Capítulo ocho: Segundo paso
"Recordaba un mundo obscuro, sin esperanza alguna, en completo silencio. Recordaba muy bien la soledad...
— Oh, ¡Hey! ¿Tú serás el villano del juego, cierto? ¡Mucho gusto compañero! Yo soy Félix el reparador, bueno, ese sería mi padre en modo historia. Déjemoslo en Félix jr ¿Tú ya tienes el tuyo? A un nombre, me refiero.
Aunque hubiese querido no podría haber evitado conocerlo...
— Sí. Aunque no sé si pasé a ser oficial... Yo soy Ralph.
Él fue como la luz que apareció en su desdicha...
— Bien, Ralph. Espero que nos llevemos bien.
Fue una luz que lo quemó"
¿Cuál es el segundo paso para sanar un corazón herido? Nuevamente, no, la venganza no es la respuesta. Nah, quizás un poquito...
— Shadow, por los dientes de mi abuela ¿Se puede saber qué haces?
Simplemente con escuchar la voz de Vanellope a sus espaldas, bastó para que el avergonzado antiguo erizo se quedara petrificado en su lugar, sin atreverse a voltear. ¿Para qué hacerlo? Podía ver perfectamente al morocho joven gracias al espejo frente al cual se encontraba. Le habían atrapado infraganti.
— Yo...
— Oh, yo creo saber qué estaba haciendo.
En ese momento, Shadow intentó asesinar con la mirada a Ralph, que recién acababa de ingresar a la sala del ala oeste del castillo. Claramente que el joven castaño poco caso hacía de ello, después de todo, pasó 25 años de su vida recibiendo miradas peores que esa.
— No me digas que... ¿Acaso estabas practicando una pose de victoria, tontuelo?
Vanellope tuvo que reprimir una carcajada ante sus conjeturas.
— ¿A quién le dices "tontuelo"? ¡Para tu información yo...!
— Da igual, tú me entiendes compañero. No te esponjes ¿Sí?— la sonrisa del príncipe legítimo de Sugar Rush se agrandó.
La velocidad a la que el chico de cabello con puntas carmín se estaba adaptando a su nueva vida era impresionante. Conservaba la esencia de su antigua personalidad como "Shadow The Hedgehog", sin embargo, no era tan tosco con su trato hacia los demás. Era visible a simple vista.
— ¿Vas a salir, bebé tuti fruti? Oye, ¡Hazme caso! ¿En qué tanto piensas?
Fue repentino, no obstante, por unos instantes Ralph le ignoró completamente. Lo que ambos corredores ignoraban, y Ralph jamás les diría ni muerto, era lo que cruzó por su mente en esos momentos. Sabía que tendría lidiar con ciertos recuerdos tarde o temprano.
— No es nada, simplemente...pensaba.
— Oh, con razón comencé a oler una terrible fetidez.
— Ja-ja, muy gracioso. ¿Qué no tenías que ver no-sé-qué con Limón Agrio?
— ¡Es cierto! ¡Se me había olvidado!
Realmente que no existía nadie mejor para presionar de esa forma al chico de pelo negro enmarañado. El de ojos miel tenía demasiadas cosas en las qué pensar, como ya se le hacía costumbre, inconscientemente terminó saliendo de Sugar Rush para ir al árcade. Y como ya se le hacía costumbre...
— ¿Ralph? ¡Ralph espera!
— Oh, genial.
Siempre que hacía eso, terminaba topándose con Félix. Probablemente, días atrás, no hubiese hecho caso y en vez retornaría hacia su actual juego. No obstante, ¿Servía de algo evitar a Félix? ¿Servía de algo seguir incomodándose por la presencia de Calhoun? Acaso...
— Ah, hola Félix ¿Ocurre algo?
¿Le sería útil continuar huyendo?
— Yo...bueno...pensé que...
— ¿Qué cosa?
— Es que...
— Félix, no tengo todo el día. Si vas a decir algo te agradecería que fuera rápido.
Sobraba decir que, el protagonista de Repara Félix jr, estaba desconcertado. Podría prever que el castaño huyese de él, intentando perderle de vista a cualquier precio, o le gritara en un arranque de molestia y le reclamara por aquel fatal error del pasado. Aunque siempre deseaba que Ralph estuviese de buen humor y le dejase hablar sin interrumpirle, ahora, no era capaz de creérselo.
— Si no vas a decir nada, me voy.
Al punto que le dejó completamente sin habla, como un tonto, mientras veía como Ralph se marchaba de ahí. En cuanto reaccionó, era tarde, el chico se había ido.
.
.
— ¡Hey! ¡Rose! ¿Ya has ido por tu...? ¡Rose! ¡Te ves horrible!
La de cabellos rosas fulminó con la mirada a la recién llegada. La chica de tez clara y cabello lila se alzó de hombros, ella simplemente decía lo que veía, definitivamente Rose no se veía del todo bien.
— Hablo en serio, ¿Por qué estás tan pálida? ¡Parece que hubieses visto un fantasma!
— No es nada, Blaze. En serio.
La chica se quedó en silencio y dio media vuelta.
— ¿A dónde vas?
— Rose, sabes que odio que me mientan. Odio que intenten verme cara de tonta, prefiero irme.
— ¡Espera Blaze! No fue mi intención hacerte sentir así, sólo es que... ¡Agh! ¡Sonic es un idiota!
Verle despotricar así contra su prometido no sorprendió ni un ápice, es más, se mantenía indiferente ante las quejas de la chica. Incluso existían veces peores, en los que la erizo rosa no soportaba la tentación y cogía su martillo para golpear al desdichado peliazul.
— ¿Y ahora qué se supone que hizo?
— ¡Nada!
Ahora Blaze sí que no entendía a la oji-jade.
— Estás molesta... ¿Pese a que no te haya hecho nada?
— ¡No me entiendes Blaze!
— Tú no te explicas bien.
La exasperada chica suspiró ¿Cómo notificarle de algo así a la que podría considerarse su mejor amiga? A base de gestos exagerados, exclamaciones dramáticas y algo de histeria, logró sacar lo que le tenía tan preocupada. Sonic, su Sonic...
— ¿Realmente estás segura, Rose? Lo que me estás diciendo es muy...woah.
— ¿Qué otra cosa podría ser, Blaze? ¡Sonic ya no me ama!
— Oye, Rose... ¡Oye!— la chica le hacía caso omiso por sus lamentos— No lo podemos saber simplemente porque Sonic ande un poco distraído y...
— ¡¿Un poco?!— saltó la chica, casi ofendida— ¡Se olvidó que debía recoger los anillos!
— Que tuvieses que recordárselo el mismo día y llegase un tanto tarde para...
— ¡Debió recogerlos la semana pasada!
Blaze calló. Tras meditar un rato, fue ella quien suspiró y tomó a Rose de los hombros.
— Algo le pasa.
La preocupación de la futura novia a casarse aumentó, no por el comentario de la joven, pero sí estaba relacionado de cierta forma con este. Terminó caminando cual león enjaulado, odiaba estar tan estresada, pero...
— Vamos, Rose. Sólo habla con Sonic.
— ¡Ese es el problema! ¡No puedo hablar con él! Tengo miedo de que cancele la boda después de lo que hice.
La gata lila jamás comprendería de qué demonios hablaba su amiga si esta no le explicaba con más detalle y dejaba de revolverla con aquella aura tan alterada y aquel desorden de hechos que se cargaba. Aunque sí comprendía bien una cosa...
— Me va a odiar. Blaze, yo... ¿Recuerdas que Shadow se fue de Sonic Adventures?
La nombrada palideció, ¿Acaso...?
— Rose, ¿Exactamente qué hiciste?
Los ojos de la chica se humedecieron.
***************************************************
Muajaja normalmente quedarían en un completo suspenso por unos días, en lo que subo el siguiente cap, pero dado a la celebración pronto obtendrán las respuestas. Bueno, algunas de las respuestas XD
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro