39. La broma que salió mal
Miro para todos lados para cerciorarme que nadie escuche.
―Ayúdame, Nico ―le digo a mi amigo en un día de escuela, en aquel patio, en la hora del recreo.
―¿Y qué quieres que haga? ―Me mira confuso.
―Ya estás corrompido, haz algo ―insisto.
Entrecierra los ojos.
―¿Le estás haciendo caso a las ideas de tu hermana?
―¿Qué? ¿Ya te las contó? Bueno, sí, no sé. A Xavier ya lo rechacé tanto que no me da para hacer algo así y tú eres el único chico que conozco, así que... ―expreso avergonzada.
Esto es cualquiera y ya me arrepentí de haberlo exclamado.
―Oh, cielos, creo que se te salió un tornillo. ―Yo diría muchos―. ¿Estás loca? No me voy a acostar contigo, eres como una hermana para mí ¿Y quién hace esa clase de cosas?
―Pues mi hermana al parecer ―me quejo y ruedo los ojos―. Olvida lo que te pedí, es una locura, no puedo ni imaginarme acostándome contigo. ―Me río.
Él se ríe también.
―¿Te imaginas? Sería una completa locura ja, ja, ja.
―Oh, sí, ven aquí mi machote ―me burlo y lo abrazo jugando―. Hagámoslo todos los días. ―Le guiño.
―Sí, grr. ―Hace que gruñe y se me acerca.
Esto es divertido, necesitaba bromear un rato.
―¿Quién diría que al final si eras una cualquiera?
¡Espera! ¡Esa voz la conozco! ¡¿Xavier?! Esto me salió mal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro