INTIMIDANTE

i n t i m i d a t i n g

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Y. Jinsol

Me quedo en la sala cuando salgo de la habitación para dejar a esos dos hablando, o al menos eso creo. Me topo con los demás chicos, están en la sala. Hyerim está en la cocina y desde aquí puedo verlo, como también al chico que se mantiene ayudándola en algo.

Me es imposible dejar de verlos pues sigo sin creer lo que mis propios ojos han presenciado cuando yo solo quería tomar algo de aire.

Ni siquiera me doy cuenta en el momento que Jeon se sienta a mi lado, hasta que pica mi costilla con su dedo y yo doy un salto en mi lugar a causa de esto. Le miro mal y él solo sonríe.

─ Podrías tratar de disimular un poco, Jinsol ─me dice y frunzo el ceño.

─ ¿De qué me hablas?

No puede estar hablando de lo que creo, ¿cierto?

Se acerca más invadiendo mi espacio, al no esperarme esa reacción me tiro hacia atrás y choco con el portabrazos del sofá. Se queda un momento quieto, sonriendo divertido por mi actuar. ¿Por qué hice eso? En otro momento no le hubiera dejado intimidarme.

Comienza a moverse y continúa acercándose hasta quedar casi encima mío.

Esta vez no me muevo, porque en en realidad estoy apresada entre su cuerpo y el sillón.

Mierda.

─ Vaya, nunca creí que llegaría a intimidarte ─comenta con burla haciéndome rodar los ojos.

─ Uf, cuanta gracia me da. No me intimidas, Jeon, así que no te hagas historias en la cabeza. Ahora hazme el grandísimo favor de quitarte antes de que te golpeé

─ Oh, vamos, no puedes seguir tratándome así después de todo lo que hice por ti el día de hoy. Además tu fuiste quien quiso hablar conmigo porque no podías estar más tiempo sin mí ─canturrea. Lo siento mucho, pero yo estaba hablando enserio cuando dije que lo iba a golpear─ ¡Yah! Yang Jinsol

─ ¡Yah! Jeon Jungkook ─digo de la misma forma.

Rueda los ojos pero sin borrar su sonrisa.

Idiota.

─ ¿Por qué yo siempre soy quien tiene que verlos en estas situaciones? ─escucho la voz de Hyerim a mis espaldas. Dejo caer mi cabeza hacia atrás y la miro de cabeza─ si tienen algo que decir, aprovechen que es la noche de confesiones

La miro incrédula y antes de pensarlo las palabras salen de mi boca.

─ En ese caso creo que tú y Kim nos contarán algo, ¿no? ─queda perpleja con mis palabras. Noto enseguida como esta sonrojada y su boca se abre una y otra vez sin poder decir nada en particular.

Tú has empezado, Hye.

─ ¿Q-qué?

Jungkook suelta una risita y termina alejándose, me ayuda jalando de mi mano para quedar como estaba en un principio. Creo que él también los miró en el pasillo.

─ No molestes, mocosa ─me habla Taehyung por primera vez. Su apodo me indigna.

─ ¿A quién le dices mocosa, imbécil? Recuerda en casa de quién estás ─le aclaro─ como también que no son los únicos en la casa como para aprovechar y devo...

─ A veces eres demasiado graciosa, Jinsol ─me dice el de cabellos morados cuando cubre mi boca con su mano.

─ ¿De qué están hablando? ─parece que mi hermana aún no lo capta del todo.

Intento hablarle con la verdad, pero Jeon sigue sin soltarme. Espero un momento para ver sí se le ocurre alejarse o algo por el estilo, pero no parece ser así, entonces me veo en la obligación de recurrir a otras medidas.

Jungkook suelta una queja y mueve su mano.

─ ¡Me mordiste!

─ Tú tienes la culpa, debiste alejarte cuando tuviste la oportunidad ─le aclaro. Volteo mi vista hacia mi hermana y Taehyung─ ¿En qué estábamos?

─ Yang Jinsol ─me llama en advertencia el Kim.

─ Kim Taehyung ─contesto de la misma forma, entrecierro los ojos mirándolo dispuesta a lucir intimidante pero ni siquiera se inmuta─ esta es mi casa

─ Ajá, no recuerdo haberte preguntado

Ay, ahora sí me colmó la paciencia.

─ Mira que yo no tenía problemas contigo, pero ya sacaste boleto ─me levanté dispuesta a ir en su dirección, había olvidado que Jungkook se encontraba también aquí, este tomó mi muñeca y la jaló volviéndome a sentar─ ey, deja que arreglemos esto. Primero Yoori y ahora Hyerim, a este paso me quedaré sola

─ Eso se puede arreglar ─oh, y vaya que había entendido su referencia, por lo mismo solo le solté un golpe en la cabeza─ ¡Oye! Es por eso que te quedarás solas, ¿Quién te querría cuando solo sabes golpear a las personas? ¡A mí! Yo que te ayudé para sacarte de ese lugar

─ Eres un... ─aprovechado, estaba aprovechando la situación y lo sabía. Aún así no pude decir mucho porque tenía algo de razón, solo algo.

─ Por cierto, con respecto a ese tema, ¿Cómo haz hecho que Jinsol pudiera salir? ─así que la chismosa de mi hermana se había mantenido al pendiente de la conversación.

─ Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación, Hye

─ Golpear a las personas también lo es, Sol

─ No cuando se trata de Jeon

─ ¡Yah! Y sigues ─se queja el chico a mi lado, solo me encojo de hombros. Jungkook me mira por unos segundos más para después dirigirse a mi hermana─ solo he pagado una pequeña fianza, y tuve que contarle como pasaron las cosas en realidad y que ella no le había dejado así

─ ¿Por qué le dijiste eso? Quería llevarme el crédito por la golpiza ─enserio me hubiera gustado llegar antes para yo ser quién dejara al tipo K.O.

─ No digas tonterías, niña ─empuja mi frente con su dedo y yo hago una mueca─ en fin, fue solo eso

─ ¿Me estás diciendo que pagaste? Dios, dime cuánto dinero fue y te lo devolveré ─vuelve a decir mi hermana.

─ No es necesario ─Hyerim iba a decir algo más pero se le adelantó─ además ya tengo pensado como hacer que Jinsol me pague por todo esto

─ ¡Yah! Sabía que no podías ser tan bueno, lo sabía ─frunzo el ceño, pero él solo sonríe en respuesta─ olvídalo, dime cuándo fue y te doy el dinero. No pienso hacer nada de lo que me digas, te conozco

─ ¿Me conoces? Aww, me haces sonrojar, mi bella Jinsol

─ ¡Iugh! ─escuché a nuestras espaldas. Ah, enserio voy a matar a esos dos por andar de chismosos.

─ Yo mejor iré a llamar a Jimin para irnos, no puedo seguir viendo esta escena ─se queja Taehyung en voz alta, dirigiéndose al pasillo.

Pero con cuánta comodidad se pasean estos chicos.

─ Antes muerta que hacerte caso, Jeon

─ Ya lo veremos, Yang

Nos quedamos viendo para saber quién era el primero en dar su brazo a torcer, pero por supuesto ambos éramos igual de competitivos.

Nada pasará.

Creo.