CHICO MOLESTO

a n n o y e d b o y

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Y. Jinsol

Salí del lugar con una sonrisa y mí bolsa, misión cumplida. Lo bueno es que alguien le dijo al encargado sobre un bolso extraviado, así que no tuve que hacer mucho y...

─ ¡Oh! ─me agacho y junto del suelo una billetera, busco a mí alrededor haber si alguien se encuentra buscando algo, pero no hay nadie─ ¿Qué hago con esto?

Estoy apunto de caminar nuevamente al Starbucks para ver si alguien me puede ayudar e encontrar el dueño, pero me detengo al escuchar un grito.

─ ¡Oye, ladrona! ─giro en dirección de esa voz y me topo a un chico caminando a paso apresurado hacía mí, una vez que llega frente a mí me intenta quitar la billetera pero lo esquivo─ ¿Qué crees que haces? Devuélveme eso

─ ¿Es tuya? ─otra vez intenta quitármela, pero nuevamente lo esquivo─ te pregunté algo

─ Claro que es mía ─frunzo el ceño.

─ ¿Cómo sé que no me estás mintiendo para quedarte con el dinero?

─ ¡Yah! Eres una ladrona y ahora me culpas a mí ─de un movimiento rápido logra quitarme el objeto.

─ ¡Oye!

Ni siquiera se inmuta ante mí grito y procede a abrir la billetera, saca algo y me lo muestra.

Oh, es su identificación.

─ Al parecer sí es tuya

─ Claro que lo es, ladrona ─vuelve a guardar la identificación y me vé con el ceño fruncido─ ¿Debería llamar a la policía?

─ ¡¿Qué?! Claro que no, ni siquiera te estaba robando. Me la encontré tirada justo allí, deberías tener más cuidado con tus cosas ─le apunto con mí mano dicho lugar─ y deja de llamarme ladrona, bravucón

─ Ajá, no soy un bravucón

─ Eso no es lo que dice tú aspecto ─me mira molesto─ ¿Qué? Solo digo la verdad

─ Pues no creo que sea muy bueno que tú critiques mí forma de vestir, así vestida pareces una ladrona

─ ¡Claro que no!

─ ¡Claro que sí! ─hace una voz aniñada─ como sea, no tengo tiempo para lidiar con niñitas tontas ─se da vuelta y comienza a caminar.

¡¿Cómo dijo?! Se atrevió a llamarme niñita y tonta.

─ Y yo tampoco lo tengo como para soportar a niñatos como tú

─ ¡¿A quién llamas niñato?!

─ Pues a ti ─se acerca a paso amenzador, pero no me inmuto─ uy, que miedo

─ Deja de jugar con fuego que puedes quemarte

─ No eres nadie para decirme que hacer ─le doy la cara y quedamos frente a frente.

Maravillosa forma de empezar en un nuevo lugar.

─ ¡Jungkook!

─ ¡Jinsol!

Dos voces, cada una proveniente de un género distinto. Una logro distinguirla; Yoori, y la otra no tengo la menor idea de quién sea.

Sin embargo, ninguno de los dos da su brazo a torcer y seguimos con nuestra guerra fulminante de miradas. O bueno, eso hasta que siento como jalan mí brazo hacia atrás.

─ ¡Auch! ¿Estás loca, Hyerim? ¿Acaso quieres romperme el brazo? Ah, joder ─me suelta y yo sobo mí brazo mientras la miro mal.

─ Jeon, dijiste que solo irías a buscar tú billetera y has tardado una eternidad ─escuché la voz del chico que había gritado.

─ Ha surgido algo, hyung ─pff, ahora sí tiene modales.

Falso.

─ ¿Aunque se encontraste lo que buscabas?

─ Sí, esa chica que la quería robar ─me apuntó y los otros dos chicos voltearon a verme nada bonito.

─ ¡Ya te dije que no la iba a robar! Eres demasiado molesto con ese tema, ¿Cuántas veces te tengo que repetir? La encontré tirada, porque una persona despiadada no cuida sus cosas

─ ¡No soy despistado!

─ Ajá, eso ni tú te lo crees

─ Tú... ─nuevamente camina hacía mí y yo hago lo mismo.

─ ¡Ya basta! ─me detengo al escuchar dos voces al unísono.

─ ¿Podrían ser más claros con esa situación?

─ Te explico, Hyerim. Este chico es un bravucón y solo quiere crearme problemas

─ Deja de llamarme bravucón, ladrona ─suelta irritado.

─ Y tú deja de llamarme ladrona

─ No empiecen otra vez, por favor

─ Ella es la que hace el problema, Tae

─ Claro que no... Ah ah ─comienzo a quejarme cuando siento como me toman de la oreja─ sueltame, Yoori ─no me hace caso─ auh, duele

Mierda, este no es el momento para esto, y lo sé cuando escucho la risa del chico ese, creo que se llamaba junku o algo así. De igual manera no me importa como se llama.

─ Yoori, ¿Yang Yoori? -mí hermana mayor detiene su paso y me suelta─ esa Yoori...?

Lentamente Yoori se da vuelta y mira al chico del pelo rojizo, su rostro muestra sorpresa.

¿Se conocen?

─ Jimin...

Jimin, ¿Dónde eh escuchado ese nombre antes?

Lentamente me alejo de Yoori y voy junto a dónde Hyerim.

─ ¿Quién es Jimin? ─le pregunto en susurro.

─ Pues ese chico ─la miro─ ¿Qué? ¿Acaso no escuchas bien?

─ Jajaja, muy graciosa eres ─se encoge de hombros─ tú tampoco sabes quién es, ¿No es así? ─asiente rendida.

Por pura curiosidad, mí mirada busca al chico con el piercing. Está al lado de su ─creo─ otro amigo; del cual no recuerdo nombre, susurrando cosas.

─ Hyung, ¿Conoces a esa chica? ─le pregunta.

─ Yo... ─la mirada de Hyerim acompañada de la mía se centra en el peli rojo, no dice nada y al final su rostro se torna serio─ ... No, no la conozco. Olviden lo que dije y vámonos

¿No la conoce? Pero sí acaba de decir su nombre, ¡Claro que la conoce! El chico se da vuelta y camina en dirección opuesta al nuestra.

─ Unnie, ¿Quién es él? ─le pregunta Hyerim y los otros dos chicos que aún se encontraban ahí, la miraron curiosos esperando una respuesta.

─ ...

─ ¿Yoori?

─ No es nadie, ¿Conseguiste el dinero, Jinsol? ─por un momento me quedo procesando la situación y al final termino asintiendo frenéticamente─ bien, entonces ya no tenemos nada que hacer aquí ─y tal como el chico, comienza a caminar, Hyerim la sigue y yo me quedo ahí por unos segundos.

Estoy perdida.

Antes de comenzar a caminar junto a ellas, vuelvo la vista hacia los dos chicos para verificar si siguen ahí y sí, aún tienen su mirada clavada en mis hermanas. Hasta que el chico molesto mira en mí dirección.

─ ¿Qué me ves?

─ Lo feo que te ves ─le saco la lengua y me giro, para ir detrás de las chicas.

Escucho como a mis espaldas me grita insultos, mientras que su amigo intenta calmarlo y yo en respuesta le saco el dedo del medio.

Chico molesto.