El Secreto 2
Miercoles
(a dos días para la boda)
Eran las 5:30 de la mañana exacta, Camila no iba a dejar pasar más tiempo, lo estuvo pensando y no le parecia justo lo que estaba haciendo su hermano con Lauren, habian pasado dos días desde que ellos habian venido, la boda estaba cerca y era el momento de intervenir. No le iba a contar a Lauren, pero acusaría a Carlo con su madre.
Y con suerte ella se negaría.
Comenzó a tocar la puerta del cuarto grande cada vez más fuerte sin detenerse, hasta que finalmente se abrió.
Camila estaba lista para arrastrar a su hermano jalandolo de la camisa, pero se encontro cara a cara con el somnoliento rostro de Lauren, dejandola fria en el lugar y tragar saliva al ver la gran marca en su cuello.
Los ojos verdes se abrieron con sorpresa al ver a Camila delante de ella, no estaba preparada para verla, no cuando solo han pasado unas pocas horas.
Horas atrás...
Era algunos minutos cerca de la media noche, Lauren no podía dormir y su prometido le sugirió que agotara fuerzas en la piscina, ella tenía desde que llegó con ganas de meterse en ella y no salir, el calor la estaba sofocando, pero no quería ser descortés con la familia Cabello que estaban trabajando casi sin descanso ayudándole con su boda.
Ese día fue totalmente de compras de adornos para el granero con su suegra y muchas tias de Carlo, todas le daban opciones, todas le daban su opinión y punto de vista y cada una de ellas tenia algo para decir. La experiencia fue agotadora, pero no lo suficiente, regresaron a casa alrededor de las 6 pm Lauren estaba dispuesta a echarse un baño y dormir dos días seguidos, pero Camila llamó su atención.
Y qué manera de hacerlo.
La castaña estaba muy ocupada refunfuñando por culpa de su hermano que insistia en que le diera una respuesta y esta también le insistió en que tenía que hablar con Lauren antes de darle la respuesta. Seguía recordando la discusión mientras mezclaba la pintura blanca que era para retocar algunos detalles del interior del granero.había cargado dos tobos de 10 litros de pintura, un tobo de 10 litros de solo agua y varios tobos pequeños vacíos, era la única que sabía mezclar bien la pintura y sus primos se negaron a ayudarla por que "una mujer no necesita de un hombre" le habían atacado con sus propias palabras.
tenía los audífonos puestos así que no se dió cuenta de que sus tías, madre y cuñada habían vuelto. Sabía que todos estaban adentro, y como estaba sudando como puerco simplemente se sacó el polo gris que estaba usando.
Esto para Lauren fue como ver la escena de una pelicula en camara lenta, un sexi cuerpo sudado, agotado del trabajo, se sacaba la camisa muy lentamente bajo los últimos rayos del sol de fondo y se estiraba sus articulaciones antes de volver a hacer fuerza, en el momento exacto que Camila volvió a inclinarse Lauren pudo apreciar como aparecen unas marcas en su abdomen plano, unas exquisitas marcas que Lauren moria por pasarle la.
Sacudio su cabeza. Luego de eso volvio a recordarse que no lo podria hacer, que no debe hacerlo, no tiene que pensar esas cosas de la hermanita de su prometido. Y que era imposible que pasara algo entre ellas.
En la cena habia notado sus miraditas hacia ella de parte de la misma persona, sabia que le gustaba a Camila, pero ambas tenian una razón de peso para no caer ante aquella tencion que se comenzaba a formar entre ellas. Es solo un gusto pasajero, un calentón de momento que se le pasaria en cuanto dejara de ver a su cuñadita. A su muy sexi cuñadita.
¿Como se sentira sentir sus manos sobre su cuerpo?
Lauren estaba de todo menos relajada, pero igual estaba totalmente hundida hasta la nariz pegada a una esquina de la pisina recordando una y otra vez a su tentadora cuñada, no lo podia evitar.
Tan enfrascada estaba recordando su salida al CC que parecía una cita más que nada, que no se percató como el cuerpo que habitaba en su mente también salía al patio en la oscuridad. Lauren no se dió la tarea de encender las luces para preservar el medio ambiente. (y no sabia donde se hacía)
Camila miró hacia dentro de la casa y cerró la puerta con cuidado, no quiso encender las luces para que nadie la viera. Luego de asegurarse que no había miradas indeseadas comenzó a desnudarse totalmente, ese día no le dieron espacio a disfrutar de su piscina.
Justo a la par Lauren tomo una larga inhalación para soltarla de golpe, se acomodo un poco mas contra la pared de la pisina y usando esta como apoyo su tiro con fuerza al centro de esta.
Al mismo tiempo que Camila había decidido lanzarse al agua cayendo justo arriba de su cuñada.
El repentino hundimiento y dolor tomó totalmente por sorpresa a Lauren y no tuvo tiempo de agarrar aire antes de comenzar a tragar agua, Camila había sentido perfectamente que cayó sobre alguien y antes de importarle su desnudez se apresuró a envolver a esta persona en sus brazos y volverle a llevar a la superficie del agua. Lauren tambien se sujeto como pudo de quien la sostuvo envolviendo brazos y piernas alrededor de su cintura y cuello.
Cuando volvió a sentir el aire en su cara tosió unas cinco veces mientras que Camila se apresuraba a ir al borde de la piscina, pegando el cuerpo de la persona contra la pared y con las manos sobre el borde estaba totalmente dispuesta a salir con el cuerpo pegado al suyo.
- ¿que coño? - esa voz la detuvo.
Lauren apenas pudo articulo lo primero que le salio de la garganta y alejo su rostro del hombro de quien la saco del fondo.
Bajo la luz de la luna las cuñadas se vieron a los ojos reconociéndose al momento y la pocision que tenían rápidamente tomó otro contexto entre ellas.
Lo unico que separaba sus centros era el traje de baño de la mayor, debido a que esta, al saber que se trataba de Camila su cuerpo automáticamente se apretó mas contra ella.
- Lauren - susurró con un ligero gemido al sentirla.
Ya no era un leve calor en su vientre, era un puto incendio en todo su cuerpo y podia sentir perfectamente como su parte inferior se derretia ante en fogoso momento.
A la mayor le encantó ese sonido, hasta el punto de nublar su mente volviendo a apretarse contra Camila quien apretó más sus manos contra el borde de la piscina y volvió a gemir, ahora un poco más audible.
Aqui Camila también había perdido su juicio, temblando levemente entre el frío y el momento soltó una de sus manos del borde de la piscina y sin pensamiento alguno llevó la mano al trasero de la mujer que le enloquecía y se obligaba a no mirar, al mismo tiempo que sus labios se abrieron lugar en el cuello de quien estaba en sus brazos, dio dos pequeños besos fríos antes de pasar la lengua desde la clavícula hasta su punto de pulso donde le chupo fuerte.
Lauren solto un ronco gemido que enloquecio más a Camila, era mucho mejor que cualquier sonido que se pueda imaginar, apreto su trasero ahora con las dos manos y fue subiendo los besos frios por la oreja de la mayor.
Esta solto los brazos alrededor del cuello de la castaña y sustuvo su cara con las dos manos haciendo que se detenga con un ultimo beso justo en su comisura, compartieron una erratica respiración y en un lenguaje corporal que solo ellas entendían abrieron los ojos al mismo tiempo.
Estaban concientes de lo que estaban haciendo, estaban viendo a quien estaba enfrente suyo, aun así Lauren frotó su nariz lentamente con la de su cuñada como retandola y esta la apreto un poco mas contra la pared para inclinarse a sus labios y rozarlos levemente aceptando el reto.
Eso estaba tan mal... pero se sentía tan, pero tan bien.
Antes de que alguna diera el paso siguiente se escuchó como se caía un vaso de aluminio en la cocina.
Las cuñadas se separaron al momento temiendo verse descubiertas, pero la persona con hambre de madruada no habia ni encendido la luz de la cocina, posiblemente para no verse descubierto. Algo clara mente estupido por que lo que sonaba ese baso podia despertar a todo mexico.
Sin decir palabra alguna Camila se alejo lo más que pudo de su cuñada nadando hasta el otro extremo y salir lo mas rápido posible de la pisina.
No no no no, es imposible, no está bien- era lo único cruzaba por la mente de la más joven.
- te nece. NECESITO yo necesito - se corrigió - hablar con Carlo de algo importante. - fue al grano. Podia ignorar el delicioso recuerdo de unas horas atras ¿verdad?
- el... EsEsta durmiendo.
Ambas estaban nerviosas, pero si hubiera cualquier otro espectador entre ellas se daría cuenta enseguida de la tensión entre ellas.
Los labios humedos de Camila, la piel erizada de Lauren, las manos de ambas abriendose y cerrandose anhelando el contacto que ya conocian.
- pero si quieres lo despierto.
- NO - bajó la voz - no lo hagas tú - señalo su propio cuello, Lauren captó el mensaje y se llevó una mano al lugar. - yo lo hago - se vieron intensamente a los ojos - si me dejas pasar.
Lauren no hizo mayor esfuerzo, sabia que todo estaba mal, pero aun así, con su corto pijama solo dejo una pequeña abertura entre su cuerpo y la puerta, Camila sabia las intenciones de eso pero el cuerpo de ambas se buscaban locamente, no iba a pasar más allá de eso, así que podría disfrutar de ese pequeño momento.
Despacio se deslizó dentro del cuarto, pudiendo sentir leve mente el cuerpo de su cuñada y haciendo que cierre los ojos ante el leve y suave contacto.
- tenemos que hablar - le susurro Lauren apenas el oído de la más baja estuvo a su alcance y dejándole un escalofrío a la más joven.
Camila la ignoro terminando de entrar y Lauren se metio al baño, tendria que volver a bañarse otra vez, todo era muy... Intenso.
Respiro hondo antes de acercarse a la cama y ver a su hermano, la culpa se le fue de golpe sobre ella, luego su hermano soltó un pequeño ronquido que hizo que Camila sonriera, se veía tan tierno... Volvió la vista a la puerta del baño, recordando por que estaba ahí, sonrió bobamente al ver a su hermanito dormir.
Con la misma sonrisa se le tiró encima y le dio una fuerte cachetada.
Carlo despertó totalmente asustado, sentadose tan rápido que chocó su frente con la de su hermana haciendo que ambos se llevaran las manos en la zona afectada y rodaran en la cama lamentándose.
- ¡salvaje! - lloriqueo Camila.
- mira quien habla - no hacía falta ver quien era solo existía una persona lo suficientemente bestia para despertarlo así - ¿no puedes ser como la gente normal?
- ¿ni piidis sir cimi li ginti nirmil? - se burlo soltando su cara.
- ¿que demonios quieres? - grita mirando por la ventana - ni a salido el maldito sol
- no maldigas - le dio otro manotazo en el círculo rosado que se le estaba formando en la frente. - se levantó de la cama escuchando sus quejas y tal cual era el plan lo jalo de la camisa y lo arrastró al cuarto de sus padres, abrió la puerta sin tocar.
- ¡AAAAAHH! - Gritaron sus padres, Sinu enseguida se bajó de su esposo.
- ¡AAAAAHH! - gritaron los hijos, mas por el susto que por lo que estaban viendo.
La verdad estaban acostumbrados, sus padres nunca fueron discretos y no podian ser como los seres humanos normales que esperan a que sus hijos duerman para hacer sus guarradas en su cuarto con la puerta cerrada. No
Carlo y Camila habían visto más el trasero de su padre que los suyos propios a lo largo de sus más de de 22 años de vida.
- no griten así - Camila se llevó una mano al pecho - cualquiera piensa que ocurre algo horrible.
- ¡cierra la puerta! - grito Sinu ya debajo de la sabana.
Carlo cerró la puerta con ellos ya adentro y encendió la luz. Provocando que Alejandro se pregunte una vez más por qué no se hizo la vasectomía antes.
- Dios - miro al techo - ¿te los llevas o te los mando?
Ambos se dieron cuenta, pero no les interesó preguntar por que sus hijos, mayores de edad. Tenian una marca en la frente.
- Carlo quiere que vaya a vivir con el y Lauren a New York - eso llamó la atención de Sinu y Alejandro dejando la habitación en silencio.
- es una gran oportunidad - se defiende él, los hermanos habían quedado en no decirle a sus padres antes de cualquier decisión - Kaki tiene unas muy buenas notas, puede pedir traslado a la varias universidades de ahí y puede salir trabajando y ganando grandes sueldos. - no quería que su hermanita pasara por lo mismo que él al tener un titulo de méxico. Era mejor medico que muchos, pero la gente en USA se dejaba llevar mucho por lo que decía un papel. Teme que eso le pase a Camila aun cuando están en areas totalmente diferentes.
- ¿y tu quieres ir, hija? - a Alejandro se le hizo chiquito el corazón, su princesita se quería alejar de él y no la podía detener.
- ese no es tema aquí - se liberó de la mirada de su hermano - Carlo no le ha preguntado a Lauren si podía vivir con ellos.
Ambos padres pasaron la mirada de su hija menor a su hijo mayor frunciendo el ceño.
- ¿es neta Carlo? - comenzó Sinu - ni se han casado y ya quieres tener problemas con Lauren.
- no es para tanto mamá
- si lo es. - hablo Alejandro - todo lo que tenga que ver con su casa o su vida de pareja lo tienen que hablar los dos, es la única manera de que un matrimonio funcione.
- si comienzas a hacer las cosas a escondidas de una te aviso que es mejor que no se casen. Por que solo duraran un mes..
- tampoco es para que me deseen mal.
- no hijo, no te lo estamos deseando, tu te lo estas buscando con tu aptitud. ¿En que momento viste que nosotros no hablamos?
- el amor no es suficiente para una vida marital, mijo. Aprende eso, se necesita compromiso y responsabilidad hacia los sentimientos de la otra persona, si tu no piensas en ella, no esperes que ella piense en ti.
Camila se movió un poco incomoda, su piel seguia hormigueando donde rozo el cuerpo de Lauren.
- y eso solo se logra con la co-mu-ni-ca-ción - le separo en sílabas - si no tienen comunicación, no tienen confianza, si no hay confianza... - negó con la cabeza - el amor no alcanza.
- ademas, si te peleas con ella desde ya te digo que estoy de parte de ella. Se ve que te ama de verdad y si lo arruinas no te volveré a cocinar más nunca - Carlo levanto la mirada asustado.
- No, no. Por favor mamá. Todo menos eso, hoy mismo hablo con ella. Es más ahora llego al cuarto y le cuento, pero por favor, no me dejes sin tu comida.
Sinu sonrío con maldad, seguía siendo su mismo chiquillo, la amenaza perfecta aún era eficiente.
La hija menor se abrazó a si misma repitiendo las palabras de su madre.
"se ve que te ama de verdad" Mordió su labio con las imágenes de anoche aún muy presente.
Si, tenemos que hablar- respondió en su mente.
Pero ese día no fue posible, al menos la primera parte de este.
Lo bueno es que Carlo si cumplió su palabra, cuando entró a su cuarto y vio a su prometida despierta le pidió hablar con tal seriedad que a Lauren se le subieron los ovarios a la garganta, por un segundo pensó que Camila le había dicho algo. Pero solo era para preguntarle si podían recibir a Camila en su casa que acababan de comprar en Estados Unidos en caso de que esta aceptara la propuesta de su hermano.
Bueno, eso no era mejor.
A Lauren se le vino a la mente la imagen de un tentador y sabroso trozo de carne en medio de una jaula con un tigre vegetariano.
Le dijo a su prometido que no tenía problema alguno, pero dentro pensaba que con suerte esta declinaba salir de su país, sea cual sea su decisión tenía muy en claro que tenía que dejar la estúpida calentura que tenía con su cuñada sí o sí,
Pero era más fácil decirlo.
No pudieron hablar, mientras colocaban los adornos para la boda en el granero y en cada silla siempre estuvieron rodeadas de gente. Cada una podía sentir la mirada de la otra y se dividían en dos. Por un lado su mente recordando que estaba mal y por otro lado sus cuerpo parecían emitir una electricidad siempre que sentían esa mirada, Lauren incluso tendía a exagerar un poco algunos movimientos, no lo podía evitar, le gustaba tener la mirada de ella.
Sobre todo cuando estaba arriba de una escalera y Camila era quien la sostenía abajo, eso fue lo más cerca que estuvieron en ese tiempo, pero la electricidad de ambas casi las obligaba a unirse, sus cuerpos si pudieran gritarian el nombre de la otra, en más de una ocasión rozaron sus manos, o se mordieron el labio creyendo que la otra persona no le estaba viendo.
Era más fuerte que ellas. La tensión sexual que había entre ellas podria cortar un papel.
Camila pensó que tal vez la única manera de deshacerse de ese sentimiento era consolando aquella necesidad que sentía por la chica de ojos verdes.
Mientras que Lauren ya temía que si probaba una vez, se volvería adicta a la hermanita de su novio.
Había terminado la hora de la cena, esa vez le tocaba a los hermanos lavar la ollas, esa es la última actividad del día, mientras Carlo enjabonaba, Camila enjuagaba y acomodaba.
- me preocupas, Kaki.
- no tienes por qué.
- hay algo en tu pequeña y malvada cabeza que te esta atormentando.
- no es nada que te interese.
- ¿hay alguien que te guste?
- no.
- no me mientas.
- no lo hago.
- se que si. - Camila dejo la olla bajo el chorro de agua para enfrentar a su hermano.
- ¿según tu por que tendria que mentir sobre eso? - Carlo cerró el agua.
- no quiero que te hagas una mala idea - la mucho mas bajita frunció el ceño - Lauren me comentó algo. - era el turno de Camila de sentir como la sangre abandonaba su cuerpo.
- que... QuQue - trago saliva - ¿que te dijo?
Capaz con la mierda esa de que las parejas tenian que hablar Lauren se conmovió y le contó todo a su hermano.
- ¡ves como te pones! - señalo, pero al volver a ver a su hermana continuó antes de que le diera un infarto. - primero me preguntó si tenias novio y tu sabes como soy yo contigo, Kaki - ella asintió desesperada para que fuera al punto - cuando le dije que no te lo iba a permitir y que tu sabias escoger bien con quien meterte ella me dijo "si actuas así siempre, tal vez no tenga la confianza para hablarte cuando alguien le gusta" y Camila - seco sus manos con un paño limpio. - se que estoy fuera del país y todas esas mierdas, en caso decidas quedarte aquí. Pero quiero que sepas que conmigo siempre puedes confiar para contarme esas cosas. Sobre todo si me pides que lo juzgue - agrego al final con un tono gracioso. - no quiero ser al hermano al que le tengas miedo contarle tus cosas, quiero ser el hermano en el que confíes para cualquier cosa o persona - a Camila se le cristalizaron sus ojos. ¿Como su hermano podia ser tan bueno y ella estuvo a punto de meterse con su novia? Parecia el peor chiste de la historia.
- ¿cualquiera?
- si, Kaki. Quien sea - tomo su pequeño rostro entre sus grandes manos y limpio una lagrima salvaje.
- ¿incluso si es... Una mujer? - Carlo abrio sus ojos sorprendido, no se lo esperaba.
- así que eso era - la abrazó fuerte contra su pecho mientras Camila se aferraba a su camisa, era la peor hermana del mundo - incluso si es una mujer, Kaki. Eso no importa - la apreto un poco más antes de volver a ver la carita de la niña de sus ojos, su naricita estaba roja - solo no me vengas con que te quieres casar con un perro o con un menor de edad. Que eso si no te lo permito eh - la apuntó con el dedo haciendo reir a su hermanita.
- ¿en serio para ti no importa eso? - parece que si necesitaba un poco de aceptación al final.
- claro que no, tonta. Mientras tú seas feliz, yo lo seré. Aparte que seria muy hipócrita de mi parte rechazar a mi hermana por eso, siendo que Lauren es bi. - se encogió de hombros.
- ¿que?
Ella era abiertamente bisexual...
- Lauren es - no lo dejo terminar esa frase y volvió a esconder su cara en la camisa de su hermano, abrazandolo fuerte.
- perdoname, Fael - esto desarmo totalmente al hermano mayor. Hacía una buena cantidad de años que su Kaki no le llamaba así.
- ¿pero perdon por que, Kaki? - tambien la abrazo.
- no sé escoger bien. - Carlo lo mal interpretó.
- mi pequeña hermanita - beso su cabeza - eso no se escoge, si los gustos se escogieran: a nadie le gustaran los hombres - a pesar de todo, Camila rió.
"Fael"y "Kaki" venia de cuando los hermanos eran pequeños y aun no podian pronunciar bien algunas palabras, luego de que mejoraran su hablar mejor, eso se habia quedado como costumbre. Hasta que la pequeña Camila a los 16 años llevo a un grupo de amigos a casa, todos chicos. Y Carlo la llamo Kaki delante de ellos haciendo que al otro día se burlaran de ella y esta se lo tomó muy mal dejando de hablarle a su hermano por un tiempo. Cuando le regreso el habla ya no había más "Fael"
La persona detrás de la puerta de la cocina se llevó una mano a la boca y ahogó un sollozo, casi no había nadie por los pasillos, todos estaban cansados. Subió rápido las escaleras y abrió la puerta de su habitación, su esposo recién estaba sacandose las botas, pero se alarmó al ver al amor de su vida llorando.
- ¿que fue, chiquita?
- criamos mal a nuestros hijos, Alejandro.
Algunos minutos después, Lauren se asoma por la cocina de la cocina.
- ¿les falta mucho? - los hermanos dejaron de reir y la miraron.
- no amor, no te preocupes. - le quiso dar un beso corto a su prometida, pero esta giro el rostro y se lo dejo en la mejilla sin quitar la vista de Camila.
Esto extraño por un segundo a Carlo, pero siguiendo su línea de vista supuso que fue por educación a Kaki.
- ¿vas a estar en la piscina? - le pregunta al ver el traje de baño bajo su ropa y su prometida y ella asiente. - bien, diviertete. - le dejo otro beso en su cien y se retiró.
Lauren se acercó a Camila. Quien tenia los ojos un poco irritados, así que evitaba su mirada pasando un trapo seco en la cocina como nunca hace.
- sabes que-
- si, si ya se que tenemos que - Lauren puso un dedo en sus propios labios indicandole que hablara más bajo, aun se escuchaban unos pasos arriba.
"piscina, en veinte minutos" artículo con estos labios que tenían toda la atención de Camila. No sabe como, pero lo pudo entender bien. Lauren se acercó otro paso a su cuñada y acarició levemente la marca roja de su frente, idéntica a la de su prometido.
Eran tan iguales... Y la hacían sentir tan diferente.
Bajo su mano por su brazo rozando sus yemas sobre este y provocando piel de gallina a su paso, termino en su mano y se negó a quitar el contacto.
Fue Camila quien entrelazo sus meñiques. Solo ese gesto podían permitirse.
- en veinte minutos... - susurró antes de retirarse también. Si se quedaba un segundo más... Definitivamente sería la peor hermana del mundo.
- ¡en veinte minutos nada! - renegó en su habitación. No la podía ver, el deseo era demasiado fuerte y Camila se sentía débil ante ella. No podia evitarlo, la anhelaba excesivamente. Su cuerpo la llamaba por su nombre, parecía que tenían imanes dentro de sí y eran polos opuestos.
Ya también era obvio para Camila que Lauren sentía lo mismo, pero estaba mal, estaba malditamente mal sentir eso dentro de ella creciendo y luchando por salir.
Vio a través de la ventana al patio, la oscuridad y silencio era predominante en el lugar. Pero no se dejaría engañar de nuevo. Así estaba la noche anterior y por eso es que ella bajo.
En algún lugar de esa gran extensión estaba su cuñada posiblemente también sumergida en sus pensamientos.
Si tenían que hablar. Tenian que poner distancia y acabar con lo que sea que haya antes de que comienze. Sea lo que sea no puede iniciar. No le podía hacer eso a su hermano. Pero no iba a volver a verla en el mismo lugar donde casi se dejan llevar. No iba a bajar.
En el patio Lauren efectivamente estaba en un lugar recóndito, solo que no estaba en el agua.
Estaba sentada justamente al lado de la puerta, sentada en el suelo abrazando sus rodillas sin quitar la vista del agua. Su piel hormigueaba ante el delicioso recuerdo. ¿Alguna vez podrá ver una piscina de igual manera?
No se entendía. Si amaba a Carlo, de verdad lo hacía. No era que se obligaba a sentir algo. Su corazón respondía a el, pero su piel anhelaba a otra persona, era algo muy absurdo y no le parecía que un sentimiento que posiblemente sea pasajero, quiera atentar contra la estabilidad de su relación. Era un total exabruto sin sentido. Tenia que acabar con lo que sea que tenia con su cuñada, era una obligación, por respeto al amor que le tiene a Carlo y respeto a este mismo, es su hermana, por Dios.
A pesar de que no sabia de su existencia, apesar de que el fuera muy diferente a lo que a conocido, conocer la postura ralajada de Carlo, esa nueva faceta para ella también la llegó a amar.
Cuando dices amar a alguien y de repente conoces otro rasgo de personalidad de esta persona que no sabias que estaba, si la rechazas tu amor nunca fue certero. En cambio si le amas más aún, alegrate... Estas sintiendo.
Recordo las palabras de un libro que leyó hace años. Pero no se alegró, por que conocer esta parte de la vida de su prometido que él cuidaba tanto estando del otro lado (posiblemente por prejuicios de los racistas) le trajo conocer a Camila y no le parecía justo que una recién conocida sea suficiente para hacerla dudar de lo que sentía cuando este sentimiento era tan fuerte.
La puerta del patio fue corrida y de la casa salio la figura que estaba en la mente de la ojiverde. Esta figura observó todo el agua, posiblemente buscándola.
- aquí - encendió la tunue luz de su teléfono. Dejando su rostro al descubierto.
- ¿que haces ahí? Agarras más frío en el suelo que en el agua.
- hace tanto calor que no me importa. - a pesar de sus palabras Camila se sentó a su lado a una distancia prudente, se quedaron en silencio varios minutos.
- estamos mal.
- si.
- tienes que dejar de buscarme.
- ¿que? - Lauren giro a verla indignada - ¿yo tengo que dejar de buscarte a ti?
- Carlo te ama.
- y yo lo amo a el.
- pues no lo parece- le respondió en el mismo tono.
- lo mismo podra decir yo de ti, es tu hermano - se levanta.
- es tu futuro esposo. - también se levanta enfrentándola.
- yo no te busco a ti.
- claro que si, eres bisexual.
- claro. y es muy hetero de tu parte dejarme una marca en el cuello.
- pero fue por que tu
- tú no te apartaste. ¡Bueno ya! - grita bajo la mayor. - las dos estamos mal. - Camila tuvo que reconocer que sí se pasó.
- disculpa, es que me siento horrible.
- no más que yo, creeme. - Camila echó su cabello hacia atrás viendo la luna, que nuevamente estaba siendo testigo de las dos.
- ¿y como quedamos? - se para delante de su cuñada a una distancia segura. Retuvo un suspiro al ver cómo sus ojos brillaban por la luz del satélite. - estoy segura que solo es un gusto pasajero - se mordió el labio obligándose a fijar los ojos en la cara de su cuñada. - algún día pasará y este será nuestro secreto. - Camila la observó pensando en eso, no le veía contras a lo que le estaba diciendo su cuñada.
- y nunca más volveremos a caer. - pese a decir eso se acercó un pequeño paso, con una mano en su barbilla.
[oh no]
- por respeto a Carlo, mi prometido. - también da un corto paso hacia adelante.
[oh no]
-por respeto a Carlo, mi hermano. -estiró la mano como para cerrar el trato. - nadie debe enterarse hasta que se nos pase.
- será nuestro secreto - estrecho su mano volviendo a sentir aquella intensa electricidad recorriendo su cuerpo.
[ Oh no no no]
No se sabe quien avanzó el otro paso primero, pero las dos lo hicieron y a pesar de todo lo discutido, cayeron en los labios de la otra.
Digamos que fue un accidente.
--
N/A: faltan dos o un capitulo.
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