Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

❝ No es que tema ❞

Alguien tocó la puerta del aula provocando que el profesor dejara de escribir en su cuaderno para mirarme, indicando que abriera por la sencilla razón de que me encontraba sentado al lado, dejé el lápiz arriba de la libreta e hice lo que él dijo, en cuanto vi quién era la person quedé paralizado por un momento, tragué saliva y me moví a un lado para que la chica pudiera pasar.
Volví a tomar asiento buscando a mi amigo con la mirada, él negó con la cabeza para seguir concentrado con el trabajo, decidí hacer lo mismo, para al menos intentar olvidar que ella se encontraba demasiado cerca de mí.

—Kyle acompáñala a los salones para que inviten a todos a formar parte del club de teatro. —La voz del profesor se escuchó haciendo que diera un pequeño salto al oír lo que me pedía. Traté de despistar un poco y me giré para mirar a Jack pidiendo ayuda.

No obtuve ninguna respuesta haciendo que no me quedara otra opción más que levantarme del asiento y caminar hacia afuera, ella rápido me alcanzo poniéndose a un lado mío. Llevaba una lista en sus manos que solo trataba de leerla una y otra vez para evitar una plática entre los dos.
Agradecía que estuviera haciendo eso, pero quería escuchar su voz.

Llegamos al primer salón, toqué la puerta y en cuanto la profesora nos permitió dar el anuncio Lilly habló sin permitirme siquiera abrir la boca en ningún momento. Eso fue lo que sucedió en todos los salones a los que que fuimos, no entendía para que me había enviado el profesor si ella no necesitaba mi ayuda, todo lo hacía por si sola.
Terminando nos dirigimos de nuevo a donde se encontraba mi grupo, en un silencio demasiado incómodo, el cual iba creciendo con cada paso que dábamos.

—Lilly. —dije su nombre con delicadeza cuando estuvimos frente al aula correspondiente.
     Volteo a verme esperanzada a que le dijera algo, pero no pude decir ninguna otra palabra y lo único que hizo fue abrir la puerta para entrar y dejarme afuera.
Suspiré frustrado por no poder decir nada y entré al aula sentándome en mi lugar asignado, dándome bofetadas mentales por no atreverme a hablarle y es que en algún momento tenía que hacerlo, ella había sido parte muy importante de mi vida y lo seguía haciendo.

Se retiró del aula acompañada por el profesor para ir a arreglar algo de la obra que presentaríamos la siguiente semana, suspiré aliviado cuando dieron los últimos pasos para perderse de mi vista. Esa tranquilidad no duró mucho porque llegó Jack para ponerse en cuclillas frente a mí con cara de que me quería meter un puñetazo.

Nadie nos prestaba atención, cada quien estaba en su mundo, algunos gritando groserías, riendo a carcajadas, lanzándose cosas o solo parados en otro lugar, pero cuando el profesor llegara todos saldrían corriendo a sus lugares aparentando que nada de eso había sucedido.

—Eres un idiota—dijo mi amigo dándome un golpe en la cabeza. Hice una mueca por eso y me la tallé por que dolió un poco.

—Lo sé, siempre me lo dices cuando estoy con ella...

—Y también siempre te digo que está es la última semana de este año, que nos graduaremos y nunca más la volverás a ver, solo quedara en tus recuerdos—interrumpió cansado de repetir siempre lo mismo— , así que haz algo rápido u olvídate de ella para siempre—agregó antes de volver a su asiento.

Deje caer mi rostro en la banca desesperado para que entrara el valor y decirle algo, declararle el amor que siempre le había tenido desde la primera vez que la vi cuando entré a la escuela. Nunca olvidaría ese gran día.

Era nuevo en el colegio gracias a que tuvimos que mudarnos de ciudad por el trabajo de mamá, me encontraba demasiado molesto por ver tenido que hacer eso y que mis padres no me hayan permitido quedarme un año más en la ciudad donde vivíamos, era mayor de edad y lo único que pedía era terminar la preparatoria donde la empecé con todos mis amigos.
Solo entré al salón y sentí la mirada de todos puesta en mí, muchos ya se encontraban dentro del aula, algo demasiado extraño porque aún faltaban diez minutos para que empezara la clase, traté de evitar todas las miradas buscando un lugar disponible en la parte de atrás, logré localizar uno y caminé hasta allí para sentarme, cuando lo hice solo coloqué los audífonos en mis orejas y puse la música, tratando de ignorar a todos, los cuales habían regresado a lo que estaban haciendo antes de que llegara. No tardó mucho cuando sentí como alguien tocaba mi hombro llamando mi atención, giré y era la chica más hermosa que había visto, llevaba su cabellera castaño oscura corta hasta los hombros, tenía unos enormes ojos oscuros al igual que su cabello, era la primer persona que veía en todo el lugar que le quedara demasiado bien el uniforme y mi vista no se despegaba de estar observando sus hermosos ojos que me tenían hipnotizado. Logré reaccionar hasta que escuché su linda risa.

—Soy Lilly —Se presentó— , creo que está no es tu clase.

La miré confundido tratando de comprender que había dicho, intenté abrir mi boca para decir alguna palabra, pero no podía, estaba muerto de vergüenza.

—¿No es el grupo 508? —pregunté en un susurro lleno de nervios, Lilly negó con la cabeza dándome su gran sonrisa.

—Es el grupo 507, el tuyo esta en el otro salón —respondió. Sentí la mayor vergüenza de toda mi vida.
Me había metido a otro salón y la chica más hermosa que conocía me había indicado mi gran error, nada podía ser peor que eso.

Afirmé con la cabeza y me levanté para salir huyendo de ahí.
Estaba por caminar, pero ella volvió a tomar mi mano deteniéndome, un gran escalofrío recorrió mi cuerpo empezando a sudar.

—¿Cuál es tu nombre?—dijo soltando su agarre.

—Kyle—murmuré y salí corriendo de ahí sin poder decir nada más.

Recordar eso hacía que saliera una enorme sonrisa, porque de ahí venía todo lo que vivimos. Se convirtió en una de las personas más importantes de mi vida y yo la de ella. Lilly siguió insistiendo para hacerme hablar con naturalidad hasta que lo logró, éramos inseparables, siempre nos encontrábamos juntos a excepción de las clases por la sencilla razón de que ella estaba en otro grupo, pero eso no nos detenía para hacer las tareas juntos y estar siempre en los recesos o cambios de clases.
Hasta que esa maravilla de vida terminó por la culpa de Brandon.

El chico que arruinó mi sueño perfecto de estar con ella. Todo pasó tan rápido, que seguía sin recordar como fue que pudo quitármela de las manos, si ni sabía de la existencia de que ese chico andaba detrás de Lilly, por que me lo ocultó, Brandon logró hacer que me escondiera algo cuando nunca lo había hecho, de un día a otro me canceló estar conmigo en receso para irse con él, después lo hizo a las salidas del colegio y así fue como la amistad tan dura que teníamos empezaba a terminar al igual que mi confianza hacia ella y a mi mismo. El fin llegó cuando Brandon se le declaró a la salida de la escuela frente a todos, ella se encontraba demasiado alegre, pero eso no fue lo que más me hirió, sino que ni si quiera me miró para decirme la respuesta que escogió, no pidió mi opinión como siempre lo hacía en todas las cosas, no me buscó entre la multitud para mostrarme lo feliz que se encontraba.

Volví a odiar verme mudado y seguí suplicando a mis padres que me regresaran, quería mi antigua vida.
No logré convencerlos y tenía que asistir a la escuela, siempre tenía que verla.
Todos los días al terminar las clases tenía ensayo de teatro, donde ella se encontraba gracias a que ambos nos inscribimos juntos. Tenía que soportar mirarla a los ojos para poder actuar en la obra.

El timbre sonó y guardé todas mis cosas en la mochila saliendo del aula, topándome con ella, le tocaba esa clase y solo iba a dejar su mochila para retirarse a comer.
Miré y traté de sonreírle para buscar a Jack, él llegó a mí lado y empezamos a caminar para ir a la cafetería porque era hora de receso, casi siempre nos estábamos allí, sin nada que hacer.
Compramos unas hamburguesas y fuimos a sentarnos en una mesa al fondo de todo el lugar. Platicamos de cualquier cosa que se nos ocurriera y reíamos.
A Jack lo conocí gracias a Lilly porque me lo presentó un día que se topó con nosotros, sabía que se encontraba en mi grupo, pero nunca me había atrevido a hablarle bien hasta que ella hizo que nos hiciéramos amigos.

—¿Y qué piensas hacer con Lilly?—preguntó Jack terminando la hamburguesa y dando un largo trago a la soda. Negué con la cabeza para tratar de no hablar de ese tema— , por favor Kyle desde la primera vez que la viste te enamoraste de ella, nunca la miraste con ojos de amiga y eso sigue presente, no puedes permitir que un idiota te la quite, solo la enamoró con engaños, porque tú mismo haz dicho que ella no es feliz con él.

Di un largo suspiro procesando sus palabras, estaban llenas de razón, pero temía aceptarlo.

—¿Y si me equivocó? ¿Y si ella en verdad si es feliz con él? —pregunté con miedo buscándola con la mirada.

—Hasta yo sé que no lo es, todos lo saben. Cuando los mirábamos juntos siempre se la pasaba riendo, jugando, siendo feliz, pero con Brandon solo está en silencio siguiéndolo y dando sonrisas falsas al igual pocas carcajadas, pero nunca la he visto sonreír de verdad —dijo levantando una ceja dando a entender que tenía toda la razón— , si yo me doy cuenta de eso más tú.

No pude responder otra cosa y solo cambie de tema, logrando que mi amigo rodara los ojos porque no me hacía entrar en razón.
Tenía cinco días para recuperarla, era algo demasiado imposible, tardé demasiado tiempo para que se hiciera mi amiga y ella hizo eso, Lilly creo la amistad y también la destruyó.

Entró a la cafetería sola y se dirigió a comprar algo, Jack me dio una patada para que fuera hablarle, lo miré preocupado, pero era ahora o nunca, la quería de vuelta.

Suplicando que mis pies no fallaran fui caminando hasta donde se encontraba, pero a unos metros de llegar a su lado me detuve, no podía hacerlo.
Si ella decía que amaba a Brandon, que no quería nada conmigo y que no pensaba regresar a los viejos tiempos o intentar algo nuevo ¿qué haría en ese momento? ¿Afirmaría con la cabeza para volver a mi asiento y sentirme avergonzado?

—Kyle —Esa voz me sacó de mis pensamientos, era la única que lo hacía y cuando la escuchaba los escalofríos comenzaban por todo el cuerpo.

La miré dando una tonta sonrisa y ella caminó hasta mí.

—Ho–hola —saludé tartamudeando por los nervios en ese momento.

—¿Cómo haz estado? —preguntó invitándome del agua que compró.

Guardé silencio pensando en que responder por que estaba paralizado, hace unos momentos ambos habíamos ido a salones juntos y ella no había dicho ninguna palabra refiriéndose a mí.

—Pues bien —respondí con la mayor mentira, no me había sentido bien desde que ella me abandonó para irse con su novio— . ¿Y tú?

Miró hacia el suelo evitando mi mirada para responde un silencioso bien.

Las cosas volvieron a ir rápido, ese día estuve con Lilly todo el receso que nos dieron y pareció que el tiempo se regresó, era ella misma conmigo y yo me comportaba igual que antes. Deseaba que eso no terminara, que cancelaran las clases para quedarme platicando y nunca guardar silencio y volver a los momentos incómodos.

La extrañaba demasiado, pero ya estaba seguro que no la quería devuelta como la amiga que fue, sino como mi novia, estaba enamorado de Lilly desde la primera vez que dijo que me equivoqué de salón y no importaba nada, iba a hacer lo posible para recuperarla. Tenía en claro que yo era lo mejor para que la chica estuviera feliz, en mi mente se encontraban millones de palabras para declararle mi amor, pero el miedo de que ella fuera más feliz con Brandon se apoderaba de todo mi cuerpo, aunque sabía que no era así, pero nunca podía controlar el temor que sentía.

Las clases llegaron a su fin y era momento de ir a ensayar la última obra de teatro que haría en esa escuela. Todos estábamos en nuestras posiciones, solo estábamos esperando que el profesor diera la indicación para empezar. Mi corazón latía muy rápido, era la escena más romántica de todo.

El gritó del maestro se escuchó y empecé a avanzar hacia ella, Lilly miraba cada paso que daba, se encontraba metida en sus pensamientos.

—No quiero iniciar un fuego con esta llama, pero me preocupa que tu corazón pueda sentir lo mismo y debo ser honesto contigo —dije, aunque estaba actuando no lo sentía, parecía que todo lo que decía el guión era exactamente lo que deseaba decirle y ella sentía lo mismo — , pero te compré esta rosa — quité mi brazo de mi espalda para sacar un hermosa rosa y mostrársela sin despegar nuestra mirada— y necesito saber si ¿la dejarás morir o la dejarás crecer?

Ella la tomó en sus manos para después voltear a ver la mesa donde se encontraba un jarrón con agua y una rosa marchita, se dirigió para mirarme una vez más y caminó al lugar de la mesa, sentía mi corazón latir a mil por hora, ya nada era actuación y ella lo tenía muy en claro.
Quitó la flor vieja para ponerla en la mesa y puso la que le entregué, volvió hasta ponerse demasiado cerca de mí.

—La dejaré crecer—dijo y los aplausos se dejaron venir, haciendo que saliéramos de la pequeña burbuja que habíamos creado para observar a nuestros compañeros que nos miraban asombrados.

—Esa fue una excelente actuación chicos —habló el maestro asombrado y demasiado feliz — , háganlo así el día de la presentación que se ganaran a todo el público. ¡Maravilloso!

• • • •

No podía conciliar el sueño gracias a lo que sucedió en la tarde, mi mente seguía procesando todo para ver si eso me lo había dicho a mí en verdad o solo era por la obra, porque todo lo que salió de mi boca en ese momento era cierto, en ninguna palabra mentí.

Agarré mi celular desbloqueándolo y haciendo que toda la luz del celular me lastimara, en cuanto mis ojos se acostumbraron a ello busqué el numero de Lilly, no lo había podido borrar de mis contactos aunque quisiera, lo necesitaba ahí. Presioné el botón para ver el numero y apareció una foto de ella a mi lado, donde ambos reíamos.

Tenía que llamarla en ese momento y preguntarle lo que sucedió en la obra.

—¿Hola? —La voz de un hombre fue el que respondió haciendo que me asustara y no pudiera articular nada —¿Hola?

—¿Está Lilly? —pregunté tratando de sonar lo más valiente posible en esas circunstancias. Sentía que conocía esa voz, pero no recordaba donde.

—Brandon ¿por qué respondiste la llamada de mi celular? —fue demasiado sencillo reconocer quien había dicho esas palabras y colgué de inmediato sin atreverme a escuchar algo más.

Brandon había respondido el celular de la chica, la obra solo había sido un simple ensayo para ella. Me sentía el mayor estúpido por creer que Lilly dejaría al chico por alguien como yo, nada tenía sentido.

Seguía sin entender porque ese día empezó a hablarme muy bien como si estuviéramos en los viejos tiempos para después regresar con su novio como si nada hubiera pasado y lo peor de todo era que nada sucedió. Solo eran pláticas y risas para las demás personas.

Apagué el celular y decidí que era momento de dormir, tenía que hacerlo porque al día siguiente no iba a querer levantarme y mi madre lo haría lanzándome una botella de agua fría.

La alarma nunca la escuché, cuando abrí los ojos vi que la habitación se encontraba demasiado iluminada, haciendo que me asustara porque llegaría demasiado tarde a la escuela, pero no entendía porque mi mamá no me había hablado. Salí de la recámara con el uniforme en mano para entrar a la ducha, observé a mi papá sentado muy cómodo viendo una película en el televisor y a mi madre cocinando algo que olía demasiado bien, quedé un momento paralizado al encontrarnos todos en la casa.

—¿Cómo dormiste cariño? —preguntó mi mamá al girarse y darse cuenta que estaba parado detrás de ella demasiado sorprendido.

—Creo que bien —respondí tratando de encontrar algo lógico de lo que sucedía— La alarme no sonó ¿por qué no me despertaste para ir a la escuela?

—Ya no irás a la escuela—dijo caminando hacia dónde me encontraba con una enorme sonrisa — , estuviste todo el año suplicando regresar a tu ciudad, a la vida que tenías y ahora se te cumplió, Hablé con el director y dijo que no es necesario que sigas asistiendo porque las calificaciones ya están y pasado mañana nos iremos.

Eso fue peor a que me despertaran con agua fría, fue muchísimo peor. Quería tener los últimos días para ver a Lilly, seguir conviviendo con ella como lo habíamos hecho el día anterior.

Miré a mi madre asustado a lo cual la tomó por sorpresa, haciendo que dejara de cocinar para acercarse conmigo.

—¿Qué acaso no te agrada la idea? —preguntó tocando mi frente para ver si traía calentura.

—Si, sí claro, volveré a ver a mis amigos —susurré alejándome para regresar a mi habitación a pensar que haría de mi vida. Seguía sin comprender que sucedió, la razón de porque todo estaba cambiando en unas horas.

La chica había empezado a hablarme como si nada hubiera sucedido, después la llamé en la noche para darme cuenta que aún seguía saliendo con Brandon y por último me levanté recibiendo la noticia de que regresaría a donde siempre había deseado, pero lo peor de todo era que ya no deseaba hacerlo, las cosas que estaban sucediendo parecían tan irreal, muchos sucesos para tan pocas horas.

Tenía que ver a Lilly por última vez para despedirme de ella, no podía irme sin avisarle a nadie y también tenía que despedirme de Jack, lo extrañaría.

Busqué una ropa con rapidez en los cajones y fui directo a darme la ducha más rápida de toda mi vida. En cuanto sentí que estaba presentable salí de la casa avisando a mis padres que iría a dar un paseo para despedirme de todo el lugar.

Empecé a buscar la bicicleta arrumbada en el jardín suplicando que no estuviera ponchada y por suerte no lo estaba. Pedaleé lo más rápido posible para llegar a la escuela a la hora de receso.

No tenía idea de que era lo que iba a hacer cuando llegara y la tuviera frente a mí. ¿Le declararía mi amor suplicándole que fuera mi novia? O ¿sólo me despediría de ella para siempre? Ninguna pregunta tenía respuesta, hasta que vi a un hombre vendiendo rosas en el crucero, haciendo que me trasladara al día anterior en el ensayo de teatro.

Entré a la escuela buscando a la chica con la flor en mi espalda y recibiendo la mirada de todos por no traer el uniforme ni mochila, eso era demasiado molesto hasta que la localicé sola sentada en una silla observando su celular, apresuré el paso para que cuando estuviera por llegar Jack me detuviera en el camino.

—Al parecer nos leemos la mente —respondió sonriente haciendo que me confundiera— , Brandon y Lilly acaban de tener una gran pelea frente a todos y terminaron. Así que ve por ella.

No dijo ninguna otra palabra para retirarse y dejarme el camino libre donde ella se había percatado de que me encontraba ahí.
Tomé aire empezando a caminar hacia la chica,  la cual me sonreía.

Las manos se encontraban llenas de sudor, sentía que el cuerpo temblaba demasiado logrando que impidiera seguir caminando y ella lo notó, porque se acercó a donde me encontraba.

—Tengo algo demasiado importante que decirte —murmuré intentando buscar el valor que se desapreció en cuanto se puso frente a mí, guardó silencio decidida a escucharme — . Fuimos amigos por un año, el mejor de mi vida, hasta que esa amistad se terminó y ayer cuando volvimos a hablar como antes me di cuenta que ya no te quiero como una amiga —el rostro de Lilly cambio a confusión y los ojos se le pusieron llorosos— , quiero que seas mi novia y se que soy lo mejor para ti, puedo decirte miles de razones por las cuales me he enamorado de la gran persona que eres, pero tengo miedo de que seas más feliz con él, así que por favor apaga estás esperanzas o hazlas crecer.

En cuanto guardé silencio le mostré la rosa que tenía, ella la tomó en sus manos quitándose las lágrimas que se resbalaban por sus mejillas. Algunos alumnos se estaban empezando a detener su camino para entender lo que  sucedía en ese momento. Yo tenía miedo, el mayor miedo que había sentido en toda mi vida. Era momento de saber si ella alguna vez sintió algo por mí.

—Recuerdo el ensayo de ayer, todo lo que dijiste y mi respuesta, pensé que había sido demasiado clara cuando respondí y sigo sin arrepentirme de lo que dije —Se acercó más a mí haciendo que ambos tocáramos la rosa, nuestros ojos no se habían despegado en ningún momento — . No quiero que la rosa se marchite.

Sin esperar que alguno de los dos dijera alguna otra palabra ella se acercó a mí para besarme.

Fin

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro