perderé un poco el hilo de lo que seguía, o por lo menos olvidaré algunos detalles.
Tercero. Ahora estoy en sabatino, tal vez actualice más seguido, pero por el punto anterior lo dudo mucho.
Cuarto. Perdón todas las demás cuentas como Instagram y X (Twitter), pero ya tengo perfil de Instagram, deje el link en el perfil de Wattpad.
Y por último. No sé si se me olvida algo, tengo mucho sueño, son las 4:00 am y no he dormido nada jsjshshsh. Así que si ven algún error o algo me avisan, y también perdón si ya había avisado algo de esto en este libro, la verdad no me acuerdo y quiero dormir
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro