Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13- Ambición y capricho: La presa de un juego

—¿Cuánto tiempo continuarás con tu berrinche?— pregunta Endo observando a quien se supone que es su jefe.

Ambos se encontraban completamente solos en una habitación espaciosa, con varios aparatos eléctricos, que el líder utilizaba para distraerse cuando estaba aburrido. Ishihara estaba pegado a la pantalla del televisor desde que regresó de la fiesta; era de madrugada por lo que solo veía anuncios comerciales de productos que probablemente nunca compraría.

El subordinado cansado de la actitud infantil del hombre fue a buscarlo para intentar sacarlo de la habitación y hacer que vuelva al trabajo o al menos a dormir, pues fue una noche agitada.

—Se escapó— susurro finalmente con un puchero de niño al que no le habían comprado su dulce. La verdad es que no podía dejar de pensar en el rostro ruborizado de Chuuya cuando se reunió con ese desconocido y le frustraba saber que era importante para ella.

—Si me hubieras avisado, eso no hubiera pasado— comenta cierta chica ingresando en la habitación. Al parecer había estado escuchando detrás de la puerta y busco la oportunidad para quejarse de que su líder la dejó de lado.

—No quería privar de tu belleza a los invitados— responde como sí fuera la mejor justificación a sus decisiones de no informarle sobre lo que sucedía mientras ella se encontraba en la fiesta.

—Estupideces.

—Tengo una duda— interrumpe las quejas el de cabello platinado; la verdad es que los planes de su jefe se estaban volviendo complicados y todo debido a una persona —¿Porqué la obsesión por Nakahara Chuuya?; Todavía hay posibilidad de que sea alguien más.

—Solo quiero casarme cuánto antes— responde pensativo y analizando sus propias palabras —Pero no pretendo que sea con cualquier persona, a pesar de que mi padre dice que da igual de quien se trate.

—No lo vas a convencer de quedarse a tu lado— dice Yoko sin ánimos —Si hubieras buscado a una mujer, sería más fácil… Él es muy fuerte y terco.

—La realidad es que no había necesidad de buscar una mujer, pues mi habilidad convertirá a un posible candidato en una… Y lo único que pretendo con esto es conseguir un futuro heredero con un poder sin igual… Dos usuarios de habilidad procreando; ¿Cuál será el resultado?

—¿Enserio crees que es la adecuada?— vuelve a preguntar Endo sin apartar la mirada del azabache, quien alza los hombros como sí la cuestión no tuviera importancia y luego responde con voz serena.

—Me ha gustado y quiero que sea ella.

—¿Cómo lograrás que te obedezca?, No hay forma…

—Seguiré intentando; incluso sí tengo que llegar a un acuerdo con Ōgai Mori… Porque ella no se negara a una orden de su jefe.

Una sonrisa se planta sobre los labios de Ishihara, mientras piensa en algo de valor que pueda intercambiar por un subordinado de Mori. Será complicado llegar a un acuerdo, pues Chuuya es un arma irremplazable para la mafia; regularmente es un as bajo la manga que utilizan cuando están en conflicto con alguna otra organización.

Piensa en la posibilidad de reunirse con aquel imponente mafioso y no evita ponerse nervioso, porque probablemente lo considere un enemigo y no dudará en atacarlo; se estaría jugando la vida por una chica. Ni en secundaria había llegado a tanto…

Pero ahora, en verdad quería ser poseedor de esa habilidad para manipular la gravedad. Tendrá que arriesgarse.

Hermana…— habló Shintaro hacia Yoko, que en realidad no era miembro de su familia, pero el tiempo juntos los había vuelto unidos, y el hombre, comenzó a considerarla como tal.  Su rostro era serio, así que la chica escuchaba con atención, esperando con ansias lo que probablemente seria una orden que debía cumplir sin rechistar. —Quiero que lleves una carta al jefe de la Port Mafia.

Comienza a amanecer y con ello, la angustia y preocupación disminuyen considerablemente.

Los rayos del sol no logran entrar en la habitación, solo gracias a las cortinas que fueron cerradas por Dazai durante la noche, procurando que su compañera descanse más tiempo de lo normal.

Aún así ella despierta antes de lo esperado. Se encuentra desorientada, no está segura de en qué lugar se encuentra y tampoco recuerda cómo ha llegado ahí. Solo hasta que se sienta erguida logra enfocar su vista y reconocer la habitación de Osamu.
Se extraña al no verlo por ningún lado, pero también se alegra, porque tiene una sensación que la mantiene aturdida; un recuerdo fugaz que no sabe interpretar sí ha sido real.

Probablemente haya sido un sueño o una alucinación provocada por la droga; de eso se convence al no encontrar una conclusión coherente. Pero es que, ¿A quién se le ocurre pensar que Dazai la beso?

No había forma, ni motivo. Y a pesar de que repetía una y otra vez aquello en su mente, su rostro estaba completamente ruborizado y su corazón no podía ser controlado por más que ella lo quisiera. Tal vez deseaba que sucediera.

Sale de la cama dando traspiés y casi cayendo, pues sus piernas parecían estar más débiles de lo que creyó; aún así sigue su camino afuera de la habitación porque no deja de pensar en él y al no verlo o escucharlo, simplemente se preocupa. No le importa si lo encuentra durmiendo y roncando, solo quiere verlo. La verdad no tenía para que sentirse así; en cuestión de segundos y tras caminar un poco, logra dar con su compañero.

Estaba sentado en la sala con el celular en la mano hasta que siente la presencia tan distinguida de la chica con la que ha convivido demasiado tiempo. Se levanta precipitadamente al notar a Chuuya parada en la puerta que conecta el corredor con la sala.

—¿Qué estás haciendo Chuuya?— pregunta el castaño acercándose tan rápido que logra sorprender a la chica, ni siquiera esperaba la angustia en su tono de voz
—Deberías estar descansando…

—¿Puedes calmarte Dazai?— pregunta en cambio lo que sonó a un reproche; aún no se saca esa imagen de la cabeza y la sensación de tener los labios de Dazai sobre los de ella, pero pretende disimular.

—A penas logré hacer que bajara la fiebre, pequeña testaruda— continúa regañando mientras una de sus manos se coloca en la mejilla de Chuuya, que queda petrificada en su lugar al sentir los movimientos circulares del pulgar del castaño sobre su piel. Con solo esa acción, siente que todo su cuerpo tiembla y su corazón está a punto de salir de su pecho.

—E-estoy bien— logra susurrar. No aparta la mirada y no quiere hacerlo. Ni siquiera cuando Osamu sonríe con soberbia, superioridad y picardía al acercarse aún más a ella para responder con voz melosa.

—No sé si deba creerte Chuuya… Porque… Estás sonrojada.

—N-No lo estoy— niega lo obvio, pero es que no desea que Dazai se burle de ella. No ahora que no tiene energía para matarlo en caso de que se pase de listo con sus bromas. Coloca sus dos manos en el pecho del castaño para intentar alejarlo de su espacio personal; lo que resulta imposible, pues su fuerza es nula, solo logrando que Osamu se tambalee, para después volver a como estaba. Es frustrante y prefiere ser ella la que se aleje; piensa en volver a la cama y dormir por el resto del día, solo para no ver el horrible rostro de Dazai. Aunque en realidad no piense que es horrible y deseé verlo todo el tiempo… La cuestión es que, su presencia la tiene nerviosa; con un poco de lejanía y meditación podrá aclarar sus pensamientos y sus recuerdos o alucinaciones.

Entonces, sus intenciones también se vuelven imposibles de completar, porque Dazai ha sujetado las manos de Chuuya, insistiendo en que no las aleje de su pecho.

Es extraño y ella probablemente esté más roja que nunca, pero no es el momento para pensar en eso.

Dazai continúa molestando sin que ella le preste real atención, pues solo puede enfocarse en la sensación del corazón de su compañero, latiendo velozmente por alguna razón. Se pregunta sí siempre ha sido así, o hay una razón para que su palpitación este acelerada.

No cree que deba preguntar aunque quiere hacerlo. Al final nota que la mirada de caramelo está cargada de cariño y no lo puede ignorar… No hasta que…

—¡¿QUÉ SUCEDIÓ?!— una mujer, normalmente refinada de carácter imperturbable, entra en el hogar del castaño literalmente derrumbando la puerta con ayuda de su habilidad.

Detrás de ella se encuentra Yosano suspirando por la imprudencia de su pareja. Ella misma fue la que informo a Kouyo, pero no sé esperaba que entrara en una casa ajena de esa forma, a pesar de que notó su preocupación desde el momento en que dijo que Chuuya estaba en problemas. Quizá malherida.

La pelirrosa veía una escena que parecía ser parte de una película de terror para sus ojos y una de comedia para los ojos de la azabache, porque el rostro de miedo de Dazai al notar el seño fruncido de Kouyo, era un arte… Un arte muy gracioso.

—K-Kouyo-san que hermosa se ve hoy— tartamudea el castaño soltando el agarre que tenía sobre las manos de Chuuya. Ambos la miran como sí se tratara de un comandante que podría ejecutarlos por sus estupideces y no estan del todo equivocados; la mujer quiere asesinar a alguien en particular… Ya le había puesto el ojo encima.

—¿Interrumpidos algo?— pregunta Yosano sin dejar de lado el tono insinuante, justo como sí no se sintiera en el ambiente que su novia está a punto de sacar su espada y cortar el cuello de un atrevido mujeriego.

No emiten ningún ruido para responder, pero niegan con la cabeza repetidas veces y en perfecta sincronía; siempre atentos a los movimientos de Kouyo y preparados para escapar sí llega a ser necesario. Sin embargo, la amenaza los sorprende hablando sin mencionar lo que se vió, pero con un tono que pondría nervioso a cualquiera.

—¿Qué sucedió?; Tantas llamadas y mensajes no fueron una broma, ¿O si?

—¡No!— responde tan rápido como reacciona Dazai —Tuvimos un pequeño percance en la fiesta y Chuuya salió muy malherida… Ahora parece que se encuentra mejor, pero quisiera que la doctora Yosano se asegurará.

—De acuerdo— dice la mencionada encaminandose hacia la habitación del castaño y tomando a Chuuya por los hombros para que la acompañe.
Detrás de ella sigue Kouyo que con una última mirada amenaza a Dazai para que no se mueva de su lugar y él obedece volviéndose en una roca en su sitio.


. . .


Yosano chequea a Chuuya hasta estar segura de que la sustancia o droga con la que le afectaron, no tuviera alguna represalia sobre su cuerpo.

—Esta actuando extraño— comenta Chuuya cuando la doctora termina de revisar cada una de las heridas.

—¿Quién?— pregunta su mentora con interés, aunque probablemente ya sepa la respuesta.

—Dazai… Se ha estado comportando muy raro… ¿Creen que se drogue?

—Por supuesto— responde la doctora con una sonrisa divertida —Y creo saber el nombre de la droga que lo deja tan loco.

A pesar de la insinuación, Chuuya no capta la indirecta. Entonces su corazón vibra solo al notar que Osamu asoma su cabeza desde la puerta.

—¿Puedo entrar?— pregunta con los ojos de un cachorro regañado, rogando por mimos.

—Adelante…— le responde la azabache, adelantándose a la respuesta que en realidad quiere dar Kouyo.

El castaño se adentra y se acerca a Chuuya que aún está sentada sobre la cama; las intensas miradas no se apartan del contrario; zafiro y chocolate mezclándose a la perfección, sintiendo las típicas mariposas en el estómago.

Clásico de las escenas románticas en alguna serie o película; no hay nadie, ni nada… solo ellos dos; hasta que Dazai retoma la palabra hacia Yosano sin apartar la mirada de la linda pelirroja.

—¿Está todo en orden?

—Eso parece… La herida más profunda es la del hombro y aún así no tardará en cerrar.

—Gracias por su tiempo doctora Yosano.

La mujer sonríe antes de dar respuesta.

—Pero, debes descansar Chuuya… Al menos por unos días, hasta comprobar que la droga no sigue en tu organismo.

—De acuerdo— dice Chuuya sin ánimos y después se sonroja, pues el castaño se sentó a su lado,  sujetando su mano. Al parecer dejando de temer por la presencia de Kouyo.

—Me preocupaste Chuuya…

—¿Enserio?.. Lo siento

Está vez Kouyo no interviene en la íntima interacción, ni siquiera se molesta, porque una sonrisa tan sincera y poco vista en Osamu es algo que deja aturdido a cualquiera -a excepción de Chuuya que ha visto varias de ellas en las últimas semanas-. También está esa mirada que desborda calidez; se emiten sentimientos que son muy difíciles de ocultar o ignorar.

Solo esa mirada dedicada a su alumna… No… Dedicada a su alumno…

.

.

.

Lloro porque recibieron muy bien la actualización de la semana pasada y también porque están de acuerdo con las próximas actualizaciones semanales… GRACIAS..

Ahora me quiero disculpar con Mishel_Kirari … porque hace tan buenas preguntas respecto a la historia que no puedo responder porque ha de ser spoiler. Me encantan tus comentarios por cierto; disculpa que no los responda; y espero que te guste el rumbo que va a tomar la historia para responder tus preguntas. También espero que te guste el capítulo porque te lo dedico con amor (≧▽≦)

Besos y hasta el próximo capítulo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro