CLASE DIVERTIDA

f u n  c l a s s

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Y. Hyerim

Hice mi mayor esfuerzo tratando de prestar atención en la clase, de verdad que sí, pero tener la constante mirada de cierto castaño sobre mi todo el tiempo obviamente iba a desconcertarme, era imposible tratar de enter algo de lo que me decían.

Normalmente Taehyung se la pasa durmiendo, gracias a las tutorías avanzó mucho todo este tiempo y ahora ya tiene tantos problemas con los profesores. Pero justo ahora, desde que entramos a esta clase no ha dejado de mirar en mi dirección, ni siquiera cuando Jungkook le decía algo una vez el profesor dejaba de mirar en nuestra dirección.

Al final el de cabellos morados terminó siendo descubierto por el profesor Kim y terminó echándolo de la clase por no prestar atención.

Ni siquiera en ese momento Kim dejó de verme, a pesar de que Jungkook lo fulminó con la mirada mientras salía.

Ay, ¿qué hago ahora?

Me relamo los labios mirando hacia el profesor, está escribiendo algo en la pizarra así que aprovecho.

─Deja de hacer eso, por favor ─murmuro sin mirarlo.

─¿Por qué?

Eh, no sé, ¡Quizá porque me pones nerviosa y no me puedo concentrar en nada! Incluso mi lápiz tiembla en mi mano.

Estoy actuando como una tonta.

No puedo creer que Kim Taehyung tenga tanto efecto en mi como para hacerme reaccionar así.

Voy. A. Fallecer.

No lo digo porque me sigue observando, ahora toma más valentía. En algún momento toma el lápiz que sostenía ─muy apenas─ y lo lanza al suelo entre medio de nuestros asientos. Finalmente volteo en su dirección alzando mis cejas no comprendiendo el porqué de su acción.

Él no dice ni hace nada, no me queda de otra más que intentar juntar mi lápiz en el suelo. Cuando bajo mi mano y estoy a punto de tomarlo, una mano más grande intercepta la mía y la toma impidiendo cumpla mi cometido.

No puedo.

─¿Qué haces? Nos van a ver ─a pesar de no querer eso realmente intento soltar su agarre en mi mano, pero por supuesto no es tan fácil. Siento la adrenalina de solo pensar que alguien pueda ver nuestras manos.

─Hyerim ─trago saliva. Su voz salió más ronca que de costumbre en un murmullo bajo solo para que nosotros escuchemos lo que va a decir─. Agradece que solo decidí tomar tu mano porque después de verte entrar por esa puerta deseé volver a besarte como ayer. Me estoy conteniendo lo mejor posible para no hacerlo en este momento porque estamos en clases y tú ya estás lo suficientemente roja a pesar de que solo nos estamos tomando las manos

Si, definitivamente voy a fallecer por culpa de este hombre.

Mi rostro se calienta aún más con cada palabra suya. Trato de apartar la mirada, pero su mano sobre la mía no me lo permite.

─Taehyung, suéltame ─intento sonar firme, pero mi voz tiembla ligeramente.

Él sonríe, una sonrisa ladeada que me deja sin aliento.

─¿Realmente quieres que te suelte? ─pregunta, su voz baja y desafiante.

No puedo responder, porque sé que cualquier cosa que diga será una mentira. No quiero que me suelte. Me gusta la sensación de su mano sobre la mía, el calor que emana de su piel, la electricidad que recorre mi cuerpo con su toque.

¿Pero y si nos descubren? Bueno, a él no parece importarle mucho.

─Eso pensé ─mi silencio es una respuesta clara. Nos acomodamos en el asiento y recuerdo que ahora no podré hacer apuntes porque mi lápiz está en el suelo y la mano con la que escribo la tengo entrelazada con la suya─. No te preocupes, voy a tomar apuntes para ambos

Me le quedo viendo. Tengo una ganas tremendas de besarle por lo tierno que puede llegar a ser después de hace un momento que se comportaba sin vergüenza alguna.

Guarda la calma, Hyerim. Estás en clase. Soporta la tentación de tener a Kim Taehyung de compañeros.

El profesor Kim sigue escribiendo en la pizarra, ajeno a lo que ocurre entre Taehyung y yo. Sus palabras se vuelven un murmullo lejano, y lo único que puedo escuchar es el latido de mi corazón, fuerte y desbocado mientras mi mirada se pierde en algún punto de la pared.

Trato de convencerme de que todo volverá a la normalidad una vez que salga de esta aula, que podré recuperar mi compostura y actuar como si nada hubiera pasado.

La campana suena, marcando el final de la clase. Recojo mis cosas rápidamente, evitando la mirada de Taehyung, pero siento su presencia detrás de mí, siguiéndome. Salgo del aula con prisa, deseando encontrar un lugar donde pueda pensar con claridad.

Pero no llego muy lejos. Antes de que pueda dar unos cuantos pasos, siento una mano en mi brazo, deteniéndome.

─Hyerim ─su voz es suave.

Me giro para enfrentarme a él. Aclaro mi garganta.

─¿Q-qué pasa? ─pregunto, tratando de sonar más firme de lo que me siento.

─Necesito que me acompañes a un lugar

Después de unos segundos reacciono asintiendo lentamente. Tae toma del brazo y me guía por los pasillos casi vacíos. Deberíamos estar yendo a nuestra siguiente clase antes del descanso, pero eso no me parece importarle en este momento. Caminamos en silencio, con el eco de nuestros zapatos sonando contra el piso en cada paso que damos.

Finalmente nos detenemos frente a una puerta. Un momento, aquí es donde guardan las cosas de limpieza.

─¿Por q-...? ─intento girar a verlo, pero antes de hacerlo me empuja suavemente hacia adentro y cierra la puerta tras nosotros.

Es un pequeño espacio lleno de utensilios de limpieza y con un ligero olor a desinfectante. Pero eso no es lo importante en un momento como este, por supuesto que no, no con la proximidad de Taehyung.

Me le quedo observando, son unos largos segundos los cuales nos vemos. Sin decir una palabra Taehyung se acerca y toma mi rostro entre sus, grandes, manos inclinándose para besarme.

No puedo más.

Su boca se encuentra con la mía con urgencia, gracias a la sorpresa que me deja todo esto suelto un jadeo ahogado por no esperarme algo así. Mis manos se aferran a su camisa. Sus manos se deslizan por mi espalda empujando esta para acercarme más.

Es intenso y demandante.

Todo a mi alrededor parece haber desaparecido, solo estamos nosotros en nuestro mundo.

Finalmente nos separamos intentando recuperar algo de aire, no decimos nada. Taehyung apoya su frente con la mía y ambos tenemos nuestras respiraciones igual de aceleradas.

─Esto... nosotros ─comienzo a decir.

─Me gustas mucho, Yang Hyerim... ¿Quieres salir conmigo?

Se me seca la boca.

Por eso, en lugar de responder con palabras esta vez yo tomo la iniciativa. Llevo mis manos hacia sus hombros tirando de él hacia mi dirección para volver a juntar nuestros labios.

─Si quiero ─digo contra sus labios. Volvemos a besarnos y siento una sonrisa en medio de todo.

Tomamos distancia un momento.

Tiene una sonrisa que me hace derretir por completo.

─Debemos salir de aquí antes de que alguien nos descubra ─susurra dejando un casto beso sobre mis labios.

Asiento estando de acuerdo.