Capítulo Único
( One-Shot dedicado a Himawarisasuke, gracias por ser una fiel lectora )
Teba se encontraba afinando su arco, hace un par de días había comenzado a entrenar junto a Tureli en la zona de entrenamiento, de pronto vio a lo lejos un resplandor azulado.
- Hum... Ya llegó - se dijo a sí mismo el orni.
Desde que Link había derrotado a Ganon, visitaba constantemente al ojiambar y a su hijo, con quien se había encariñado profundamente. El ojiazul sentía un gran amor por los niños y viceversa, ya se había ganado el cariño de todos los infantes de la aldea.
- Link - grito emocionado Tureli al ver al Hyliano acercarse, salto a sus brazos dándole un fuerte abrazo - Te extrañe mucho -.
- Yo también te extrañe pequeño, es más, te traje un regalo - el rubio dejo con cuidado al pequeño en el suelo para después comenzar a revisar su alforja - Hum... Veamos... Piedra luminosa no... Piezas ancestrales no... ¿Y yo desde cuando tengo un brazo de moblin? Bueno no importa... ¡Aquí esta! - de su alforja saco un arco del bosque para luego pasárselo a Tureli - Tu padre me dijo que habías comenzado a entrenar -.
- Wow, gracias Link - dijo el polluelo mientras abrazaba la pierna del rubio, para luego ir corriendo a su casa - Papá, mira lo que me regalo Link - grito emocionado.
- Vaya, es un buen arco - el de plumas blancas tomo el arco y comenzó a examinarlo - ¿Donde lo conseguiste? - preguntó mientras miraba al ojiazul quien estaba entrando en la casa.
- En el bosque perdido, puedes encontrar muchas cosas ahí - le dijo con una sonrisa - Es flexible pero también resistente, por lo que pensé que sería perfecto para un principiante - el hyliano de acercó al pequeño y le revolvió las plumas de su cabeza.
- Oye Link, ¿Nos acompañaras al entrenamiento? - preguntó el pequeño.
- Claro - exclamó el rubio con una sonrisa en su rostro.
Teba sonrió levemente, le gustaba lo cariñoso que era Link con su hijo... El trataba ser un buen padre, pero solía ser algo serio y estricto con Tureli, aunque en su defensa no lo hacía a propósito, solamente se había vuelto así tras la muerte de Sareli... Por eso le gustaba tanto la personalidad amable y relajada de Link, se podía decir que ambos se complementaban.
Los 3 se dirigieron a la zona de entrenamiento de los orni, donde soplaban las fuertes corrientes de aire.
- Link, mi papá dice que cuando pelearon con Vah Medoh le pudiste dar a 5 blancos en menos de 3 minutos ¿Es cierto? - preguntó con curiosidad el niño.
- Bueno... No me gusta presumir pero si, es verdad - dijo el rubio mientras se rascaba la nuca - También tuve que hacer una prueba para hacer aparecer un santuario - se acerco al barranco y señaló un santuario que había al fondo - Ese de ahí, la prueba consistía en darle a 3 blancos sin usar el apoyo de la paravela -.
- Wow eso es asombroso - exclamó el pequeño de ojos azules.
- ¿Que dices Link? ¿Le mostraras a mi hijo como se usa el arco? - pregunto el ojiambar con una sonrisa.
- Pues claro - el rubio tomó el arco de águila, un regalo del patriarca, y se acerco a la plataforma de madera.
- ¿Puedes darle a todos los blancos sin usar la paravela? - Tureli lo miraba emocionado.
- Pues... Me gustan los retos - le respondió con una sonrisa.
- Link... ¿Estas seguro? - preguntó el orni mayor, sabía que dispararle a todas las dianas sin descansar ni una vez acabaría con su resistencia.
- Si tranquilo, he hecho cosas mucho más peligrosas - el rubio sintió un escalofrío al recordar aquel centaleón de la región de los Zora.
Tureli comenzó la cuenta regresiva mientras Link se ponía en posición, una vez el pequeño grito: "¡Ya!", Link salto de la plataforma, rápidamente tomó su arco y lo tenso, para comenzar a disparar las flechas explosivas para darle a la mayor cantidad de dianas en el menor tiempo posible.
Link se sentía al límite, sentía que su energía se le agotaba, pero logró darle a las últimas dianas, había logrado cumplir el reto, pero ya no le quedaba resistencia alguna, logró sujetar su paravela durante unos segundos, pero ya no podía más con el cansancio y cayó de bruces al fondo del barranco, por suerte los pocos segundos que logró sujetarse de la paravela hicieron que la caída no fuera tan grave...
- ¡Link! - grito alarmado el ojiambar para volar hasta donde se encontraba su amigo.
- T-Tranquilo estoy bien... - dijo con dificultad mientras se levantaba, su nariz sangraba y tenía un par de cortes, al igual que varios moretones y golpes por su cuerpo - No es lo peor que me ha pasado... -.
- Link estas herido, dejame llevarte a la aldea para atender tus heridas - dijo seriamente el de plumas blancas como la nieve.
- No tranquilo, no es necesario... Son solo un par de rasguños - le respondió mientras se encogia de hombros,a verdad es que dolía el cuerpo como si un Hinox le hubiera dado una paliza, pero la idea de que el orni revisara sus heridas ponía sumamente nervioso al Hyliano.
- No te estaba preguntando - exclamó el de ojos dorados mientras cargaba al rubio sobre su hombro, este comenzó a patalear y darle pequeños golpes mientras gritaba: "¡Bajame, bajame, bajame!" - Ya basta Link, Tureli se porta mejor que tu y tiene 7 años... Y yo que tu me sujetaria... - dijo para luego usar las corrientes de aire para elevarse en el aire.
El rubio, aterrorizado se afirmó con fuerza del cuerpo del orni, odiaba verse vulnerable, deseaba golpear a Teba por hacerlo verse tan vulnerable, el orni aterrizó sobre la plataforma de madera, donde los esperaba su hijo.
- Vamos Tureli, de vuelta a la aldea - el orni mayor continuaba ignorando las quejas del Hyliano y lo llevó de vuelta a la aldea, donde por fin dejo al rubio en el suelo, este traía un puchero de niño regañado.
Moeli y las hijas de Nyel se lanzaron sobre Link, provocando que este cayera al suelo con las niñas encima de él, el ojiazul soltó un quejido de dolor y se mordió la lengua para evitar soltar una grosería, pero les sonrió a las pequeñas mientras les agradecía por preocuparse por el.
Teba llevo al Hyliano a rastras a su casa, una vez dentro ambos se sentaron en el suelo, Teba comenzó a desinfectar con cuidado las heridas en el rostro del Hyliano, ambos se mantenían en un pequeño silencio... Aunque no lo consideraban incomodo, últimamente se quedaban mirándose el uno al otro en silencio...
- Quítate la camisa - el rubio enrojecio hasta la punta de sus orejas al oir a su amigo - Necesito ver que no estés herido... -.
- No... - dijo fríamente el Hyliano mientras se ponía de pie, pero Teba sujeto con fuerza su brazo.
- Link, debes dejar que te revise -.
- Dije que no... - el ojiambar siguió insistiendo - ¡No Teba, no quiero que me veas! ¡Me da vergüenza el como soy! - exclamó enojado mientras se separa del orni y desvíaba la mirada, para evitar que viera sus pequeñas lágrimas.
- Link... No voy a juzgarte, sabes que jamás haría eso... Solo necesito ver si estas herido... Por favor - Teba coloco su mano sobre su hombro para calmarlo, el ojiazul seco sus lágrimas y asintió con la cabeza.
Link se quito su túnica orni, mostrando su torso desnudo, dejando a la vista las cicatrices que sufrió durante el cataclismo... El ojiambar no dijo nada, solamente curo los cortes que rubio se hizo al caerse, el ojiambar sentía que sus mejillas eran 2 soles. Una vez hubo terminado, el espadachín se coloco su túnica nuevamente.
Estuvieron callados un rato, ambos sentían como su corazón latía rápidamente, Teba no había sentido aquella sensación desde la muerte de Sareli, quien había fallecido debido a una enfermedad... El creyó que su corazón había muerto ese día junto a su amada, aun cuando ella le decía que deseaba lo mejor para él, y que fuera feliz con alguien más después de que ella se hubiera ido... Alguien que lo amara a el y a Tureli...
El orni le dijo que eso jamás pasaría... Pero luego llego aquel Hyliano... Tenía aquella mirada tan adorable y llena de ternura que le robaba el corazón a cualquiera, sin mencionar lo cariñoso que era con Tureli, lo trataba como si fuera su propio hijo...
Teba se acerco al pequeño, el cual dormía en su hamaca, acaricio su cabeza con ternura para luego arroparlo.
- Se ve muy lindo cuando duerme - dijo el Hyliano con una sonrisa.
- Si... A veces temo ser demasiado estricto con el - el ojiambar suspiro.
- ¿Bromeas? Te arriesgaste a enfrentar a Vah Medoh para salvar a tu hijo y a la aldea... Eres un gran padre Teba, no te menosprecies - el rubio le sonrió con ternura.
- Gracias Link... Es que... Tu sabes... No es fácil hacer esto solo - el orni dio un suspiro.
Link le hizo una seña para que se acercara a él, Teba se agacho para quedar a su altura, el rubio se acerco y le dio un pequeño beso en su mejilla, ambos estaban completamente sonrojados mientras se miraban el uno al otro... No hicieron falta palabras, pues con tal solo mirarse a los ojos ambos sabían cuales eran sus sentimientos.
- No estas solo Teba -.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro