Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

6- Juego de niños

Se levantó con el dolor de cabeza atacandola de inmediato, gracias a los rayos del soy que dieron en su rostro. Yosano la asistió en cuanto la escucho quejarse; le proporciono una pastilla y después desayunaron juntas algo ligero.

—Recuerdame no volver a tomar tanto— se quejó la pelirroja tomando un sorbo de su café.

—Aunque lo haga, no me harás caso— reprochó la doctora a lo que Chuuya bufo.

Después de desayunar y como Chuuya no tenía de otra se dirigieron a la agencia de detectives, listas para recibir un regañó de parte de un rubio.

Dazai le había marcado un par de veces en la noche y por obvias razones no se había percatado de las llamadas perdidas hasta que durante el desayuno reviso su celular, aunque era claro que no tenía ni la más mínima intención de llamarle devuelta. No la tenía muy contenta...

Las dos hermosas y finísimas mujeres llegaron a su lugar de trabajo e ingresaron llamando la atención casi de inmediato.

Dentro estaban todos los agentes reunidos, cada quien metido en sus asuntos, pero notando las nuevas presencias.

—Hasta que se dignan en aparecer— habló con ironía Kunikida que intentaba no explotar en ese momento. —Deberían reportar con nosotros cada avance en la investigación, que por lo visto no es ninguno pues los robos no se han detenido e incluso parece que lo hacen frente a sus caras...— el rubio se detuvo por unos segundos viendo a su alrededor —¿...Dónde está Dazai?

—Bueno... No lo sé— respondió Chuuya.

—¿Cómo que no sabes?, ¿No se supone que viven juntos?

A eso no sabía qué responder; ¿Cómo explicar que el día anterior habían tenido una discusión porque ella estaba coqueteando en su hora de trabajo con un miembro de la mafia y que el bastardo de Dazai se lo impidió?

Es esta situación por muy sorprendente que fuera el castaño tenía la razón, o así lo verían sus compañeros y ella no estaba dispuesta a aceptar aquello.

—¿Problemas en el matrimonio?— interrumpió Ranpo con una gran sonrisa insinuante.

—¿Qué?, ¿M-matrimonio?— tartamudeo la pelirroja. En ese momento entro otra persona totalmente decaído pero obteniendo un poco de brillo en sus ojos después de enfocar a Chuuya. Susurra su nombre tan bajo que nadie es capaz de escucharlo.

Dazai estuvo preocupado toda la noche, no sabía dónde se metió Chuuya y con quién se fué y ella no tuvo la consideración para llamarle al menos.

Ahora intentaba disimular esos sentimientos porque sería su perdición si su compañera lo sospechará. Mantuvieron la mirada en el contrario con fingida molestia.

—¿Van a seguir comiéndose con la mirada o van a empezar a trabajar?— interrumpió el reencuentro Kunikida ya irritado de los extraños comportamientos de ese par —Les recuerdo que deben escribir un reporte de los avances de la investigación, aho...

—Ah!, Kunikida-kun ya escribí el reporte— dice el castaño. A Kunikida se le pusieron los ojos cuadrados y la boca totalmente abierta.

—¿Quién eres?

—Bueno ayer no podía dormir y después de tomar varias tasas de café tuve demasiada energía, así que me puse a trabajar...

—Esto es acaso un milagro... ¿Dios en verdad existe?— susurraba el rubio mientras miraba hacia el techo, después volvió a bajar su mirada hacia su compañero —¿O es una broma?

—No... Aquí tienes— Dazai le otorgó los papeles en los que escribió sobre lo más importante que había surgido de la investigación, aunque en realidad era muy poco. Doppo reviso con detenimiento los documentos.
—Bueno... Chuuya y yo aún tenemos trabajo así que... Hay que irnos...— por primera vez se dirigió a la pelirroja que aún lo miraba con desdén.

—¡Esperen!- los detuvo el idealista    —Esta vez se llevarán a Kenji con ustedes.

—¿Qué?— reclamo Chuuya y luego chico mencionado se acercó con sus ojos brillantes de la emoción...

—He estado algo ocupado últimamente y recién estoy devuelta— explico el rubio más joven —Ya me han dicho todo... Wow en verdad es usted el señor de sombrero... Aunque ahorita es una muy bonita mujer—

—G-gracias supongo- susurro algo avergonzada Chuuya, para después dirigirse a Kunikida de nuevo —Hey tú... Me puedes explicar, ¿Porqué tenemos que llevar a este niño?

—Si quieres pueden llevarse al mocoso— respondió fastidiado y señalando a Atsushi que se encontraba en su respectivo escritorio. Para sorpresa de la mayoría no estaba trabajando, estaba hablando por teléfono con la persona que ya todos conocían y Kunikida todavía no aceptaba, pues le molestaba que el albino descuidara sus deberes por su culpa; y por parte de Dazai había sido tan despistado que no había notado eso hasta ahora.

Cuelga tú— hablaba demasiado meloso el menor y con una sonrisa tonta que hizo a todos formar una mueca —No, cuelga tu... Tu prime... Ah, me colgó...

—Sabes que, mejor no— se arrepintió Chuuya —Pero aún así quiero saber para qué quieres que llevemos a otra persona.

—En vista de que no han obtenido ningún resultado hasta el momento, hemos decidido otorgarles un ayudante.

—¿Ayudante?— ofendida, así se sentía y al castaño no podía importarle menos.

—Será un gusto trabajar con ustedes— intervino Kenji con la sonrisa de siempre.

—Bueno en realidad el trabajo de Kenji será vigilarlos a ustedes dos, para evitar que se peleen en cada oportunidad, que se distraigan o intenten suicidarse; ¡Y eso es para ti Dazai!

—Si, si— respondió seco el castaño —¡Vámonos!

—¡No me des órdenes!— le reclamo Chuuya pero siguiendo su paso.


. . .


El orgullo era lo más importante para ambos, así que ahí estaban caminando por las calles de Yokohama con su respectiva aura asesina que daba mala espina hasta a los perros que se topaban con ellos.
A pesar de eso, Dazai caminaba a un lado de Chuuya mientras ella lo insultaba en voz baja; y por parte de kenji, él caminaba justo delante de ellos dando algunos brincos de vez en cuando y saludando a cada ciudadano que encontraba.

—Buenos días kenji-kun— saludo un chico que atendía una florería, miro de reojo al par que se habían detenido unos pasos atrás —¿Son amigos tuyos?— pregunto curioso viéndose atraído por la pelirroja.

—¿Ellos...?; ¡Si!, Son mis mejores amigos.

—Entiendo...— el sujeto se acercó a Chuuya dedicando su mejor sonrisa —No te había visto por aquí; ¿No te gustaría tomar algo un día?

Una invitación casual que solo fue respondida con los gruñidos de ambos, en los cuales se ocultaba una simple frase: "Aléjate de mi" y "Alejate de ella", respectivamente.

Aún valoraba su vida así que se alejó tan rápido como pudo, pues parecía que esos dos estaban a punto de asesinar a alguien.

—¿Encerio son tus amigos kenji-kun?— en respuesta, el rubio asintió eufórico.

—¡Lo tengo!— exclamó de repente Dazai llamando la atención de sus compañeros y estos escuchando lo que tenía que decir —Creo que ya se cómo capturar al ladrón... Kenji-kun llama de vuelta a la agencia, diles que después de todo si necesitamos la ayuda de Atsushi-kun...

—Muy bien...— acepto feliz y después se apartó para realizar lo que se le había pedido. Mientras, Chuuya se acercó a Dazai con una expresión de confusión.

—¿Encerio necesitamos al chico tigre?

Dazai le sonrió como siempre hacia, tan arrogante y mostrando su superioridad. No hizo más preguntas, confiaba más de lo que debería en el castaño y sabía perfectamente que cualquier plan que tuviera en su retorcida mente, iba a funcionar...
Simplemente lo sabía... Y ella cumpliría al pie de la letra con lo que su compañero llegara a decir.


—AHHHH!... ¡¿POR QUÉ YO?!— gritaba un albino mientras huía de la doctora Yosano que intentaba colocarle unas pestañas postizas. Atsushi hacia uso de su habilidad para saltar por todo el departamento de la asabache, mientras que Chuuya y Dazai observaban todo conteniendo la risa sin mucho éxito y Kenji permanecía sentado en el sofá comiendo algunas galletas ofrecidas anteriormente por la médico.

Después de que el rubio pidió ayuda a la agencia se enteraron de que la doctora se había regresado a su departamento para descansar el resto del día, así que ya con la compañía de Atsushi irrumpieron en su morada. Pensó que iban a ser un fastidio pero después de saber su plan acepto gustosa las inesperadas visitas.

—¡Atsushi Nakajima!— exclamó furiosa Yosano ya cansada de seguir al felino de un lado para el otro —Si no te detienes ahora, te vas arrepentir...— no hizo falta más amenazas, Atsushi se detuvo y se fue a sentar frente a la doctora con la mirada hacia el suelo y pidiendo disculpas; bueno no quería que le cortaran una pierna... no de nuevo.

—¿P-porque a mi?— seguía lloriqueando el albino, aunque un poco más bajo que en un principio.

—No te muevas.

—Atsushi-kun ya te lo explique— intervino un sonriente Dazai —El sujeto que ha estado realizando los robos ya me conoce; debió vernos desde lejos, por lo que ya debe sospechar que Chuuya trabaja conmigo, así que el que debe realizar esta acción debe ser alguien ajeno a nosotros...— el plan de Dazai era mostrar a una ciudadana común y frágil. En resumidas cuentas solo buscaba un cebo para atraer al ladrón. —Atsushi-kun eres el único que nos puede ayudar...

—Entonces dejen de reírse— reprochava a sus superiores pero fue totalmente ignorado.

Yosano ya había terminado un delineado fino junto a la colocación de unas largas pestañas.

—Muy bien... Es hora del cambio de ropa— la doctora sonrió muy escalofriantemente y Atsushi quería huir de nuevo, claro que ella se le adelantó y lo tomo del brazo para luego empezar a jalarlo hacia la habitación.

—¡NOOO!

Se escuchó un portazo y luego silencio total.

. . .

Después de esperar por un rato al fin salieron; Atsushi llevaba puesto una falda negra con tirantes y una blusa blanca, acompañada de una corbata del mismo color que la falda.
Dazai le chiflo haciendo sonrojar al albino y enojar a Chuuya aunque claro que no noto esto último.

—Te queda bien— comento el castaño. A kenji le brillaban los ojos al ver el cambio en su compañero en cuestión de minutos... Era sorprendente lo que Yosano había logrado. Y Chuuya estaba impresionada, tal vez ella también debería cambiar su forma de vestir... No lo hacía para llamar la atención de Dazai, claro que no...

—¡Lo encontré!— exclamó muy feliz Yosano llegando junto a Atsushi; en sus manos llevaba una peluca albina que ninguno sabía porqué tenía guardada y preferían no preguntar al respecto. Después la colocó sobre la cabeza del menor y arreglo para que pareciera lo más natural posible.

—Me siento ridículo— se quejó Atsushi, no sabía porqué no escapó por la ventana.

—Ahora...

—¿Aún hay más?— reclamo en un lloriqueo.

—Hay que enseñarte a caminar en tacones...

—Debe ser una cruel broma— Yosano saco un par de zapatos de tacón y se los entregó a la albina para que se los pusiera. Aún reclamando entre susurros se los coloco y se puso de pie. En cuanto quiso dar un paso su tobillo se doblo hacia un lado y el se quejó. Entonces sus superiores ya no aguantaron y rieron a carcajadas.

Atsushi quería quitarse esos horribles zapatos y lanzarle uno a cada quien para que se callarán de una vez por todas... Eso no era divertido.

De nuevo se puso de pie y comenzó a caminar cuál venado recién nacido.

—Tengo que capturar está humillación— dijo Chuuya sacando un par de fotos conmemorativas de este momento y Dazai grababa aquella clase de cómo caminar en tacones. —Nakajima, camina erguido... Recuerda talón - punta...

—Que bien sabes Chuuya— se burlo el castaño aún grabando.

—Ane-san me enseñó... ¿Y?— Dazai rio, no buscaba pelea, solo divertirse un rato.

Finalmente Atsushi pudo caminar más de diez pasos sin caer o tropezar.

—¡Lo logré!— exclamó feliz —¿Dudaron de mi?

—Nunca, ¿Como crees?— respondieron con ironía a excepción de kenji que lo decía confiando plenamente en el albino.

Continuaron practicando un poco más, mientras que Chuuya envío un corto mensaje a cierto chico pálido que parecía desnutrido.

Chuuya:
Te tengo un regalo


Akutakawa:
. . .
¿Que le hacen a mi novio?


Chuuya:
Solo nos está ayudando en una misión...
Y la idea fue de Dazai


Akutakawa:
. . .
¿Dazai-san está ahí?

Chuuya
Si


Akutakawa:
... Voy para allá

Chuuya:
¿Qué?
No es necesario que vengas...
Hey no me ignores
¿Akutakawa?

. . .

No recibió respuesta.

Akutakawa ya sabía de la condición de Chuuya pero era el único que estaba enterado de que la pelirroja estaba trabajando para la agencia, la mayoría pensaba que solo había solicitado la ayuda de Dazai para capturar a los culpables. Ni siquiera Mori sabía al respecto, todo por orden de Kouyo que quería evitar malos entendidos.

El asabache llegó a la casa de Yosano muy rápido, lo hubiera hecho en menos tiempo sí no hubiera sido por Higuchi que insistía en acompañarlo, así que tuvo que buscar una forma de quitársela de encima.

—Ya llegué— dijo un exausto Akutakawa cuando Chuuya le abrió la puerta.

—Te dije que... Bueno ya da igual, pasa— de qué servía reprocharle sí el chico ya estaba en la casa por algún motivo desconocido, pues ni siquiera sabía de dónde había obtenido la dirección.

Akutakawa vio a su mentor parado a la mitad de la sala, así que se acercó apresuradamente hasta él.

—Dazai-san... No sé que este sucediendo, o en qué peligrosa misión se encuentran, pero quiero ayudar.

—oh!, Akutakawa-kun... ¿Hablas encerio?— cuestionó con una sonrisa que causó un escalofrío en el menor.

—S-si...— aunque ya no estaba del todo seguro de que haya sido una buena idea.

—¿Akutakawa?— en ese momento salió de un rincón Atsushi totalmente confundido por ver a su pareja en ese lugar —¿Qué haces aquí?

—J-Jinko...— un sonrojo se plantó en las usualmente pálidas mejillas y el albino al fin recordó cómo estaba vestido en ese momento.

—¡¿Q-QUE HACES AQUÍ?!

—Solo vino a apoyar en la noble causa Atsushi-kun— le respondió el castaño.

—Oh!, Hay otro... Bueno aún tengo otra peluca en el armario— comento la emocionada doctora.

—¿Qué?

—No... El trabajo de Akutakawa-kun será uno muy importante; pero primero deberá solo observar la situación al igual que kenji-kun— explicó con calma el castaño sin borrar su sonrisa —Y podrá intervenir en caso de que  Chuuya y yo fallemos en capturar al sujeto... Aunque eso es imposible.

Finalmente salieron de la casa de la doctora y se dirigieron a las calles con más atentados; ahí se separaron y dejaron a Atsushi por su cuenta. Yosano le prestó una bolsa que ahora sostenía con firmeza en su brazo.
Miro hacia atrás encontrando a sus compañeros en una esquina escondidos y esperando la señal que les diría que debían actuar.

Desde lo lejos Dazai le dió ánimos para que comenzará, así que camino un poco, seguía siendo difícil pero al menos ya no caía a cada rato y aclaró su garganta para poder hablar en la voz más femenina que pudo imitar.

oh!, Está bolsa es realmente pesada... Está repleta de cosas.

Funcionó, de un momento para otro un tipo con una capucha sobre su cabeza se lanzó de quién sabe dónde y le arrebato la costosa bolsa a Atsushi.
Luego salió huyendo del lugar a toda velocidad.

oh no... me han robado... Que alguien me ayude...—  sus queridos y muy atentos superiores habían comenzado una nueva discusión para apostar por quién atraparía al tipo, así que tuvo que esforzarse al máximo
—¡Yo quiero un héroe!..
¡Esperaré por un héroe hasta el amanecer!;
Muy fuerte será y veloz actuará...
Demostrando en la batalla frialdad...
¡Yo quiero un héroe!

—oh! Esa es nuestra señal— comentó el castaño —Muy bien ya sabes qué hacer Chuuya— comenzó a correr hacia la dirección en la que el sujeto se había escapado.

—¡Que no me des órdenes!— le reclamo molesta y aún así le siguió el paso. Claro que no tardó en ponerse a la cabeza y rebasar a su compañero con mucho orgullo.

Iba justo detrás del chico de la capucha, así que él decidió escabullirse por un callejón e intentar bloquearle el paso a Chuuya, tirando varios contenedores de basura a la mitad del camino.

Eso no fue ni un problema para la pelirroja. Usó su habilidad y comenzó a correr por los muros de los edificios.

—EHHHJ!!.. ¿QUE ERES?, ¿UN DEMONIO?— exclamaba el pobre y asustado chico.

—¡Tal vez!— le respondió dejándose caer y lanzando tremenda patada que lo mando a volar y a chocar contra el muro para después caer inconsciente.

—¡Bien hecho chivi!— llegó a su lado Dazai, completamente cansado después de intentar seguirles el ritmo.

—Gane...— Chuuya movió su cabello hacia un lado, orgullosa de su logro.

—Si, si, que bien— bufo el castaño. Unos segundos después Kenji en compañía de Atsushi y Akutakawa se reunieron con los mayores. El albino se había quitado los zapatos, así que había llegado descalzo a la escena.

—ohhh!, Ustedes son increíbles— comento el rubio totalmente entusiasmo.

—Lo sabemos— respondieron al mismo tiempo y compartiendo una sonrisa de complicidad mientras que sus miradas chocaban indiscretamente.

—¿Eso es todo?— pregunto Akutakawa.

—Eso parece— respondió Chuuya y después se dirigió a Dazai —¿Qué hacemos con él?

—Yo lo descuartizó— se ofreció el asabache y aquella sombra mortal hizo aparición, aunque no pudo realizar ningún movimiento pues fue detenido por su pareja.

—Akutakawa no... Nosotros no hacemos eso ..

—Así que chiste.

—Bueno Akutakawa-kun llegó la hora de tú trabajo.

—¿Sii?— al asabache le brillaron los ojitos con ilusión de recibir órdenes de su mentor de nueva cuenta.

—Te encargarás de llevar a este tipo con las autoridades. Y llévate a Atsushi-kun contigo...— el castaño empujó al albino hacia Akutakawa y ambos se sonrojaron hasta las orejas.

—¿P-porque Dazai-san?

—Se nota que quieren pasar un tiempo juntos, así que aprovechen... No te preocupes Atsushi, yo me encargo de kunikida-kun— y les guiño un ojo dándoles seguridad.
Chuuya y Kenji ya se estaban alejando, Dazai tenía la intención de seguirlos pero fue detenido por su primer pupilo.

—Dazai-san... Cuide de Chuuya-san por favor... Usted no es el único que nota cosas en los demás— la actitud fue suficiente para sorprender al castaño, nunca había visto de esa forma, tan determinado a Akutakawa y que le hablará así era una verdadera sorpresa.

Después analizó esas palabras giró su mirada hacia el par más adelante y no pudo evitar sonreír cuando se topo con una imagen de un atardecer convinandose a unos rizos del mismo tono que el cielo. Comenzó a caminar hacia ellos y lo último que respondió fue en un leve susurro.

—Lo haré...

.

.

.


Ya llegó por quién lloraban... O no (⌐■-■)

Como ya les debía capítulos de esta historia, hoy traje tres ┌(・。・)┘♪

Disfrútenlos...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro