Capítulo 5: Alice Pt. 2
Editado...:
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Tercer día. 11:00 AM. Helena dormía profundamente, primero soñó en cosas raras y por algún motivo en particular también con la piña de Phil usando un tanque de guerra y disparando a los chicos, después de una enorme explosión en una ciudad tan incongruente como sus habitantes, su mente se puso negro... de pronto la imagen del rubio sentado se le vino a la mente, cuando él se volteó para observarla...
¡Ding, dong!
El timbre la sacó del mundo de los sueños, pesadamente se levantó, estiró y fue a la puerta aún semi-dormida a ver quién venía llegando, cuando abrió, vio a Chris allí parado con una sonrisa de niño pequeño, la cual le hizo hacer lo mismo...
—Hola Chris... —dijo ella sonriendo
—Hola Helena :3 ¿Acaso te desperté? —pregunta
—No, ¿por?
—Son las once de la mañana y tienes cara de haberte despertado hace nada.
Se puso algo roja con lo dicho, carraspeó un poco y lo dejó pasar, él aún conservaba la sonrisa de niño pequeño, rápidamente fue a lavarse la cara, cepillar los dientes y su cabello, cambiarse de ropa y arreglar su habitación, regresando más presentable, llegó a la sala y se sentó en el sofá, al lado del rubio oji-celestes.
—Muy bien, ya estoy ¿y tú cómo estás? —preguntó ella
—Estoy bien, tengo el día libre; sabes bien el motivo, con ganas de charlar un rato.
Una sonrisa le valió para afirmar que ella también buscaba lo mismo, por un buen rato estuvieron hablando de cosas de la vida, terminando por hablar nuevamente acerca de ellos, y comida. En cierto punto el rubio le arrojó una almohada a la cara, ella hizo lo mismo, acabando en una guerra de almohadas, hasta que después de un rato ella terminó sobre él, cansada, su espalda estaba sobre el estómago del rubio, quien parecía brillar de felicidad mientras observaba a la ventana...
¡Ding, dong!
— ¡Mami! ¡Soy Alice! ¡Ya llegué!
Blanca, más blanca que el papel mismo fue cómo se puso, se le había olvidado completamente que su hija, la fan más dedicada pero loca de la banda estaba de visita ese día... y en ese momento Christopher Martin estaba en su casa... para colmo ella estaba sobre él.
— ¡Ya voy amor! ¡Estoy arreglando algunas cosas! ¡Dame un rato!
Rápidamente se paró, Chris hizo lo mismo, observando a la puerta de entrada, para el otro segundo, antes que pudiera decir algo, la pelirroja puso su mano sobre su boca y lo arrastró a su habitación mientras cerraba la puerta, allí lo soltó.
— ¿Pero por qué hiciste eso? —preguntó acariciando su rostro
—No hables tan fuerte —dijo ella —, digo la verdad con que Alicia es hipersensible, y tengo confirmado que su audición también lo es cuando se concentra... escucha, si te ve aquí va a acosarnos por el resto de nuestras vidas, su padre que aún siente algo por mí pero yo no, va a venir como si fuese mi papá, además, si llega a gritar te aseguro que puede que llegues a quedar sordo, y es peor contigo porque tienes tinnitus (1)...
Él la observó por varios segundos directamente a los ojos, entonces asiente, ella le pidió que no hiciera ruidos fuertes o algo similar ya que sabía que Alicia creería que era un intruso o cualquier cosa similar, salió de la habitación en dirección a la puerta principal, abrió y vio a una joven alta de unos 19 años, cabello negro azabache largo hasta las rodillas recogido en una coleta, medía metro ochenta, flaca, en estado físico perfecto, piel de tez blanca, ojos cafés, camiseta negra con una "V" blanca pintada en el lado derecho, chaleco negro, jeans cortos con una baliza beige y un par de sandalias, por allí cerca del cuello se notaba lo que parecía ser una especie de tatuaje, un par de collares, uno que tenía la letra "A", y el otro era una guitarra que en la parte de arriba de la caja tenía un copo de nieve mientras que el mango poseía el signo de play... ¿mencioné una curiosa cola de mono marrón?
—Hola mami —dijo Alicia — ¿qué tal?
—Hola gorda, tanto tiempo... bien estoy, ¿y vos?
—Bien también, ¿qué hacías?
Arriba, el rubio estaba sentado sobre la cama de Helena, aburrido, piernas cruzadas, mirada aburrida, y hambriento, se tiró de espaldas y comenzó a jugar cualquier cosa que estuviese descargada en su iPhone, como Candy Crush Soda Saga, Turbo Dismount, el infame juego que todos conocen como Flappy Bird o algo similar. De pronto un olor salvaje aparece, algo que todo el universo conoce como "comida"...
—Helena está cocinando algo... —pensó —Vamos a espiar un poco.
Miró a todos lados como si estuviesen espiándolo, se puso de pie, de puntillas salió y se dirigió a la planta baja, cuando llegó a la entrada del salón principal, el cual era un pasillo que dividía el salón principal de las escaleras, sintió con más fuerza el olor a comida, haciéndole gruñir aún más de hambre... sigilosamente miró a los lados para ver si no habían moros en la costa, como si estuviese en alguna escena blooper de Misión Imposible se dispuso a avanzar a la cocina, llegando al lado de la puerta, colocó su espalda contra la pared y con sumo cuidado se dispuso a observar, la joven estaba sentada de espaldas sobre una mesada, hablando animadamente con la mujer que estaba cocinando algo a la boloñesa...
—Entonces tú eres la famosa Alicia, ¿eh? —pensó sonriendo, sus ojos de pronto se posaron en la curiosa cola de mono -Espera un segundo... esa cola... ¿acaso...?
Sus pensamientos fueron interrumpidos con una pregunta que la joven le hizo a su madre...
— ¿Cierto que ese tal Chris Martin vive por aquí?
—No lo sé —respondió la mujer con calma —, personalmente nunca lo vi rondando por este lugar, así que no puedo asegurártelo.
—Ah, que mal... si le conocías quería pedirte una foto con él...
—Le ibas a dejar sordo de un grito.
Las dos comenzaron a discutir un poco sobre ese tema, algo que al rubio le llamó bastante la atención fue la naturalidad con la que dijo que no se conocían, como si todo lo ocurrido en esos últimos dos días no hubiesen sido nada más que una ilusión o un sueño... nuevamente sus pensamientos se interrumpieron.
—Ma, viste que ya llevas un poquito más de un mes en este lugar y quería saber si de casualidad no tienes a alguien en la mira...
Clavó sus ojos directamente sobre la nuca de Helena, esperando su respuesta, al darse cuenta que se puso tensa, se respondió solito esa pregunta, incluso notó un fuerte sonrojo en ella, para luego disminuir a un suave rubor a causa de un suspiro...
—Creo que sí...
Amplió ambos ojos sorprendido... ¿por qué sentía que estaba ardiendo por dentro? ¿Qué era ese sentimiento que tanto atacaba su cuerpo? Agitó su cabeza, conteniéndose las santas ganas de mandar todo al demonio, entrar y preguntar de quién se trataba, así que nuevamente colocó su espalda contra la pared...
— ¿En verdad? ¿Puedo conocerle? —preguntó Alicia
—No. —respondió tajante
— ¡Por favooor...! —suplicó — ¡No quiero que bajo ninguna circunstancia se repita nuevamente lo que pasó con Wilson!
En lo que ambas discutían, él solo pensaba detrás de la pared, lentamente dejándose caer contra éste hasta tocar el piso... no lo comprendía... sus propios sentimientos eran demasiado confusos para estar seguro de lo que estaba sintiendo... ¿enamorada? ¿De quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿qué no era a él quien conoció primero después de mudarse a la ciudad? ¿le mintió? ¿Por qué? ¿Y quién demonios era Wilson? Miles de preguntas se juntaban en su mente, causándole un verdadero dolor de cabeza.
—Ya cálmate de una vez Martin —se dijo —, seguro que ha de haber una explicación para esto... ¿y si fingía...? No, su expresión lo expresó todo. Acaso... acaso...
— ¿Por qué cocinas para tres? —escuchó que preguntó la joven — ¿Le estás esperando a tu platónico o qué?
Un rojo se puso en el rostro Chris, quien aparte de no estar seguro si era de ira o celos, aguantaba las santas ganas de pegar un grito al cielo.
—No; es para cenar, tengo unas cuantas cosas que hacer esta tarde y no sé cuánto voy a tardar.
— ¡¿Tiene planes y ni siquiera me dijo?! —pensó furioso mientras mordía su camiseta — ¡Seguramente será con el tipejo ese! Un segundo... ¿por qué siquiera me preocupo por la vida amorosa de Helena? ¡¡¡aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!
De pronto escuchó pasos en su dirección, Alicia salió y observó a todas partes antes de volver a meterse a la cocina, si movemos la cámara a otro lugar de la sala, podemos verlo cuerpo a tierra detrás del sillón, suspira profundamente y va al piso de arriba, ahora podemos ver a Chris moviendo sus piernas nerviosamente, junto a un tic en su ojo, se acostó boca abajo sobre la cama, agarró un par de almohadas, una de ellas lo puso sobre su cara, la otra lo puso sobre su cabeza, apretando fuertemente la almohada sobre su cabeza, se pudo escuchar un grito ahogado, y también podíamos verlo pataleando furiosamente.
Una hora después de estar de orejón en conversaciones de mujeres que no deberían de importarle en lo absoluto y esquivar a la hija de Helena, la comida estaba finalmente servida, y el oji-celestes estaba muy hambriento, la comida era spaghetti a la boloñesa, la peor parte de todo era que desde el pasillo de la escalera, estaba escuchando cómo los cubiertos chocaban contra los platos de porcelana...
—Extrañé tu comida... <3 — dijo Alicia con una sonrisa y con el plato vacío
—Y yo extraño que digas "Me encanta tu comida" —respondió Helena también con el plato vacío
—El sentimiento es mutuo... —pensó el rubio
Helena rió un poco, ahora que se fijaba en su mano, pudo notar lo que parecía ser un anillo de compromiso en el dedo anular de su hija...
— ¿Eso es un anillo de compromiso? —preguntó la mujer
La joven se puso colorada... nerviosamente sonríe...
—S-sí...
El rubio oji-celestes británico del barítono amplió los ojos en sorpresa, había algo de lo que estaba muy seguro acerca de los sentimientos de Helena... puede que por fuera estuviese feliz por su hija, pero por dentro estaba devastada por más feliz que se sintiese... se fijó hacia las dos mujeres y vio que estaban abrazándose alegres, pero notó también la tristeza de su amiga... la mirada de ambos se cruzó, ella tenía los ojos cristalinos tanto de felicidad como tristeza... el momento pareció haber sido congelado, aunque solo fueron pocos segundos antes que se soltaran...
—Que gusto por ti gordota... ¿Cuándo fue que...?
—Una semana... no te lo dije al momento porque quería que fuese una sorpresa... y la boda será en tres semanas...
Helena sonríe con ternura, de su bolsillo, la joven saca una invitación para pasársela con una sonrisa serena y feliz, ella la toma y lo abre, tenía un lugar para un acompañante por si quisiera llevarse a Chris... Alicia fue a la ventana para abrirla, aspira el suave aroma del océano, nuevamente se acerca a su madre... de pronto olisquea el aire, ella la observa confundida... observa hacia todas partes, luego a la cocina, luego al pasillo de la escalera... saca un par de guantes de combate y se los coloca lentamente...
—Hay alguien en este lugar... —pensó la joven —Dame un rato. —dijo en voz alta
El rubio vio que empezó a acercarse a su dirección, cuando ella llegó, no había nada, desde el punto de vista de Alicia podíamos ver un rastro de humo azul subiendo por las escaleras, representando el aroma de Chris subiendo por las escaleras. La pelirroja iba detrás de su hija, se puso blanca cuando se dio cuenta que estaba siguiendo el rastro del rubio oji-celestes, pero al menos logró arreglárselas para volver a la normalidad antes que se diera cuenta, ella siguió hasta llegar a la habitación de su madre, el rastro corría por una buena parte del lugar, pero se cortaba, además, no había nadie en la habitación...
—Pero... —dijo Alicia —me pareció haber sentido el olor de alguien... y por alguna razón es bastante familiar... ¿alguien estuvo aquí antes que llegue?
—Sí, era el electricista, tuve un pequeño problema con una luz en el baño, pero ya está todo —mintió un poquito nerviosa
—Ok...
El celular de Alicia sonó, contesta, primero hace que es un número equivocado, gruñe, zapatea, suspira rendida, gruñe otra vez, se desespera, replica furiosa y finalmente cuelga para volver a zapatear furiosa.
—Tu papá quiere...
—Una reunión de mierda otra vez... demonios... iba a ayudarte con los trastes para salir de compras después... pero bueno... hablamos mami...
—Te acompaño a la puerta entonces...
—No hace falta...
Antes que pudiese responder, escuchó la puerta del frente cerrándose, posteriormente algo alzando vuelo, lo que tenía frente a ella era solo la imagen que se disolvió de su hija, sobre el suelo había una nota que decía solo unas palabras: "Te quiero mucho...". Ahora estaba sola en la habitación, con su hija de alguna manera echándole en cara que era mucho mejor en el ámbito amoroso que ella y ya no la necesitaba más, cerró la puerta de su habitación, las lágrimas fluyeron de su rostro, lentamente comenzó a quebrarse mientras dejaba caer libremente las lágrimas... estaba feliz, claro, pero aún dolía el hecho de haber estado tanto tiempo ausente en su vida...
Retrocede y se sienta sobre su cama comenzando a llorar con los recuerdos que pasaron acerca de la infancia de su hija, cuando eran solo ellas dos contra el mundo... ¿qué pasó con esos tiempos? Es como si estuviese viéndola como una niña de ocho nuevamente, con una sonrisa sin dientes por la edad, y de pronto parpadea, la ve sonreír como una joven de 19 años, con heridas pero aún de pie y sonriendo... a su lado apareció una mano sosteniendo un pañuelo, se volteó y vio a Chris observándola con esos ojos celestes, que parecían comprender perfecto la situación... Helena lo tomó, limpiándose la cara y luego la nariz, él se sentó a su lado y la abrazó, ella le devolvió el abrazo, comenzando a llorar... las lágrimas mojaban su camiseta, pero a él no le molestaba, solo buscaba consolarla...
—Lights will guide you home... and ignite your bones... And I will try... to fix you... —canto Chris
Finalmente se calmó, el rostro de la pelirroja estaba rojo por el llanto...
—Gracias Chris... —dijo con voz quebradiza
—No hay de qué... —dijo él
Se separaron, ella fue al baño, sus manos temblaban, al igual que su cuerpo entero, cinco minutos después logró relajarse por completo, entonces salió del baño pero no encontró más al rubio oji-celestes, bajó las escaleras lentamente ya que aún no estaba del todo bien, entró a la sala y lo encontró comiéndose la porción extra que había preparado, la parte más divertida de todos era verlo caminar por toda la sala con el plato en mano, no evitó reírse un poco, cuando él se dio cuenta que estaba siendo observado por una Helena con mejor humor, miró con cara de niño pillado con las manos en la masa, la otra cosa divertida era verlo con un par de fideos colgando de sus labios, los cuales se comió...
—Perdona, pero en verdad estoy hambriento... —excusó
Simplemente se rió más, algo que indicó que no le importaba, era la sonora carcajada que estaba soltando en el momento. Una vez que acabó, la ayudó a lavar y secar los cubiertos, para terminar ambos acostados sobre dos sofás diferentes, ella sobre un sofá cama, y él sobre el más grande, ambos mirando al techo, el reloj marcaba la una y algo de la tarde.
—Entonces tu hija tu hija va a casarse... —dijo Chris —y tú estás feliz pero triste porque de repente tu hija está dispuesta a formar una nueva familia... no te culpo por lo que sientes, de hecho creo que estaría igual cuando Apple y Moses se casen...
—Oh... —se limitó a murmurar — ¿En dónde demonios te habías escondido?
—Tu ropero —ella lo miró extrañada, él no la vio así que no podía opinar al respecto, solo curvó una sonrisa de niño pequeño que hizo una travesura —, ¿ni siquiera te diste cuenta que estaba usando uno de tus perfumes para esconder mi olor de tu hija? Cuando vi que lo que decías del olfato de tu hija era cierto, fui a tu ropero y me rocié perfume.
Era cierto, olía a perfume de mujer...
— ¿De dónde sabías que funcionaría? —preguntó Helena
—Todos saben que las presas ocultan su olor con otra cosa para evitar ser atrapados —respondió Chris
Nuevamente esbozó una sonrisa de niño pequeño que tuvo una gran idea, de hecho estaba mostrando todos los dientes, la respuesta por algún motivo hizo sonreír a la pelirroja.
—Laney, ¿podría hacerte una pequeña pregunta? —preguntó el rubio
— ¿Laney? ¿por qué me llamas así? —preguntó ella
—No sé... ¿pero puedo preguntarte algo?
*Punto de vista de Chris*
—Está bien —respondió
—Muy bien, solo quisiera saber si... —un rojo intenso apareció en mi rostro, no estaba seguro si debía hacerlo, pero como ya pregunté no hay vuelta atrás —bueno, si te gusta alguien...
¿Se lo pregunté? ¿De verdad se lo pregunté? ¿En qué estoy pensando? ¡¿Por qué demonios me interesa su vida amorosa?! Ella y yo nos conocimos hace tres días, solo somos amigos, no debería tomarme esto a pecho... creo...
—No... no me gusta nadie... —me respondió
¿Le dijo a su hija en cara que sí le gusta alguien y a mí no me lo quiere decir? ¿Qué me estás ocultando? Un segundo... me digo que no me importa y le pregunto si sí o si no... voy a gritar como loco por esto en cualquier momento...
—Oh... perdón por preguntar... solo pensaba que si tu hija es feliz con alguien tú también deberías serlo con alguien que te ame de verdad... —le dije con toda sinceridad
—No tengo suerte con ese ámbito... —dijo
—la última persona que estuvo conmigo fue un estorbo en más de un sentido que se quedó mucho tiempo en mi casa, no fue hasta lo de Alicia que finalmente decidí echarlo... luego ver cómo dejaba de necesitarme... allí me mudé... además no conozco a nadie más que a ustedes...
No respondí, solo miraba al techo con un dolor de cabeza que hacía retumbar mi cerebro...
— ¿Planes para la tarde? -pregunté
—No, pero le mentí a Alicia diciéndole que sí.
Nuevamente no respondí, quedándome con algo de duda, sabía que en verdad me estaba ocultando algo...
—Debo irme, recordé que tengo algunos recados de Gwyneth —dije, mentí —. Cualquier cosa que necesites me avisas, y si quieres hablar siempre estaré allí para ayudarte...
Se pone de pie, al igual que yo, sonríe y me acompaña a la puerta, puse una sonrisa falsa, cuando cerró la puerta borré la sonrisa y fui a casa pensando en todo esto que pasó en solo tres días... estaba confundido, muy confundido, mis sentimientos son una batidora desastrosa, lo odio, no entiendo el por qué estoy tan interesado en su vida amorosa...
Voy a volverme loco con esta situación... admito muchas cosas en estos tres días... muchas cosas... también que me dolió haber sido tan cortante con ella el día de ayer... lo mejor que hice fue ir a mi habitación y golpearme la cabeza contra alguna cosa dura con tal de sacarme todo esto de la mente, como no funcionó, lo más simple que pude hacer en el momento fue sentarme en el alféizar del ventanal... ¿sabían que mi ventana daba tanto hacia al mar como a la casa de Helena? Sí, así era... el viento del océano hacía que me calmara algo más, cosa que estaba necesitando bastante, eh...
Y saben...
Sea lo que sea que esté sintiendo...
Admito que me está gustando bastante...
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(1) El Tinnitus es una enfermedad del oído causado por la exposición prolongada a ruídos fuertes, si el oído no se cuida puede llevar a causar sordera. Chris confirmó que tiene esta enfermedad por escuchar música a todo volumen con un par de auriculares de joven.
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