Perfume cardín
Choso sabía tres cosas en toda su vida.
1) Odiaba a su Madre.
2) Quiere mucho a su hermanastro.
3) AMA a su esposa.
La actual señorita Itadori tenía formas de caerle bien a sus familiares, sabía cómo desenvolverse con otras personas y ser de una actitud bastante agradable.
Pero a él lo volvía loco. Su diferencia de altura era lo de menos, cuando ella demostraba lo mucho que lo amaba, fue ella la que se acercó, la que lo invito a una cita y la primera en decir si en el altar cuando él le propuso matrimonio. Ella sabía como hacerlo dócil o darle una confianza que nunca espero tener, su cuerpo bien cuidado y con una musculatura admirable amaba cada parte de ella.
Esta noche era especial, recibía una promoción bastante grande en su trabajo, si bien ya ganaba bien ahora lo hacía y mucho más, esa noche entro a su casa y el olor de un curry, el ambiente cálido de su hogar y su hermosa esposa usando un vestido rojo carmesí acompañado de un labial rojizo oscuro y una sombra de ojos negra que la dejaban deslumbrante.
La cena como siempre en estas actividades se sentía mejor y peor en algunas partes, Choso no le da mayor importancia desde que su esposa decida a tenerle la cena siempre lista para esperarlo. El sabor del vino acompañaba de forma curiosa la comida. A diferencia de Yuki, Choso disfrutaba ver a su esposa en cada momento nunca apartando su vista de ella incluso mientras come.
Ambos terminando llevaron sus platos a la cocina y Choso se encargó de lavarlos, por su espalda se acercaba su esposa, recostando su cabeza en su hombro y abriéndose paso por sus pectorales paso sus final manos por la fina tela de la camisa.
Dirigió sus labios al cuello de la camisa depositando un beso simple, el labial se quedó impregnado de inmediato mientras Choso siente un ligero escalofrió recorrer su espalda, Yuki atrajo a su esposo, presionaba sus labios con fuerza contra el cuello de su hombre, Choso amaba cuando Yuki tomaba todo el control de la situación, cerro el grifo, se volteo y recibió los labios dulces de su esposa, el olor de su perfume que él le regalo en su aniversario, atravesó sus fosas nasales con dulzura permitiendo al pelinegro disfrutar del olor de los frutos rojos que ella tanto amaba, debido a que siempre la hacían estar animada y con ganas de hacer muchas cosas.
Choso se subió a uno de los mesones junto al lavaplatos, Yuki se acerco y ambos pasaron sus manos de forma desvergonzada, Choso pasaba con pulso firme la espalda descubierta de la mujer rubia mientras esta de a poco le sacaba la camisa, botón por botón la camisa del pelinegro era más floja.
El ultimo botó cedió dejando el peco descubierto, este no duro mucho al aire libre antes de ser recibido con una serie de besos a su largo dejando las mismas marcas de labial rojo, paso por los pectorales hasta el abdomen subiendo para deja otro en la clavícula, Yuki paso rápido su mano sobre la entrepierna de su esposo. Sintiendo como un bulto se formaba debajo de su mano, sonrió mientras le daba un profundo beso a su amado, sentía la agitada respiración, como su mano tocando su pecho sentía el movimiento constante y el latir apresurado del corazón de su dulce pelinegro.
-¿Estabas esperando esto no amor?~- Yuki se separo del beso, acerco su rostro a la oreja del hombre y le susurro de forma juguetona.
-Claro que si, solo espere terminar de cenar para tener mi verdadero regalo- Su tono de voz grueso y calmado hicieron que algo en Yuki reaccionara de forma apropiada.
-¿Y si? esto solo fuera para dejarte mal y tu regalo era la cena- se toco la mejilla -¿Qué harías?-
-Nada, se que usar ese vestido con ese maquillaje y de paso el perfume solo eran señal de una única cosa- Yuki sonrió -Además usas aquel conjunto negro, ese solo lo usas cuando tenemos nuestro cardio-
-Ganaste tonto, ahora déjame premiarte, se dejo caer con cuidado sobre la entrepierna de Choso, froto su rostro contra el bulto revelador, ganándose suaves gemidos del pelinegro, la rubia disfruto escuchar como la voz gruesa de su esposo soltaba tales sonidos, tomo el pantalón y lo abrió, bajo la ropa interior y ahí estaba su premio.
Con cuidado guio sus labios a la punta, deposito un pequeño beso para ver como la erección palpitaba ligeramente, sonrió y con sus dedos pulgar e índice los paso alrededor del miembro, bajo un poco y luego subió otra vez, sintiendo como se endurecía y como resaltaban un poco las venas, bajo sus dedos a la base y jugueteando un poco, hizo que le golpeara en ambas mejillas, antes de darle otro beso, ahora un poco más de fuerza fue puesta.
-~Por.. favor~-
La rubia volvió a darle un beso, antes de pasar su lengua asía arriba cual paleta en día caluroso, paso su lengua alrededor de la punta y volvió a bajar, ahora apoyándose con su mano que igual subió y ayudo a esparcir un poco más la saliva que recién llegaba, bajo una vez más su mano y ahora su boca cayó en el pene de su esposo.
Movimientos agiles de la mujer rubia hacía que el pelinegro soltara ligeros suspiros, con frecuencia recuerda las noches que tiene con su esposa, siendo algo agitadas, esta no era la excepción amaba hasta el ultimo detalle de ella, este detalle era exprimido hasta el último centímetro por Yuki, Ella seguía chupando mientras cada cierto tiempo apretaba la vara haciendo que su esposo soltara más suspiros pesados.
El movimiento fue cada vez más rápido, haciendo que el pelinegro por instinto se hiciera hacía atrás y tratara de alejar a su esposa, ella respondió pasando sus brazos al rededor de su cadera y atrayéndolo a ella, de paso se hundió más en su entrepierna.
-~Yuki ~Yuki ~Despacio- La rubia hizo caso omiso a la petición de su esposo ahora pasando su lengua alrededor, el sentimiento cálido y el paso de la lengua dejaba a Choso mudo permitiendo que solo dejara una de sus manos sobre el cabello de su amada y lo iba acariciando mientras ella tomaba las riendas.
Movimientos fluidos, líquidos combinados y sonidos de gorgoteos son suficiente para que Choso quiera ser el esposo perfecto de Yuki, cosa que ya es. las palpitaciones hacen que Yuki se de cuenta de que su amado esta apunto de darle el resultado que ella quería.
Tomando con cuidado la cabeza de su esposa, Choso se inclino hacía adelante, el fluido se deslizo por la garganta de la rubia con delicadeza, la mujer disfruto de la sensación del liquido espeso cayendo por su garganta, siendo una cantidad grande.
Los dos respiraban con tranquilidad luego de que la primera parte de su acción terminara. Yuki se fue alejando poco a poco del miembro de su esposo, mientras el pelinegro recuperaba el aliento miro como su esposa se alejaba, con suaves movimientos caminó hasta otra parte de la cocina y se quito su vestido, dejando ver el conjunto que Choso tanto disfrutaba, más por el par de bragas de encaje negro que acentuaba de manera impresionante la cintura de su esposa.
Choso se abrocho un poco el pantalón, camino hacía ella y la subía en sus brazos. Ella se aferro a su cuello y tomo un camino.
Su habitación.
Ambos amantes una vez desnudos comenzaron una escena intensa se besos, el hombre se abalanzo sobre la mujer recostada comenzando a besarla, la mujer se abrazaba de el, sus brazos sobre los hombros y sus piernas aferrándose en la cintura.
Los amantes siguieron con sus sesión de besos, se separaron y un hilo de saliva se desprendía de ambos, el hombre ahora se enfoco en el cuello, empezó con besos suaves , mientras enviaba sus manos a la cintura de la mujer, tras los besos empezó a lamer el cuello, sus manos ya en la cintura de su compañera tomaron el rumbo para dirigirse a los glúteos y empezar a masajearlos, finalmente la rudeza empezó, de besar a lamer y finalmente a morder, obviamente sin tanta fuerza, poco a poco la fuerza empezó a ser más grande y los gemidos de la rubia eran más fuertes.
El ambiente estaba en su máximo cuando Yuki aparto a Choso y se puso en cuatro, mostrándole el trasero.
-Amor, creo que es tiempo de que uses el otro agujero- lo movió y Choso vio una piedrita en forma de corazón en el, era un plug anal-
Choso no dijo ninguna palabra, solo le bajo las piernas y se acerco a Yuki, se la iba a meter, Yuki sintió como la cabeza intentaba penetrarla pero le dolía, pese a que días antes había intentado acostumbrase.
-Sigue adelante amor, no duele mucho-Yuki se mordía el labio- Hazlo~ Hazlo~-
Yuki le suplicaba, pero Choso parecía no hacer caso.
-Empecemos por la punta- Su voz ronca estremeció y emociono a su esposa -esperemos que te guste-
Yuki sintió un empujón del miembro de Choso y como la cabeza comenzaba a penetrar su cavidad anal, ella aguantaba como podía aunque era demasiado, el pelinegro se limito a decirle que disfrute, que disfrute todo su pene con su culo.
-Lo tienes bastante apretado- dijo el hombre tomando a la rubia por las caderas -Esta demasiado apretado, lo abraza con fuerza-
Sujetando las caderas, volvió a empujar pero esta vez con más fuerza y entro más que la cabeza
-~Amor~ ~Amor la tienes muy grande~ ~continua~- sus gemidos eran más fuertes y su rostro era de éxtasis total- ~No la saques~-
Choso le hizo caso y comenzó a bombear, nada más se escuchaba el jadeo del pelinegro mientras sujetaba con más fuerza las caderas de la rubia, empezó con movimientos suaves, metiendo y sacando la cabeza, pero esa vez la metió entera, Yuki ya no se explicaba si gemía de dolor o de placer, pese a que en verdad le dolía, se inclino un poco para mitigar el dolor, pero este era muy intenso.
-Un poco más, yo se que tu puedes- Choso le estaba sonriendo -Yo se que te va a gustar mi pene por tu culo- El pelinegro de forma rápida por el éxtasis del momento nalgeó a Yuki, sacando como premio un gemido de la rubia
Durante 5 minutos bombeo suavemente, tratando de meterla toda, tratando de abrirse el paso, la mujer sentía como la abría ante todas sus estocadas, no paraba, siguió bombeando unos minutos más, Yuki bramaba ante todo lo que hacía su amante.
-¿Pensaste que sería así?- La mujer nego -entonces sigue disfrutando-
Siguió durante unos minutos hasta que sin previó aviso la saco de golpe, Yuki gimió ante tal acción sin darle tiempo a reaccionar cuando Choso se la metió en la vagina y finalmente se vino dentro.
-¡Si!- gemía de placer al sentir como poco a poco el liquido iba entrando dentro de ella, eso siempre la hacía gemir intensamente.
¿Los gemidos eran muy fuertes? que importaba, Choso luego de un rato tomo a su mujer por la cintura y empezó a acelerar sus movimientos una vez más, 15 largos minutos variando la velocidad y la pose.
-Me voy a venir- le susurro
-Déjala adentro, quiero sentir como te vienes dentro, no importa si salgo embarazada- las suplicas no esperaron en benefició de la rubia.
Las caderas del pelinegro terminaron chocando contra el trasero de su esposa, ambos sintiendo como de a poco su semilla entraba dentro de ella, sus cuerpos sudados y pegajosos que emanaban un calor se expusieron ante el frio de la noche, Yuki de a poco sintió ese liquido dentro de ella, calentándola de cierta forma, sentía como por cada segundo el miembro de su esposo palpitaba y se iba relajando luego.
Amaba ese ambiente, cuando su esposo era más "expresivo" cuando todo su ser se consumaba en amarla, en como su piel fina era sometida por la fuerza rudeza que el sabe transmitir en estos momentos.
El pelinegro salió de dentro de ella, se recostó a su lado y la abrazo por la espalda, el calor de ambos era cómodo, Yuki se dio la vuelta y se aferro al pecho de su esposo.
-Espero te haya gustado-
-Como no tienes idea- acarició su cabello y le dio un beso -Espero tu igual lo hayas disfrutado-
-Siempre lo hago amor- Sonrió sabiendo que estaba en un periodo muy especial.
La vida matrimonial de ambos era una muy buena, momentos que ambos aman y que saben expresar, aunque Yuki aun lucha por hacer que su esposo se una personas menos seria y se abra más, pero independiente a ello lo sigue amando.
Fin.
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Bueno aqui termina esto.
Ojo BurnThisWay haciendo algo que no es BNHA. No se acostumbren no volverá a pasar.
Esto forma parte de un trato y esta dedicado a: _ShoukoDeAstora
Cualquier queja a ella.
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