*7 años después*

Era un día aparentemente tranquilo en la ciudad de Nueva Swallow Falls, nueva porque ahora era mucho más grande que antes, muchos nuevos edificios cubrían la antigua zona boscosa, aparte de algunos monorrieles eléctricos, al fondo podía verse un edificio en espiral, con el nombre de "GaliWood".

La razón por la cual se dijo "aparentemente tranquilo" era porque habían unos cuatro niños corriendo y saltando a toda velocidad —literalmente— por las calles y edificios, haciendo un gran desastre de paso

— ¡No me atraparán! —dijo una niña de 10 años, cabello negro azabache con rizos rebeldes, ojos celestes y una cola de mono colgando de su cintura, vestía una remera negra con una "V" blanca en un costado, un par de shorts blancos con bordes negros y zapatos deportivos, y también tenía un par de lentes negros

Detrás de ella iba un niño de la misma edad de la niña, pelo castaño semi oscuro, ojos también celestes y también con una cola de mono colgando, tenía una remera roja con el diseño de una rana amarilla, mientras que la remera tenía bordes amarillos, jeans elásticos y sandalias deportivas.

En tercer lugar iba otro niño, pelo rubio platinado, ojos verdes, un pelo salvaje y peinado por el viento, otro más con cola de mono, solo que dorado, vestía una camiseta del Real Madrid, que decía "Chicharito" con el número 14, shorts verdes y zapatillas, a su lado iba una niña con el pelo del mismo color, ojos verdes esmeralda, pero ella no tenía la cola; tenía una manga larga rosa, pantalones verde agua, y sandalias...

— ¡Vamos tortugas! ¡A que no me alcanzan! —gritó la niña

— ¡¿Eso crees?! —gritó el niño de ojos esmeraldas — ¡Vamos a ver!

— ¡Aneki! (1) ¡vamos a meternos en problemas! —gritó el niño de ojos celestes

— ¡No seas aguafiestas Tony! —gritó nuevamente el niño de ojos esmeralda — ¡Solo nos divertimos!

—Creo que Tony tiene razón... —admitió la otra niña — ¡Tendríamos que parar de tantas locuras! ¡Podemos meternos en problemas con el tío Earl o Cal!

— ¡No me...!

— ¿Importa?

De pronto alguien agarró los niños de ojos zafiros y esmeraldas, llevándoselos a tierra, sea quien fuese los dejó en el piso, ellos miraron y se sorprendieron, la niña agachó su cabeza cuando vio a la persona

— ¿Qué se supone que estaban haciendo ustedes cuatro? —preguntó la persona, el cual era un hombre de unos 45, pero no lo aparentaba

Ellos se miraron, la niña de ojos celestes comenzó a sacar unas lágrimas de los ojos, dio un paso adelante y dijo:

—Perdón tío... pero es molesto que mamá y papá casi no estén...

El hombre suspiró, y les indicó que lo siguieran, entre los 5 salieron volando, mientras ninguno de ellos lo miraba, él esbozó una sonrisa pequeña...

...

...

...

*GaliWood*

Dentro de la mega empresa, en las zonas más altas habían cuatro personas en una oficina, una mujer de unos 30 años, alta con un larguísimo cabello negro azabache atado en una coleta, ojos cafés claros, muy bella por cierto, parte de su cabello cubría la mitad de su rostro, vestía una bata de laboratorio manga corta, debajo de ésta, un par de mangas largas negras, pantalones beige y botas.

Al un costado estaba otra mujer de casi su misma edad, pelo rubio claro, ojos verdes, un par de gafas enormes, con el cabello atado en una coleta que llegaba hasta la mitad de su espalda, también con una bata de laboratorio manga corta, una manga larga cuello de tortuga color verde agua, jeans naranjas y tacones altos.

Detrás de la mujer de pelo negro estaba un hombre, de unos 31 años, pelo rubio semi-oscuro, ojos brillantes esmeraldas, moreno, tenía un bigote, vestía con una camiseta, no tenía una bata, pantalones deportivos y calzados del mismo.

Al otro costado de la mujer azabache había un hombre, de unos 32-33 años, cabello castaño claro despeinado, brillantes ojos celestes, con una camisa blanca y una bata de laboratorio profesional que parecía tener años de uso, jeans cafés oscuros y un par de curiosos zapatos transparentes... posiblemente adivinarán quiénes son...

— ¿Segura que esos cálculos están bien? —preguntó el oji-celestes

—Sí —respondió la azabache

—Sabes que tenemos que ser precisos con esto. —dijo la rubia

—Ya sé —respondió la azabache

—Esto es muy importante para nuestra carrera, y cualquier error... —decía el rubio

— ¡¿Me pueden hacer el jodido favor de callarse por favor?! ¡Sé que hallar la cura contra el cáncer a través de la nanotecnología es importante y hay que ser exactos! ¡Pero dejen que me concentren de una maldita vez! —gritó enfurecida

Los tres dieron un paso para atrás, la mujer solo suspiró, tronó los dedos, y cuando iba a poner la yema de sus dedos sobre un teclado virtual, alguien tocó a la puerta...

— ¡Al! ¡Flint! ¡Chicos! ¿Están ahí?

Ellos respiraron profundamente e indicaron que pasaran, los cuatro niños entraron, detrás de estos venía el hombre que los había detenido antes...

—Hola niños, ¿qué hicieron ahora? —preguntó Alice

—Pregúntaselo a Vicky —dijo el hombre

Flint y Alice se arrodillaron y abrazaron a su hija, luego arrastraron al niño de ojos zafiros con ellos...

—Escuchen ustedes dos, su padre y yo, cuando éramos jóvenes decidimos crear este lugar para crear un nuevo mundo en donde ustedes fueran felices, cuando estaba en víspera de tenerlos estábamos muy felices de que ustedes crecieran sin que nada les falte. Los seres vivos de este universo a veces hacen de todo por amor... ¿Comprenden?

La niña miraba a sus padres con una mirada de comprensión, junto a un brillo de picardía, sonrió y asintió, dijo:

—Vamos con el abuelo Tim, John, posiblemente esté esperándonos. —dijo Vicky

El hermano menor asintió, el niño de pelo rubio le dijo a su hermana:

—Lucy, vamos a molestar un poco al tío Shelbourne, es divertido verlo enojado.

Ella suspiró, pensando en que Samuel era un poco idiota, pero de todas formas lo siguió...

—Jeje, se parecen a ustedes en muchos sentidos —dijo el hombre

Alice se volteó, con un ligero rubor en los ojos, mientras que Flint solo rió, el rubio se despidió y se fue.

...

...

...

En otro lugar del mundo, había una mujer caminando por la calle, no aparentaba más de cuarenta y pocos años, aunque en realidad ya estaba llegando a los 50 años de vida, estaba llegando a una casa cuando fue detenida por alguien que puso sus manos sobre sus ojos...

—Hola cariño... —dijo la persona

— ¿Qué tal te fue? —preguntó ella mirando a la persona — ¿Cómo están todos, Chris?

El rubio con unos cuantos mechones blancos sonrió, abrió la puerta y entraron, adentro esperaba una pequeña cena para dos personas...

— ¿Recuerdas qué día es hoy, Helena?

Ella sonrió al recordarlo, eran 7 años desde que se casaron, 7 años desde que le pidió matrimonio, 7 años compartiendo su vida con el rubio del barítono, ambos se besaron y se fueron a comer...

—Quién diría que estoy compartiendo mi vida con una mujer que conocí de casualidad enfrente de mi casa —dijo Chris

—Y quién diría que llegaría a corresponderle a alguien como tú...

—Call it true, call it true love... —cantó

Quién imaginaría que dos personas que tenían vidas tan distintas, compartirían su vida juntos, y más con todos los problemas que llegaron a tener en un principio... al final...

El verdadero amor existía...

Fin...

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N/A: Qué epílogo más mierda :'D

(1) Aneki: Hermana mayor

Esto fue "True Love" Gracias a todos los que leyeron esta historia (incluyendo los lectores fantasmas :'D)

Nos vemos, y hasta la próxima ._./