Prólogo
Una vez más ahí estaban, en su habitación, sentados frente a la computadora. Taehyung podría fingir todo lo que quisiera pero el ambiente estaba lleno de tensión como siempre. Hoseok lo sabía mejor que nadie, aún así cuando Taehyung bajó su mano a su muslo, y golpeó, solo pareció hacerlo de forma juguetona, sin más.
Mordió su lengua para evitar jadear por el golpecito que le hizo tener una escalofrío tan fuerte que sintió.
—Hyung, ¿qué piensas de esto? —preguntó señalando la noticia que se reflejaba en la pantalla de la computadora sobre los audios subliminales capaces de invocar seres de otros mundos.
—Uhm... muchas películas de fantasia.
Taehyung rió bajo: —Cierto, pero dicen que es posible.
—Tonterías —suspiró Hoseok cansado y algo nervioso por la cercanía de Taehyung—. Tengo sed.
—Está bien, llevemos la notebook —dijo el castaño poniéndose de pie casi al mismo tiempo de Hoseok, esperaba que su rubor por él no se viera.
—Tae... ¿qué harás mañana? —preguntó Hoseok sirviéndose un vaso apenas llegaron. Taehyung hizo un sonido pensativo mientras acomodaba la notebook en la mesa alta.
—Yo... un momento, ¿no es la fiesta de Seokjin?
—Si... pero sabes que no me gustan sus fiestas. Hay mucho alcohol... —y siempre terminas borracho siendo cariñoso con todos.
—Ah, hyung, olvidaba lo débil que eres al alcohol —respondió y Hoseok lo sintió acercándose a él una vez acomodada la computadora—. ¿No irás entonces?
—No-
Se detuvo al mismo tiempo que todo su cuerpo se tensó cuando sintió a Taehyung abrazándolo por detrás.
—Vamos, sabes que me aburro cuando no estás tú.
—Tae. —Puso sus manos en las suyas las cuales cubrían su estómago mientras lo abrazaba para alejarlo.
—¿Por favor? —susurró con voz grave en su oído, odiaba cuando hacía eso—. Solo quédate unas horas.
—No creo que-
Se calló cuando Taehyung se alejó pero para girarlo hasta que estuvieran frente a frente y lo siguiente fue Taehyung acordándolo contra la mesada de la cocina. Se tensó.
—Di que si —dijo haciendo puchero. Miró a otro lado pero Taehyung lo agarró de la barbilla haciendo que lo mire, Hoseok odio las miles de mariposas que sintió en su estómago ante su intensa mirada. Cuando casi sintió su respiración en sus labios. El calor de incremento en el sur de su cuerpo.
—E-está bien.
El titubeó no fue para nada cuestionado luego del festejo del castaño y un nuevo abrazo, esta vez frente a frente.
—Por eso te amo, hyung —dijo con alegría, por un segundo Hoseok tuvo miedo que notara su semi erección pero no lo hizo—. Me amas también, ¿cierto?
Hoseok asintió, intentando verse como si no quisiera decir que lo amaba más de lo que creía tanto que su mundo sentía que giraba en torno suyo.
El castaño volvió a festejar y lo llevó de la mano para que se siente otra vez a su lado y así siguieran viendo videos. Sabía que Taehyung no se daba cuenta que por cada una de sus muestras de afecto él se enamoraba más.
No sabía en que momento se había comenzado a enamorar de su mejor amigo pero era algo no muy agradable de experimentar sin saber que era lo que el otro quería realmente.
Y al decir que "no sabía lo que el otro quiere realmente" se refería a que no sabe si Taehyung siente lo mismo que él. Porque aunque es demasiado cariñoso, aunque lo acorrale contra los muebles o hasta la pared, aunque a veces pareciera que quisiera besarlo, aún no sabe si es todo un juego o también está comenzando a sentir algo.
Probablemente era más lo primero que lo último, después de todo nunca le había dado a entender que pudieran gustarle los chicos. De hecho, siempre le había mostrado a chicas que le gustaba. Pero aún así, sentía que eso estaba cambiando.
Así como Hoseok, que de un día para el otro descubrió que le gustaba él, un chico.
La fiesta de Seokjin fue como siempre en su casa. Él aprovechaba a hacerlas cuando sus padres se iban a de viaje, lo cual era muy seguido, para desgracia de Hoseok, que era amigo suyo y negarse a ir a su fiesta parecía ser una ofensa. Hoseok era muy tranquilo aunque por fuera no lo pareciera.
Había pasado por unas cuantas cosas que lo hicieron madurar antes.
Jadeó asustado cuando alguien lo rodeó por detrás en un abrazo forzado.
—¡Soy yo, Hobi hyung! —No sabía si relajarse o ponerse más tensó al escuchar la voz de Taehyung detrás suyo un tanto más alta que la música.
—¡Me asustaste! —dijo Hoseok sobre la música girándose hacia él y sonriéndole—. ¿Dónde están los demás?
Taehyung sonrió y lo tomó de la mano: —¡Vamos, te estábamos esperando!
El corazón de Hoseok latía con fuerza por el agarre pero tragó intentando ignorarlo y se dejó llevar a través de la gran casa. En otra habitación, estaban todos sus amigos sentados en un gran sillón donde la música era un poco más baja riendo como siempre.
Hoseok sonrió y todos lo saludaron animadamente. Casi como si no se hubieran visto hace exactamente nueve horas.
—¿Qué horas son estás de llegar? —Se quejó Seokjin haciendo reír al resto. Antes de responder se dio cuenta que Taehyung lo seguía agarrando de la mano.
Pero pronto lo soltó, como si también se hubiera dado cuenta recién de ese detalle. Caminó hasta hacerse un lugar en medio de Yoongi y Namjoon, luciendo muy tranquilo y para nada inquieto.
—Ya que está aquí Hoseok comencemos a beber —dijo Yoongi pero ya de pie caminando a las bebidas, sin esperar la contestación del resto y provocando risas. Hoseok se sentó al lado de Jimin mientras Yoongi, Namjoon y Taehyung se encargaban de hacer mezclas.
—Hey, Hoseok, hay una chica que quiere conocerte.
Suspiró frustrado: —Olvídalo, Jin. No estoy interesado en nadie aún.
—¿Aún? Llevas diciendo eso desde hace un año creo. —Seokjin estaba queriendo sacarle la verdad desde hacía meses, pero Hoseok no abriría la boca. Ninguno de sus amigos sabían que estaba enamorado de Taehyung y que, para desgracia suya, le era malditamente fiel.
Exactamente no había besado ni salido con nadie desde que se dio cuenta de los sentimientos que tenía por su mejor amigo.
—Estoy en algo más. —Se encogió de hombros y agradeció que Namjoon se acercara con unos vasos para irrumpir el interrogatorio que Seokjin parecía querer comenzar.
Tal vez debía comenzar a crearse una historia para que no lo molestara más, o tal vez debía de confesarse a Taehyung...
El tiempo pasó así, vasos iban y venían, charlas que cada vez perdían más sentido, risas que comenzaban a hacerse más fuertes a pesar que los chistes ya había perdido su gracia. Todo se repetía como siempre en esas fiestas. Y como siempre, Hoseok era el único sobrio que finalmente se terminaba aburriéndose hasta quedarse dormido.
Solo que en este caso no pudo quedarse dormido, no al notar que faltaba alguien importante en la habitación aparte en la que estaban sus amigos y él. Ese alguien era Taehyung. Hoseok se preocupó ya que el castaño siempre estaba presente, por lo que sin dudarlo se levantó y caminó al baño donde creía que podría estar.
Sin embargo, el lugar estaba desocupado así que sin perder tiempo fue a la sala de estar donde la música se intensificaba y las luces a colores eran lo único que iluminaban en la oscuridad.
Hoseok nunca creyó odiar tanto a unas luces de colores, porque por culpa de ellas pudo ver a Taehyung. A Taehyung besándose con una chica, la chica que hacía unas semanas le había contado que le gustaba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro