Salimos de la habitación, está abierta la puerta, quizás mi hermana la abrió cuando estábamos durmiendo.

Seguro pensó cualquier cosa.

Caminamos por el pasillo y salimos a la sala. Botellas de alcohol, ropa en el suelo, cosas rotas, y lo peor, varios universitarios durmiendo, algunos en el suelo y otros en el sillón, algunos con ropa y otros con casi nada.

―¡Carina! ―grito para encontrarla entre el montón de gente―. ¡¿Hiciste una orgía en casa?! ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estás loca?! ¡¿Dónde estás?!

―¿Eh? ¿Qué? ―Mi hermana levanta la cabeza, se para del suelo y se acomoda la ropa―. Tranquila, solo fue una fiesta. Me juzgas a mí, pero bien que te lo pasaste súper en tu habitación. ―Se ríe.

―¡No, no soy así! ¡No hice nada! ―Me sonrojo―. ¿Y dónde está Nico? ¿Qué le hiciste, depravada?

―Mm ¿Nico? ―Queda pensativa y luego se alarma―. ¡Ah, esa maldita se lo llevó! ―exclama furiosa y se gira a un chico que se encuentra durmiendo―. Camilo ¿Dónde está Mara?

―No sé, déjame dormir ―exclama el chico tirado en el suelo.

―¡Se acabó la fiesta! ¡Busquen a Nicolás! ―Los levanta a todos furiosa y veo como cada uno obedece sin chistar.

¿Pero qué les pasa a todos?