La madre de Xavier está a punto de hablar, cuando se escucha un relámpago y comienza a llover más fuerte.

Xavier mira hacía la ventana y la ignora.

―Mamá, voy a salir ―avisa, pero perdido en sus pensamientos y sale de su habitación.

Ella no contesta, ni se niega. El que grita es el padre cuando lo ve tocar la manija de la puerta de salida. Yo lo veo detenerlo al bajar la escalera junto a su madre.

―Xavier, no es momento de tus caprichos ―exclama su padre enojado.

―José, déjalo ―pide su madre.

―Xiomara, no te metas.

―Dije que me voy ―Xavier exclama y abre la puerta, aunque José la está bloqueando.

Se escucha otro trueno e intercedo.

―Al menos llévate un paraguas.

No sé qué pasó, no sé qué ocurrió, pero en la sala solo hay silencio luego de lo que dije. Mis padres ni yo, entendemos qué acontece y menos lo que me responde Xavier después.

―Ese objeto del infierno, ni hablar.