Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo tres: Con los pies en la tierra

Ahí, frente a ellos, estaba ella. Aquella NPC que, pese a estar fuera de su conocimiento, había ocasionado que todo en lo que él creía se derrumbara. ¿Odiarla? No ¿Cómo odiar a quién te abrió los ojos ante la cruel realidad? Él tuvo la culpa por ser tan ingenuo.

— ¡Jean! ¿Cómo estás? — sin más, se obligó a sonreír, apretando con fuerza las azas de su mochila de viaje.

— Sabes que me encanta que me llamen por ese nombre — comentó sarcástica — Y bien, ¿En qué puedo ayudarles?

— Hemos venido de exploración — respondió Vanellope — El bebé tuti fruti tuvo la grandiosa idea de salir e integrar nuevos ítem — agregó irónica.

— Hey, dijiste que sería buena idea — se quejó el castaño.

— En ese caso será mejor apresurarnos, en dos horas se abrirá el arcade — sin más, la Sargento Calhoun comenzó el recorrido — Puedo aprovechar a mostrarles un adelanto antes de que el juego se encienda, vinieron un poco tarde ¿Podrán regresar a su juego a tiempo?

Vanellope se alzó de hombros, indicándole que sería él quién diese la explicación. Miró con mala cara al chico, para posar la vista en Calhoun, nuevamente se obligó a sonreír. Le era difícil permanecer junto a la Sargento, eso sin que recuerdos poco agradables le invadieran, aun así...jamás perdió el contacto con ella.

— Oh, con eso no hay problema — le restó importancia — Los chicos de Sugar Rush podrán manejar la situación durante la semana que estaremos fuera.

— ¿Una semana? — la rubia se detuvo y los miró a ver — Siempre y cuando no pongan en peligro a los demás, supongo que está bien — reanudó su caminar — Los llevaré de una vez al dormitorio, dudo mucho que quieran asistir a una partida del juego.

— No, gracias — Vanellope, de inmediato declinó la oferta — Ya tuve suficiente de esos bichos hace cinco años.

Una plática entre el menor y la mujer rubia no se hizo de esperar. En todo caso, Ralph se quedó detrás, observando a ambos. Cinco años, en los que había mantenido el contacto con Calhoun, tampoco habían servido para entablar una conversación normal con la oji-azul.

— "Debo ser masoquista" — fue lo único que atinó a pensar con seguridad.

Simplemente les dio alcance, ¿Por qué seguía en contacto con una de las dos personas que hizo su vida un infierno? Sabía que la justificación de "ella no lo sabe" era la peor excusa que podría usar. ¿Qué caso tenía continuar su amistad con Calhoun?

— Aún recuerdo eso — admitió la rubia ante un comentario de Vanellope — Esa misma noche Félix me propuso matrimonio.

— Ah, ¿Fue esa noche? — comentó casual.

Justamente era por eso. Por más que le doliera, por más que quisiese salir corriendo de ahí, por más que quisiera desquitarse con ellos; no podía, no debía y sabía que no sería capaz. Estrujó con más fuerza las azas, tratando de ser lo más discreto posible.

— Sí — asintió mientras miraba hacia el frente — Le regresó el sentido a mi vida y me dio un nuevo motivo para salir de mi obscuridad.

— No sabía que eras poeta, Jean — murmuró por lo bajo, sin atreverse a levantar la mirada.

— No lo era desde que Brad fue devorado por un Cy-bug — respondió mientras acariciaba el dedo donde solía llevar aquel anillo — Bien, basta de charla, aún quedan muchas cosas que hacer.

La presencia y existencia de esa mujer provocaba que sentara los pies en la tierra. Que fuese realista, dejara de pensar en fantasías imposibles y, sobre todo...pudiese olvidarse del reparador de ojos zafiro. No estaba siendo nada fácil...

— ¿Hay algo que quieran ver en particular?

La pregunta de Calhoun quedó en el aire, Ralph se había terminado de sumir en sus pensamientos, más específico...en sus recuerdos. ¿Dónde todo se había echado a perder? No, más bien ¿Cuándo las cosas habían estado bien? Todos los años de desprecio por parte de los Nicelander no fueron ni una mínima ayuda para detectar las intenciones de Félix.

Ni con el sufrimiento de más de 30 años se dio cuenta, eso que del amor es ciego... Ahora veía el sentido de porque se decía aquello. Era tal como ponerse una venda a los ojos sin pensar en las consecuencias. ¿Odiaba a Félix? Lo aborrecía más que nada. ¿Calhoun? Era difícil mantenerle la mirada.

— Por cierto, Ralph — la voz de la rubia lo trajo de vuelta a su realidad, ya se encontraban incluso en los dormitorios, los soldados se preparaban para que el juego fuera encendido ¿Tanto se ensimismó? — ¿Aún no has podido regresar a tu juego?

No contestó, al menos, no de inmediato. Tuvo que hacer un esfuerzo para mirarla a los ojos y sonreírle falsamente, encogiéndose de hombros. Claramente que eso no era una respuesta que dejaría satisfecha a la blonda militar. Tendría que hablar.

— No he podido ganarle a Vanellope, así que...no tengo claro cuando voy a regresar a "Repara Félix jr." — respondió desviando finalmente la mirada, era claro que era un pretexto, jamás iría a regresar.

— ¿Sigues con lo de ganar una medalla? — cuestionó enarcando una ceja y enjarrando los brazos.

— Vamos, Jean. Incluso yo tengo orgullo — se hizo el ofendido — No pienso regresar sin una, fue lo que prometí, es lo que cumpliré.

— Solamente intenta no armar un lío como hace cinco años — se dio por vencida esa ocasión, después de todo, el dueño había encendido Hero's Duty.

En silencio, la militar del pasado más trágico, se retiró de ahí. A paso rápido, tardando escaso tiempo en llegar con su tropa, los cuales esperaban pacientemente algún ingreso de moneda. La pantalla del Player estaba haciendo sus últimos ajustes para tener todo listo.

— ¿Le pasa algo, Sargento? — preguntó Markowsky

— Estoy bien, ¿Por qué lo preguntas?

— Bueno, viene con el ceño fruncido — comentó dudoso — Más de lo normal.

Con eso la rubia de llevó la mano a la cara y sobó su entrecejo. ¿Qué es lo que le molestaba tanto? Claramente que Ralph, más específico, aquel comentario que hizo. ¿Por qué insistía en denigrarse a tal modo? No lo comprendía. Ralph era un buen muchacho y amaba su trabajo ¿No?

Lastimosamente, debido a su posición en Hero's Duty, no podía investigar más a fondo que le pasaba. Era un buen amigo suyo, por lo menos, así lo creía ella. Aunque claro, no era como si tuviese infinidad de amigos. Tampoco estaba muy feliz en que viniesen de repente, debían avisarle, para que tramitara un pase de invitado.

Sin esa cosa, de llegar a pasarles algo fuera de su juego, no continuarían existiendo para contarlo. Quizá estaba un tanto paranoica, sin embargo, tenía sus razones para estar así. No solamente había notado la persistente actitud negativa de Ralph, igualmente, las cosas con Félix ya no eran lo mismo. Sin embargo...

— Muy bien ¡Preparados! — gritó la rubia, ante la inserción de una moneda.

No podía hacer nada si primero no indagaba en el asunto. Presentía que nada bueno saldría de todo eso, aun así, era lo correcto. Ella mejor que nadie sabía que muchas veces hacer lo correcto no significaba hacer lo que estaba éticamente bien.

— ¿Es en serio? — Justo cuando se quedaron solos, Vanellope no tardó en cuestionar con sarcasmo eso.

— Mientras no tenga una medalla no tengo porque volver — se excusó vanamente.

Félix se había casado con Calhoun. Calhoun, ella ni nadie más, sabía de su relación con Félix. Él...él simplemente fue un completo ingenuo. Seguía siendo un ingenuo, al grado de que, hasta hace poco seguía creyendo posible arreglar todo. ¿Qué iría a arreglar? Nada, recapacitó, a fin de cuentas...lo único que podía hacer era todo lo contrario.

— Jamás va a pasar — se abofeteó a sí mismo con la realidad que había evitado por mucho tiempo.

Tenía que asentar los pies en la tierra.    

*********************************************

Siento si me tardo siglos, pero la escuela...me estresa ._.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro