Capítulo 13: Las pre-vacaciones
Muy editado:
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Después de una partida de videojuegos, un almuerzo donde todos casi salen volando hasta China por la comida de Helena y una partida de revancha entre el rubio y la pelirroja, ambos estaban en una cabaña en la subida de un monte en los Alpes Suizos, unos metros más abajo estaba ubicada una cabaña hermosa, no muy grande pero sí acogedora, afuera había un parque de juegos, un tobogán, sube y baja, columpio y unos metros más abajo un cristalino lago con algunos peces flotando, en el borde había un muelle de madera, atado a éste estaba flotando un pequeño bote para cuatro personas, con dos remos en cada lado, pero no nos enfocaremos en eso ahora.
Dentro de la cabaña podemos ver al dúo Martin-Galiano terminando de hacer la limpieza, luego de retirar las carpas de todos los muebles existentes en el lugar, airear la cabaña y limpiar una fina capa de polvo de cada cosa existente dentro del lugar, cuando acaban se tiran —como de costumbre— al sofá de la sala a descansar... ella coloca su cabeza contra el pecho del rubio británico, haciendo que él la abrazara, luego recomienda salir afuera, el aire fresco llenaba los pulmones de ambos, era decir que era puro ya que la mujer sentía extraño pero mejor su respiración. Ahora mismo ella usaba un vestido largo color beige claro con líneas blancas, extiende grandemente los brazos estirándose, dejando que la brisa le acariciara...
—Me encanta este lugar... —murmura ella
—Lo sé, es un lugar muy tranquilo y bonito... —responde el rubio
Los dos se sientan sobre el pasto, mirando cómo las nubes blancas paseaban suavemente sobre el cielo...
— ¿Puedes oler algo? —pregunta Helena
Chris observa a su novia con cara de pregunta, y de hecho hace la pregunta:
— ¿De qué demonios estás hablando?
La pelirroja latinoamericana niega con la cabeza indicando que por algún motivo particular estaría metido en un lío inmenso...
—Te aseguro todo tu dinero a que si fuera Alice y si estuviera aquí sabiendo lo de tus poderes, estaría reclamándote como una loca que no tengas el olfato de perro.
— ¿Por qué?
—Es cosa del instinto que tienen ustedes... o algo así —explica —, le tomó un tiempo de hecho en desarrollarlo, un par de meses explorando un bosque desarrollando su instinto de supervivencia.
— ¿Cómo tendría que hacerlo? Digo, aunque no lo creas tengo ese instinto desarrollado pero no el olfato como me dices ahora...
Sí, el "cómo" era una pregunta difícil, lo piensan por un rato, allí alguien piensa, va adentro regresando con una venda en las manos, le coloca éste al rubio sobre los ojos y le dice:
—Solo no pienses en nada, bloquea todos tus sentidos... y solo deja que los olores vengan a ti...
Solo deja que los olores vengan a ti... aísla sus sentidos, dejando de sentir la brisa fresca de la montaña, de escuchar el pasto meciéndose suavemente gracias al leve viento soplando... solo dejando los sentidos del olfato aún activo... allí parece que una versión del lugar inundado de rastros de humo de diferente color van formándose a su alrededor, a toda velocidad va siguiendo cada uno, llegando a sus respectivas fuentes, las cuales se formaban de la misma manera cuando se acercaba, ya llegando a encontrar algunas aves, otros animales e incluso frutas silvestres, y así pasó toda una tarde, explorando su alrededor solo dependiendo de lo que su nariz dijera, y al parecer al menos a él solo le costó un rato adaptarse.
De haber sabido eso antes se hubiera divertido más, y lo digo por el pequeño hecho de que alguien estaba haciendo todo aún a ciegas, incluidas algunas cuantas piruetas, hasta podemos decir que se adaptó más rápido de lo que pensaba, el mundo de hecho pareció transformarse, ahora teniendo más forma por más que no pudiera ver... ahora que se daba cuenta... no había llegado a encontrar a Helena...
Se saca la venda de los ojos, la luz lo aturde un poco, cuando logra enfocar mira a todos lados, busca su energía, no encuentra nada, intenta oler el aire pero no encuentra nada, al parecer necesitaba algo suyo para encontrarla, a toda velocidad se regresó al lago.
— ¡¡Helena!! —grita preocupado — ¡¿Dónde estás?!
Sube a la colina, pero al olisquear comida horneándose se tranquiliza, esa comida se diría que era un bizcochuelo de vainilla casero, el efecto secundario del olerlo, era empezar a flotar, la parte divertida era ver cómo el aroma literalmente lo invitaba a la casa, inhala el dulce olor comenzando a literalmente despegar sus pies del suelo, poniendo esa cara de tonto que a todo el mundo mataba de ternura, se acerca con los ojos cerrados hasta la ventana de la cocina solo para chocar contra el vidrio... ¿mencioné que dicho objeto estaba entreabierto y solo por eso se filtraba el aroma? No importaba cuantas veces chocara levemente contra éste, sencillamente no se daba cuenta, Helena se apareció, cuando vio a su novio chocando repetidas veces contra el vidrio polarizado abrió totalmente ésta para dejarlo pasar, en cuanto eso pasó, lo toma del tobillo y lo aleja, desconcentrándolo y tirándole al piso.
—Esto parece caricatura —dice ella
—Me estoy preguntando a qué momento regresaste...
—Me doy cuenta que no te diste cuenta cuando subí aquí otra vez, pero al menos pude ver que estabas disfrutando estando "ciego".
—Tal vez... —responde mirando a lados diferentes con una sonrisa
Ellasonríe y le da un besito en los labios, el otro sonríe, devolviéndole el beso,para que empezaran a besarse sobre el sofá como un par de adolescentes en plenaedad, lo cual de hecho sería divertido ver de ser así, en otra línea de tiempo(1) podemos ver a una versión más joven de ambos —de hecho, en la erapre-Parachutes— besándose, los dos sintieron que por algún motivo en particularestaba pasando eso mismo solo que no exactamente con ellos... y
esto no acabará en lemmon.
¡¡Ding!!
La campanilla del horno se escuchó, los dos pararon con la escenita para sacar el bizcochuelo, el cual se había inflado bastante, lo cortan, varios pedazos de hecho, nada más al segundo plato y el postre casi desapareció...
—Si tu comida en sí ya era perfecta, esto está más perfecto... —dice Chris
—Gracias Martin... —agradece Helena
El rubio británico del barítono le sugiere salir afuera, más preferente a los columpios, se sientan allí, entonces...
—Por cierto... —dice él —hay algo que no te había mencionado...
Secuencia: Recuerdo No 93042908 del 27/04/2014 a las 8:30 A.M.
Inicio de transmisión
Malibú, California, Estados Unidos
Podemos ver al rubio tirado en el techo de su casa, mirando al cielo con un rostro de cierta depresión, si tuviera cola estaría arrastrándola suavemente sobre el tejado, suspira, se pone de pie y salta en dirección a su habitación, con agilidad se agarra del alféizar de la ventana para entrar de una vez, de allí va en dirección a la cocina, no escucha nada, no sentía a Gwyneth cerca, aprovecha a ir a una alacena y comerse algunas galletas de chocolates con cereal integral que había en un tarro de barro...
— ¿Qué se supone estás haciendo?
Aún con algunas galletas en la boca observa a su ex...
—Hola Gwyneth...
— ¿Ansioso?
—Tal vez...
Niega con la cabeza, al menos Apple y Moses ya se habían ido a la escuela... ella le sugiere llevarle el desayuno a Helena, él le recuerda que la mencionada no estaba en su casa, la rubia le recuerda que para algo tenía súper poderes, él le rememora que la mujer no sabía nada de eso...
—Ella no tiene que saber que fuiste tú...
Algún rato después podemos verlo volando en dirección al Atlántico con una charola de plata tapada, no iba alto, de hecho no subiría a las nubes para evitar que se le cayeran los waffles y el zumo que tenía guardado...
—Una isla en medio del Atlántico... —murmura —no me suena...
No se había dado cuenta que estaba volando sobre una base, de hecho un par de aviones de caza ya iban detrás suyo, y al parecer no tenían las mejores intenciones —por así decirlo—, para no meterse en problemas y evitar algún malentendido, empieza a aterrizar, seguido detrás de los dos pilotos.
Ahora en tierra...
—Señor, necesitamos que nos acompañe a Oh mi Dios... —iba a decir uno
Sí, ambos se sorprendieron por ello, él saluda con una mano y su sonrisa marca Chris Martin, rápidamente los dos se acercan con sus respectivos celulares para sacarse una foto con él, ambos por igual diciendo que a sus hijos les encantaría saber a quién se encontraron en pleno vuelo.
—Disculpen, eh, iba a llevarle esto —alza un poco la bandeja para indicar — a un amigo —nótese la palabra que usó —que se encuentra en una isla llamada Swallow Falls, pero no sé dónde se encuentra...
—Ah, eso es fácil, tiene que volar hacia Florida y de allí entrará al Triángulo de las Bermudas, ya que esa isla está en una dimensión diferente, debe volar sobre el agua entrando por un portal dimensional para llegar a la isla, si lo hace alto no pasará nada.
—Saliendo del portal te encontrarás en el lado opuesto del Triángulo, dos o tres kilómetros más adelante a la mano derecha, latitud sur, encontrarás una isla, esa no lo es, ya que realmente es una isla-prisión que los de Swallow Falls usaron para exiliar al viejo alcalde.
—Más adelante a unos veinte o treinta kilómetros en latitud noroeste, subiendo unos 20º arriba se encuentra la isla, la gente de allá son muy cálidas, y de hecho dudo mucho que lo traten como una celebridad, oí que varios fueron de paso, todos los conocían pero nadie los trataba como la prensa y eso.
—Sí, seguro que todos están más concentrados en el casamiento de aquella joven que reflotó todo por allá, creo que fue ayer... no recuerdo su nombre pero dicen que es muy buena con lo que hace.
Un nombre se le vino a la cabeza, ya conocía eso viniendo de "La Alice"...
—Muchas gracias —agradece el rubio con una leve reverencia —, por cierto, ninguna palabra de que tengo poderes por favor. No quiero chupasangres cerca...
El par de pilotos asienten, nuevamente levanta vuelo en dirección al estado de Florida, progresivamente se va dando cuenta de las diferencias de horario que van presentándose, desde un ambiente mañanero a uno diurno, cuando llega a una de las bahías empieza a descender hasta estar sobre la masa de agua continental, mira al agua, observando su reflejo con una pequeña sonrisa, enciende su aura, siendo rodeado de un color blanco brillante, aumentando drásticamente su velocidad, allí la cosa pasa, de pronto se ve rodeado de una pared de color esmeralda brillante, no sentía nada, parecía que simplemente estaba flotando en un inmenso túnel que parecía no tener final, abruptamente se da cuenta que volvió a salir, frena, se da vuelta, viendo que una puerta dimensional estaba cerrándose...
—Wow...
Da vuelta, ahora aumentando la altura, allá abajo a la mano derecha ve una enorme isla desierta, en un claro logra divisar lo que parecía una vivienda, visualiza bien el lugar, para aparecer unos segundos después detrás de un árbol cerca de la casa, a lo lejos veía a un enano de metro cuarenta o cincuenta, se podía ver gracias a los rayos solares que ya tenía las canas, lo más curioso es que podía escucharse —a cien metros de distancia— que estaba maldiciendo en voz alta...
—Creo que mejor me voy —susurra a sí mismo
Tal y como apareció desapareció, reapareciendo en el mismo lugar de antes, retomando su vuelo, menos de cinco minutos después llegó a la isla, notando que era un pueblo que mezclaba una onda gris y sosa con alegría y brillo, curioso contraste, a toda velocidad baja a un callejón, cierra los ojos sintiendo la energía de todos allí, en algún lugar puede sentir dos enormes presencias, dándose cuenta que una de esas era la misma Alice, sonríe, a toda velocidad busca el hotel donde se encontraba su novia, encontrándola.
Se acerca a su ventana, el edificio era de un par de pisos, ella estaba en el segundo, afortunadamente nadie pasaba por allí, levita un poco y echa un vistazo, notando que estaba dormida a espaldas de la ventana, sonríe, al otro segundo estaba adentro, sin pegar sus pies al piso para no despertarla con pasos, coloca la charola en la mesita de luz, sonríe al verla allí descansando, allí se mueve.
Rápidamente se esconde, viendo cómo despertaba, observa a la charola confundida, la abre encontrando los waffles y el vaso de jugo, nota que está confundida, pero al oír su estómago rugir decide comerse lo que le había llevado. Cuando acaba y se larga para la casa de la joven pareja, toma los cubiertos y se regresa a Malibú con una sonrisa de alegría...
Fin de la transmisión
—Y eso deja en claro que Gwyneth se había dado cuenta desde un inicio —dice Helena
—De hecho, todos. Todos menos ambos...
—Ese momento incómodo donde te das cuenta que tu hija tenía razón...
— ¿Tu hija lo sabía?
—Sospechaba, por poco y no se vuelve loca cuando se dio cuenta de ello... —pausa —ok mentira, enloqueció.
Él ríe, ella sonríe, miran al cielo, va adentro por una guitarra, la afina un poco...
They were sitting, they were sitting in the strawberry swing
And every moment was so precious
They were sitting, they were talking in the strawberry swing
And everybody was for fighting, wouldn't wanna waste a thing
Cold, cold water, bring me 'round, now my feet
won't touch the ground
Cold, cold water, what ya say? When it's such
It's such a perfect day... It's such a perfect day
I remember, we were walking up to strawberry swing
I can't wait 'til the morning, wouldn't wanna change a thing
People moving, all the time inside a perfectly straight line
Don't you wanna curve away?
It's such, it's such a perfect day
It's such a perfect day...
Allí nuestro cantante favorito se pone de pie tomando a su novia de la mano, comenzando a bailar una clase de vals con ella, los ojos de ambos desprendían chispas de alegría, ambos empezando a elevarse sobre el lago...
And, now the sky... could be blue, I don't mind
without you it's a waste of time
Could be blue... I don't mind
without you it's a waste of time
The sky could be blue, could be gray
without you I just slide away
Could be blue... I don't mind...
without you it's a waste of time...
Ambos vuelan sobre el lago, terminando el baile con un beso, ella se acomoda mejor en los brazos de su rubio británico, allí siente que sus pies están tocando algo húmedo, allí se da cuenta que estaba tocando el agua, literalmente, se fija en los pies de su novio, notando que éste tenía los pies pegados a la superficie acuática...
—No me digas que caminas sobre el agua...
— ¿A qué te refieres? Ya capté.
La alza al modo nupcial, dejándola sobre tierra firme, ambos se sientan sobre el pasto, ya iba atardeciendo...
— ¿Hay algo que no me contaste antes? —pregunta ella
—Sí, que Will también tiene poderes, es un golem, aunque no cuenta ya que nunca los usa a menos que sea realmente una emergencia o si su vida está en potencial peligro de muerte —explica él —. Pero en potencial peligro de muerte nos referimos a una catástrofe mayor a la de la carrera de armas.
— ¿Y de dónde sacó los poderes?
—Bueno, su caso es parecido al mío y al de Guy... —la mirada de Helena preguntaba a qué se refería con ello —, lo de Guy es también de familia, pero no saben de dónde sacaron ello. Y no te preocupes que él posee una licencia de armas. Según me había explicado, su familia desciende de los famosos golems, muchas veces son colosos de piedra, ellos se volvieron una versión más "evolucionada" luego de que uno de sus antepasados haya tenido...
—Al punto.
—Los genes humanos y los minerales de los golems permitieron que se fusionaran en el ADN y evolucionaran. Y por alguna razón los genes no desaparecen aún después de varios años...
—No le digas ni una palabra a mi hija o querrá hacerle pruebas a Will.
—Ok, y una cosa más...
A más de diez kilómetros y alejándose para abajo, se escuchó el fuerte "¡¿¡¿¡¿Qué?!?!?!?!" de Helena, a quien podíamos verla ahora mismo ahorcando con enojo al rubio...
— ¡¿Entonces sí estabas allí la noche de solteras de Alice?!
Aparte de su furia magnífica y el hecho de tener sus manos alrededor del cuello del rubio británico del barítono, estaba más roja que un tomate, difícil saber si era por su ira desorbitante en el momento o porque estaba más que roja por la vergüenza que pasó ante su hija un rato después... hasta que finalmente se calma de una vez... el pobrecito estaba morado por la falta de aire, y se notaban las marcas de las manos de la morena sobre su cuello, toma largas bocanadas de aire...
—Tienes... que admitir... que te gustó...
¡Slap!
Ahora la enorme marca roja de una palma abierta podía verse en su rostro, era evidente que le gustó pero no quería admitirlo...
—Imbécil...
—Pero aún así amas a este imbécil.
No evita sonreír ante esa realidad, sí le había gustado algo, y con algo digamos que fue mucho, solo Dios sabe —ahora que lo nota— cómo le hizo para que Alice no se hubiera dado cuenta de su presencia aquella noche.
— ¿Algo más?
—Que Alice me salvó de un cuchillo en el set de Magic y luego nos peleamos, pero ella no sabía que era yo.
3, 2, 1...
Podemos verlo en el piso con un chichón gigante en la cabeza, básicamente indicando que su novia quería saber el motivo, razón o circunstancia por el cual no le había dicho nada antes. Él le explicó una semana antes de salir con la noticia del "domingo siete", Ziyi Zhang estuvo cerca de tirarle una daga en el corazón por accidente al haber hecho las cosas un segundo después, el objeto nunca llegó a su objetivo por haber sido golpeado por otro objeto metálico, haciendo un sonoro "clang", todos buscaron de dónde provino, allí afuera, alejándose del set estaba ella, usando una capucha y una máscara, lo único visible era un par de ojos rojos con tres comas que lentamente iban girando, la razón por la cual la reconoció era por el enorme símbolo de abanico en la espalda, sin duda estaban parejos en cuanto a velocidad, aunque él era algo más superior en ese ámbito, de todas maneras ella tuvo varios problemas para seguirle el rastro.
—Y luego de eso se fue.
Le toma de la mano, para el otro segundo siente que sus pies dejaron de tocar el suelo, se fija a todos lados dándose cuenta que de hecho ya no estaban en la Tierra, sino que estaban en la mismísima Luna... el espacio infinito la rodeaba, no hay estrellas por ahora, allá a lo lejos puede ver la estrella de donde proviene... un mundo tan pequeño y único... ni todas las diferentes dimensiones existentes en el universo se comparaban con aquel lugar de donde venía... vivimos en un hermoso mundo... siente cómo su cuerpo es arrastrado para abajo gracias al firme agarre de Chris, quien la rodea con el brazo derecho, haciendo que se sentara...
— ¿Qué te parece la vista? —pregunta él —La luna está algo alejada de la Tierra por ahora, aunque no recuerdo cuándo se acercaría de nuevo... cuando se acerca es como estar donde un satélite se encuentra... una vista tan hermosa que te dice "Wow... entonces es así como luce nuestro planeta..."
No puede reaccionar de otra manera más que la de asentir levemente, el rubio pone su mentón sobre el hombro de la mujer, mirando un poco hacia arriba, solo algunas estrellas se hicieron visibles, sus ojos celestes se iluminan, las estrellas parecen florecer en sus pupilas... Helena aún sigue sin salir de su trance, asombrada y maravillada por algo que muy pocos humanos podían presenciar con sus propios ojos, la luz del sol empezaba a iluminar el horizonte terrestre, lentamente comenzando a iluminarla, una vez que el planeta —o la luna en sí— se movió unos centímetros, se pudo ver cómo el sol emergía detrás del planeta tierra dando una escena que muchas personas retrataban con su imaginación... sus ojos se iluminan salvajemente con un halo de esperanza... hay mucho por ver... para el siguiente segundo estaban más abajo, siendo algo que la terminó sacando de su trance, preguntándose qué ocurrió...
—Lo siento Laney —se disculpa —pero los rayos del sol son mucho más potentes en el espacio, al no haber ozono que nos cubra, mayor radiación emite.
—Chris... —dice ella — ¿cuántas veces has estado aquí arriba...?
—Miles... si necesito paz, ningún sonido a mi alrededor... cuando quiero inspirarme subo aquí... y es uno de los lugares al que he frecuentado en todo mi divorcio con Gwyneth y cada vez que me sentía acorralado por mis propias emociones...
No hay respuesta inmediata por parte de la mujer, quien parece más formular otra pregunta...
— ¿Cómo es que estamos aquí respirando?
—Burbuja de oxígeno, es como crear mi escudo-burbuja, solo que una invisible, manteniendo una rotación constante de átomos de oxígeno, el resto ya sabes de qué habla...
— ¿Algún otro poder que olvidaste de contarme?
—Incendiar la casa cuando intento cocinar, cantar, saltar desafiando las leyes de la física, surfear, matar gente de un susto innecesario, colarme a tu casa cuando duermes, salvarte... —dijo sonriendo
Ella ríe un poco con ello...
—Lo digo en serio...
—No, aparte de los escudos, la capacidad de teletransportarme y el hecho de ser increíblemente sexy, no tengo otro poder. ¿Alice tiene alguno?
—Muchos... dar "vida" a objetos inanimados pero que están vivos... por ejemplo: pétalos de rosas convirtiéndose en mariposas, dar vida al origami... es... algo extraño pero hermoso cuando puede hacerlo... incluso me había dicho que en varias ocasiones cuando tocaban la canción de Lovers in Japan, ella se colaba en los conciertos quedándose escondida en algún lugar donde no la vieran, esperaba a la lluvia de mariposas y... les daba "vida" por unos momentos...
—Debí imaginármelo luego de haberte conocido... —dice él —no te imaginas el rostro de los fans la primerísima vez que pasó, fue tan... tan... —hizo la seña de mente explotando —no sé cómo los chicos siguieron tocando esa noche el instrumental final pero todos observaron lo que ocurría en el momento... fue lo más parecido que vi a la magia...
Lo recuerda como si fuera ayer, miles de mariposas de papel girando en el aire por la caída, adoptando los colores de las luces, y luego que todas ellas comenzaran a revolotear con fuerza comenzando a ascender al cielo... ante la atónita mirada de los miles de fans allí presentes... Helena recuerda cuando fueron a un campo de flores, no sabe dónde, solo sabe que era en algún lugar del hemisferio sur... solo había bastado la osilación de un enorme abanico para hacer volar los pétalos de cientos de flores de colores, luego tocar uno de ellos como para crear una extraña pero impresionante reacción en cadena de metamorfosis, cambiando de forma a cientos de mariposas que se alejaban en el horizonte... Y cada uno con un mensaje de esperanza... le recuerda decir... ahora quedan en un cómodo silencio, relajante...
—Todo un universo a mi alcance... —dice él —planetas y galaxias por explorar... y yo aún en la tierra... ¿te imaginas tú y yo dirigiéndonos al espacio exterior, y cantando? (2) Porque yo sí... aunque no quisiera alejarme porque...
—...tienes miedo de nunca más regresar al lugar donde naciste... —completa ella —te entiendo... Al también sentía eso cada vez que se iba...
Él sonríe levemente casi afirmándole que era cierto, cierran los ojos, ahora sintiendo su cuerpo pesado, al abrirlos se encuentran nuevamente en la cabaña, mejor dicho allí en medio de la sala, lentamente él la coloca en el piso. Sin mediar palabra se dirigen a la habitación del rubio y la otra, Chris le ofrece la cama a Helena mientras él dormiría en la habitación de Moses, ella se niega en un principio ya que sin importar que fuese la "nueva novia", prácticamente aún seguía siendo de Gwyneth y Chris, pero luego de un rato logra convencerla, sin nada que decir él se retira para dejarla descansar...
Sale afuera para acostarse sobre la hierba, cerrando los ojos, aspirando el aire de montaña con todo su alegría...
—Perfecto...
...
...
...
Helena dormía plácidamente en la cama, muy tranquila, entonces se huele a quemado junto al sonido de la alarma contra incendios, alarmada salta de la cama a ver qué demonios estaba ocurriendo, cuando llega a la cocina ve cómo el pobre rubio luchaba contra una sartén en llamas, intenta no reírse, pero se contiene, en vez de decir algo agarra la tapa de una olla para cubrir el elemento de cocina, le quita el elemento de las manos para colocar la tapa y apagar el fuego, colocándola en el lavabo bajo un chorro de agua haciendo que la sartén empezara a humear vapor, momentos después cierra la canilla del agua y observa al oji-celestes algo molesta, él estaba nervioso...
—Hacías el intento de... —comenzó ella
—Cocinar el desayuno porque no quería molestarte... —responde con una mano tras la nuca —perdón...
—A la esquina.
—Pero...
—A. La. Esquina.
Baja la cabeza cual perrito regañado y echado al patio lluvioso, le mira otra vez, siendo señalado a irse a una esquina de la cocina hasta que ella acabara de cocinar el desayuno, ella esboza una sonrisa culpable por castigar al rubio... aunque casi incendia la cabaña así que era necesario. Por al menos diez minutos estuvo cocinando lo que serían panqueques con algo de miel de maple, cada un minuto exactamente alguien se daba la vuelta y preguntaba si ya estaba listo, ella le amenazó con dejarlo sin desayuno si no dejaba de insistir con ello, haciendo que se calmara por algún rato hasta que finalmente sirve todo en la mesa, a toda velocidad se sienta en una silla frotando ambas manos pidiendo por algo de comer ya que desde que despertó su estómago no deja de molestarle...
Gracias a Dios no hay incidente alguno en todo el desayuno, el rostro del rubio británico del barítono no varía del "amo tu comida" de "eres la mejor cocinera". Terminan, comienzan con la rutina de los platos nuevamente, acaban y la morena latina se dirige a la habitación para arreglar la cama, dándose cuenta que no había dormido sola aunque le parecía que sí, el otro lado también estaba desecho...
— ¡BOOOOO!
El hombre le metió un pequeño susto que la hizo dar un pequeño salto, se miran a los ojos, los ojos celestes del británico que le recordaban al cielo brillaban con alegría como siempre, acercan sus labios dándose un pequeño beso, cuando lo cortan ella pregunta:
— ¿Dormiste conmigo...? —él asiente —No me di cuenta... ¿en qué momento...?
— ¿Algún problema señora Galiano?
—Ninguna señor Martin...
Pasa sus brazos tras el cuello de Martin volviendo a besarlo, él la rodea con sus brazos, por un momento se les cruza tener un rato de placer pero luego lo descartan ya que según ellos no eran adolescentes —y porque la autora es muy floja para pensar en algo—, terminando por soltarse para nuevamente observarse entre ellos a los ojos, ambos arreglan la cama rápido para tirarse sobre la misma mirando al techo, en direcciones paralelas...
—Y... ¿qué te gustaría hacer hoy? —pregunta él
—No sé... —responde ella
— ¿Quieres aprender a montar un Quad?
— ¿Qué?
Al otro momento los vemos frente a un cobertizo adyacente a la cabaña, Chris abre la puerta del mismo y allí había algo grande cubierto por una gruesa lona blanca, cuando retiran la misma se revela un enorme quad rojo, él lo saca afuera sin dificultado, ella solo observaba...
— ¿Sabes manejarlo siquiera? —pregunta Helena
—Sí —responde —, ¿y tú?
—No —dice
— ¿Te enseño? —pregunta
—No
—Entonces te enseño
Básicamente fue forzada a aprender cómo conducir, haciendo exactamente lo opuesto a lo esperado, alegando que sería "divertido", se ponen los cascos por protección y una vez que acaba de enseñarle lo básico, se sienta tras ella, la mujer se sentía muy nerviosa al ser la primera vez que conduce algo que no fuera un automóvil, él intenta calmarla, entonces le pidió que solo encendiera el motor, cosa que por los nervios salió mal ya que aparte de encender el motor, sale disparada hacia al frente metiéndole un gran susto al rubio británico, él le quita las manos del volante justo antes de chocar contra un árbol, tanto él como ella respiran agitados...
—Estuvo cerca... —dice él
—Demasiado... —dice ella
—Mejor vamos al lago...
—Ajá...
Ambos cambian lugares, él retrocede y puso el quad en dirección de regreso a la cabaña, enciende el motor y arranca con todo haciendo que la parte delantera diera un leve salto por el impulso, pegándole un enorme susto a Helena, quien se aferra a la cintura de su novio con todas sus fuerzas. El rubio británico del barítono le dio unas tres vueltas al lago a plena potencia, a la final empieza a dar vuelta en círculos levantando mucha tierra y mareando a la pelirroja, terminando eso sale disparado para dar otra vuelta al lago y finalmente acabar el loco recorrido con un frenado que los hizo girar unas tres o cuatro veces hasta casi volcar el rodado...
—Fin del recorrido.
La morena estaba pálida, tardó varios segundos en reaccionar por el susto que le metió su rubio novio, lentamente, temblando algo le suelta, él le mira preocupado, se baja, avanza unos pasos en dirección a la cabaña y cae al piso aparentemente inconsciente... preocupado salta en su dirección para verla, su pulso estaba muy bajo, mientras que su corazón latía demasiado fuerte, pero ya empezando a estabilizarse, calmándolo más, la alza entre sus brazos para llevarla a que descansara, a pocos metros de llegar se mueve, ya recuperándose del susto...
—Helena... despierta... soy Chris —dice él con la esperanza de no morir cuando despertara —, te quedaste dormida en el pasto...
Lentamente abrió los ojos, viendo primero al cielo azul y luego al rubio oji-celestes, él la baja con cuidado, antes de preguntar qué le pasó, su mente parece hacer "click" y exclamó:
— ¡¿Por qué demonios hiciste eso?! ¡¿Acaso enloqueciste o qué te pasa?!
Con un sorpresivo beso que ni ella vio venir gracias a la velocidad con la que él se movía, indicándole que se callara de una forma más... supuestamente sutil, por un segundo el corazón de la pelirroja latina dio un extraño brinco haciéndole sentir extrañamente bien, alrededor de cinco o diez segundos después le libera con una sonrisa.
—Perdón pero la mujer que tengo aquí hace que me excite como loco, haciendo que haga locuras... —le dice con una mirada seductora —Además estoy al cien por ciento seguro que tu hija es peor que yo.
Y de hecho no se equivocaba en ello, no solo había escuchado anécdotas de cosas que la loca de Alice había hecho hasta cayó víctima en una de sus cosas una vez cuando viajaban por la ruta 66 de Estados Unidos para saber hasta dónde llegaban, los trucos que hacía para saltearse obstáculos en el camino casi le valen un infarto... y eso que no era nada a lo que escuchaba, incluyendo a esos saltos hollywoodenses de barrancos y otras cosas... sí... alguien era un poco especial con algunas cosas...
Él primero le ofrece ir a un motel a modo de broma, para ofrecerle pescar un poco al borde del lago, ella acepta, primero guardando el quad y luego sentándose sobre la hierba, alrededor de un par de horas después se meten nuevamente para cocinar algo de atún a la plancha, luego de ello salen a explorar un poco a las montañas, algo divertido era ver una colección de cuchillos de scouts que el rubio tenía guardado, diciéndole que era algo que le gustaba hacer de niño, pero como era algo extraño había cambiado por ir en dirección musical, ella le comenta que Alice colecciona diferentes espadas, pero solo usa dos, una es la precursora de la katana japonesa, la hoja de la espada era recta con una curva al final, llamada chokutō, el otro era una descomunal espada alargada, enorme, de al menos diez centímetros de grueso y dos o tres metros de largo, una zanbatō o algo así...
Al terminar la excursión ya iba anocheciendo nuevamente, así que decidieron acostarse sobre la hierba a formar constelaciones, ella tenía su cabeza sobre la barriga del rubio británico, quien señala a las estrellas con un dedo hasta bajarlo nuevamente... aprovechando su última noche antes del viaje... cuando la pelirroja latina cae dormida gracias al fresco, algo de la presión atmosférica y la calma, con cuidado de no despertarla, directamente la lleva a la habitación de la cabaña, lentamente colocándola en la cama...
...
...
...
Al día siguiente podemos verlos a todos —exceptuando aún al dúo Martin-Galiano— reunidos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles, en una zona privada para evitar a toda costa cualquier metiche a quien no le incumbiera lo que sea que deberían hacer en Australia, esperando el jet privado, de pronto allí como por arte de magia —o mejor dicho teletransportación— aparece el par con un par de maletas cada uno...
—Desaparecieron por algún rato, par de tórtolos —dijo Shakira
— ¿Dónde estaban? —pregunta Phil
—Alpes Suizos —responden ambos
—Cabaña... —dice Jonny —al menos tuvieron algo de paz.
Algo que también agradecen a parte del hecho de tener un hangar privado, era el hecho de tener un jet privado —cortesía del señor Levine por cierto—, así se evitarían cualquier cosa no esperada dentro... nada podría salir mal...
...
...
...
Mientras tanto en la ciudad de Nueva York, Flint y Alice esperaban en la entrada del edificio donde Sam vivía, dentro de un taxi de hecho... ambos con cara de apuro por supuesto...
—No puede ser que se tarden tanto esos dos... —se queja la joven
—Al menos nos tomamos la molestia de avisarles hace un mes...
En ese momento el dúo de rubios sale finalmente con sus maletas, los saludan y entran al taxi, disculpándose porque supuestamente una de las cosas no se cerraba, de allí se van al aeropuerto a esperar el vuelo, allí sus dos amigos —un rubio gordo de ojos grises y una joven pelinegra alta— estaban esperándolos algo preocupados por no aparecerse aún, ya que se habían retrasado como media hora, y la regla era llegar al menos dos o tres horas antes del vuelo para evitar algún problema...
—Como siempre esos cuatro se retrasan... —dice el rubio
—Tráfico neoyorkino, ¿qué esperas?
Justo cuando concuerda, el cuarteto aparece, Sam y Lucas se echan la culpa al igual que lo hacen con el tráfico, van a empaquetar sus maletas, pesarlas, evitarse multas gracias a cierta influencia que la Lockwood-Galiano poseía por exceso de peso, y esperar la hora del abordaje. Tanto el grupo de Helena Galiano y Alicia Lockwood estaba (im)pacientemente esperando en un café a que la hora llegara de una vez, cambiando casi constantemente de tema para no perder la paciencia...
—Chicos —dice Brent — ¿Cuánto falta?
—Como hora y media —dice Chris
Todos por igual exclaman nerviosos, ya que a pesar que el grupo de Helena estuviese acostumbrado a esperar y esas cosas, era muy fastidioso esperar, más cuando no tienes formas locas de matar el tiempo...
—Estoy aburrido... —dice Lucas
—Ni lo menciones —dice la colombiana
— ¿Cuánto falta? —pregunta Alice
—Hora con veintiocho —responde Adam
En ambos grupos, Alice y Jonny se dan un fuerte golpe en la cabeza contra una mesa en señal de impaciente desesperación, para luego hacer un largo sonido de molestia, Helena le dice que se tranquilizara y que podría ser peor...
"Atención pasajeros, los vuelos a Australia se retrasarán al menos un par de horas, gracias por su atención". Esas fueron las anunciadoras de los aeropuertos de L.A. y Nueva York, todos se quedaron pensando unos segundos y luego en ambos aeropuertos, se escucharon gritos colectivos que decían "¡DEMONIOS!". Se supone que el grupo del rubio británico oji-celestes del barítono iría en el jet privado buscando no caer a lado de algún paparazi, fan, lo que fuere, pero ¡oh sorpresa! El jet que les pertenecía sufrió un desperfecto mecánico que requería un par de horas de reparación, retrasándose la misma cantidad de tiempo que el vuelo del grupo de Alice... Perfecto.
Alice hace el intento de no armar un berrinche, y estaba más irritable por su embarazo, sino porque fuera por eso estarían en la capital australiana disfrutando algo de sol en la playa, de compras —por más que no le gustara demasiado, le gustaba los recuerdos—, en el paraíso de los surfistas, tal vez stalkeando a 5 Seconds of Summer porque le cayó bien su música... En fin. Chris no podía nada más teletransportarse al correr el riesgo de que alguien les viera, conforme pasaba el rato hacían un esfuerzo más y más grande para entretenerse y no terminar aburriéndose como Dios manda. Pero tampoco evitan preguntar la hora cada cinco segundos...
—Por cierto Helena —dice Christopher
— ¿Hablaste con tu mamá? —pregunta Flint
—Sí —respondieron ambas —, dijo que saldría de viaje pero no tengo ni idea a dónde...
Todos hicieron una expresión de "Ah ok", el grupo de Helena se imaginó cuán irónico sería encontrarse con ella y sus amigos en Oceanía, Flint, Alice, Sam y Angie irían al concierto de los chicos mientras que Brent y Lucas al Paraíso de los Surfistas... todos pobres idiotas que no sabían lo que pasaría allá.
Nuevamente haciendo cualquier esfuerzo de matar el tiempo de alguna u otra forma empezaron a romper reglas habidas y por haber del aeropuerto, de no haber sido por Helena —y en Nueva York, otra vez por Alice—, todos hubieran acabado bajo arresto, más sorpresa era saber que tenían toda libertad de hacer lo que quisieran incluido hacer estallar el lugar, exagerado pero cierto, el grupo de la pelirroja quiere saber qué fue lo que hizo, ella les dijo que tiene inmunidad diplomática en todo el mundo gracias al padre de su hija, cuando intentan meter su nariz donde no les importa, eso es lo que les dice:
—Qué les importa, quién es mi ex.
Conforme pasan los minutos que se vuelven horas hasta sorpresivamente llegar a medianoche, ambos aeropuertos están más vacíos que los Cementerios de Londres, solo quedan ambos grupos esperando lo que jamás llegó... sin importar lo que llegara a pasar al día siguiente por más que tuviesen toda la libertad de hacer lo que la gana se les pegara, comienzan a hacer idioteces hasta caer dormidos, todos apilados entre ellos para descansar, al día siguiente, el grupo de Los Ángeles se entera que el jet necesitaba repuestos nuevos y se pasaron toda la noche reparándolo, el grupo de Nueva York se entera que el vuelo jamás había llegado ya que tuvieron que hacer una forzosa parada en Hawái por combustible, acabando siendo cancelado gracias a las cenizas volcánicas, la reacción era obvia, pero de todas maneras terminaron tomándoselo "con calma". Afortunadamente, el Jet de Adam ya estaba reparado mientras que el vuelo de los chicos logró conseguir un avión libre.
—Finalmente nos vamos... —dice Alice
—Ya era hora —dice Chris
Ambos grupos se encontraban frente sus puertas de embarque, listos para el viaje, todos se miraron con una sonrisa de felicidad, y Alice por primera vez en su vida viajaría en avión, cosa que en cierta forma la emocionaba mucho, sin decir nada, todos pasaron por la puerta de abordaje.
Próxima parada: ¡Australia!
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(1) Con lo de la "otra línea de tiempo" a lo que me refiero es a la actual que voy escribiendo, osea un Universo alterno donde Helena y Chris se conocen en la era pre-Parachutes. No está ligada a esta historia pero tampoco me aguanté en hacerle unos guiños para los que siguen esta y la otra x3
(2) La frase original es You and me are drifting into outer space, and singing. Para quienes no sepan de cuál canción es, es de X and Y.
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