Ese reinició hizo que el interés de chara crecía de sobre manera, más que todo porque en algún momento ya había hecho eso, pensaba que era la única persona que podía hacer eso o que pudo hacer eso, los demás humanos que habían caído jamás hicieron un reset, pero ese pequeño ser lo había hecho.

-esto está mal-

Se dijo en voz baja, recordaba como jugaba con su hermano cuando había logrado hacer un reseteo, le mostraba a su pequeño hermano unas flores doradas unas flores que le encantaban, pero el pequeño asriel aún no sabía que no debía meterse cosas a la boca ¡Era un bebé se metía todo a la boca! y una de esas flores termino siendo devorada por un pequeño bebé cabra causándole gran malestar, cuando se dio cuenta de esto tomo a su hermano en brazos y corrió a su casa llamando a sus padres, asgore trataba de hacer todo lo posible para que el pequeño bebé no se intoxicada con esas flores algo que fue imposible, se culpó por el mal estar de su hermano y su dolor causó que esa ventana apareciera y todo a su alrededor desapareciera, habían tres botones pero su mirada solo se fijó en ese botón "reset" y sin pensarlo lo oprimió volviendo una hora atrás del terrible acontecimiento, decidió no llevar a asriel a ver las flores.

Chara vio como el humano había logrado calmar a toriel y seguir con su camino, empezó a seguirlo con total sigilo mientras su mente divagaba en recuerdos, después de su primer reset quiso volver a usarlo pero no sabía cómo hacerlo, paso noches intentando aparecer esa pantalla pero nada, llego a pensar que eso no volvería a suceder per entonces en una de sus visitas al laboratorio de su padre vio como éste se adentraba por una puerta que no conocía, jamás la había visto, era como una aventura en ese momento donde los buscadores encuentran un camino secreto y lo siguen para descubrir sus secretos, le pareció divertido seguir a asgore por esa puerta pero esos secretos que escondía ese lugar, simplemente no era lo que esperaba, asgore estaba al frente de monstruos deformados a punto de ser vueltos cenizas pero por alguna razón se mantenían vivos, se quedó viendo esas cosas y no noto la mirada de su padre quien le llamo con miedo en su voz, se asustó de sobremanera al pensar que le regañarían por haber visto algo que no debía, ignorando que quien en realidad tenía era asgore; y volvió a pasar esa pantalla volvió a aparecer, sin pensar oprimió el botón regresando al momento donde iba a entrar al laboratorio, sabía lo que pasaría así que solo se alejó del lugar, después de ese momento se concentraba y lograba aparecer esa pantalla de una manera muy simple y la utilizaba casi que todo el tiempo, no había momento donde no lo usará, era un atajo una salida fácil.

-es raro chara, es como si los días no pasaran-

-supongo que los días están pasando más lento-

-quizás, pero lo siento diferente, como si el tiempo no avanzará-

Oh esa charla que tuvo con su hermano asé comentario fue la primera señal de que debía parar, pero en lugar de eso siguió, y siguió, y siguió, entonces se quedó en un solo día los demás no interesaban, solo ese día ya no permitía que la noche llegara, repetía el mismo día una y otra vez tratando de ver cada posibilidad que ese día le podía otorgar.

-quiero que el tiempo pase chara, quiero ver el mundo y crecer con el-

Asriel siempre fue una caja de sorpresas, pero esas palabras le hicieron ver qué solo hacía daño solo impedía que el mundo avanzará, solo impedía el progreso de las cosas, no eso estaba mal, le había preguntado a su hermano solo por mera curiosidad, ¿qué era lo que quería? Y la respuesta de este fue la que causó que abriera los ojos, reseteo por última vez mirando su alrededor y al ver que todo había vuelto a empezar en un acto de furia convocó su cuchillo y destruyó aquella pantalla, no volvería a jugar con el universo, fue una promesa que se hizo.
Se miraba al espejo y veía a un humano como todos los demás, curioso, ambicioso, desagradable, sentía tanto odio en ese momento, no quería ser humano si hubiera nacido monstruo de seguro no poseería tal curiosidad tan dañina, pero siempre dijo, no es alguien de cumplir promesas.

y ahora está en medio de un humano que tiene el mismo poder que le atormento por mucho tiempo, la misma curiosidad, que desagradable, sin duda ese humano era un total reflejo de sí mismo, no podía evitar verse ahí.

Si antes vigilaba a su pequeño reflejo con cuidado ahora lo hacía de una manera muy detenía, empezando a ver las batallas que el tenía con mucha más seriedad, fijándose en los movimientos que este hacía, en como actuaba, pero en todo eso había algo que le calmaba, ese pequeño ser solo usaba ese botón cuando estaba por morir, solo cuando estaba a segundos de morir, para nada más. Quizás no se parecían tanto.

-hey sabes reflejó, siempre me fascinó este mundo

-mmmh

- sí, los monstruos son fascinantes, siempre los vi como la nieve, puros.

A cada lugar que iba ese pequeño humano, chara estaba ahí mostrándole una sonrisa y hablándole del sub suelo, de su hermano y contándole chistes, incluso aparecía durmiendo en donde se suponía que debía de estar trabajando.

-creo que nunca pregunte tú nombre pequeño reflejo-

- ...... oh ......... Frisk

- ah parece que no muchos lo preguntaron he? Bueno frisk nos vemos luego-

Chara procuraba hablar lo más que podía con el humano, necesitaba saber bien a quien investigaba, en algunos momentos no podía evitar reír con lo que a frisk le pasaba, era algo muy entretenido a su parecer.