Capítulo 7
Él fue como un rayo de sol, después de la tormenta...
Él pareció llegar a mi vida y de pronto iluminar todo después de que yo pasara años encerrada en un sotano, así me hacía sentir, en un lugar nuevo, con nuevas cosas, dirían por ahí me hizo sentir que esto era una nueva temporada y mi personaje tenía un nuevo interés amoroso...
Después de esa noche él fue muy sincero, esto parece ir dirigiéndose a una relación estable y yo no sé si esté listo para eso, y si... es que yo en ese momento tampoco me sentía preparada para una relación estable, no me interesaba encasillarme en una relación nuevamente, lo único que quería era sentirme bien, tranquila, sin que nadie me dijera que si hacer o que no hacer, ya había tenido mucho de eso, así que cuando hablamos de frente sobre lo que había sucedido, y pedí sinceridad, yo sola acepté... yo dije que si, yo juraba que podría con eso, hasta ese momento estaba cien por ciento segura...
No, él no fue el malo de la historia, porque yo sabía, porque él fue sincero, porque él no me rompió el corazón, la que se lo rompió fui yo, porque en algún momento de toda nuestra historia, creí que lo que pasaba entre nosotros era que existía algo real, pero la verdad es que en ese momento en que nos dijimos hacia donde se dirigía lo que estaba sucediendo, él fue muy sincero y yo... yo acepté...
Si, me ha dolido, he llorado, pero he aprendido... y no... no cambiaría ni un solo segundo del tiempo que pasé con él...
---------------------------------------------------------------------------
Es tierno cuando tiene este tipo de detalles conmigo, muero de frío y él toma mi mano para llevarla dentro de su chamarra mientras llega la cena... su voz interrumpe mis pensamientos.
—¿Crees que haya vida después de la muerte? —me pregunta y me saca de mis pensamientos, lo observo detenidamente mientras él también hace lo mismo conmigo, es curioso que haga este tipo de preguntas porque sé que no es uno de esos tipos creyentes, mientras yo definitivamente si creo en un Dios.
—No sé, si es como muchas veces nos dicen, me refiero a creo que si hay algo más allá de la muerte, pero no sé que tan cierto sea algo como el cielo, quiero creer que si, espero que de verdad así sea... ¿Tú en que crees? —pregunto curiosa.
—En la reencarnación, creo que uno va y vuelve. —es curioso que piense en la reencarnación, sé que es un chico que es curioso, que seguramente investiga ese tipo de cosas, es un hombre que ha viajado alrededor del mundo, y que si, bien podría tener demasiada noción sobre muchas culturas y creencias, no es mi caso, aunque sé de eso... definitivamente no creo en la reencarnación.
—No, no creo en la reencarnación —respondo —pero la verdad es que estos últimos días he tenido algo que viene a mi mente sobre nosotros. —el mesero llega dejándonos la cena que hemos pedido, me indica que es lo que pidió y comienzo a servirme, me invita a continuar. —Creo, que si tú y yo hemos coincidido tanto en esta vida, es porque algo tenemos que enseñarnos, porque me parece demasiado curioso que la vida se empeñe en ponernos frente a frente, en que una y otra vez sigamos apareciendo en nuestras vidas, y que esto es como un bucle entre nosotros, solo vamos y venimos, y no lo sé, algo, algo nos tenemos que enseñar —él asiente. —Yan... ¿Por qué no te quieres enamorar? —pregunto, lo veo hacerse hacia atrás y recargarse en el respaldo.
—No quiero algo que sea desechable, no quiero algo que sea efímero, quiero que la próxima relación que tenga sea duradera y para siempre.
Saben, a veces me pregunto si después de que amas tanto a alguien con todas tus fuerzas las siguientes personas que siguen son solo para olvidar, y si te pones a pensar en eso es muy triste, porque ya tuviste en tus manos a una estrella, sabes lo que se siente ser dueño de una, y de pronto, porque el destino lo quiso así, tu estrella solo se va y entonces por más personas que lleguen a tu vida, esa persona seguirá ahí, y tú no podrás amar a nadie más que a ella... en ese momento lo único que sentí por él, fue el querer abrazarlo y decirle que seguramente alguien en el mundo estaba dispuesto a estar con él para el resto de su vida, que si, que seguramente encontraría a su para siempre, y que no volvería a sentirse como un plato desechable...
También muchos meses después sentí que yo podía ofrecerle todo, que podía darle todo el amor que él necesitara, todo lo que él quisiera yo podía dárselo a manos llenas, pero la verdad es que... tú puedes ofrecer todo, pero a la otra persona no le interesa que seas tú quien se lo entrega...
—Creo que... debemos de disfrutar lo que la vida nos ponga en frente —trato de hilar mis palabras — siempre he pensado que todas las relaciones se acaban, en todas en algún momento tendremos que decir adiós, ninguna es para siempre —me mira con una mueca de que no le agrada lo que acabo de decir...
Seguramente porque es que fui demasiado fría al decirlo, pero... nada tendremos para siempre, ya sea porque esa persona decida irse a seguir su vida por otro lado, porque nosotros en algún momento decidamos que no queremos seguir ahí, o bien, porque su vida se ha terminado, tendremos que decir adiós y dolerá, y entonces tenemos que aprender a que no tenemos que aferrarnos a nada ni nadie porque nuestra vida cambia de un momento a otro, porque tenemos que aprender a soltar, y disfrutar el momento...
Esa noche tuvimos muchas más platicas, muy filosóficas por cierto, en donde seguramente nos abrimos mucho más allá que en otros momentos de nuestros momentos juntos...
La noche, el lugar, él, yo, sus manos en mis manos, su sonrisa dulce, su presencia, me hacia sentir bien, especial, que estaba en el lugar correcto, en el momento correcto, y si seguramente teníamos que pasar por esos momentos juntos...
Te dije que no debemos de aferrarnos a las relaciones porque tarde o temprano se terminarían, hiciste una mueca de desagrado como diciendo que pesimista, al final te fuiste sin más, y yo me quedé aferrada a la ilusión que en algún momento volverías...
A veces cierro los ojos y te veo llegar a mi casa, con esa sonrisa habitual y esa mirada que me hacía sentir que podía contra todo el mundo, hoy por hoy no sé si algún día regrese porque sé que si tuvieses que estar aquí simplemente lo estarías, por destino, por que quisieras estar conmigo, porque el universo conspiraría para que eso sucediera, si no estás aquí... es porque no nos corresponde estar en este preciso momento juntos, aunque si... yo quisiese que lo nuestro hubiera durado más, yo quisiera haber curado tus heridas, yo quisiera haber cuidado de ti, yo quisiera haber recorrido el mundo y los años a tu lado... pero por algo simplemente no sucedió...
Recuerdo que una noche en la que yo noté que sentía algo más por ti y que simplemente ya no era solo sexo, te observé detenidamente y acaricié todo tu rostro, porque yo en ese momento solo quería aprenderme de memoria tu cara porque muy en el fondo quizá sabía que sería esto muy efímero, algo que se iría rápidamente, porque aunque siempre regresemos, la verdad es que también de la misma manera nos vamos.
Hay noches en que recuerdo los momentos que pasábamos juntos, extraño probablemente el como me sentía junto a ti, las cosas que aprendí contigo, y es que estando contigo me olvidaba del mundo de allá afuera y tú te convertías en mi mundo, me encerraba en ti, en lo que pasaba en nuestras salidas o entre las paredes de tu casa y tu habitación...
Después de un divorcio y de haber llorado por tanto tiempo y llevar un duelo... el haberte encontrado en mi vida, fue un respiro, una olla de oro al final del arcoíris, un regalo debajo del árbol de navidad... aunque realmente fuiste más como una estrella fugaz, algo que tuve entre mis manos y su fulgor me enamoró, me hizo sentir que si era dueña de una estrella podría con eso y con muchas cosas más...
Si... hubo días en que estuve molesta contigo... ¿Pero porque tendría que molestarme contigo cuando tu fuiste sincero?...
—A veces uno no puede ser sincero porque hay personas que no saben que hacer con la verdad.
—Ya no somos unos niños como para que no me puedas decir lo que sientes, yo no quiero nada estable tampoco, no me interesa encasillarme en una relación cuando vengo de un divorcio, y creo que si alguien de todos mis amigos me entiende ese eres tú... Yo solo quiero seguir teniendo a mi amigo junto a mi, alguien con quien yo pueda hablar de lo que sienta, y él no juzgue, pero me entienda... ¿Podemos con eso?
—Podemos...
No te odio Yan... quizá te tuve un poco de rabia porque cuando decidiste que esto terminaría... cerraste todas las puertas, como siempre las has cerrado...
Cuando te dije que si hemos coincidido tantas veces en nuestra vida es porque algo había que debíamos de enseñarnos, ha sido el spoiler más grande de mi vida y no lo noté...
¡Pero aquí estoy!... lo aprendí, a la mala... pero no porque tú me hayas mentido... si no porque yo debía de aprender a quererme, a cuidarme, y a valorarme...
a no aceptar menos de lo que merecía, y no hacerme más pequeña para caber en algún lugar, aprendí que no debo de demostrarle a alguien que valgo toda la maldita pena del mundo...
Y no... no es porque tú no lo hayas notado... porque estoy segura que sabes quien es Adleth, pero simplemente... ¡En esta vida no!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro