GRABACIÓN

r e c o r d i n g

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Y. Jinsol

Su grito fue lo único que escuché después de que gracias a un grupo de chicos tuviéramos que separarnos y cada una fue por su lado, ¿Y saben que es lo peor? Que el hombre justamente decidió venir detrás mía, ¡¿Señor, por qué me persigue a mí sí yo ni lo conocía hasta hace cinco segundos?!

Así de mala era mi suerte.

Bueno, aunque sea alguien lo está disfrutando. Hyerim, la muy maldita se camufla tan perfectamente bien con el ambiente, después de todo ella era magnífico para esto.

─ ¡Te voy a atrapar! ─mierda, y sin contar que su jodida voz era terriblemente aterradora.

Antes de que pudiera seguir corriendo a quien sabe dónde, una mano salió de la nada y me tomó de la muñeca para jalarme dentro de una habitación. Genial, lo que faltaba, que me secuestren por intentar escapar de alguien que ni siquiera sé quién es y además todo por haber entrado en un lugar del cual no teníamos ningún conocimiento pero eso sí, la curiosidad no faltaba. La curiosidad mató al gato, irónico.

Y nunca pude conocer a mis novios famosos ─los cuáles no saben que estamos en una relación─ pero eso no es lo que importa ahora, ¿Ya no podré ver mis telenovelas? ¿No podré molestar a mis hermanas? ¡Me rehuso!

Y justo cuando estoy apunto de gritar, su mano deja libre mi muñeca y ahora la dirige a mi boca para evitar que salga alguna palabra.

─ Ni se te ocurra gritar porque harás que nos descubran ─un momento, esa voz yo la conozco perfectamente.

─ Jugnhok ─gracias a su mano no puedo hablar claramente.

─ ¡¿A dónde se fue?! ─espero unos segundos y se empiezan a escuchar pisadas alejarse, suspiro de alivio.

Una vez que todo pasa, hago que Jungkook quite su mano y me cruzo de brazos mirándolo con el ceño fruncido.

─ ¿Por qué me miras así?

─ ¿Y tú qué haces aquí?

─ ¿Eso es todo lo que dirás? ─suelta una risa nasal─ deberías agradecerme por ayudarte a que el guardia de seguridad te atrapará eh, un "gracias, Jungkook" hubiera estado perfecto

─ Pues no pedí tú ayuda

─ Ya, si quieres puedo decirle que vuelva ─hace el amago de abrir la puerta, pero lo detengo al instante─ ¿Qué sucede? Pensé que no querías mi ayuda, señorita yo puedo sola

─ Ush, eres un manipulador ─ruedo los ojos.

─ Te escucho ─sonríe.

─ No lo diré

─ ¿Por qué te cuesta tanto?

─ Porque eres tú, aprovecharás cualquier momento para burlarte de mi ─y es que así era Jeon Jungkook, el chico más molesto del mundo.

─ No lo haré, no me burlaré ─entrecierro los ojos mirándole con atención, demasiada atención.

Vale, será rápido, Jinsol.

Es ésto o que nos atrape el hombre de apariencia terrorífica.

─ Mh, gracias por ayudarme ─hablé los más bajito que pude, no sé si Jeon lo entendió pero su sonrisa maliciosa lo delataba, claro que lo entendió, si estamos a unos cuantos centímetros.

─ Podrías hablar más fuerte porque no logré entenderte muy bien ─respiro profundamente tratando de guardarme la ganas que tengo de darle un buen golpe.

─ Que gracias por ayudarme ─repito solo alzando un poco más la voz, pero el niega mostrándose insatisfecho─ ¡Que gracias por ayudarme, Jeon imbécil Jungkook! ¿Así o más fuerte quieres que lo diga? Si le dices a alguien de ésto, lo negaré!

Cierra los ojos y vuelve a sonreír, una sonrisa que no logro descifrar muy bien, pero si se trataba de él era obvio que algo tramaba. Cuando sacó algo por detrás de su espalda me di cuenta, tenía su teléfono en mano y con lo que serían las grabaciones de audio.

─ ¿Debería ponerlo de tono de llamada? Aunque déjame decirte que si me ofende un poco el como me llamaste, deberíamos repetirlo, sí, hagamos eso ─asintió para el mismo.

Quería arrancarme el cabello de la impotencia que me daba hablar con él, es que simplemente no se podía. Era demasiado molesto para mí gusto.

Nuevamente volví a suspirar calmando mis ganas de ahorcarlo allí mismo, paciencia, paciencia.

─ Dame el teléfono ─me acerco y extiendo mi mano, no se mueve ni un poco y sigue sonriendo─ Jeon, hablo enserio, borra eso

─ ¿Por qué debería? ─pregunta obvio─ un agradecimiento tuyo no se ve todo los días y menos conmigo, así que guardaré éste bello momento para siempre

─ No estoy jugando, dame el teléfono por las buenas o te lo voy a quitar por las malas ─parece no tomarme en cuenta porque su sonrisa se hace más grande, como si disfrutará de esto.

La siguiente palabra que modulan sus labios me hace perder mis cabales; "In-tén-ta-lo"

Sin perder el más mínimo de tiempo me lanzo hasta él sin importarme mucho el llegar a caer, me sostengo en su espalda y busco quitarle el objeto de su manos, pero no me lo pone nada fácil y sigue moviendo sus manos de un lado a otro para que no logre quitarle el aparato.

─ ¡Quítate de encima, harás que caigamos! ─se queja haciendo una mueca, pero no me importa y sigo con mi tarea─ ¡Jinsol!

Jungkook grita mi nombre en el momento que resbala con ve tú a saber en que y cae, lo bueno es que no fue una caída directamente al suelo sino que a un pequeño sofá, ni siquiera había prestado atención a la habitación en la que estábamos por estar tan sumergida en él.

Aprovechando que estoy sobre él, voy directamente a sus manos llevándolas por encima de su cabeza. En la mano derecha tiene su teléfono, cuándo intento quitárselo aprieta la mano sin dejarme mucha oportunidad de quitárselo, lo cuál me lleva a darle una mirada fulminante. En lo que lo observo de mala gana me doy cuenta que estamos solo a unos cuentos centímetros de distancia gracias a lo inclinada que estoy por tomar sus manos, también me deja ver que sus mejillas están un tanto rojizas.

No me da tiempo de seguirle observando porque la puerta siendo abierta hace que desvíe mi mirada.

─ ¿Pero qué...? ─Taehyung es quien se asoma y se da cuenta de lo que pasa─ oh mierda, yo... ─lleva su mano a su boca tapándola de la sorpresa─ eh, sigan, sigan. Yo no ví nada ─cierra la puerta, pero eso no dura mucho cuándo vuelve a ser abierta por el mismo─ antes debo decir algo, Jungkook, no sabía que una chica te podía tener de esa manera ─y tan pronto como dice eso se vuelve a ir.

¿Qué demonios?

No me da tiempo de seguir pensando cuándo Jungkook me toma desprevenida y se encarga de cambiar nuestra posición. ¿Cómo lo hizo sin hacernos caer? ¡El sofá es diminuto!

Aún así, no suelto la mano donde tiene mi objetivo principal y el al parecer tampoco piensa soltarlo.

─ ¿Y ahora qué harás, querida Jinsol?

Antes de que pudiera responderle y con un insulto de por medio, la puerta vuelve a abrirse abruptamente. Imagino que otra vez es Kim, pero no, no es así.

Y hubiera preferido que fuera él.