Capítulo 13
(NA: no se que pasó hace rato que se junto con una parte del capítulo anterior)
Ita- Que lindos son. - Cargaba al mayor de los gemelos, alzándolo por arriba de su cabeza dejando para hacerlo reír.
IJ- No lo son. - Solo veía a su par de amigos que llevaban jugando con los bebés desde que habían llegado, teniendo la atención de Italia desde antes de que llegaran a la casa del alemán, pues se la había pasado todo el camino hablando de como serían los pequeños alemanes.
TR, Ita- ¡Claro que sí! - Ambos gritaron haciendo que el asiático se cubriera una oreja por el dolor que le causaron.
TR- Son mis hijos. - Abrazó protectoramente a su hijo de escudo mientras miraba a imperio con ganas de asesinarlo.
IJ- Y aparecieron hace una semana. - Dijo tratando de sonar con obviedad sobre el extraño encariñamiento del alemán con sus hijos ya que antes parecía no tolerar estar cerca de niños y adolescentes. Lo único que obtuvo como respuesta fue un biberón estrellándose en su cara.
Ita- Lo sentimos por no venir antes, estábamos ocupados. - Ignoró por completo las quejas que el japonés hacía para calmar al niño en sus brazos que parecía querer llorar por los gritos de los tres.
TR- No se preocupen solo estaba a punto de darme un ataque de pánico por no saber cómo es ser un padre y no tener ni un conocimiento mínimo sobre crianza. - Se notaba por sus ojeras que no había dormido bien estos últimos días, además de que llevaba su ropa de casa en vez de su típico uniforme que parecía nunca se quitaba (en realidad tenía muchos) y una apenas notable barba que comenzaba a crecer demostrando su falta de autocuidado.
IJ- Pues por lo menos están vivos, tú casi no pareces estarlo, necesitas un maldito baño.
TR- El que no estará vivo vas a ser tu si no te callas. - Volvió a amenazar esta vez levantando la lata de leche en polvo en señal de que se la lanzaría.
IJ- Esta bien, padre del año. - La lata le dio justo en la cabeza, provocando un sonido hueco al rebotar en esta.
Ita- ¿Ya tienen nombres? - Preguntó mientras aguantaba la risa, al contrario del pequeño que traía en sus brazos, que rio con fuerza.
TR- Algo así. - Sonrió con cansancio y un poco nervioso, no había tenido mucho tiempo para pensar en los nombres y cuando lo tuvo no se le ocurrieron buenos nombres.
IJ- Conociéndote seguro que los dos se llaman igual. - Se cubrió esperando un tercer objeto que lo golpeara, pero no llego, en cambio vio al alemán reír con aun más nervios.
TR- Sí, en realidad los dos se llaman Alemania, por mi papá.
Ita- Bonito nombre, pero eres un idiota por ponerle así a los dos y más siendo gemelos, sé que no te confundes porque uno tiene un escudo, pero eso te traerá problemas al llamarlos.
IJ- Pobres niños. - Los miró con lastima, no pensó que R#ich fuera tan imbécil para hacerle eso a sus propios hijos (procede a ponerle a su hija Japón)
TR- Entre en pánico ¿sí? - Lo último que quería ahora era escuchar las risas y reclamos de sus amigos, solo quería un poco de ayuda para poder dormir por lo menos 1 hora seguida. - Ya quisiera verlos a ustedes con hijos.
Ita- Seria lindo tener uno (es el único que nunca tuvo hijos)
IJ- Si tu con dos niños estas así no me quiero imaginar como esta USSR con sus 15 hijos.
TR- ¿USSR? - Había estado tan ocupado con sus dos hijos que no había pensado tanto en el soviético, por lo menos no para saber noticias sobre él, más bien sobre una futura invasión, pero esto ya lo tenía planeado.
Ita- ¿No has hablado con él?
R#ich se quedó callado mientras jugaba con las manos de Alemania, ignorando la pregunta de Italia. Se quedó inmerso en sus pensamientos sobre el soviético y sus 15 hijos.
Ita- ¿R#ich? - Llamó con miedo, no era buena señal que el alemán callara de esa forma.
TR- Suenan bien democrática y federal ¿no creen?
IJ- Si suenan bien, pero... - El italiano lo tomó del hombro antes de que preguntara sobre el soviético, era bastante obvio que había pasado algo malo entre ellos.
Ita- Déjalo Japón, nos lo dirá después. - Le dijo en el oído haciendo que un escalofrió le recorriera por sentir el aliento del mayor tan cerca.
TR- ¿Italia cómo vamos con Yugoslavia? - Tenia que seguir avanzando y borrar todo sentimiento que tuvo y tenía por el USSR, debía que cambiar un poco su plan con la llegada de esos 15 bebés.
<Presente>
Ita- Y así chicos es que nos enteramos de que algo no iba bien con ellos. - Terminó de contar bajo la atenta mirada de Japón y USA quienes eran los que estaban poniendo realmente atención, Alemania estaba manejando y R#ich jugaba con el botón de la ventana en un intento de ignorar el hecho de que contaron sobre la desesperación que sufrió por no saber qué hacer con sus hijos.
IJ- Y también que R#iches un idiota para los nombres.
TR- No es cierto, Fausto es un nombre genial. - Se asomó por arriba del asiento para ver directamente al imperio, pero este se escondió detrás de Italia.
AL- Se lo puse yo. - Aclaró mientras tomaba a su padre para que se volviera a sentar, tratando de hacerlo sin apartar la vista del camino, aunque no veía muy bien sin lentes.
Jap- Mi papá tampoco es bueno con los nombres, me dijo que me puso como él porque entró en pánico.
IJ- Eso era un secreto, auch. - Dio un pequeño salto a causa de un tope y terminó lastimándose.
USA- Alemania ten más cuidado. - Estaba más incómodo con cada salto que daban, terminaba siendo aplastado por los dos que estaban a su lado.
Ita- Con este ya van tres. - Trataba de acomodarse en las piernas de imperio, su rostro ya estaba bastante rojo por la vergüenza de estar rozando con algo cada que saltaban.
Al- ¿Quieren que les recuerde porque no tengo lentes? - No fue necesario que alzara la voz para sonar amenazante. No era muy fácil conseguir lentes cerca, y menos que estuvieran listos tan rápido.
USA- Esta bien ya no hablo.
Volvió el silencio, cosa que Alemania agradeció, necesitaba un poco de paz si quería seguir manejando sin ningún otro accidente.
Mex- Can...Canadá ¿No estas in...incomodo? - Abrazaba a Canadá de la cintura, recargando su frente en la espalda del menor.
Can- N...no. - Dio otro salto por culpa de otro tope, pero no se dio cuenta de que esta vez el alemán los veía (trataba) desde el retrovisor, entre sorprendido y asqueado por lo que suponía que pasaba, pues el canadiense solo se cubrió la boca con una mano para retener algún sonido inapropiado. - A... así estoy mu...muy bien. - Su mano no pudo cubrir el largo suspiro de placer que se escapó de entre sus labios. - ¿N..no te molesta mi peso?
Mex- Para... - Se mordió el labio con fuerza, abrazando al menor para acercarlo más. - Para nada. - Levantó su rostro para poder hablarle al oído. - Eres muy liviano. - Quedo satisfecho cuando noto como se le enchinaba la piel de la nuca y los brazos.
USA- ¡Hasta aquí! ¡Alemania para el maldito auto!
Alemania freno de golpe causando que todos chocaran con lo que tenían enfrente, pero eso no importó, solo miraron al canadiense y al mexicano recriminándoles por haber escuchado y visto aquel momento.
Al- No sé por qué querían que manejara yo si no puedo ver. - Miró a la japonesa que fue la que lo había propuesto para manejar.
Jap- Solo míralos. - Señaló a los asientos de atrás, incluyendo a su padrea y a Italia.
TR- Bueno, tengo que admitir que es divertido ver como USA se enoja por su hermano.
Jap- ¡Ves, el me entiende!
Ale- Cámbiense de lugar.
<21 junio 1941 - 7 enero 1942>
USSR- Por fin se durmieron. - Colocó a Bielorrusia en una canasta, dándole un beso cuando le termino de arropar. Miró a sus demás hijos que estaban todos en pequeñas canastas, era difícil dormirlos y por eso mismo no había dormido bien en los últimos meses, si uno lloraba lloraban los demás, pero eran sus niños que lo buscaban y necesitaban. Sería difícil dejarlos. - Solo espero que no causen tantos problemas cuando crezcan.
¿- Señor, ya está todo listo. - Entró haciendo un saludo militar, siendo recibido por una seria mirada que le intimidó.
USSR- Ya lo sé, solo dame unos minutos. - Ordenó sin apartarle la mirada, tratando de mantenerse lo más serio posible.
? - Si señor. - Salió lo más rápido que pudo de la habitación sintiendo la mirada de su superior hasta estar fuera.
USSR- Soltó un suspiro cuando se encontró nuevamente solo, miró a sus hijos que descansaban profundamente, como si fueran los bebés más tranquilos que existían. - Aun espero que sea una broma nazi, no quiero hacerte daño.
USSR iba dirigir la guerra, había escuchado que R#ich haría lo mismo y tal vez podría verlo para hacerlo cambiar de opinión, pero no se iría así, necesitaba proteger a sus hijos, el alemán podría intentar algo, no quería aceptarlo, pero en el fondo sabía que él era capaz de lastimarlos, por lo que para proteger a sus hijos los mandaría a diferentes partes, de su territorio, ni él el sabía a donde los mandarían.
La guerra inició al siguiente día, sucediendo lo que más temía. Al principio el shock no lo dejo reaccionar, su decepción fue muy grande, olvido aquellos sentimientos de amor que tenía hacia el alemán, sus hijos eran más importantes y no iba a quedarse de brazos cruzados despues de recibir varios ataques de parte de R#ich y sus aliados, pero solo fue cuestión de enterarse que 5 de sus hijos ya estaban en manos del alemán.
TR- Se encontraba en una tienda de campaña mientras cargaba a Ucrania, meciéndolo para calmarlo, aunque este se encontraba bastante entretenido con las medallas de su uniforme. - Tu padre es un idiota que se confió al pensar que no lo atacaría. - Pellizcó un poco las mejillas del menor haciéndolo reír. Tenía que admitir que era muy tierno para ser hijo de USSR. - Pero no lo perdonare por lo que me hizo, por eso le quitare lo que más quiere.
Ita- Entró a la tienda con Estonia en los brazos. Se veía preocupado con tan solo ver al alemán tan aferrado a sus planes. - R#ich hay que irnos para llegar a Moscú. - Italia lo apoyaba, era su amigo, compartían varias ideas, tal vez no sabía las razones para hacerlo, pero lo seguiría, solo no estaba de acuerdo con secuestrar a los niños de USSR, él se iría de ahí pronto para no causar más problemas.
TR- Bien, ¿Cómo están los otros niños?
Ita- Letonia y Lituania están muy tranquilos, pero Bielorrusia no ha dejado de llorar. - Explicó el italiano mientras se acercaba al menor. - R#ich no es que me guste meterme en estas cosas, pero quisiera saber que vas a hacer con los niños.
TR- Quitarle a USSR lo que más ama es mi plan y, después tal vez mate a algunos de sus hijos enfrente de él antes de matarlo, a los demás los criaré como mis hijos.
A Italia no le sorprendió la respuesta, él era así, lo que no entendía era porque de un de repente odiaba tanto al soviético. Tan solo unas semanas antes andaba considerando casarse, aun dudaba, pero era la primera vez que lo decía, y ahora no se hablaban más que para insultarse.
.
Mientras las fuerzas alemanas avanzaban, USSR también se dirigía a Moscú, se había enterado de que Rusia estaba ahí, tenía que llegar antes de que R#ich lo hiciera. Para su suerte del soviético, las bajas temperaturas atrasaron a R#ich e Italia había regresado a su país, pero aun asi no pudo llegar antes.
TR- ¡¿Dónde esta el niño?! - Le gritó a uno de los soldados del ejército rojo mientras lo sostenía del cuello de su uniforme. Llevaba amenazando y golpeando a varios soldados para poder lograr dar con el hijo mayor del soviético, pero ya cuando estaba más cerca siempre lo perdía.
?- No sé de que hablas.
TR- Le dio un puñetazo en la cara, haciendo que el soldado cayera al suelo. - Dime donde está maldito o...
¿- Escupió un diente como si nada, volteando a ver al alemán con una sonrisa. - ¿O qué? ¿Me mataras? No me importa si lo haces...
Entre el silencio del lugar se logró escuchar un llanto. R#ich busco de donde provenía logrando ver a un soldado con un bebé envuelto en varias cobijas, pero no había duda, aquel era Rusia, el supuesto hijo favorito de USSR.
Ya tenía lo que quería.
De un solo movimiento saco el arma y le disparo al soldado que tenía en frente para después, sin mucha dificultad, dispararle al soldado que tenía a Rusia. El llanto del menor aumento sin embargo no hizo un esfuerzo por apresurar su paso y recoger al niño de la fría nieve.
TR- Ya deja de llorar. - Se agachó para poder cargarlo, pero una bala le paso rozando por su mano. Volteo molesto hacia la persona dueña del arma, sonriendo cuando vio a USSR viéndolo con furia y desesperación, nunca le había mirado así...
USSR- Ni se te ocurra tocarlo. - Corrió para poder tomar a Rusia, sin dejar de apuntar al alemán con su arma. No permitiría que le tocara un solo cabello, no dañarían a o que más quería.
TR- Dio unos cuantos pasos sin importarle aquella arma que sostenían con furia frente a él, sabía perfectamente que no le dispararía a pesar de que USSR tenía una excelente puntería que igualaba a la de él. - Hola mi amor ¿Cuánto tiem...
USSR- Cuando notó que el alemán estaba lo suficientemente cerca tomó el arma de la punta y lo golpeó con ella haciendo que el contrario retrocediera un par de paso. - Espero que estés consciente de lo que va a pasar después de lo que acabas de hacer.
TR- Claro que lo sé, pero tranquilo te llevare flores a tu tumba. - Sacó una navaja para atacar a USSR, pero el frio le hizo una mala jugada y un ataque de estornudos le obligó a parar. Enserio odiaba el frio. - Mierda, maldito frío.
USSR volteó a ver a Rusia para asegurarse de que estuviera bien, sonriendo al ver que este había dejado de llorar por estar en sus brazos. Cuando volvió a ver al alemán, este los observaba con odio (junto con rencor y celos que no noto), mientras se abrazaba a sí mismo para cubrirse del frio. Se acercó a este, notando como se ponía a la defensiva, pero vio cómo se relajó cuando comenzó a quitarse el gorro el abrigo para entregárselos, siendo aceptados sin quejas.
USSR- Es el ultimo favor que te hare. - Se dio media vuelta dispuesto a irse de una vez para ya no ver a R#ich. - No te he matado porque quiero saber dónde están mis hijos. - Volteó su rostro dedicándole una última mirada de odio. - Te mataré en cuanto tenga oportunidad.
Y así el soviético se fue dejando a R#ichcon su ropa invernal. Después de eso tuvieron varios enfrentamientos dejándose cicatrices que a la vista se veían dolorosas, pero nada comparado con el dolor que sentían oír la traición del otro.
Después de aquel encuentro fueron varias veces en las que se enfrentaron por la guerra, dejando varias cicatrices que a la vista parecían dolorosas, pero no era comparado con el dolor que les causo la traición del otro.
Por fin termine la escena del carro.
Cringe.
Pero bueno, ¿Cómo están? ¿Cómo los trata la vida?
A mí de la verga.
No sé si pueda ir al evento de bolitas, pero quiero ir xqe me gane algo aunque no sé que es.
Voy a hacer un esfuerzo muy grande por ir.
Pero bueno, quería decirles que publique en otro libro una versión alternativa donde R#ich encuentra la carta pero decide escuchar a USSR. Está en el libro de " Vale madre"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro